lunes, 29 de noviembre de 2004

Los casos de sida detectados en España e Italia en 2003 supusieron la mitad de los 6.441 de toda la UE


Los nuevos casos de sida diagnosticados en España e Italia alcanzan el 50 por ciento del total registrado en la Unión Europea (6.441) en 2003, ya que hubo un total de 1.363 casos en territorio español (21 por ciento) y 1.759 en Italia (27 por ciento), a pesar de que el número de afectados por millón de habitantes disminuye en ambos países, según los datos publicados hoy por la Oficina Europea de Estadística (Eurostat), con motivo del Día Mundial en la Lucha contra el Sida previsto para el miércoles 1 de diciembre.

Los datos de Eurostat, basados en los del Centro Europeo de la Vigilancia Epidemiológica del Sida (EuroHIV), manifiestan que desde 1990, en España e Italia -que representan el 22 por ciento de la población total de los Veinticinco-, se han registrado aproximadamente la mitad de todos los casos de sida de la Unión Europea.

En España, el 49 por ciento de los nuevos infectados consumieron drogas intravenosas y de ahí su contagio. Asimismo, la disminución de afectados por millón de habitantes (llamado tasa de incidencia) en España pasó de 188,4 en 1994 a 32,8 en 2003. El nivel italiano se situó en 30,6 el pasado año frente al 96,3 de 1994.

En la UE, dicha tasa también disminuyó con un descenso del 56,3 al 14,2 entre 1994 y 2003. Portugal figura como el país en peor situación ya que el número de infectados fue de 78,6 frente al nivel de 68,1 de 1994. Mientras los niveles más bajos se situaron en Eslovaquia (0,4), República Checa (0,8) e Irlanda (2,1).

Por su parte, los nuevos Estados miembros representaron menos del 5 por ciento de los casos de sida diagnosticados en 2003, aunque en algunos países la tasa de incidencia aumentó con respecto a 1994, especialmente en Estonia (de 0,7 a 7,4) y Letonia (de 0,8 a 25), debido a un despegue más tardío de la epidemia.

Los datos de Eurostat también apuntan a las relaciones entre heterosexuales como la principal responsable del contagio y causantes de más del 40 por ciento de los nuevos diagnósticos de sida en la UE. El 30 por ciento corresponde al consumo de drogas intravenosas y algo menos del 20 por ciento a las relaciones homo o bisexuales.

Las tres categorías mencionadas aumentaron desde 1985, fecha en la que sólo el 9 por ciento de los casos estaba derivado de relaciones heterosexuales. El resto de categorías de contagio, tales como transmisión de madre a hijo, transfusión sanguínea, hemofilia o problemas de coagulación sanguínea registraron el 8 por ciento del total.

En cuanto a sexos, los datos de 2003 manifiestan que en la UE hay más hombres infectados que mujeres, a pesar de que la progresión de la transmisión se traduce en un aumento en las últimas, desde el 10 por ciento de los casos diagnosticados en 1985 al 20 por ciento en 1995 y el 27 por ciento en 2003.

En el caso español, en 2003 y en el sector masculino, el 18,6 por ciento de los casos detectados se atribuyeron a homosexuales, frente al 22,2 por ciento de heterosexuales. Mientras un 49 por ciento de los casos se diagnosticaron en mujeres.

Por otra parte, 6.441 personas de los Veinticinco fueron víctimas del síndrome de inmudeficiencia adquirida (Sida) en 2003, un 24 por ciento menos que en 2002, aunque el número de portadores del virus que aún no sufren la enfermedad aumentó hasta alcanzar la cifra de 13.257 afectados.

Este descenso se explica, “en gran parte”, por la puesta en práctica de los antiretrovirales utilizados “principalmente” desde mediados de los años 90. Desde 1994, año en el que se detectaron 25.000 nuevos casos de sida, el número de afectados por la epidemia disminuyó progresivamente.

Sin embargo, la cifra de ciudadanos portadores del virus aumenta en la Unión Europea, con una subida del 75 por ciento en 2003 con respecto a los datos disponibles de 1996, cuando las cifras hablaban de 7.641 seropositivos. Por su parte, el uso de los antiretrovirales permitieron elaborar un cuadro de la epidemia más completo que el anterior, en el que sólo se abordaba el número de víctimas de Sida y no de portadores.

Aún así, los datos de los nuevos casos detectados con respecto a las infectados por el VIH, “deben ser interpretados con prudencia ya que no pueden representar la incidencia de las nuevas infecciones y dependen del modo en el que el virus se manifiesta, que difieren según el país.

Además, en ciertos Estados la cobertura médica es aún incompleta y en los que la declaración del virus es nueva, numerosos diagnósticos pueden ser declarados durante la puesta en práctica de un sistema de lucha, estimó Eurostat en su comunicado.

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