miércoles, 21 de julio de 2004

Interesante carta de Victoria Uroz

Me hubiera gustado que el título hubiera sido "los niños con mamá con Sida también tienen derecho a nacer"

Las enfermas de SIDA también tienen derecho a ser madres

Ha concluido la XV Conferencia Mundial sobre el SIDA en Bangkok y se confirma la eficacia del tratamiento retroviral para reducir la transmisión materno-fetal del virus del SIDA, habiendo disminuido ésta hasta menos del 5% de los embarazos, si además del tratamiento se realiza cesárea y se suprime la lactancia materna. En caso de no tratarse médicamente la madre, el niño puede infectarse en un 15-35% de los casos (Informe sobre el SIDA de la OMS, 2002).

Ha llegado a AVA (Asociación de Víctimas del Aborto) la denuncia de una mujer española de 23 años que ha sufrido este año la presión médica por ser VIH positiva y querer continuar con su embarazo, tomando las medidas adecuadas de profilaxis para que su hijo no se contagiara. La asociada de AVA es soltera y vive con el padre de su hijo. Se quedó embarazada teniendo ya la infección del VIH y los médicos de cabecera y el ginecólogo del Servicio de Salud de su comunidad autónoma donde reside le presionaron para que no tuviera al niño. “Me dijeron que abortara porque iba a nacer el bebé con VIH seguro, que tendría malformaciones y sería un monstruo”.

A esta mujer le han violentado desde la Seguridad Social para hacer un acto en contra de su voluntad, sin ofrecer información objetiva médica sobre la gran eficacia de la prevención de la transmisión del SIDA, violándose la ley 41/2002 sobre los derechos del paciente en información médica y consentimiento informado.

Esta madre de 23 años no quería abortar y ha tenido que defender la vida de su hijo durante todo el embarazo, acabando destrozada psicológicamente. Como ha tomado el tratamiento retroviral adecuadamente durante toda la gestación, el niño ha nacido sin malformaciones y el análisis de la infección por VIH es negativo, a la espera de más datos. ”Estamos a la espera del contraanálisis, pero aunque tuviera el virus mi hijo, yo tengo derecho a tenerlo y a ser madre. No hay derecho a que se me haya tratado así durante los nueve meses de embarazo, mi hijo no va a ser una carga para nadie, y si está enfermo lo cuidaré yo”, dice esta asociada de AVA.

Hay más casos como éste que están llegando a la asociación: mujeres y hombres víctimas de presión social para no tener a sus hijos. AVA , en nombre de las personas coaccionadas por sus médicos, jefes laborales y familias, y de las que se han visto forzadas a abortar, pide la existencia de un verdadero estado social, con apoyo efectivo económico y laboral para las parejas en dificultades que quieren seguir adelante con su embarazo.

Que se cuente la verdad científica de las secuelas físicas y psíquicas del aborto o interrupción del embarazo y que se ofrezcan otras opciones antes del aborto, ambas cosas obligatorias según la legislación vigente del RD 2409/1986. Numerosas personas que han sufrido un aborto provocado se están acercando a recibir gratuitamente asistencia médica, psicológica y legal en esta asociación.

Victoria Uroz