viernes, 11 de junio de 2021

Camerún denuncia la imposición en la ONU de los criterios morales de países occidentales respecto al SIDA



«CUANDO EL CACIQUE HA LLEGADO A LA PLAZA MAYOR NADIE SE LE OPONE»

Camerún denuncia la imposición en la ONU de los criterios morales de países occidentales respecto al SIDA

La Asamblea General de la ONU ha aprobado por mayoría de votos una declaración sobre el VIH/SIDA en la que se incluyen de forma implícita actuaciones promovidas por los países occidentales que no son aceptadas por países que necesitan precisamente de la ayuda económica de Occidente.

(C-Fam/InfoCatólica) La Asamblea General de la ONU ha aprobado una declaración sobre el VIH/SIDA que de forma implícita promueve la legalización de la prostitución, el consumo de drogas, la sodomía y la eliminación del consentimiento paterno para ciertos tratamientos sanitarios de menores.

La declaración no se adoptó por consenso, como se preveía, sino por votación, lo que supone un acuerdo débil, según la convención diplomática y política.

«No tenemos una unidad de criterios. Esa es la triste realidad», dijo el embajador de Camerún durante la adopción de la declaración por la Asamblea General.

Se quejó de los intentos de Estados Unidos, Europa, Canadá y otras naciones occidentales de imponer un enfoque único para abordar el VIH/SIDA, que incluye varios elementos controvertidos, como la despenalización de conductas ilegales en otros países.

Aunque la declaración final no reclama explícitamente estas controvertidas políticas sociales, las insinúa con fuerza y probablemente será interpretada por las agencias de la ONU como si las incluyera y como un mandato.

Rusia quería un texto mejor

Camerún fue una de las trece delegaciones que apoyaron los intentos de eliminar el controvertido lenguaje en una votación final sobre tres enmiendas propuestas por la Federación Rusa.

El delegado ruso lamentó que la declaración no pudiera aprobarse por consenso y lamentó que sus intentos de incluir un lenguaje sobre la responsabilidad sexual y la promoción de estilos de vida saludables fueran rechazados por los países occidentales. «Cómo se corresponde esto exactamente con los objetivos de la salud pública y las obligaciones internacionales es un misterio para nosotros», subrayó.

También se quejó de un «cambio de enfoque» en la forma en que las agencias de la ONU abordan el VIH/SIDA mediante la promoción de la nueva noción de «derechos sexuales» en lugar de «derechos reconocidos internacionalmente» consagrados en acuerdos internacionales vinculantes.

Al fracasar las enmiendas, la Federación Rusa sometió a votación toda la resolución, pero sólo otras tres delegaciones se unieron a ella para votar en contra. Más de treinta delegaciones no votaron.

La falta de apoyo a las enmiendas rusas ocultó el amplio malestar con la declaración expresado en las declaraciones de los delegados de Camerún, Guinea Ecuatorial, Marruecos, Argelia, Brasil, Bahrein (en nombre del Consejo de Cooperación del Golfo), China, Irán, Hungría, Guatemala, Irak, Bielorrusia, Libia, Egipto, Sudán, Malasia, Nicaragua, Bangladesh y Siria, y la Santa Sede.

En sus declaraciones, las delegaciones rechazaron los elementos controvertidos y reafirmaron sus prerrogativas nacionales para aplicar la declaración de acuerdo con sus propias leyes y políticas. Sin embargo, a diferencia de Rusia, se mostraron dispuestos a aceptar el lenguaje controvertido del documento.

El que paga, manda

El embajador de Camerún recurrió a un refrán africano para explicar que los votos a favor de la resolución fueron en deferencia a los países donantes que financian la respuesta al VIH/SIDA. «Cuando el cacique ha llegado a la plaza mayor nadie se le opone», dijo, dando a entender diplomáticamente que los países están en deuda con la ayuda financiera occidental.

Los países occidentales, por su parte, se quejaron de la falta de reconocimiento explícito de los derechos de los LGBT, y de un lenguaje más prescriptivo sobre la «educación sexual integral».

La delegada de Estados Unidos dijo que estos elementos eran «fundamentales para la respuesta al VIH/SIDA». Acusó a los países que apoyaron las enmiendas rusas de «negar la ciencia» y de promover políticas «regresivas» y «sin inspiración».

