miércoles, 30 de noviembre de 2005

Médicos del Mundo denuncia fallos en el tratamiento del virus del SIDA en países subdesarrollados

Joan Miquel Corbí

Coincidiendo con el 1 de diciembre, día mundial contra esta enfermedad, la ONG analiza lo que pasa en 20 naciones, mientras el Papa Benedicto XVI recuerda que atender a los enfermos es parte esencial de la misión de la Iglesia

Detengamos el SIDA. Mantengamos la promesa. Éste es el lema de la Jornada Mundial de Lucha contra el SIDA 2005, que se celebra este jueves como cada 1 de diciembre. Coincidiendo con la fecha anual, y entre otros muchos mensajes, destaca el análisis que acaba de hacer público la ONG Médicos del Mundo a partir de la realidad de 20 países donde tiene en marcha proyectos de cooperación. Según la entidad, existen numerosos fallos y muchas limitaciones en el tratamiento del virus VIH con antirretrovirales en países en vías de desarrollo. En un comunicado presentado esta semana, constata que la fragilidad de los sistemas de salud, la distancia con los centros donde se administran estos fármacos y la escasez de profesionales sanitarios formados en SIDA son las principales amenazas para incrementar el tratamiento contra la enfermedad precisamente allí donde el virus prevalece con mayor fuerza.

El estudio muestra que, aunque había antirretrovirales disponibles en 22 de las 29 zonas analizadas, la capacidad de los sistemas de salud para enfrentarse al VIH es muy limitada y no existe suficiente número de profesionales con formación en la materia. Médicos del Mundo, además, recuerda que 40,3 millones de personas viven con el virus del SIDA y 5 millones lo contrajeron este año, en el que murieron 3 millones de seres humanos (570.000 niños) a causa de problemas de salud relacionados con la enfermedad. La entidad recuerda que aproximadamente 1 millón de personas se benefician de los programas con antirretrovirales en países subdesarrollados, pero añade que esta cifra supone apenas el 15 por ciento de los 6,5 millones de personas que necesitan urgentemente el tratamiento.

Compromisos como la Declaración de la Sesión Especial de la Asamblea General de las Naciones Unidas, firmada en junio de 2001 por los 189 estados miembros del organismo, son también motivo de análisis para Médicos del Mundo. El estudio presentado asegura que “existen numerosos vacíos entre las promesas y la realidad en el terreno, sobre todo, de lo relacionado con el incremento del acceso a la terapia antirretroviral y con la necesidad de asegurar estrategias que fortalezcan la capacidad de los sistemas de salud”. Por otro lado, denuncia deficiencias a la hora de fortalecer los recursos humanos y las infraestructuras sociosanitarias para proporcionar prevención y servicios de tratamiento.

Finalmente, en el informe, se destaca que otro de los problemas relacionados con el SIDA en los países en vías de desarrollo es el elevado riesgo de abandono del tratamiento prescrito. Ello se debe, entre otras razones, a que los combinados de medicamentos en una sola dosis están disponibles sólo en un escaso número de zonas y a que no hay posibilidad de hacer seguimiento con pruebas básicas de laboratorio en lugares cercanos a la zona de residencia de los pacientes.

Por su parte, la ONU acaba de revelar que Indonesia se encuentra en la primera fase de una epidemia de SIDA, aunque la expansión del virus puede ser detenida con una intensificación de los programas de prevención. Así lo explicó el director de la Agencia para la Lucha contra la enfermedad, que avisó al país asiático de la urgencia de este tipo de medidas. Según el jefe de Onusida, Peter Piot, el VIH se está propagando rápidamente en la provincia de Papua, en el este, entre los consumidores de drogas por vía intravenosa, las prostitutas y otros ciudadanos homosexuales y heterosexuales. “Sabemos por la experiencia que, una vez que empieza, es sólo cuestión de tiempo antes de que el virus se propague al exterior”, declaró el dirigente de Naciones Unidas. Las estimaciones indican que, en Indonesia, entre 150.000 y 250.000 personas viven con el virus.

