sábado, 17 de mayo de 2008

El Marañón alberga el único biobanco mundial para VIH

El único biobanco mundial de VIH es español y se ubica en el Hospital Gregorio Marañón, de Madrid. A fecha de hoy, dispone de más de 40.000 muestras, de diversa índole, procedentes de cohortes de pacientes con características variadas y muy útiles para la investigación.

Raquel Serrano 16/05/2008

Veintiséis hospitales de España han participado en la creación, que empezó a perfilarse en 2003 y que ya es una realidad, del primer y único biobanco mundial de VIH, que se encuentra ubicado en el Hospital Gregorio Marañón, de Madrid. Su coordinadora, María Ángeles Muñoz, del Laboratorio de Inmunobiología del citado hospital, considera que la colaboración, participación y la disposición de pacientes, que firman un consentimiento informado, y clínicos ha posibilitado que el biobanco disponga actualmente de más de 40.000 muestras de muy diversa procedencia y características, lo que sin duda potenciará el avance de la investigación básica y clínica y repercutirá, en el futuro, en el de la asistencia a los afectados.

El biobanco de VIH, que dispone de la certificación correspondiente, asegura la recepción, procesamiento y criopreservación de las muestras, "muy completas porque se admiten las procedentes de plasma, sangre, de tejido y biopsias. A pesar de no se dispone de información clínica del paciente, sí existe una codificación a través de la que es posible acceder a esa información".

Cohortes muy definidas
La investigadora, que el próximo 22 de mayo dirigirá en Madrid una reunión sobre Biobancos y Ley de Biomedicina, ha explicado que, dentro de la Red de Sida, se ha creado una plataforma de cohortes. "Así, las muestras están establecidas según se trate de cohortes de pacientes que no hayan recibido tratamientos, de no progresores a largo plazo y de coinfectados por VIH-VHC.

De esta forma se puede dotar a los proyectos de investigación con un tipo de muestra concreto, incluso para realizar estudios fisiológicos o genéticos, entre otros".

Muñoz considera que el desarrollo de un biobanco de VIH, al igual que el de biobancos de otras áreas patológicas, responde a la necesidad de dotar a los investigadores de muestras muy concretas de pacientes con características muy definidas. Es difícil que los laboratorios reúnan todos los requisitos y en la cantidad adecuada que suelen establecerse en los proyectos de investigación.

"Disponer, por ejemplo, de una cohorte de no progresores a largo plazo es un lujo". Precisamente, uno de los aspectos más valorados por los organismos españoles y europeos evaluadores de biobancos, con calificación de excelente, ha sido el que el biobanco de VIH disponga de cohortes con muestras asociadas a ellos. Este hecho, según Muñoz, otorga una gran relevancia, ya que "cualquier estudio que surja por un nuevo descubrimiento tanto en tecnología molecular como en el ámbito clínico puede beneficiarse de la existencia de las muestras adecuadas".

Se avanza así en la investigación sobre VIH y puede tener su aplicación en la clínica. De hecho, la ventaja de que las muestras estén codificadas radica en que "si en momento determinado se encontrara el más mínimo beneficio para un grupo de pacientes, automáticamente se establecería contacto con ellos y con los clínicos para informar del avance".

Valiosa información
El desarrollo del biobanco de VIH parte del principio de beneficio para todos los pacientes infectados. Pero existen subgrupos de los que se podría extraer una valiosa información para intentar prevenir la infección por VIH como es el caso de los expuestos no infectados. Las cohortes con muestras variadas de no progresores a largo plazo, así como de infección aguda (se obtienen muestras de pacientes justo en el momento de infectarse), también pueden ofrecer datos fundamentales.

Hasta ahora el biobanco de VIH ha otorgado muestras para 13 proyectos de investigación, tanto nacionales como internacionales.

El reto del sida pediátrico
La trayectoria profesional de María Ángeles Muñoz se encuentra muy ligada al sida pediátrico, por lo que su su sensibilidad hacia los niños afectados es muy elevada. Uno de los retos del equipo del Gregorio Marañón es adaptar el desarrollo del biobanco de VIH a las especiales características de los niños. "En la actualidad estamos intentando alargar los criterios de biobanco a cohortes de sida pediátrico", pero en este terreno hay que ser especialmente cautos y sentar las bases de forma muy clara.

En primer lugar porque el anonimato y la protección de datos en niños debe ser mayor, el consentimiento informado es diferente y, sobre todo, porque "la cantidad de muestras que se pueden pedir a un niño es diferente dependiendo de la edad".

www.diariomedico.com/edicion/diario_medico/especialidades/vih/vih_y_hepatitis/es/desarrollo/1124348_07.html

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