martes, 30 de noviembre de 2004

¡Otra vez el gobierno!

La Iglesia cuestiona la eficacia del condón y defiende la fidelidad para evitar el sida
Las declaraciones de los obispos reabren el enfrentamiento con el Gobierno, que los considera «irresponsables»

La jerarquía católica y el Gobierno se enzarzaron ayer en un nuevo enfrentamiento con los preservativos como protagonistas de la contienda. Los obispos cuestionaron la eficacia del condón y adujeron que incitar a la «promiscuidad incrementa el número de contagios de sida». Estas consideraciones fueron objetadas por la ministra de Sanidad, Elena Salgado, quien lamentó los «mensajes equívocos» de los obispos, preñados de «cierta irresponsabilidad». Para Salgado, pregonar la castidad y la infidelidad como únicos medios para luchar contra la epidemia es «cerrar los ojos a la realidad del mundo y de nuestros jóvenes».

El portavoz y secretario general de la Conferencia Episcopal, Juan Antonio Martínez Camino, dijo que no es cierto que el uso del condón equivalga a sexo seguro, a la vez que abogó por la responsabilidad y la fidelidad conyugal como mejores estrategias para evitar el contagio. «El sexo con preservativo no es seguro, es menos inseguro», apostilló el dirigente eclesial.

El secretario general del Episcopado puso en duda la seguridad del preservativo justo cuando el Ministerio de Sanidad presentaba una campaña para promover su uso, en vísperas de la celebración del Día Internacional contra el Sida.

Para la jerarquía católica, el empleo del preservativo «quizá evite el mal mayor, pero no quita el mal». Omitir el margen de desprotección que entraña este medio anticonceptivo comporta «no decir toda la verdad», aseveró Martínez Camino, quien alegó que «los técnicos evalúan hasta en el 15%» los riesgos que comporta el uso del condón. Según la jerarquía eclesiástica, un «alto número» de infecciones por VIH son atribuibles a los fallos que genera el preservativo.

A juicio de los prelados, es «gravísimo no procurar una información completa» a los afectados, pues «se pone en riesgo la vida de los jóvenes». De acuerdo con Martínez Camino, alentar las relaciones promiscuas y el adulterio, aparte de propiciar el desorden moral, no favorece una «convivencia justa».

Según la jerarquía eclesiástica, la Iglesia católica se encuentra a la «vanguardia» de los que combaten el sida, tanto en África como en otras partes del mundo. En cualquier caso, los esfuerzos para reducir la alta tasa de prevalencia del sida no tendrán éxito si las iniciativas para atajarlo carecen de criterios morales.

«Lo ideal es el amor fiel, porque promueve la dignidad de las personas. Si el sexo se trivializa y es concebido como un objeto de consumo no se aporta una solución integral y real al problema».

Martínez Camino arguyó que los científicos discrepan entre sí del grado de seguridad que aporta el condón, pues mientras para algunos el método arroja fallos en el 4% de los casos, otros cifran el margen de inseguridad en el 15%.

Las argumentaciones de la Conferencia Episcopal no sólo se basan en valores morales, sino también en «criterios técnicos». «Estamos hablando de una enfermedad mortal; es irresponsable poner en manos de un menor de 16 años un preservativo con el mensaje de que con su utilización se puede practicar el sexo seguro», sentenció el portavoz de la cúpula eclesial.

Según Camino, la postura de la Iglesia no hay que entenderla como un «no» absoluto a todo lo que defienda el Gobierno, sino que es consecuencia de actitudes favorables de la formación moral de los jóvenes, la familia y la procreación dentro del matrimonio entre hombre y mujer.

«Escaso acierto»

El secretario de Organización del PSOE, José Blanco, terció en la polémica y dijo con sorna que «lo más inseguro es no usar el preservativo». Blanco acusó a la Iglesia de «no haber estado acertada» y aplaudió la iniciativa del Ministerio de Sanidad. Antes de manifestar su opinión sobre el condón, el secretario general del Episcopado había afirmado que los juicios de los obispos no están subordinados a la agenda política del Gobierno.

Por su parte, la Sociedad Española Interdisciplinar sobre el Sida cree que las opiniones de los obispos son poco afortunadas. Los estudios realizados entre parejas en las que uno de los cónyuges es seropositivo demuestran que el condón evitó la transmisión del virus en todos los casos, según explicó el presidente de Seisida.

En la misma línea, la Federación Estatal de Gays, Lesbianas y Transexuales acusó a la Conferencia Episcopal de ejercer una forma de «terrorismo sanitario» con sus invectivas contra el condón. Tras tildar de «barbaridad» las palabras del portavoz episcopal, la federación denuncia que las opiniones de los obispos crean confusión y contribuyen a expandir la epidemiaA. PANIAGUA./COLPISA. MADRID

lunes, 29 de noviembre de 2004

El programa “Defiende la Vida” ¡en directo!

VHI y Radio Católica Mundial lanzan

programa “Defiende la Vida” ¡en directo!

Contacto:

Adolfo J. Castañeda

(305) 260-0525, EEUU

adolfo@vidahumana.org

www.vidahumana.org

www.soloparajovenes.org

Miami, EEUU, 24 de noviembre del 2004. Vida Humana Internacional (VHI) y Radio Católica Mundial o RCM (la estación de onda corta de la Madre Angélica con sede en Alabama, EEUU), se complacen en anunciar el lanzamiento del programa “Defiende la Vida” en vivo. “Defiende la vida” es un programa que VHI viene produciendo desde hace varios años y que RCM viene transmitiendo. Ahora se convertirá en un programa en vivo con llamadas telefónicas y correos electrónicos de los oyentes.