La Iglesia católica reitera su compromiso contra el SIDA

En todo el contexto de la jornada de lucha contra la enfermedad, la Iglesia católica hace oír su voz año tras año, y esta vez no ha sido un excepción. El Papa Benedicto XVI, después de la audiencia semanal celebrada este miércoles en la Plaza de San Pedro, reafirmó su apoyo personal, y en nombre de los católicos, a las Naciones Unidas por llevar a cabo la iniciativa cada 1 de diciembre. Tras calificar el SIDA de grave problema y mostrar su solidaridad con los afectados, el pontífice recordó que “el cuidado y la atención a los enfermos es parte integrante esencial de la misión de la Iglesia”. Cabe subrayar, además, que 1 de cada 3 enfermos de SIDA son atendidos en todo el mundo por personas o instituciones de inspiración católica.

La Santa Sede también ofrece su visión en un mensaje que ha hecho público precisamente con motivo de la jornada de este jueves. El escrito, firmado por el presidente del Consejo Pontificio para la Pastoral de la Salud, Javier Lozano Barragán, expresa el apoyo de la Iglesia a las instituciones que combaten el SIDA y se refiere a la prevención para asegurar que “debe provenir de una correcta concepción y práctica sexual, en la que se entienda la actividad sexual en su profundo significado, como expresión total y absoluta de la donación fecunda de amor”. En el párrafo final, se recuerda una reflexión del Papa Benedicto XVI dirigida a los obispos de Suráfrica durante su última visita Ad Limina: “Comparto vuestra profunda preocupación por la devastación causada por el virus del SIDA y por las enfermedades vinculadas a él. Rezo en particular por las viudas, por los huérfanos, por las madres jóvenes y por las personas cuya vida se despedaza debido a esta cruel epidemia”.


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Uganda gana al sida, no a lo 'politically correct'

Naciones Unidas ha decidido retirar la ayuda a Uganda en la lucha contra el SIDA, alegando una mala gestión de los fondos anteriormente recibidos. Los errores encontrados hacen referencia a problemas técnicos, sin que hayan encontrado corrupción o fraude en el manejo de estos fondos. Muchos han querido ver en esto un castigo a Uganda por haber basado su lucha contra el VIH en el método ABC (abstinencia, fidelidad y si eso no se va a aceptar, condón), con grandes resultados, por cierto.


miércoles, 14 de septiembre de 2005
Miguel Angel Almela Martínez

Y es quizá aquí, donde le aprieta el zapato a las Naciones Unidas, dominada por el pensamiento “políticamente correcto” que tantos estragos está haciendo en el sentido común. En 1991 el nivel de Sida en Uganda era del 20% de la población del país. Diez años después, mediante la aplicación del método ABC al que ahora parece querer sumarse la administración Bush, esa tasa se ha reducido hasta el 6%. El presidente ugandés, Yoweri Musevini, se inspiró en la tradición de su país para evitar que la pandemia de fin de siglo terminase con toda una generación: Cuando un león viene a tu pueblo, debes lanzar la alarma rápidamente. Y el análisis de la situación que hizo el presidente Musevini coincide con el de la mayoría de la comunidad científica que no comulga en la nueva religión relativista: el lema de la campaña era “amar con cuidado”. Los éxitos en estos años no se han hecho esperar: toda la población, mediante discursos políticos, campañas en escuelas, iglesias y mezquitas, conoce qué es el Sida, qué comportamientos pueden implicar mayores riesgos de contagio; se ha reducido el sexo sin pareja habitual; la primera experiencia sexual en las chicas ha subido de los 14 años en 1986 a los 16 años actuales.

