viernes, 25 de marzo de 2005

Millones enfermos sida pueden quedarse sin medicinas en el mundo

Millones de enfermos de sida en el tercer mundo podrían perder el acceso a los medicamentos genéricos que tratan esta enfermedad, después de que el Parlamento de la India aprobase hoy una nueva legislación de patentes.

EFE
Organizaciones de derechos humanos y de lucha contra el sida de Asia, Africa y América Latina manifestaron hoy en Nueva Delhi su firme oposición a la Ley de Patentes aprobada esta tarde en la Cámara Baja, que debe ratificar el Senado.

La ley cumple los acuerdos firmados con la Organización Mundial del Comercio (OMC) hace cinco años y prohíbe la copia de todo tipo de productos registrados, entre ellos los medicamentos.

El español Ignasi Calbo, coordinador en la India de la sección española de la organización no gubernamental Médicos sin Fronteras, dijo a EFE que, si esta legislación se aplica con rigor, '40 millones de personas podrían estar condenadas a muerte'.

La nueva Ley de Patentes permitirá a las empresas farmacéuticas indias, bajo pago de unos derechos de propiedad intelectual 'razonables', seguir produciendo los medicamentos antirretrovirales de primera generación, que utilizan los enfermos de sida, pero no los que se patenten a partir de ahora.

Según Calbo, 'nadie va a poder pagar los tratamientos contra el sida en los países en desarrollo y, posiblemente, tampoco en los países desarrollados que no tengan cobertura social gratuita, como por ejemplo en EEUU'.

'La puesta en marcha de esta legislación podría exponernos a un crecimiento exponencial de esta enfermedad en el mundo y también acabaría con los movimientos de lucha contra el sida en el tercer mundo que, en su mayor parte, son llevados a cabo por enfermos de sida que reciben tratamiento', agregó.

Por su parte, el venezolano Edgar Carrasco, miembro de la ONG Acción Ciudadana Contra el Sida, dijo a EFE que 'los estados tienen la obligación de proporcionar tratamiento contra el sida, porque es una epidemia y es imprescindible controlarla'.

Laboratorios indios, como Ranbaxy y Cipla, no solo fabrican medicamentos antirretrovirales y de otro tipo para su administración en la India, sino que además exportan estos medicamentos y los principios activos que los componen a muchos países del tercer mundo.

'En América Latina únicamente Brasil produce los genéricos contra el sida, pero su legislación le impide exportarlos, por lo que necesitamos que países como la India sigan fabricándolos', afirmó Carrasco.

Según la ONU en el mundo hay 39,4 millones de enfermos de sida, 5,1 de ellos en la India, y 3,1 millones de personas murieron de esta enfermedad sólo en el año 2004.

Otra representante de Médicos sin Fronteras, la sueca Ellen't Hoen, dijo a EFE que su organización proporciona medicamentos para el sida a 30.000 personas en 27 países, el 70 por ciento de los cuales utilizan genéricos producidos en la India.


Hoen recordó que en la Conferencia Ministerial de la OMC celebrada en Doha en el 2001, se aprobó una declaración que afirmaba que los países tienen el derecho a proteger la salud pública y facilitar acceso a las medicinas a todas las personas.

'Es una lástima que la India, que entonces fue uno de los principales defensores de esta declaración, no haga uso ahora de la flexibilidad que otorga la OMC', manifestó Hoen.

Celine Charveriat, portavoz de Oxfam, advirtió que 'el Gobierno indio está cerrando una puerta que podría salvar la vida a millones de personas en todo el mundo'.

La India es el cuarto productor mundial de medicamentos y el decimotercero en ingresos por ese sector, lo que muestra lo bajo de los precios de sus productos, que se distribuyen en muchos países del tercer mundo.

La legislación aprobada permitiría a los laboratorios indios producir medicamentos patentados en caso de que haya una situación de epidemia nacional, pero la India todavía no ha declarado el sida como epidemia.

Los productores de medicamentos indios han pedido que la ley permita excepciones para fármacos de interés público nacional, como los destinados a curar el cáncer, sida, tuberculosis, malaria o hepatitis.