Adolfo J. Castañeda, director de programas educativos de VHI y anfitrión de “Defiende la Vida”, seguirá conduciendo este importante programa sobre temas relacionados con la defensa de la vida y la familia, que se transmitirá en vivo todos los martes, con retransmisiones los viernes y los domingos. El lanzamiento será el próximo martes, 30 de noviembre del 2004.

Horarios: (hora de Miami, este de EEUU)

Martes, 4:00 PM. EN VIVO
Viernes, 8:00 PM. Retransmisión
Domingos, 6:00 AM. Retransmisión

Las frecuencias por onda corta, hasta el 27 de marzo del 2005, son las siguientes:

Señal 1 – México, Centroamérica, Suroeste de los EE.UU.
6 PM-9 AM, 7425 khz
9 AM -6 PM, 11530 khz
(Hora de Miami)

Señal 2 – El Caribe y América del Sur
6pm-11pm 11530 khz
11pm-3am 11615 khz
3am-8am 11875 khz
8am-6pm 15745 khz
(Hora de Miami)

Para obtener más información, incluyendo cómo bajar la señal, diríjase a RCM:

(205) 271-2900, ext.. 2073 (Alabama, EEUU)

rcm@ewtn.com

http://www.ewtn.com/spanish/radio.asp

http://www.ewtn.com/spanish/radio_información.asp

http://www.ewtn.com/spanish/Frequencias_radio.asp#A%20partir

¡No se pierda este fabuloso programa!

Vida Humana Internacional (VHI) es la Sección hispana de Human Life International, la organización provida más grande del mundo. Diríjase a: Vida Humana Internacional, 45 SW 71 Avenue, Miami, FL 33144, USA. Tel.: (305) 260-0525. Portales: www.vidahumana.org; www.soloparajovenes.org

Las epidemias sexuales fuerzan al Gobierno británico a recomendar la abstinencia a los jóvenes


El gobierno británico invertirá 71 millones de euros en publicidad y otros 355 millones en reforzar los saturados servicios de salud sexual. Es decir, las epidemias sexuales cuestan 70.000 millones de pesetas a los contribuyentes. SIGUE
Y aquí en España dale que te pego, ¡más condones!

Giro en lucha contra el SIDA... expertos ahora sí piden abstinencia y fidelidad

LONDRES, 27 Nov. 04 (ACI).-A pocos días de celebrarse la Jornada Mundial de Lucha contra el SIDA, la prestigiosa revista médica The Lancet ha publicado un documento firmado por expertos de 36 países que por primera vez reconocen ante la comunidad médica que la prevención de esta enfermedad pasa por promover la abstinencia y la fidelidad.

El texto está avalado por 150 especialistas y sostiene que “"ha llegado el momento de aunar esfuerzos para prevenir la transmisión sexual del VIH”.

Entre los firmantes destacan el Presidente de Uganda, Yoweri Museveni, representantes del Banco Mundial, del Fondo Global para la Malaria, la Tuberculosis y el SIDA, de cinco agencias de la ONU y directivos de los programas de VIH en países tan afectados como Etiopía, India, Jamaica y Uganda.

Los expertos sostienen que el VIH-SIDA “se ha convertido en una crisis sanitaria y humanitaria descontrolada que requiere una intervención urgente, especialmente en regiones con alta prevalencia, como el África subsahariana, donde se dan la mayoría de nuevas infecciones”.

Ante el imparable avance de la pandemia, los firmantes reconocieron que el uso de preservativos no basta por frenar la pandemia y precisan que entre los jóvenes “debe ser prioritario promover la abstinencia o el retraso en el inicio sexual en aquellos que no hayan tenido aún relaciones, haciéndose hincapié en evitar los riesgos como la mejor forma de prevenir la infección y otras ETS, así como los embarazos no deseados”.

“Si ya se ha producido el debut sexual, debe estimularse la vuelta a la abstinencia o la fidelidad mutua con una persona sana como la mejor forma de evitar la infección”, indican los firmantes.

Aunque los expertos consideran necesario aún promover el uso de los preservativos entre los “jóvenes sexualmente activos”, insisten en que éste no es 100 por ciento seguro.

“Jóvenes y adultos deben saber que el preservativo reduce el riesgo de infección de un 80 a un 90 por ciento, cuando se usa de forma sistemática”, indicaron.

Asimismo, proponen programas preventivos “dentro y fuera del ámbito escolar y los padres han de asumir su responsabilidad en la transmisión de valores y expectativas relacionados con el comportamiento sexual de sus hijos”.

Con respecto a los adultos sexualmente activos, “la primera prioridad ha de ser la promoción de la fidelidad mutua con una pareja sana. La experiencia en países donde se ha reducido la incidencia de la infección demuestra que la reducción en el número de parejas es fundamental para alcanzar este objetivo a gran escala”.

El diagnóstico de VIH en las mujeres suele hacerse en las fases tardías

Las mujeres suponen únicamente un 10 por ciento de los pacientes infectados por el virus del sida incluidos en las investigaciones de fármacos antirretrovirales, según se ha señalado en el VIII Congreso Nacional sobre el Sida. Esta situación se suma a otras que acrecientan la situación de vulnerabilidad de las mujeres, casi la mitad de los afectados.

La situación de vulnerabilidad de la mujer frente a la infección del virus de inmunodeficiencia humana (VIH) se ve agravada por dos factores que se presentan especialmente en los países desarrollados: el diagnóstico del VIH en muchas mujeres es muy tardío y, además, la medicación antirretroviral está diseñada preferentemente para pacientes varones.

"La vulnerabilidad de la mujer se acrecienta por las diferencias de sexo", ha señalado Isabel Yordi, asesora del Programa de Género y Salud de la Oficina Regional Europea de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Yordi se ha referido a los resultados de un estudio europeo que concluye que, "a pesar de que los últimos datos demuestran que se ha producido un incremento en la transmisión por vía heterosexual, un patrón que afecta principalmente a las mujeres, éstas no consideran que tengan mayor riesgo de contraer la infección".