Según ha denunciado la agencia independiente LifeSite, en la mayoría de los informes sobre la enfermedad que realizan los organismos de la ONU, no se cita el éxito de Uganda, pese a que ha sido reconocido por el ex secretario de Estado norteamericano Colin Powell como un rotundo éxito el haber reducido en un 50% la tasa de Sida. La CNN, adalid de la cultura progre de sexo sin límites pero con condón, reconocía en el año 2000 que Uganda es “visto como el más exitoso en la lucha contra el Sida”. Pero, allí donde se cita en éxito en los documentos de Naciones Unidas, se omite que el éxito se basa en la promoción de la abstinencia, castidad y fidelidad, y no en los preservativos.

Quizá si conociéramos estos éxitos en Occidente, quizá si tomáramos el camino que ha tomado el descubridor del virus del Sida, Luc Montagnier, quien ha afirmado que son necesarias campañas contra prácticas sexuales contrarias a la naturaleza biológica del hombre, quizá si nos centráramos, en palabras del mismo científico, en educar a la juventud contra el riesgo de la promiscuidad sexual y del vagabundeo sexual, a lo mejor seríamos capaces de vencer a la enfermedad como lo han hecho en Uganda, donde el Sida no representa más peligro para la población que otras enfermedades como la sífilis o el ébola, en palabras de Musevini.

La misma Naciones Unidas en los documentos oficiales reconoce que ese es el camino, y como muestra un botón: la Conferencia de Población de El Cairo en 1994 en el programa de acción afirma que hay que hacer hincapié en la modificación del comportamiento en la prevención del Sida (art. 8.31) y un poco más abajo, el comportamiento sexual responsable, incluida la abstinencia sexual voluntaria para prevenir la infección por el VIH debería ser objeto de promoción y estar incluido en los programas de educación e información. La realidad es demasiado triste, no se dedica ni un dólar a informar sobre lo medios reales para evitar el desarrollo de la pandemia de la que se están aprovechando las grandes multinacionales de profilácticos, que han visto sus ventas aumentadas desde la aparición del Sida, con la masiva compra por parte de los gobiernos, convirtiéndose en un poderoso lobby en Nueva York. El presidente de Kenia reconocía que debía gastarse millones de dólares en preservativos cuando los propios destinatarios de éstos podrían evitar el contagio modificando su conducta. Un informe del año 2000 ponía de manifiesto que el 89% del gasto público en Sanidad de America Latina por parte de las administraciones públicas se destinaba a preservativos, con un gasto de más de 160 millones de dólares.

¿Qué extraños intereses mueven a las Naciones Unidas a ocultar a la población mundial los verdaderos medios para acabar con la propagación de Sida? Visto el comportamiento de los funcionarios de Naciones Unidas en otros programas de la organización (Petróleo por Alimentos en Irak), ¿podemos sospechar de las grandes multinacionales del preservativo?

Pero la mayor corrupción viene por el lenguaje: en el informe sobre la epidemia mundial del Sida del año 2004, en los primeros párrafos pueden encontrarse como se mete dentro del mismo saco a las relaciones matrimoniales con las de prostitución con clientes habituales. Se afirma que la confianza y el afecto dentro del matrimonio y otras relaciones a largo plazo son a veces una parte del problema y ahí se enmarca el matrimonio y otras “relaciones a largo plazo”.

Un manifiesto de más de 150 expertos en la materia publicado por The Lancet afirmaba que la mejor manera de prevenir el Sida era promover la abstinencia o el retraso en el inicio sexual y si ya se había producido el inicio, debe estimularse la vuelta a la abstinencia o la fidelidad mutua con una persona sana como la mejor forma de evitar la infección. Se ponía de manifiesto el éxito de Uganda, ya que la ineficacia de otras medidas y los llamativos resultados de Uganda significan un giro radical en las políticas de prevención, centradas hasta ahora casi exclusivamente en el preservativo, en especial desde las entidades internacionales, que no han tenido más remedio que reconocer que ese éxito podría equipararse a la existencia de una vacuna eficaz en el 80 por ciento, efecto que no logra casi ninguna vacuna.

