miércoles, 20 de abril de 2005

CONSECUENCIAS DEL SIDA

- Consecuencias económicas

- Revisión demográfica

La mayor consecuencia de la pandemia del sida es el sufrimiento humano, sufrimiento difícilmente evaluable, pero que no por ello debe olvidarse que es la principal de las consecuencias. Los sufrimientos de una enfermedad terrible que conduce a la muerte en miles y miles de casos, los sufrimientos de familiares que pierden a sus seres queridos, los millones de niños huérfanos -muchos de ellos también contagiados- que quedan al morir sus padres de sida, son los principales motivos por los que toda la humanidad debe luchar contra esta enfermedad.

A pesar de lo dicho, daremos unas indicaciones de otras consecuencias medibles, como son las consecuencias económicas y las consecuencias demográficas. Algunos informes o realidades concretas nos podrán hacer una idea.

- Consecuencias económicas

En el informe publicado por el Programa de lucha contra el SIDA de la Organización Mundial de la Salud (OMS), y titulado "Las consecuencias económicas del SIDA" se afirmaba que la atención médica de los enfermos de SIDA iba a absorber una parte cada vez más importante de los gastos sanitarios, mientras que el trabajo que dejan de realizar esos enfermos supondría una reducción significativa en la producción nacional. Las repercusiones del SIDA en los sistemas sanitarios y económicos de los países en vías de desarrollo están sólo en sus inicios.

El Banco Mundial, la gran institución financiera para los países en vías de desarrollo, ya informó en Diciembre de 1994, que el SIDA además de la tragedia humana, se había convertido ya en una seria amenaza económica para el Tercer Mundo. A modos de ejemplos se cita que: Tanzania perdería 14.460 maestros en los próximos quince años, todos víctimas del SIDA; y el SIDA también hará reducir en un 14% los niños en edad escolar para el 2020. Los ferrocarriles de Uganda habían perdido por la enfermedad el 15% de los empleados en plantilla y con más formación. En Tailandia, la epidemia se había cebado con los camioneros, hasta el punto de encarecer substancialmente el transporte por carretera. Es ese país se estimaba que el 4.2% de la población laboral está infectada por el virus del SIDA.

El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) publicó un estudio en Abril de 1999 según el cual, el SIDA y las guerras habían hecho retroceder 40 años a África. Cifras que concluían en ese dato: la esperanza de vida se había reducido 10 años en los países subsaharianos.

Según un estudio divulgado el 6 de Junio del 2000 por la Organización Internacional del Trabajo (OIT), El SIDA deteriora la fuerza laboral. La expansión del virus limitará el tamaño y la calidad de la fuerza de trabajo, incrementará los costos de los patronos y alterará el progreso económico de las naciones más afectadas por la enfermedad. El organismo de la ONU señaló que algunas naciones africanas, donde aproximadamente 23 millones de personas estaban infectadas con el virus a finales de 1999, llevarían el peso de la crisis. Sin embargo, la OIT advirtió en el estudio "VIH/SIDA: Una amenaza al trabajo decente, a la productividad y al desarrollo" que se necesitan medidas urgentes para evitar "catástrofes" similares en otras regiones.

"Le ha llevado mucho tiempo a la sociedad en general reconocer el SIDA como un tema laboral serio", comentó la secretaria de trabajo de Estados Unidos, Alexis Herman. "Hemos observado este tema en las líneas de una crisis en los servicios de cuidados de salud, pero es igualmente, desde mi punto de vista, una crisis laboral, porque afecta a los empleos, la salud económica de los países y tiene un impacto devastador en ciertas regiones".

El estudio de 49 páginas pronosticó que para el año 2020 la fuerza laboral en Namibia será un 22 por ciento menor de lo que hubiera sido si no existiera la crisis del sida. Botswana y Zimbabwe también podrían sufrir descensos comparativos del 21 por ciento, seguidos por Sudáfrica con 17 por ciento, Kenia con 15 por ciento, Malawi con el 13 por ciento y Uganda con 12 por ciento. Pese a que la fuerza laboral podría no descender de inmediato debido al crecimiento de la población, su composición sí podría cambiar, al contratar a niños y a ancianos para que cubran los puestos de trabajo de gente capacitada en el grupo de entre 20 y 49 años, que se verá reducido debido a la enfermedad. El estudio añadió que "algunas empresas ya comenzaron a contratar o entrenar a dos o tres empleados en el mismo puesto, ante el temor de que los empleados en posiciones clave se pierdan debido al SIDA".

