viernes, 20 de mayo de 2005

La activación de las células T es una variable útil en el manejo de los VIH+


Rafael Pérez Ybarra

El nivel de activación de linfocitos T es un parámetro de progresión a sida tan potente como la replicación viral o el nivel de células CD4 y podría incluirse como criterio para iniciar el tratamiento antirretroviral en VIH+ y en su monitorización. Así se señala en un estudio del Hospital Carlos III que se publica en Journal of Acquired Immune Deficiency Syndromes.


La valoración de la activación de las células T debería se incluida en el seguimiento rutinario de los pacientes infectados por el virus del sida que todavía no han iniciado el tratamiento; "es decir, podría contemplarse en las guías para el inicio de la terapia, en combinación con la carga viral y el número de linfocitos CD4", ha asegurado José Miguel Benito, coordinador de una investigación que se publica en Journal of Acquired Immune Deficiency Syndromes. Según el experto del Hospital Carlos III, de Madrid, el hecho de añadir este parámetro permitiría obtener un perfil más particularizado de cada paciente: "A más parámetros, mejor perfil". No obstante, ha reconocido que habría que determinar a partir de qué nivel de activación habría que iniciar terapia.

En la infección causada por el VIH se produce un incremento en el nivel de activación de los linfocitos T, sobre todo en los CD8. "Cuanto más elevada es la carga viral, mayor es el nivel de activación, lo que nos hace pensar que es el virus el que está iniciando dicha activación".

Función en la patogénesis
El estudio ha valorado si la activación de los linfocitos T es un mecanismo clave en la patogénesis de la infección por VIH, en concreto en la eliminación de las células T. Benito ha explicado que uno de los factores que está operando en dicha eliminación progresiva de CD4 es la activación de las células T. "Sabemos que el virus induce de forma inespecífica la activación en todas las células T; dicha activación conduce por una vía anómala a la muerte de las células T".

El ensayo ha valorado durante doce meses en pacientes respondedores a terapia de gran actividad y con carga viral controlada (la mayoría no tratados previamente y con combinaciones de dos análogos de nucleósidos y un no análogo) la influencia de la evolución en la población de las células T en el contexto de un tratamiento con la evolución en la recuperación de células CD4.

Según el especialista, el objetivo era ver si la evolución en la activación de las células T se correlacionaba con la evolución en el número de CD4. "Aunque ya se sabía que cuando se inicia un tratamiento la carga viral se controla y se aumentan las cifras de CD4, y a pesar de que se han estudiado muchos factores con el fin de determinar por qué unos pacientes tienen una ganancia mayor de CD4 que otros, no se había analizado hasta ahora de qué forma la activación de los linfocitos T se correlacionaba con la capacidad de ganar células CD4".

Correlación
Así, se ha valorado la evolución de CD4, la activación de las células T, la carga viral y aquellos factores que podrían estar asociados con la mayor recuperación de células CD4. "Después de hacer un análisis multivalente se ha visto que la evolución en la activación en las células T CD8 era el mismo parámetro que se correlacionaba con la evolución de las CD4. Es decir, en los pacientes en que la caída en la activación de células CD8 era más acusada se producía un aumento mayor en las CD4 que en los que la disminución en la activación era inferior".

(J Acquir Immune Defic Syndr 2005; 38: 373-381).