martes, 29 de noviembre de 2005

El Vaticano pide a las industrias farmacéuticas que faciliten el acceso a los medicamentos antirretrovirales




La Santa Sede explica que 26,7% de los centros para el cuidado de enfermos de Sida en el mundo son católicos


ROMA, 29 (de la corresponsal de EUROPA PRESS C. Giles)

El Pontificio Consejo para la Pastoral de la Salud realizó hoy un llamamiento a las industrias farmacéuticas con el fin de que faciliten el acceso económico a los medicamentos antirretrovirales para curar el VIH/Sida.

Así se desprende del mensaje hecho público con ocasión de la Jornada Mundial contra el Sida, que se celebrará el próximo 1 de diciembre, por el presidente del Consejo Pontificio, el cardenal Javier Lozano Barragán, dirigido a las instituciones y organizaciones nacionales e internacionales y en particular a Naciones Unidas.

El texto apela también "a los hombres de ciencia y a los agentes sanitarios", para que renueven la solidaridad, haciendo todo lo posible para hacer progresar la investigación biomédica sobre el VIH/Sida "con el fin de encontrar nuevos y eficaces medicamentos capaces de detener el fenómeno".

Asimismo, pide a los medios de comunicación "que proporcionen a las poblaciones una información transparente, correcta y verdadera sobre el fenómeno y sobre los métodos de prevención, sin instrumentalizaciones".

"RECTO ENTENDIMIENTO DE LA ACTIVIDAD SEXUAL".

En el mismo mensaje, el purpurado presenta algunas sugerencias para la lucha contra el virus del Sida, pidiendo a las comunidades cristianas "que continúen promoviendo la estabilidad de la familia y la educación de sus hijos en el recto entendimiento de la actividad sexual, como don de Dios para una entrega amorosamente plena y fecunda".

También hace un llamamiento a los Gobiernos para "que promuevan la salud integral de la población y favorezcan la atención a los enfermos de Sida, basándose en los principios de responsabilidad, solidaridad, justicia y equidad".

El cardenal Javier Lozano Barragán destacó la preocupante situación epidemiológica de esta enfermedad, que sigue sembrando muerte en todos los países del mundo, e incidió en que "el mejor cuidado es la prevención".

APORTACIÓN DE LA IGLESIA.

Recordó, además, que la Iglesia Católica sigue haciendo su aportación tanto en la prevención como en la asistencia a los enfermos y a sus familias en el plano médico-asistencial, social, espiritual y pastoral.

En este sentido, en el mensaje, el purpurado comunicó que el 26,7% de los centros para el cuidado de enfermos de Sida en el mundo son católicos, y explicó que las diferentes Iglesias locales e instituciones católicas en el mundo realizan acciones en el campo de esta enfermedad, que abarcan la promoción de campañas de sensibilización, programas de prevención y educación sanitaria, apoyo a los huérfanos, distribución de medicamentos y alimentos y asistencia domiciliaria.

La Iglesia trabaja también en el establecimiento de hospitales, centros y comunidades terapéuticas que concentran su obra en el cuidado y en la asistencia a los enfermos, así como en la colaboración con los gobiernos, en la atención en las cárceles, cursos de catequesis, elaboración de sistemas de ayuda a través de Internet e institución de grupos de apoyo a los que sufren.

El cardenal Lozano Barragán también recordó que el Papa Juan Pablo II instituyó el 12 de septiembre de 2004 la Fundación 'El Buen Samaritano', confiada al Pontificio Consejo para la Pastoral de la Salud, y confirmada por el Papa Benedicto XVI, para llevar, gracias a las donaciones que se reciben, una ayuda económica a los enfermos más necesitados del mundo, en particular a las víctimas del Sida.

En este primer año de actividad de la Fundación, se han enviado a las Iglesias locales en América, Asia, África y Europa importantes ayudas financieras para la compra de medicamentos.

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