Esta característica de invisibilidad del riesgo ha provocado que se haya producido un incremento de la transmisión del virus por vía sexual en mujeres asintomáticas.

Seguridad
Según María José Fuster, de la Sociedad Española Interdisciplinaria del Sida (Seisida), cuyo VIII Congreso Nacional se ha celebrado en Madrid, "en general la población femenina no se considera un grupo de riesgo frente al sida". Dicha situación está provocando que el diagnóstico de VIH en las mujeres que residen en España -y también en Europa- se haga en fases muy tardías, "en ocasiones de forma simultánea al de sida, lo que complica un poco más el tratamiento de las pacientes".

Debido a que las mujeres han de hacer frente a una serie de factores adicionales de riesgo -dependencia económica, dificultades para acceder a información fiable sobre la infección y de acceso a la prevención o violencia de género-, se hace necesario crear un debate sobre los desafíos con los que se enfrentan las mujeres en los países occidentales, incluyendo los países vecinos, y a veces muy próximos, de la Unión Europea. "Es preciso llamar la atención sobre las desigualdades que incrementan el riesgo entre las población femenina y que, no obstante, no parecen recibir la atención adecuada en los países más ricos", ha indicado Isabel Yordi.

Fármacos masculinos
La vulnerabilidad de la mujer también se ve acrecentada porque la mayoría de los fármacos antirretrovirales están diseñados para la población masculina. "Los ensayos clínicos incluyen apenas un 10 por ciento de mujeres; así, no se suelen tener en cuenta las variables hormonales ni las diferencias de metabolización y absorción características en las mujeres", ha explicado Fuster, y ha razonado que parece lógico que las dosis indicadas para las pacientes VIH+ sean demasiado altas y que, por esta razón, los efectos adversos puedan ser más graves.

Los casos de sida detectados en España e Italia en 2003 supusieron la mitad de los 6.441 de toda la UE


Los nuevos casos de sida diagnosticados en España e Italia alcanzan el 50 por ciento del total registrado en la Unión Europea (6.441) en 2003, ya que hubo un total de 1.363 casos en territorio español (21 por ciento) y 1.759 en Italia (27 por ciento), a pesar de que el número de afectados por millón de habitantes disminuye en ambos países, según los datos publicados hoy por la Oficina Europea de Estadística (Eurostat), con motivo del Día Mundial en la Lucha contra el Sida previsto para el miércoles 1 de diciembre.

Los datos de Eurostat, basados en los del Centro Europeo de la Vigilancia Epidemiológica del Sida (EuroHIV), manifiestan que desde 1990, en España e Italia -que representan el 22 por ciento de la población total de los Veinticinco-, se han registrado aproximadamente la mitad de todos los casos de sida de la Unión Europea.

En España, el 49 por ciento de los nuevos infectados consumieron drogas intravenosas y de ahí su contagio. Asimismo, la disminución de afectados por millón de habitantes (llamado tasa de incidencia) en España pasó de 188,4 en 1994 a 32,8 en 2003. El nivel italiano se situó en 30,6 el pasado año frente al 96,3 de 1994.

En la UE, dicha tasa también disminuyó con un descenso del 56,3 al 14,2 entre 1994 y 2003. Portugal figura como el país en peor situación ya que el número de infectados fue de 78,6 frente al nivel de 68,1 de 1994. Mientras los niveles más bajos se situaron en Eslovaquia (0,4), República Checa (0,8) e Irlanda (2,1).

Por su parte, los nuevos Estados miembros representaron menos del 5 por ciento de los casos de sida diagnosticados en 2003, aunque en algunos países la tasa de incidencia aumentó con respecto a 1994, especialmente en Estonia (de 0,7 a 7,4) y Letonia (de 0,8 a 25), debido a un despegue más tardío de la epidemia.

Los datos de Eurostat también apuntan a las relaciones entre heterosexuales como la principal responsable del contagio y causantes de más del 40 por ciento de los nuevos diagnósticos de sida en la UE. El 30 por ciento corresponde al consumo de drogas intravenosas y algo menos del 20 por ciento a las relaciones homo o bisexuales.

Las tres categorías mencionadas aumentaron desde 1985, fecha en la que sólo el 9 por ciento de los casos estaba derivado de relaciones heterosexuales. El resto de categorías de contagio, tales como transmisión de madre a hijo, transfusión sanguínea, hemofilia o problemas de coagulación sanguínea registraron el 8 por ciento del total.

En cuanto a sexos, los datos de 2003 manifiestan que en la UE hay más hombres infectados que mujeres, a pesar de que la progresión de la transmisión se traduce en un aumento en las últimas, desde el 10 por ciento de los casos diagnosticados en 1985 al 20 por ciento en 1995 y el 27 por ciento en 2003.

En el caso español, en 2003 y en el sector masculino, el 18,6 por ciento de los casos detectados se atribuyeron a homosexuales, frente al 22,2 por ciento de heterosexuales. Mientras un 49 por ciento de los casos se diagnosticaron en mujeres.

Por otra parte, 6.441 personas de los Veinticinco fueron víctimas del síndrome de inmudeficiencia adquirida (Sida) en 2003, un 24 por ciento menos que en 2002, aunque el número de portadores del virus que aún no sufren la enfermedad aumentó hasta alcanzar la cifra de 13.257 afectados.

Este descenso se explica, “en gran parte”, por la puesta en práctica de los antiretrovirales utilizados “principalmente” desde mediados de los años 90. Desde 1994, año en el que se detectaron 25.000 nuevos casos de sida, el número de afectados por la epidemia disminuyó progresivamente.