La declaración, que guiará el trabajo del sistema de la ONU para prevenir y tratar el VIH/SIDA, se adopta cada cinco años. Aunque no es jurídicamente vinculante para los Estados, sí lo es para el sistema de la ONU. Es importante porque el VIH/SIDA es el área de la salud mundial mejor financiada, ya que solo Estados Unidos aporta 7.000 millones de dólares anuales.



Comité Independiente AntiSida

jueves, 10 de junio de 2021

lunes, 17 de mayo de 2021

ONU y los Donantes Occidentales revelan su agenda sexual sobre VIH SIDA


NUEVA YORK, 30 de abril (C-Fam). Con el pretexto de abordar el problema del VIH/SIDA, las agencias de la ONU y los grupos no gubernamentales respaldados por Occidente han pedido a los gobiernos que legalicen el consumo de drogas y la prostitución. Esto ha ocurrido la semana pasada, durante una consulta celebrada por la Asamblea General. En esta también se ha pedido la autonomía sexual de los niños.

A pesar de que las infecciones por VIH/SIDA han disminuido en todo el mundo desde 2005, la pandemia del VIH/SIDA sigue haciendo estragos en las “poblaciones clave”, que incluyen a los hombres que mantienen relaciones sexuales con otros hombres, a las personas que se identifican como transexuales y a los consumidores de drogas. Según las estimaciones de la ONU, el 54% de los 1,7 millones de las nuevas infecciones que se producen cada año en el mundo tienen lugar en las poblaciones clave.

“La lucha para acabar con el SIDA está vinculada a la lucha para acabar con las violaciones de los derechos humanos, incluidas la discriminación y la violencia contra las mujeres y las niñas, así como la marginación y la criminalización de las personas que viven con el VIH en las poblaciones clave”, afirmó Winifred Karagwa Byanyim, Directora Ejecutiva del Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/SIDA (ONUSIDA).

“Son los trabajadores del sexo, las personas que consumen drogas, los homosexuales, los bisexuales y otros hombres que mantienen relaciones sexuales con hombres, son los transexuales y otros grupos como los presidiarios”, subrayó.

El programa de ONUSIDA tiene una gran influencia en la forma en que se gasta la ayuda internacional para hacer frente al VIH/SIDA, incluidos los casi 7.000 millones de dólares que los contribuyentes estadounidenses aportan cada año.

Entre los oradores del evento de la Asamblea General se encontraban líderes cuidadosamente seleccionados ONGs respaldadas por Occidente, como la Federación Internacional de Planificación Familiar (IPPF).

“Me siento parte de un fracaso colectivo, un fracaso colectivo para garantizar que las adolescentes y las mujeres jóvenes en toda su diversidad, el colectivo LGBTQI y otras poblaciones clave puedan acceder a servicios integrados de calidad, que respondan a sus derechos y a sus necesidades de salud”, dijo Álvaro Bermejo, Director General de la Federación Internacional de Planificación de la Familia.

Bermejo fue transparente en cuanto a los retos de su propia organización, que afirma prestar más de 40 millones de servicios de VIH/SIDA al año en los países en desarrollo.

“Vemos cómo, en muchos países, las adolescentes y las mujeres jóvenes acuden a recibir sus anticonceptivos y un año después regresan con una infección de VIH”, dijo Bermejo, y achacó este fracaso a la oposición a la educación sexual integral, de la que la IPPF es el mayor proveedor internacional.

“Tenemos que ser conscientes de que nos enfrentamos a una oposición, una oposición conservadora, una oposición populista, que se opone a la educación sexual integral y que está mejor organizada, mejor financiada y es más agresiva que nunca”.

Otros oradores también ampliaron el enfoque del tratamiento del VIH/SIDA a otras políticas sociales.

Julian Boghos Kerboghossian, de la organización LGBT MPact Global, hizo un llamamiento a los países para que “deroguen las leyes que penalizan la no revelación del VIH, la exposición, la transmisión, el comportamiento consentido entre personas del mismo sexo, la expresión, el consumo de drogas y el trabajo sexual”.


Comité Independiente AntiSida