martes, 24 de marzo de 2009

La profilaxis postexposición al VIH, útil en los 3 primeros días

Los sujetos que hayan podido estar en contacto con el VIH se pueden beneficiar de la profilaxis postexposición para evitar el contagio si se puede instaurar antes de las primeras 72 horas, aunque el tiempo ideal no debería superar las primeras 36 horas.

El tratamiento profiláctico postexposición al VIH es eficaz en las primeras 72 horas y mejor si se instaura antes de las 36 horas del posible contacto con el virus. En el año 200o se inició un estudio en el que han participado 25 hospitales españoles durante cinco años. Ignacio Santos, del Servicio de Medicina Interna-Infecciosas del Hospital de La Princesa, de Madrid, y uno de los autores del trabajo, explicó ayer en su presentación en la Reunión de Expertos de la Fundación Ramón Areces, de Madrid, que el informe ofrece datos muy dispares sobre los individuos que se acercan a los centros hospitalarios para solicitar dicha pauta profiláctica.

En el estudio se recogen 993 exposiciones declaradas y en la mitad de los casos se recomendó el empleo de fármacos, "tratamiento antirretroviral que supera los 900 euros durante la pauta establecida de cuatro semanas", apuntó Enrique Navas, del Servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital Universitario Ramón y Cajal, de Madrid, y también autor del citado informe.

La forma de posible exposición al virus fue variable, pero estaba encabezada por las relaciones sexuales en el 53 por ciento de los casos, seguida de la exposición parenteral en el 40 por ciento de los casos.

Navas destacó que acuden a solicitar este tipo de profilaxis sujetos que mantienen relaciones sexuales esporádicas con pacientes infectados o entran en contacto con algún elemento cortante o jeringuillas y las parejas de pacientes seropositivos, "pero estos últimos tienen acceso directo a esos programas".

No recomendado
No todas las solicitudes de profilaxis siguen adelante, puesto que se tiene que analizar bien la práctica de riesgo a la que el sujeto ha estado expuesto para valorar si realmente existe necesidad de tratamiento antirretroviral. El coordinador de la citada reunión, José María Peña, de la Unidad de VIH del Hospital La Paz, de Madrid, recordó la toxicidad de los fármacos utilizados en el tratamiento preventivo. Por eso, es necesario valorarlo antes de instaurarlo.

Santos comentó que no existen datos de eficacia del tratamiento preventivo postexposición refrendados por ensayos clínicos, "entre otras cosas porque no son éticos. Al disponer de estas pautas y mostrar su eficacia en monos, ante un caso de clara exposición al virus se recomienda instaurar un tratamiento profiláctico antirretroviral lo antes posible".

El acceso también es variable, porque si el sujeto acude a una unidad de infecciosas sí que se le oferta, pero en los servicios de urgencia la situación es diferente.

Navas cree que es necesario que se impliquen otros profesionales, no sólo los que atienden al VIH positivo. En estos casos, atención primaria tendría que hacer la derivación.

Peña hizo hincapié en que la profilaxis postexposición al VIH se debe emplear en situaciones de excepcionalidad y nunca debe desplazar a la prevención primaria, "que sigue siendo de máxima prioridad".

Reorientación de la vacuna
Rafael Nájera, profesor emérito de la Escuela Nacional de Sanidad del Instituto de Salud Carlos III, de Madrid, se refirió a la vacuna del VIH/sida en la reunión de la Fundación Ramón Areces, de Madrid. Después de los fracasos de los grandes ensayos clínicos con posibles vacunas, entre los que destaca el de los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos, se debe plantear un giro en la orientación de las investigaciones y mirar hacia la vulnerabilidad del virus, que se establece no sólo en el ARN sino también en la recombinación genética; proteger la entrada del virus y evitar que infecte los T4 e intentar obtener una protección a través de varios anticuerpos, siguiendo el estudio que publicó Nature la semana pasada en su edición electrónica (17-III-2009).

También apuntó que para el desarrollo de la vacuna frente al sida hay que tener en cuenta el descubrimiento de que el virus varía acorde con las poblaciones. En este trabajo ha colaborado un equipo español.

Nájera aseguró que la diversidad continúa siendo el gran problema para poder conseguir el grado de inmunización necesario para hacer frente al VIH. Por eso, los modelos simplistas de infección, similares a los del virus de la polio, no sirven para el VIH. "Tenemos que dirigirnos hacia un modelo mixto intracelular, puesto que se produce una maduración completa del virus en la célula".

Leído en Diario Médico



Comite Independiente AntiSida

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