lunes, 28 de febrero de 2005

Las prácticas de riesgo subyacen en la aparición del superVIH en Nueva York

La alarma saltó en Nueva York. Una cepa de VIH altamente resistente y de rápida progresión podría haber infectado al menos a tres enfermos. La XII Conferencia de Retrovirus e Infecciones Oportunistas ha discutido la posible presencia de este supervirus. Su propagación podría tener un fuerte impacto en el control de la infección.

La aparición de una cepa muy agresiva del VIH en Estados Unidos ha alertado sobre el riesgo transmisión de formas muy resistentes que den lugar a un supervirus, lo que podría tener un gran impacto en el control de la enfermedad, según han indicado los expertos reunidos en la XII Conferencia de Retrovirus e Infecciones Oportunistas, celebrada en Boston, Estados Unidos.


La cepa virulenta fue detectada por Martin Marko- witz e Hiroshi Mohri, del Centro para la Investigación del Sida Aaron Diamond, de la Universidad Rockefeller, en Nueva York, en un hombre que había mantenido relaciones con otros varones y presentaba una aparente infección por VIH-1 resistente a la mayor parte de los fármacos antirretrovirales, incluidos los inhibidores de la transcriptasa inversa análogos y no análogos de nucleósidos y los inhibidores de la proteasa (IP) (ver DM 15-II-2005). Además, el virus resultó ser dual-trópico, ya que es capaz de emplear tanto el CCR5 como el CXCR4 como correceptores. "Las posibilidades terapéuticas en este caso son muy limitadas, ya que el virus es resistente a los IP y la nevirapina. Sin embargo, parece ser sensible al efecto del T-20 y de efavirenz, a pesar de la marcada resistencia a nevirapina", ha explicado Markowitz.

Datos confusos
Los datos sobre la eficacia de los inhibidores de la transcriptasa inversa análogos de nucleósidos (NRTI) también resultan confusos. "Mientras los estudios fenotípicos indican cierta sensibilidad a este tipo de fármacos, la combinación viral con aminoácidos muestra una escasa probabilidad de éxito de los regímenes con NRTI in vivo. Por lo tanto, estos casos superresistentes no pueden ser tratados con un régimen estándar".

De momento, y ante el bajo recuento de linfocitos CD4 y la elevada carga viral del paciente, se ha iniciado el tratamiento "con T-20 y efavirenz, que son los únicos fármacos que pueden garantizar una mínima actividad antirretroviral".

Aunque ya se conocía la transmisión esporádica de formas resistentes de VIH-1, éste es el primer caso que muestra una multirresistencia y una rápida progresión de la enfermedad. Según los especialistas, la aparición de cepas extremadamente virulentas, junto al aumento de la sífilis y el linfogranuloma venereum entre los pacientes VIH+ homosexuales de Estados Unidos, es un reflejo del alto nivel de prácticas de riesgo y las escasas medidas de prevención en este colectivo.

"El perfil del paciente detectado en Nueva York es muy frecuente entre la población con la que trabajamos. Por ello, la identificación de un enfermo con infección primaria por VIH resistente y con una historia de consumo de metanfetamina y prácticas sexuales de riesgo, podría constituir un verdadero problema de salud pública, ya que existe un porcentaje significativo de personas que, por sus características y estilo de vida, son candidatas a presentar infecciones similares".

Markowitz insistió en que todavía no se puede determinar si se trata de un caso aislado o si esta misma cepa es la responsable de la infección en otras dos personas con las que el paciente de Nueva York mantuvo relaciones y que podrían tener el mismo patrón molecular. "Este caso alerta sobre la necesidad de intensificar los programas preventivos, especialmente en lo que a consumo de metanfetamina se refiere, ya que tiene un gran impacto en la extensión de la enfermedad". Asimismo, "es conveniente realizar las pruebas de resistencias en todos los pacientes VIH recién diagnosticados con el fin de controlar posibles variaciones en el virus".