jueves, 5 de junio de 2008

Amplían la terapia ARV para prevenir la transmisión vertical

Extender el régimen de tratamiento antirretroviral catorce semanas más consigue reducir las tasas de transmisión vertical del VIH, según un estudio que publica hoy The New England Journal of Medicine.
DM Nueva York 05/06/2008

En muchos países subdesarrollados los bebés de madres infectadas por el VIH reciben una única dosis de nevirapina (NVP) y una dosis semanal de zidovudina (ZDV) para prevenir la transmisión del VIH al recién nacido. Los resultados de un ensayo randomizado realizado por científicos de la Escuela de Salud Pública Bloomberg de la Universidad Johns Hopkins y de la Facultad de Medicina de la Universidad de Malawi demuestran que extender el régimen antirretroviral puede reducir significativamente el riesgo de transmisión madre-hijo. El estudio se publica en la edición digital de The New England Journal of Medicine.

El ensayo analizó a 3.016 bebés nacidos de madres infectadas por el VIH y a sus madres durante dos años. Todos los niños recibieron el tratamiento estándar de una única dosis de NVP y una dosis semanal de ZDV para prevenir la infección. Además, un grupo recibió una profilaxis adicional con NVP durante 14 semanas, y otro grupo tomó NVP y ZDV durante 14 semanas.

Los niños que recibieron regímenes profilácticos extendidos tuvieron tasas inferiores de infección por VIH en comparación con los niños que recibieron el tratamiento estándar. A los nueve meses, el 5,2 por ciento de los niños que recibieron el régimen extendido con NVP y el 6,4 por ciento de los niños con el régimen extendido con NVP y ZDV contrajeron el VIH, en comparación con el 10,6 por ciento de los niños que recibieron el tratamiento estándar. La frecuencia con la que las madres amamantaban a los niños fue similar en los tres grupos de tratamiento.

"El amamantamiento en los seis primeros meses de vida es extremadamente importante para la salud de los niños y para su supervivencia, especialmente en los países en vías de desarrollo. Sin embargo, las mujeres infectadas por el VIH tienen que decidir si amamantan a sus hijos o no, una decisión complicada si se tiene en cuenta que ponen en riesgo de contagio a sus hijos", ha explicado Taha E. Taha, director de la investigación.

Cese del amamantamiento
Otro estudio que publica la edición electrónica de NEJM, dirigido por Louise Kuhn, de la Escuela de Salud Pública Mailman, de la Universidad de Columbia, en Estados Unidos, no ha encontrado beneficio en los niños nacidos de madres infectadas por el VIH a los que se dejó de amamantar antes de los cuatro primeros meses de vida.

Además, este estudio no halló diferencias en las tasas de infección y de fallecimientos a los dos años entre los niños que dejaron de mamar a los cuatro meses frente a los que siguieron siendo amamantados hasta una infancia más tardía. De hecho, para el grupo de bebés infectados por el VIH el cese abrupto del amamantamiento aumentó las tasas de fallecimientos.

Diario Médico

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