Sin embargo, la cifra de ciudadanos portadores del virus aumenta en la Unión Europea, con una subida del 75 por ciento en 2003 con respecto a los datos disponibles de 1996, cuando las cifras hablaban de 7.641 seropositivos. Por su parte, el uso de los antiretrovirales permitieron elaborar un cuadro de la epidemia más completo que el anterior, en el que sólo se abordaba el número de víctimas de Sida y no de portadores.

Aún así, los datos de los nuevos casos detectados con respecto a las infectados por el VIH, “deben ser interpretados con prudencia ya que no pueden representar la incidencia de las nuevas infecciones y dependen del modo en el que el virus se manifiesta, que difieren según el país.

Además, en ciertos Estados la cobertura médica es aún incompleta y en los que la declaración del virus es nueva, numerosos diagnósticos pueden ser declarados durante la puesta en práctica de un sistema de lucha, estimó Eurostat en su comunicado.

viernes, 26 de noviembre de 2004

VIH y enfermedades sexuales

1.- ¿A quien daña la homosexualidad?

Con los datos médicos y estadísticos que hoy conocemos, es irresponsable decir que la actividad homosexual no daña a la sociedad ni a los individuos.

El respeto a las personas y la actuación por el bien del otro implica dar una adecuada difusión a datos conocidos pero poco difundidos.

Un análisis de la relación entre salud y homosexualidad nos muestra que la actividad homosexual tiene unos costes humanos y económicos que paga toda la sociedad. El estilo de vida homosexual no es una forma como cualquier otra de vivir, y el Estado debería tener en cuenta los costes sociales de fomentarlo.

VIH y enfermedades sexuales

“A pesar de toda la educación sobre SIDA, los epidemiólogos predicen que en un futuro cercano el 50% de los hombres que tienen relaciones sexuales con otros hombres serán seropositivos”. [1]

“Los epidemiólogos estiman que un 30% de todos los homosexuales varones de veinte años serán seropositivos o habrán muerto de SIDA para cuando tengan 30 años. Esto significa que la incidencia del SIDA entre los homosexuales varones de 20 a 30 años es unas 430 veces mayor que entre el conjunto de la población heterosexual.” [2]


“Incluso antes de la epidemia del SIDA, un estudio con hombres que tenían relaciones sexuales con otros hombres encontró que el 63% había contraído una enfermedad de transmisión sexual a través de su actividad homosexual”. [3]


La naturaleza del sexo anal y su mayor frecuencia en homosexuales son una explicación fisiológica de porqué el VIH y otras infecciones se transmiten con tanta eficacia en estas relaciones.

La fisiología humana deja claro que el cuerpo humano no fue diseñado para acomodar esta actividad. El recto es significativamente distinto a la vagina en lo que respecta a la adecuación para la penetración del pene. La vagina tiene lubricantes y el apoyo de una red de músculos. Está compuesta por una membrana mocosa con un epitelio estratificado en varias capas que permite aguantar la fricción sin daño y resistir las acciones inmunológicas causadas por el semen y el esperma.

En cambio, el ano es un delicado mecanismo de músculos pequeños que forman un pasaje de “sólo salida”. Repitiendo trauma, fricción y estiramiento, el esfínter pierde su tensión y habilidad para mantener un cierre firme. Consecuentemente, la penetración anal conduce al escape de material fecal que fácilmente puede llegar a ser crónico. El potencial de daño se ve aumentado por el hecho de que el intestino tiene sólo una única capa de células separándolo de tejido altamente vascular, es decir, sangre. Por lo tanto, cualquier organismo que se introduzca por el recto tiene mucha mayor facilidad para establecer un punto de inicio para la infección de lo que tendría en una vagina.


Más aún, la eyaculación tiene componentes que son inmunosupresores. En el curso de la fisiología reproductiva normal, esto permite al esperma evitar las inmunodefensas de la mujer. El resultado final es que la fragilidad del ano y el recto, junto con el efecto inmunosupresor de la eyaculación, hacen de la relación ano-genital una manera muy eficaz de transmitir el VIH y otras infecciones. La lista de enfermedades encontradas con extraordinaria frecuencia entre varones que practican la homosexualidad, como resultado de las relaciones anales, es alarmante: cáncer anal, Chlamydya trachomatis, cryptosporidium, giardia lamblia, herpes simples virus, el VIH, el virus del papiloma humano, isospora belli, microsporidia, gonorrea, hepatitis viral tipo B y C, sífilis. [4]

Pero además de la razón fisiológica, otro punto relacionado es la frecuencia del sexo anal y el número de parejas, muy superior en las personas de práctica homosexual.

Parámetros clave de la diferencia entre el comportamiento de los varones homosexuales y el de los heterosexuales


Homosexual

Heterosexual

Comparación homosexual-heterosexual

Media de parejas sexuales en la vida

50

4

12.1

Monógamos (*)

<2%

83%

41:1

Media de parejas sexuales en los últimos 12 meses

8

1,2

7:1

Sexo anal en los últimos 12 meses

65% (con hombres)

9,5% (con mujeres)

13.1


* A efectos de este estudio se define monogamia como la fidelidad 100% a un cónyuge o pareja. El 26% de los heterosexuales tiene sólo una pareja en su vida (recordemos que el 50% de los matrimonios en EEUU, cuando se hizo el estudio, acaban en divorcio; alguien que se vuelve a casar no estaría en este 26% pero sí en el 83%. [5]

En su análisis de estos parámetros el Dr. Satinover explica por qué los homosexuales varones corren tanto riesgo. “El homosexual típico (ni que decir tiene que hay excepciones) es un hombre que practica frecuentes episodios de penetración anal con otros hombres, a menudo con muchos hombres diferentes. Estos episodios son 13 veces más frecuentes que los actos heterosexuales de sexo anal, con 12 veces más parejas distintas que los heterosexuales”. [6]

Abuso de sustancias [7]

El alcoholismo afecta entre el 20% y el 30% de la población homosexual. El 35% de las lesbianas tiene un historial de exceso de bebida, compárese con el 5% de mujeres heterosexuales.