Pero claro, como reconocían los mismos políticos reunidos en Bangkok, cuando se alzaron voces contra el programa ugandés, no por su eficacia, sino porque no era políticamente correcto hablar en estos términos. Urge hablar y luchar por la verdad, antes de que la Historia nos condene y los muertos se levanten para exigir justicia por su muerte.

Miguel Angel Almela Martínez es periodista. Ha desarrollado proyectos de puesta en marcha de Sistemas Editoriales, ha sido responsable de comunicación de varias empresas y subdirector de la revista "A todo motor". Es padre de familia numerosa. Lo encontramos también en su blog Cambiemos el mundo



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Siete de cada diez nuevos contagios de sida se producen en La Rioja por vía sexual

La comunidad encabeza la clasificación de transmisión por relaciones heterosexuales sin protección, según la Comisión Ciudadana Antisida Más de 1.500 personas se encuentran infectadas por VIH en La Rioja

La transmisión del VIH por relaciones heterosexuales sin medidas preventivas gana terreno en La Rioja. A tal punto, que la región se sitúa «a la cabeza» en el panorama nacional por esta vía de contagio, como advirtió ayer el presidente de la Comisión Ciudadana Antisida, Javier Pinilla. Siete de cada diez nuevos casos de infección detectados entre riojanos tienen este origen. Por eso, Pinilla reiteró la necesidad de intensificar los esfuerzos para atajar esta vía, pero también otras, como la de los jóvenes y la de los inmigrantes, colectivos en los que la incidencia de la infección esta creciendo.

Del grupo de inmigrantes, el experto riojano puntualizó que los afectados no llegan con VIH, sino que se infectan aquí «porque ocupan los grupos marginales y es ahí donde debemos hacer llegar todas las campañas de prevención», dijo el experto, para quien «la falta de información genera desigualdades y aumenta el riesgo» de contraer la enfermedad.

La Rioja cuenta con más de 1.500 seropositivos que sí saben que lo son. Y ello porque se estima que el 75% de los afectados están en tratamiento, pero otro 25% desconoce su situación. En lo que va de año se han diagnosticado ocho casos de sida. El año puede terminar con diez u once nuevas patologías, calculó Pinilla, que recordó que el 2004 se cerró con doce diagnósticos de este tipo. El portavoz de la Comisión Antisida recordó que alguien infectado por el VIH pero diagnosticado a tiempo y tratado adecuadamente no tiene por qué llegar a desarrollar sida. «Se puede evitar», afirmó. Desde que se detectó la presencia del sida en La Rioja, se han registrado 447 casos (en la fase más avanzada de la enfermedad). Más de la mitad han terminado con el fallecimiento del afectado.

La tendencia es a la estabilidad e incluso al descenso de contagios. «pero es incorrecto bajar la guardia», en palabras de Pinilla. «Puede que haya tratamientos que mejoren la calidad de vida, pero no son la panacea porque tienen muchos efectos secundarios e incluso, con el tiempo, generan resistencias», recordó. Según sus datos, La Rioja sigue manteniéndose entre las cuatro primeras comunidades en tasa por millón de habitantes y hasta puede que alcance un preocupante segundo puesto, pero en la Comisión Antisida restan importancia a esta clasificación porque, al tratarse de una comunidad pequeña, la aparición de cada caso modifica mucho las tasas. Más allá de la evolución regional, pareja a la del resto de España, el panorama mundial es sombrío. «No se ha conseguido una lucha eficaz de forma global», se lamentó Pinilla.

Infectados: Más de 1.500 riojanos tienen VIH. Con tratamientos adecuados no tienen por qué llegar a desarrollar sida. En lo que va de año se han diagnosticado ocho casos de sida, en general, entre los infectados que no lo sabían o no llevaban control.

Contagios: La Rioja está a la cabeza en casos de contagios por vía sexual y, sobre todo, heterosexual.

Sida en la historia: En los más de quince años de infección en La Rioja se han dado 447 casos de sida. Más de la mitad de los afectados han muerto.

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