jueves, 16 de diciembre de 2004

Alto riesgo de complicaciones en los pacientes con sida y hepatitis C

Foto de Comite Independiente Anti-Sida El estudio, realizado en una cohorte de veteranos americanos, compara el riesgo de enfermedad hepática terminal en pacientes con VIH que tenían además una infección por el VHC y los que no la tenían. Se valoraron más de 16.000 pacientes seropositivos

RAQUEL BARBA Elmundo.es

Los pacientes que tienen el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) y además el virus de la hepatitis C (VHC) tienen cinco veces más riesgo de padecer un hepatocarcinoma y 20 veces más de desarrollar una cirrosis que los pacientes que no tienen el VHC, según un estudio publicado en la revista 'Archives of Internal Medicine'. El estudio fue realizado con 16.000 personas

Casi uno de cada cuatro pacientes con hepatitis C tiene cirrosis. Una vez desarrollada esta enfermedad, que tiene una supervivencia media de 8 años, el riesgo de tener un cáncer de hígado es de entre el 1% y el 4% cada año.

Hasta un 30% de los pacientes que tienen VIH en los países occidentales tienen además una infección por el VHC. El VIH acelera la progresión de la enfermedad hepática relacionada por este virus. La presencia de ambas infecciones supone por lo tanto un gran riesgo de padecer complicaciones graves en el hígado.

El estudio, realizado en una cohorte de veteranos americanos, compara el riesgo de enfermedad hepática terminal en pacientes con VIH que tenían además una infección por el VHC y los que no la tenían. Se valoraron más de 16.000 pacientes seropositivos.

Los datos demuestran que el 29% de los estudiados tenía ambas infecciones. Mientras un 16% de de los pacientes coinfectados tenían cirrosis, sólo el 1,4% de los pacientes con infección VIH recibieron este diagnóstico de problema hepático.

Durante el tiempo de seguimiento (desde 1991-2000) el riesgo de desarrollar cirrosis se multiplicó por más de 10 en los pacientes coinfectados.

En cuanto al hepatocarcinoma, dos de cada 10.000 pacientes con sida desarrollan esta complicación si no tienen la hepatitis C, mientras que cuando se dan la proporción aumenta a 13 de cada 10.000. Esto significa que el VHC multiplica por más de cinco el riesgo de presentar un cáncer.

El problema, lejos de mejorar, ha aumentado en el periodo del tratamiento antirretroviral de alta actividad, posiblemente porque los pacientes sobreviven más al sida y tienen tiempo de desarrollar las complicaciones de la hepatitis.

Hasta hace poco los pacientes coinfectados no eran candidatos al tratamiento frente a la hepatitis C, aunque los últimos datos apoyan la terapia prácticamente universal de estos pacientes para evitar las complicaciones a largo plazo.

Una vez demostrado que tener simultaneamente ambas enfermedades supone tanto riesgo es evidente que se debe considerar el tratamiento frente a la hepatitis con el fin de reducir al máximo el número de pacientes que puedan presentar estas complicaciones.



Más países africanos se suman a las políticas de Uganda contra el sida.

Foto de Comite Independiente Anti-Sida
Mientras que en los países “desarrollados” el adoctrinamiento hacía el látex es dogma, varios países africanos comienzan a dar la espalda a la moral de la ONU. Costa de Marfil es el último caso.

En Costa de Marfil, el 12% de las personas de 15 a 39 años están infectadas; en algunas regiones, la proporción alcanza el 20%. Las campañas para extender el uso del preservativo también se frecuentan en estos lugares, pero la estrategia es bastante más amplia, y más reeducativa.

Ya se han divulgado los buenos resultados en Uganda que ha reducido en diez años, la tasa de infectados del 15% al 5%. Según los estudios, la disminución de casos de sida en Uganda se relaciona más con los cambios de estilos de vida de la población que con el uso del preservativo.

Costa de Marfil se ha propuesto seguir los pasos de Uganda. Christine Nebout-Adjobi, ministra de la Lucha contra el Sida, dice que "está muy claro que el preservativo, o solo el preservativo, no es la solución. Hay que actuar sobre las costumbres, sobre los valores profundos de las personas, sobre sus valores morales. En Uganda trabajan así y parece que les va bien", declaró a "Mundo Negro" (diciembre 2004).