Además, aproximadamente un 30% de homosexuales y lesbianas son adictos a las drogas.

Depresión, suicidio y otras patologías

Archivos de General Psychiatry: “la gente homosexual esta en un riesgo sustancialmente mayor ante algunas formas de problemas emocionales, incluyendo suicidios, depresión grave, desorden de ansiedad, desorden de conducta y dependencia de la nicotina”. [8]


Violencia doméstica

a) Según las estadísticas del FBI de 1999, en EEUU se produjeron 1.317 incidentes de agresiones entre homosexuales, desde el asalto hasta las injurias graves. [9]

b) También en 1999, según datos de la Coalición Nacional de Programas Antiviolencia, hubo 3.120 incidentes de violencia doméstica homosexual registrados en San francisco, Nueva York, Chicago, Boston, Los Ángeles, Colorado, Cleveland y Columbus. [10]

c) También en 1999 la revista Clinical Psychology Review revisó 19 estudios sobre violencia doméstica homosexual: el 28% de las parejas homosexuales de ambos sexos registraron violencia física; en concreto se registró violencia en el 48% de las parejas lesbianas y en el 38% de las parejas de varones. En un estudio sólo de parejas lesbianas, se registraban maltratos psicológicos entre un 73% y un 90% de las parejas. Más de un 30% de las lesbianas habían estado en una relación donde al menos había sucedido una agresión física. [11]


Otro informe importante es el de los National Institutes of Health del año 2000: “los convivientes del mismo sexo registraron una violencia con la pareja íntima significativamente mayor que los convivientes de sexos opuestos”. El 39,2% de las lesbianas declaró haber sido agredida físicamente, acosada o incluso violada por su pareja del mismo sexo. Entre los varones homosexuales, un 15,4% admitió haber sufrido estas actividades. [12]

Abuso sexual infantil

Archives of Sexual Behavior (2001): el 46% de los hombres homosexuales y el 22% de las mujeres homosexuales fueron sexualmente molestadas en su infancia por una persona del mismo sexo. En cambio, entre la población heterosexual sólo un 7% de los hombres y un 1% de las mujeres sufrió acoso o abusos sexuales en su infancia por una persona del mismo sexo. [13]

David Finkelhor, experto en abuso sexual infantil, dice: “los chicos que fueron sexualmente molestados por hombres mayores tuvieron, al crecer, cuatro veces más posibilidades de implicarse en actividad homosexual que los que no fueron víctimas. Más aún, los adolescentes a menudo relacionaban su homosexualidad con sus experiencias de abuso sexual”. [14]


1. Diamond, E., Delaney, R., Diamond,S., Fitzgibbons,R. et al. 2004, Homosexuality and hope, Catholic Medical Association (www.cathmed.org); versión en español en http://www.narth.com/docs/eeuu.html

2. Satinover, J. (2003). Homosexuality and the Politics of Truth. Grand Rapids, Michigan: Hamewith Books, p.57

3. Diamond, e., et al.

4. May, W. (2004). "On the Impossibility of Same-Sex Marriage: A Review of Catholic Teaching". The National Catholic Bioethics Quarterly. Summer 2004. 314.

5. Satinover. p. 54-55 (Datos tomados de The Social Organization of Sexuality: Sexual Practices in the United States, y de una serie de estudios sobre comportamiento homosexual y cambio del comportamiento, incluyendo el estudio Multicenter AIDS Cohort Study, basado en casi 5.000 hombres homosexuales).

6. Ibid., p.55

7. McGill University Student Health Services. 2004. "Substance abuse in the Gay and Lesbian Community". http://www.mcgill.ca/studenthealth/information/gay/substanceabuse/

8. Whitehead, N. "Homosexuality and Mental health Problems". www.narth.com/docs/whitehead.html (citando 3 ponencias con comentarios de Archives of General Psychiatry, una revista de reconocido prestigio médico. Un comentario dice: "la fuerza de los nuevos estudios es su grado de control".)

9. Traditional Values Coalition. 2002. "Domestic Battering". http://traditionalvalues.org/pdf_files/DomesticBattering.pdf

10. Ibid.

11. Ibid.

12. Ibid.

13. Dailey, T. "Homosexuality and Child Abuse". Family Research Council. Número 247. www.frc.org/get.cfm?i=IS02E3&v

14. Ibid.

Expertos en VIH piden insistir en la abstinencia y la fidelidad


The Lancet publicará mañana una serie de comentarios sobre las prioridades de los esfuerzos globales para atajar la epidemia de sida. El principal está avalado por casi 150 expertos de 36 países que reclaman un cambio radical en las conductas sexuales de la población.

"Ha llegado el momento de aunar esfuerzos para prevenir la transmisión sexual del VIH. La epidemia mundial por el VIH-sida se ha convertido en una crisis sanitaria y humanitaria descontrolada que requiere una intervención urgente, especialmente en regiones con alta prevalencia, como el Africa subsahariana, donde se dan la mayoría de nuevas infecciones". Así arranca el documento que firman casi 150 autoridades mundiales y expertos en sida de 36 países, entre ellos el arzobispo sudafricano Desmond Tutu, el presidente Yoweri Museveni de Uganda, el enviado especial de Naciones Unidas para el VIH en Africa Stephen Lewis y representantes del Banco Mundial, del Fondo Global para la Malaria, la Tuberculosis y el Sida, de cinco agencias de Naciones Unidas y directivos de los programas de VIH en países tan afectados como Etiopía, India, Jamaica y Uganda, así como conocidas personalidades científicas, religiosas y de ONG contra el sida.

