martes, 4 de abril de 2006

Inhibidores de la fusión podrían ser útiles en la profilaxis post-exposición al VIH


Los inhibidores de la entrada, de los que por ahora sólo está autorizado el T-20, podrían ser útiles en la profilaxis post-exposición al VIH, según ha dicho Jacob P. Lalezari en el Simposio Nacional de Sida de Sitges.


La antirretrovirales que inhiben la entrada del virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) en las células linfocíticas podrían ser útiles en la profilaxis post-exposición para evitar el contagio del virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) tras una conducta de riesgo, según ha explicado Jacob P. Lalezari, director del Quest Clinical Research, de San Francisco, e invitado al XII Simposio Nacional de Sida de Sitges, organizado por Roche Farma y que coordina José María Gatell, jefe de la Unidad de Enfermedades Infecciosas del Hospital Clínico de Barcelona.

Según ha recordado Gatell, si el virus no puede adherirse a la célula, no penetra en ella y, por lo tanto, no se replica. De ahí que tenga gran interés la aparición de los inhibidores de la entrada, que impiden esta fijación inicial del virus a los linfocitos T. "Es el mecanismo que buscamos en la profilaxis post-exposición", ha dicho Lalezari.

En la actualidad, el único fármaco autorizado de este tipo es el inhibidor de la fusión enfuvirtida o T-20, que actúa sinérgicamente en adición a los inhibidores de la proteasa, como han demostrado recientes estudios como el Resist II, con tipranavir, el Power II, con TMC114, y el TORO, en fase III. El T-20 permite duplicar la tasa de respuesta con lopinavir y tipranavir (aún no autorizado).

Aunque su primera aplicación es actualmente la terapia de rescate, cuyos resultados han mejorado de forma progresiva en los últimos años (ver DM del 31-III-2006), se calcula que T-20 aún podría funcionar mejor en fases más precoces de la infección, según Lalezari. Además de este fármaco, en fase avanzada de desarrollo se halla otro inhibidor de la fusión, maraviroc, que sería el primero de los inhibidores de los correceptores en aprobarse, según Gatell.

Más de 500 médicos, profesionales y ONG vinculados al mundo del VIH-sida se han reunido en esta cita, ya consolidada y que cada año permite valorar a los líderes clínicos los últimos avances que se han presentado en la Conferencia Internacional de Retrovirus e Infecciones Oportunistas (CROI). Este año el mensaje de la CROI, celebrada en Colorado el pasado febrero, ha sido claro, según Gatell: "Por favor, no interrumpan los tratamientos; salvo que sea por razones justificadas, como la toxicidad, no deben interrumpirse".

Prevención
Otra aportación de esa reunión americana, relacionada con medidas preventivas, es la utilidad de la circuncisión para evitar el contagio del VIH. Se han presentado estudios muy alentadores en varones sudafricanos circuncidados. Al cabo de un año de seguimiento, un 75 por ciento de estos hombres no se habían infectado. De confirmarse los resultados de otros estudios de Uganda y Kenia, esta intervención podría aplicarse a los varones africanos, según Jacob Lalezari.

En mujeres, uno de los colectivos más vulnerables a contraer el sida, la única opción preventiva son las cautelas y prudencias en su vida sexual, según Lalezari. Estudios realizados con microbicidas para evitar el contagio en mujeres no han demostrado eficacia, ha recordado Gatell.

Lalezari no confía en la pronta obtención de una vacuna para el virus del sida. Y ha señalado que en los últimos años, debido a que entre el 30 y el 40 por ciento de los pacientes llega en fases avanzadas al hospital, ha habido un repunte de casos de citomegalovirus, aunque se tratan satisfactoriamente con ganciclovir.

Por último, Gatell ha insistido en la elevada tasa de coinfección de VIH y virus de la hepatitis C y ha señalado que saquinavir, en una nueva formulación de 500 mg, es más cómoda de tomar para el paciente. `


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