Esa convicción se refleja en las campañas del país: "Si usted ha visto los anuncios contra el sida en televisión, que paga nuestro Ministerio, el orden en que se presentan estas cosas es abstinencia, fidelidad y, al final, preservativo". El Ministerio tiene en marcha un proyecto de "sensibilización de los jóvenes en los valores morales", entre los que se incluye un tríptico dirigido a jóvenes de 15 a 18 años, titulado "La trivialización del sexo pudre nuestra sociedad". Quizá los Ministerio de Sanidad de otros países podrían comprar los derechos de este tríptico para editarlo.

En Costa de Marfil consideran que la estrategia de la lucha contra el sida debe adecuarse a los diferentes públicos, insistiendo en distintos aspectos según los casos y los riesgos. Es lo que los expertos en la lucha contra el sida denominan la estrategia ABC (Abstain, Be faithful, use Condoms): continencia en los jóvenes, fidelidad de los adultos, preservativo si lo anterior no se respeta, pero advirtiendo que reduce el riesgo de infección en un 80-90%.

En Costa de Marfil han aprendido a diferenciar las campañas. Según la ministra, en 1992 empezó un proyecto de información para prostitutas, cuando dos de cada tres eran seropositivas. El fin era informarles de los riesgos de la enfermedad y, en consecuencia, invitarles a usar el preservativo. La campaña ha logrado que en diez años la tasa de prostitutas seropositivas haya bajado a un tercio. Las que han dejado de entrar en esos índices, no es que se hayan curado, es que han muerto.


Identificado un gen para combatir el Sida

Identificado un gen para combatir el Sida
Foto de Comite Independiente Anti-Sida La investigación ha permitido comprender porque algunos individuos son asintomáticos y sobreviven durante años, mientras otros son rápidamente consumidos por el SIDA. Científicos que realizan investigaciones en Sudáfrica han identificado un gen que controla la respuesta del cuerpo humano al virus del VIH.

Campo de batalla genético

"Este es un momento emocionante para la investigación de enfermedades infecciosas porque estamos viendo la evolución de una lucha entre el sistema inmune humano y el virus del VIH que avanza en este momento en lugar de hacerlo a lo largo de miles de años", señaló el jefe del equipo de investigadores, el Dr. Philip Goulder.

Futura vacuna

"Este estudio identificó el campo de batalla genético donde se desarrolla la lucha entre el VIH y el sistema inmune humano", agregó.

Los investigadores anticipan que el hallazgo facilitará el desarrollo de una vacuna para prevenir infecciones del virus del VIH dentro de algunos años.

Los resultados del estudio llevado a cabo por las universidades de Oxford, KwaZulu-Natal y Harvard, fueron publicados en la revista Nature.

Moléculas HLA

Los investigadores enfocaron su trabajo en moléculas conocidas como HLA (Antígenos Leucocitarios Humanos, o Human Leukocyte Antigen en inglés). Estas forman parte del mecanismo de defensa del organismo e identifican qué células han sido identificadas con el VIH y deben ser destruidas. Existen tres variantes del gen, pero ya hay consenso de que los genes tipo B se han desarrollado de forma más rápida que el A o el C.

Los expertos sospechan que esto es evidencia de una suerte de carrera armamentista entre el VIH y el sistema inmune del cuerpo.

"Desde hace cierto tiempo hemos sabido que las moléculas HLA-B evolucionan de forma más rápida que las otras variantes, pero no ha quedado claro porque ocurre esto", según Goulder.

"Los datos parecen apuntar hacia una explicación de la evolución más rápida de la HLA-B en respuesta a enfermedades infecciosas, no solamente del HIV", agregó.

Rápida mutación

El virus es capaz de mutarse rápidamente y vulnerar las defensas del sistema inmune.

Esto a su vez impulsa la rápida evolución de defensas. Las variantes genéticas que son menos eficaces en el combate a la infección tienden a desaparecer mientras las moléculas que suelen tener mayor éxito tienen mayores posibilidades de perpetuarse.