Ante el imparable avance de la infección y a pesar de los esfuerzos preventivos de los últimos años, los firmantes reclaman "la modificación o recomendación de comportamientos personales y normas sociales dirigidos a evitar o reducir las situaciones de riesgo". Y a continuación enumeran algunos principios esenciales.

Así, reclaman que los programas preventivos deben implantarse localmente, teniendo en cuenta el contexto cultural y social, y basados en la epidemiología de la infección. Deben considerar las vías más frecuentes de infección, concentradas en ciertos grupos de riesgo como las prostitutas o difundidas por toda la población en personas que tienen múltiples contactos sexuales.

Estrategia ABC

"La estrategia ABC (abstinencia, fidelidad y preservativos, por las siglas inglesas de abstinence, be faithful y condoms) puede desempeñar un papel importante en la reducción de la prevalencia mundial del VIH, como ya ha ocurrido en Uganda". Y añaden que estos mensajes deben matizarse según los grupos de población a los que van dirigidos.

"En jóvenes, debe ser prioritario promover la abstinencia o el retraso en el inicio sexual en aquéllos que no hayan tenido aún relaciones, haciéndose hincapié en evitar los riesgos como la mejor forma de prevenir la infección y otras ETS, así como los embarazos no deseados. Si ya se ha producido el debut sexual, debe estimularse la vuelta a la abstinencia o la fidelidad mutua con una persona sana como la mejor forma de evitar la infección. En el caso de jóvenes sexualmente activos también debe recomendarse el uso del preservativo. Jóvenes y adultos deben saber que el preservativo reduce el riesgo de infección de un 80 a un 90 por ciento, cuando se usa de forma sistemática y deben ser informados del riesgo de usarlo sólo ocasionalmente".

Asimismo, deben organizarse programas preventivos "dentro y fuera del ámbito escolar y los padres han de asumir su responsabilidad en la transmisión de valores y expectativas relacionados con el comportamiento sexual de sus hijos".

Con respecto a los adultos sexualmente activos, "la primera prioridad ha de ser la promoción de la fidelidad mutua con una pareja sana. La experiencia en países donde se ha reducido la incidencia de la infección demuestra que la reducción en el número de parejas es fundamental para alcanzar este objetivo a gran escala. En aquéllos que mantienen relaciones sexuales con personas que pudieran estar infectadas debe promoverse el uso habitual y correcto del preservativo, así como el consejo y la evaluación médica adecuados".

Finalmente, en las personas expuestas a riesgo elevado (contacto con prostitutas, promiscuidad, relaciones anales, etc.) debe promoverse el preservativo y evitar conductas peligrosas. Resulta importante identificar e instruir a personas marginadas, particularmente en zonas con elevada prevalencia de la infección, ya que constituyen el mayor reservorio de infectados.

La 'vacuna' ugandesa

En la última Conferencia Internacional del Sida, en Bangkok, se alzaron algunas voces críticas contra el programa de mayor abstinencia y fidelidad emprendido por el Gobierno ugandés y defendido por su presidente para otras naciones. No era políticamente correcto hablar en estos términos. El documento que mañana publicará The Lancet, la ineficacia de otras medidas y los llamativos resultados de Uganda significan un giro radical en las políticas de prevención, centradas hasta ahora casi exclusivamente en el preservativo, en especial desde las entidades internacionales. Uganda ha pasado de tener un 15 por ciento de infectados en 1991 a un 5 por ciento en 2002; este descenso es "único en el mundo", reconoce el informe de Onusida. Y añade que Uganda está consiguiendo un efecto que se podría comparar a la "existencia de una vacuna eficaz en el 80 por ciento".

La terapia antirretroviral ha alterado la evolución de la infección por el VHB

La coinfección entre el virus de la hepatitis B (VHB) y el de inmunodeficiencia humana (VIH) ha comportado un cambio en la historia natural de ambos virus. Según se ha explicado en el VIII Congreso Nacional del Sida, afortunadamente su prevalencia en España no es tan relevante como la del virus de la hepatitis C (VHC) y existen medicamentos eficaces.

El tratamiento antirretroviral ha modificado la evolución natural de la infección crónica del virus de la hepatitis B (VHB). Aunque la coinfección por el virus de hepatitis B en los pacientes VIH+ tiene una prevalencia menor que la del VHC, sigue siendo mayor que la de la población general.

Las cifras estiman que la prevalencia en España es del 5,7 por ciento, por debajo de la de Europa descrita por la cohorte Eurosida (10 por ciento). Según ha explicado David Dalmau, del Hospital de Tarrasa, en Barcelona, se calcula que en España hay unas cien mil personas coinfectadas con el VIH y el VHB y que el contexto especial que rodea a los VIH+ favorece que la infección aguda por el virus de la hepatitis B presente una mayor probabilidad de evolucionar a cronicidad que en la población normal.

Dalmau también ha asegurado que la coinfección VIH/VHB ha comportado un cambio en la historia natural de ambos virus. Así, en los pacientes infectados por el VIH, una mayor actividad de la ADN polimerasa se asocia con valores más bajos de transaminasas, lo que comporta una menor respuesta inflamatoria del hígado.

Mortalidad

Así, la historia natural del VHB se modifica con la coinfección del VIH. La mortalidad atribuida a causa hepática ha aumentado en los coinfectados: 14,2 por mil personas año frente a 0,8 en los VIH negativos, especialmente en aquéllos con menores cifras de CD4.

Durante su intervención en el VIII Congreso Nacional del Sida, que se clausura hoy en Madrid, Dalmau ha reconocido que el tratamiento antirretroviral ha modificado la evolución natural de la infección. "Tanto el 3TC como el tenofovir son inhibidores de la infección por el VHB, por lo que su inclusión en un régimen antirretroviral favorecerá el control del virus de la hepatitis B". En este sentido, una noticia positiva ha sido la aparición de un nuevo medicamento en España, emtricitabina (Emtriva, de Gilead), que posee una mayor actividad frente al VHB que la lamivudina y la posibilidad de la administración de una única dosis al día.

