lunes, 14 de febrero de 2005

Tres de cada diez drogodependientes se inician en el consumo antes de los 16 años

Sigue creciendo el consumo de drogas entre la población juvenil de España, sin que nadie lo impida. Apenas un 4% de las personas drogodependientes ha iniciado estudios universitarios, mientras que el 40% sólo tienen estudios primarios

MADRID. Varón, de entre 32 y 36 años, enfermo, con estudios primarios y en paro es el perfil del drogodependiente en España, según la Unión de Asociaciones y Entidades de Atención al Drogodependiente (UNAD) que, sin embargo, constata un progresivo cambio: la proporción de menores de 16 años en programas asistenciales ha aumentado, así como el número de mujeres.

Una cuestión sobre la que llamó la atención el presidente de UNAD, Luciano Poyato, quien asegura que el fenómeno de las drogodependencias está en permanente cambio y sigue siendo «uno de los principales problemas de la salud pública» de España. Poyato se refirió a estos cambios y resaltó el incremento de mujeres drogodependientes, que en menos de diez años ha pasado de un 11 por ciento a un 36. En lo que se refiere a la edad, el informe considera «relevante» que el 3,8 por ciento de los adictos a las drogas tiene menos de 16 años, de manera que este fenómeno «está presente ya en todas las edades».

El estudio constata que la edad de inicio de consumo de drogas se sitúa entre los 16 y los 25 años, pero casi tres de cada diez personas drogodependientes se iniciaron antes de los 16 años.

En cuanto al consumo, no hay novedades. Todas las personas atendidas son policonsumidores, aunque el 24 por ciento prefiere principalmente heroína, otro 20 por ciento una mezcla de heroína y cocaína y el 13 por ciento cocaína. El consumo de cannabis y de drogas de síntesis se reduce a un 5 y un 3 por ciento, respectivamente. No obstante, según Poyato, «se aprecia la llegada a los centros asistenciales de jóvenes que consumen drogas de síntesis», algo que hasta hoy no ocurría. Respecto a la salud, el 65 por ciento no tiene patologías diagnosticadas y del resto hay un 31 por ciento con hepatitis C, un 15 con la B y la A, un 28 con el VIH-sida y un 21 por ciento sufre un trastorno mental psiquiátrico grave.

Exclusión y educación

El nivel de estudios pone de relieve la relación existente entre drogodependencia y exclusión social. No en vano, el 13 por ciento no tiene estudios, el 39 sólo ha cursado Primaria y tan sólo un 4 por ciento ha iniciado estudios universitarios. Cuestión que se percibe también en el aspecto laboral, ya que sólo dos de cada diez drogodependientes trabajan. Respecto al uso de la marihuana con fines teraupétuticos, Poyato señaló que «no va a disparar el consumo de esta sustancia» ni «tiene nada que ver con la problemática de la situación de los jóvenes españoles».

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