Cortesía de BBC Mundo


Huérfanos abandonados del sida luchan contra estigma en Africa

Huérfanos abandonados del sida luchan contra estigma en Africa
Foto de Comite Independiente Anti-Sida 1,9 millones de niños menores de 15 años viven con el virus del sida o con el sida en el Africa subsahariana, según el último informe del Estado de la Infancia en el Mundo de Naciones Unidas.

NAIROBI (Reuters) - Mónica tiene 12 años, le gusta el helado, cree que los chicos son brutos y sucios, y de mayor le gustaría ser azafata "porque trabajan mucho pero también disfrutan mucho".

Robert tiene 13 años, es bueno en ciencias, le gustan las patatas fritas, sueña con ser piloto y cree que la corrupción está malogrando Africa.

Los dos niños kenianos, de ojos claros y brillantes sonrisas comparten sueños y gustos de cualquier niño alegre del mundo.

Pero ellos también comparten un secreto que ningún niño debería guardar.

Ambos son seropositivos del sida, y el estigma profundo que esta condición supone en Africa significa que nunca deben revelar su estatus a extraños si quieren conseguir sus ambiciones.

Ellos son sólo dos entre 1,9 millones de niños menores de 15 años que viven con el virus del sida o el sida en el Africa subsahariana, según el último informe del Estado de la Infancia en el Mundo de Naciones Unidas.

Robert y Mónica - no son sus nombres reales - también pertenecen a una población aún mayor de 12,3 millones de niños huérfanos a causa del sida en todo el Africa subsahariana, la región que tiene con mucha diferencia el mayor porcentaje de infectados del sida, 15 millones.

La agencia estima que para 2010 más de 18 millones de niños africanos perderán uno o más parientes por el sida si no se toman medidas. Pero el prejuicio que señala al sida como una maldición ralentizará la respuesta a la crisis, dicen los expertos.

El VIH probablemente entró en el sistema de Robert antes de que pudiera siquiera respirar, contraído en el vientre de su madre en el oeste de Kenia. Pero su condición, si se da a conocer, le podría convertir en un marginado.

Así que Robert oculta su condición a todo el mundo - incluido a Paul, su "mejor amigo" del colegio - que no vive con él en el orfanato Nyumbani de Nairobi.

"Si mis compañeros de colegio supieran, dirían 'harás que todos muramos pronto'. Eso me haría sentir mal", dice Robert.

ESTIGMA

Robert coge el ferry para ir y volver del colegio en un coche sin marca para que los desconocidos no puedan relacionarlo con el orfanato para 94 niños seropositivos donde viven él y Mónica.

Sus temores están bien fundados. Incluso las actitudes más positivas hacia el sida reflejan el estigma: una línea que viene a decir 'el sida está allí y entrar significa que tendrás una muerte de perro'

"Una persona positiva de VIH es el equivalente de Lucifer (dice un anuncio de concienciación de la enfermedad)", dice el comentarista Mwangi Muiruri.

"Cualquier persona con el virus es causa de chismorreo y casi todo el mundo siente curiosidad por echar un vistazo a la víctima cuando la enfermedad ha llegado a su fase terminal", dijo.

Nyumbani, casi enteramente financiada con donaciones de extranjeros, ofrece un lugar cálido y amoroso donde los niños reciben el cuidado de madres sustitutas en cabañas "familiares" individuales y si es necesario se les da medicación anti-retroviral.

El niño más pequeño tiene nueve meses, y el mayor 22 años.

No hay otro lugar como este en Kenia y probablemente en toda Africa. Los expertos dicen que es un ejemplo de que lo que el influyente mundo exterior puede hacer con determinación y filantropía.

Sin embargo, sólo presta atención a una ínfima parte de lo que se necesita. Algunos niños se quedan con sus familias. Otros llegan a Nyumbani demasiado tarde. Alrededor de 57 niños han muerto aquí en los 12 años que lleva abierto.

Bajo un árbol de eucalipto en una esquina del jardín yacen las tumbas de 15 niños cuyos familiares nunca hicieron el viaje para recoger sus cuerpos. El más joven de los niños olvidados era un bebé de seis meses llamada Carmela.

Los niños a veces rezan allí, entre las flores.

Por William Maclean