Otro medicamento que se puede emplear en el manejo de la coinfección es el adefovir, que, además de su acción antiviral, induce la acción de los linfocitos citolíticos (NK) y la producción de interferón alfa endógeno, y consigue negativizar el ADN del virus de la hepatitis B en una gran proporción de pacientes.

InterferonesDurante el congreso organizado por la Sociedad Española Interdisciplinar del Sida (Seisida), el especialista de Tarrasa ha añadido que el interferón alfa pegilado podría potencialmente ser más eficaz que el interferón alfa, a pesar de que no se dispone todavía de datos que permitan su aplicación en este ámbito.

Un modelo empírico cifra en doce horas el ciclo completo de replicación del virus

Un equipo de investigadores del Instituto de Salud Carlos III, de Madrid, ha desarrollado un modelo experimental que cifra en doce horas el ciclo completo de replicación del virus de inmunodeficiencia humana (VIH).

La investigación demuestra que el virus del sida es más agresivo de lo que se pensaba en lo referente a su dinámica de replicación, ya que hasta ahora este tiempo se situaba entre 24 y 48 horas. El comportamiento de replicación del virus del sida a partir de su estado de latencia resulta crítico para mejorar el tratamiento de la enfermedad. El método ofrece una respuesta con datos experimentales a la cuestión del tiempo necesario de replicación del VIH en linfocitos a partir de su estado de latencia.

Asimismo, permite introducir en los linfocitos T en reposo el genoma completo del VIH en su forma de ADN. En este modelo se mimetiza la latencia viral, lo que posibilita el estudio sincronizado de la dinámica de replicación del VIH a partir de este estado de latencia.

Los resultados muestran que el genoma del VIH necesita sólo dos horas para expresar las proteínas del virus y sólo seis para producir partículas infectivas en el exterior de las células. Estos datos, combinados con otros previos que estiman en seis horas el tiempo necesario para que el virus del sida se integre en el genoma viral, permiten concluir que el ciclo completo de replicación del VIH es de sólo 12 horas frente a las 24-48 horas estimadas en los modelos matemáticos. Además, se demuestra que el VIH es más agresivo de lo que se pensaba en cuanto a su dinámica de replicación.

Esta cinética acelerada tiene importantes consecuencias en el efecto de los antirretrovirales que actúan en esta etapa del ciclo del VIH. La conclusión es que basta la pérdida de una sola dosis de tratamiento para que potencialmente el virus pueda escapar a la presión farmacológica.

jueves, 25 de noviembre de 2004

SIDA y Bioética

SIDA y Bioética

Por Antonio Pardo
Departamento de Humanidades Biomédicas, Universidad de Navarra

La aparición en los años 80 del síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA) ha cambiado la orientación diagnóstica de muchas enfermedades, anteriormente raras, que se presentan con frecuencia como complicación de esta infección. Pero, además, ha vuelto a poner sobre el tapete una serie de problemas de ética médica que parecían inexistentes en la práctica moderna de la Medicina. Así, sólo un ejemplo, ha reaparecido el riesgo de contraer una infección mortal por el hecho de atender a un paciente, cuestión que parecía olvidada con los avances de la antibioterapia.

Por esquematizar los problemas bioéticos que plantea el SIDA, consideraremos separadamente los aspectos relativos a la prevención, el diagnóstico y el tratamiento. Tocaremos sólo aspectos muy básicos mientras otros, por razones de extensión, deberán quedarse sin tratar.



Prevención

La transmisión del SIDA estaba ligada inicialmente en nuestro medio a prácticas de riesgo: relaciones homosexuales y adicción a drogas por vía parenteral compartiendo jeringuillas. Actualmente, el panorama está cambiando, y la frecuencia de los casos debidos a relaciones heterosexuales aumenta cada día. De hecho, es la vía de adquisición más frecuente en algunos países.

Para evitar el contagio por compartir jeringuillas o por relaciones sexuales, la única medida eficaz es suprimir dichas prácticas de riesgo: curar la adicción, y "la abstención de relaciones sexuales o mantenerlas con una pareja sana, mutuamente fiel, son las únicas medidas completamente seguras de prevención" (1). Además, el uso de preservativos puede reducir el riesgo de contagio por vía sexual.

Es sabido que los preservativos fallan mucho (2), especialmente cuando son empleados por adolescentes (3). La razón de su fallo (que oscila entre el 8 y el 31% según los estudios) no reside en su mal empleo, aunque este factor pueda influir, sino en su imposibilidad para establecer una barrera neta en un contacto tan íntimo. Además, su recomendación asidua en campañas oficiales de sanidad, produce la falsa creencia de que son eficaces, con lo que éstas fomentan unas relaciones biológicamente peligrosas. Es notable la irresponsabilidad de dichas campañas, que mienten abierta o solapadamente, y no precisamente sobre una cuestión banal sino sobre un riesgo de muerte.

En este mismo sentido, la difusión que se ha hecho en algunas regiones españolas de un "kit antisida", consistente en un paquete conteniendo una jeringuilla y un preservativo, participa de la misma irresponsabilidad sanitaria. En dichas campañas, los únicos que salen perdiendo son los drogadictos, que no se ven ayudados como personas a superar su adicción, sino que son dados por imposibles y se les facilitan los medios para que continúen su cuesta abajo fatal, y quienes mantienen relaciones sexuales con el preservativo, falsamente seguro.