La epidemia de sida en África agrava la crisis alimentaria. Casi siete millones de trabajadores agrícolas han muerto desde 1985 hasta mediados del 2003, víctimas de sida en los 25 países más afectados por la epidemia en Africa, lo que ha afectado a la capacidad de alimentación y de consumo de las familias, agravando la crisis alimentaria del continente.

Así lo anunciaron en Ginebra la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y el Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre VIH/SIDA (ONUSIDA), en Julio del 2003. «Las instituciones agrícolas necesitan responder urgentemente a la epidemia de VIH/SIDA, que continúa asolando muchas zonas rurales en los países en desarrollo y poniendo en peligro el derecho a los alimentos de millones de personas», afirmó la FAO.

Según los datos de la organización, cerca de 30 millones de los 42 millones de personas seropositivas o que padecen la enfermedad residen en África subsahariana, y la mitad de ellas en zonas rurales y en 2002, aproximadamente otros cinco millones de personas se infectaron.

«En el último año la epidemia se cobró más de tres millones de vidas, principalmente jóvenes que sostenían a su familia», señalaba el informe. Los datos de la FAO revelan que en los hogares afectados por la enfermedad el consumo de alimentos se ha reducido en un 40 por ciento.

Así, la epidemia se ha cobrado numerosas víctimas entre la comunidad agrícola y podría provocar otros 16 millones de muertes hasta 2020. En su mayor parte, esas personas vivían en países de ingresos bajos y deficitarios de alimentos.

«La mayoría de los países africanos más gravemente afectados por el VIH/sida son también los que dependen en alto grado de la agricultura», declaró Piot, añadiendo que «en esos países, para muchas familias rurales, el sida ha hecho que lo que solía considerarse escasez de alimentos pase a convertirse en crisis alimentaria».

El sida agrava el «círculo vicioso» del hambre y la pobreza. "En los lugares donde los campesinos y sus familias caen enfermos, ésos cultivan menos tierra y cambian a cultivos con menos mano de obra y menos nutritivos, la productividad agrícola disminuye y el hambre y la malnutrición van en aumento". El problema adquiere tintes más graves para la población infantil, ya que «muchos niños se quedan huérfanos antes de aprender a llevar su explotación agrícola, preparar los alimentos y sustentarse a sí mismos». «En las zonas más afectadas ya se ha comunicado una malnutrición grave entre los huérfanos», advirtió.


- Revisión demográfica

La enfermedad del SIDA forzó a la ONU en 1998, a rebajar en 500 millones su previsión demográfica, a la vez que reduce 20 años la esperanza de vida en el África más castigada.

La epidemia de SIDA ha empezado a frenarse un tanto, en los países desarrollados, pero su progresión en el Tercer Mundo es de tal magnitud que ha forzado a la ONU a revisar drásticamente a la baja sus previsiones de crecimiento demográfico para el siglo XXI. En los países africanos más castigados, el SIDA reducirá de 61 a 41 años la esperanza de vida para el 2005. La ONU rebajó en Octubre de 1998 su estimación de la población mundial para el año 2050 en 500 millones de personas.

La posibilidad de frenar la epidemia en los países africanos es poco realista con los medicamentos en uso. Los modernos cócteles de fármacos que han logrado revertir la tendencia en el mundo desarrollado son muy caros, y deben administrarse durante periodos muy prolongados. De esta forma, el SIDA puede acabar provocando una verdadera revolución en el campo de las tendencias demográficas. Algunos países africanos tienden ahora a estabilizar sus curvas poblacionales, pero debido a un incremento disparado de sus tasas de mortalidad.

La situación es tan grave en estos países que se prevé que, de cara al año 2010, 61 de cada cien lactantes de Sudáfrica fallezcan antes de llegar al año de edad, proporción que de no ser por el SIDA se situaría en un 38%. En los nueve países con una prevalencia del VIH en la población adulta igual o superior al diez por ciento (Botswana, Kenya, Malawi, Mozambique, Namibia, Ruanda, Sudáfrica, Zambia y Zimbabwe), las estimaciones indican que el SIDA tendrá un coste medio de 17 años de esperanza de vida, disminuyéndola de los 64 a los 47 años, frente a los aproximadamente 70 que deberían vivir en zonas como Botswana, donde más del 25% de los adultos están infectados.