Otro aspecto de la prevención afecta a la transmisión vertical, es decir, de una madre enferma a su hijo. En la prevención de esta transmisión, sólo muy recientemente se ha hecho hincapié en la posibilidad de limitarla de modo casi completo tanto durante el embarazo como la lactancia. Anteriormente, era casi sistemático el recurso a la contracepción o a la esterilización de la mujer para evitar que vinieran al mundo hijos enfermos. Hoy está demostrado que, con el tratamiento adecuado, dicha transmisión se puede reducir a cifras insignificantes; esto, sumado a la mayor esperanza de vida en los enfermos adecuadamente tratados, abre las puertas a una vida familiar plena y llena de satisfacciones a las mujeres que padezcan la enfermedad. Plantear de entrada la contracepción o la esterilización a estas pacientes es hoy una crueldad innecesaria que se añade a los sufrimientos de la enfermedad.

Por último, está pendiente el desarrollo de una vacuna, en la que hay puestas grandes esperanzas, sobre todo por parte de personas que, por distintas razones, pueden verse contagiadas, especialmente el personal sanitario que debe atender a estos enfermos. Hoy es menos importante la vacuna para pacientes hemofílicos, pues ya se están produciendo los factores de coagulación por medio de ingeniería genética, sin necesidad de recurrir a concentrados extraídos de plasma, muy fácilmente contaminados.



Diagnóstico

En el diagnóstico del SIDA plantea un posible conflicto de intereses: por una parte, saber si una persona padece la enfermedad es fundamental para poder tratarle adecuadamente, y evitar el riesgo de contagio a terceros, especialmente el equipo sanitario que le atiende. Por otra, el paciente puede considerar que el hecho de que se sepa que padece dicha enfermedad puede suponer que dicho dato se difunda, con el consiguiente desprestigio social para su persona, y preferir, por tanto, que ni siquiera se realice la prueba diagnóstica.

A este respecto, es primordial una obligación de estricto secreto del equipo asistencial. Sólo la garantía de un secreto profesional estrictamente guardado (4) permite el ámbito de confianza necesario para un tratamiento correcto del paciente, que sería prácticamente imposible de lo contrario. Esta garantía debe comenzar por cortar los comentarios de pasillo del hospital, que lo ponen en peligro mucho más que las preguntas directas.

El secreto médico, sin embargo, no es una obligación absoluta. Ante el posible daño a terceros o peligro para la sociedad, el médico debe instar al paciente a que comunique la enfermedad que padece a quienes pudieran verse afectados (en este caso, cónyuge o pareja especialmente) (5). Si el paciente se niega, el médico deberá revelar este secreto, exclusivamente en la medida en que sea necesaria para evitar el daño, del mismo modo que puede hacer un psiquiatra ante la sospecha de que uno de sus pacientes puede cometer un asesinato. Lo ideal, de todos modos, es que lo haga el propio enfermo, en la presencia del médico, para que éste aclare todas las dudas que pueda plantear la persona afectada.

De todos modos, el equipo médico debe tener en cuenta los riesgos reales para terceros, sin dejarse llevar por falsos alarmismos: debe aclarar repetidamente ante la opinión pública que la convivencia cotidiana con un enfermo, sin relaciones sexuales, no es contagiosa. Esto se aplica a los colegiales compañeros de un niño enfermo o a los compañeros de trabajo. Por esta razón, en muchas ocasiones no es necesario divulgar la situación del paciente, pues no supone peligro para nadie. Esa divulgación podría desencadenar problemas derivados del prejuicio de fácil contagio, y hundir la fama del paciente, pues la enfermedad se asocia casi automáticamente con los estilos de vida mencionados anteriormente.



Tratamiento

A la hora del tratamiento, el principio ético básico es la no discriminación de estos pacientes, sea porque pueden contagiar al equipo sanitario una enfermedad mortal, sea por la repulsión que pueda causar el estilo de vida que ha llevado a padecerla (7). Esto no significa que el equipo asistencial deba actuar insensatamente, sometiéndose a riesgos indebidos: es razonable tomar las precauciones adecuadas, como el empleo de dobles guantes en el quirófano, medidas pertinentes para el manejo de las secreciones biológicas del enfermo, etc.

Una discriminación peculiar es la que establece diferencias de acceso de los enfermos al tratamiento, según vivan en países desarrollados o con pocos recursos: es necesaria una campaña que facilite dicho acceso a esas comunidades con menos posibilidades económicas.

Por último, algunos de estos pacientes, por su modo de vivir, radicalmente desordenado, no siguen adecuadamente la medicación, presentando resistencias a los medicamentos habituales en poco tiempo. También forma parte de la ética del SIDA someterse a los tratamientos razonables que el médico sugiera.

La humanidad siempre ha sabido sacar provecho de hasta de las circunstancias más desfavorables; incluso el horror inigualable de las dos guerras mundiales ayudó (a altísimo precio, ciertamente) al progreso de la ciencia y la técnica y, a la postre, de la calidad de vida. Un refrán castellano dice que no hay mal que por bien no venga. Confiamos en que los males que hoy sufre el océano serán bienes en un mañana no muy lejano.


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1. Morbidity ans Mortality Weekly Report. Condoms for Prevention of Sexually Transmitted Diseases, JAMA 1988; 259:1925-7. Esta frase clave fue suprimida en la traducción española de este informe: Boletín Epidemiológico Semanal, 1988; nº 1801; 1-3.
2. Guillén F, Aguinaga I. Efectividad de los preservativos en la prevención de la infección por VIH e parejas de personas seropositivas. Med Clin 1995; 105: 541-8.
3. Alessandri R, Friedman Z, Trivelli L. Condoms and Adolescent HIV: A Medical Evaluation. Linacre Quarterly 1994 Aug; 61(3): 62-74.
4. Alberola I, Moya J. El Sida: Medicina y ética. Madrid. Palabra, 1991. 173 pp.
5. Organización Médica Colegial. Código de Ética y Deontología Médica, cap. IV.
6. Id., art. 18.
7. Id., arts. 4.2 y 21.1.