domingo, 6 de marzo de 2005

El riesgo de contagio del Virus del Papiloma Humano es del 70% con un único contacto sexual.

El virus VPH causa otra de las epidemias ocultas, pues no da signos durante años. La prevalencia de esta infección ha aumentado considerablemente en los últimos años, fundamentalmente entre los personas promiscuas. En España se calcula que entre 700.000 y 1,4 millones de mujeres están infectadas por este virus.


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Estado subclínico

Según las últimas estadísticas, es la enfermedad de transmisión sexual más frecuente, que afecta a más del 60 por ciento de las mujeres sexualmente activas menores de 35 años, "a pesar de que sólo un 10 por ciento de éstas podría llegar a tener problemas más severos", ha señalado Ricardo Sáinz de la Cuesta, profesor titular de la Universidad Autónoma de Madrid y adjunto del Servicio de Ginecología y Obstetricia de la Fundación Jiménez Díaz, de Madrid, que ha participado en el V Encuentro de Salud y Medicina de la Mujer (Samem).

Para el especialista, lo más complejo de este virus, cuyos subtipos más conocidos son el 6, 11, 16 y 18, es que no suele ofrecer síntomas hasta que se encuentra en las fases clínica y latente, tanto en mujeres como en hombres. En el paso subclínico es difícil detectarlo y es precisamente en este momento cuando es más contagioso.

"Además, hay que tener en cuenta que no sólo afecta al cuello del útero sino que repercute en vagina y vulva. Para su prevención, ya que no existe curación, lo más útil es acudir a las revisiones ginecológicas periódicas, así como evitar las relaciones de riesgo; los preservativos no se han mostrado aquí tan efectivos como en el sida, ya que el VPH puede infectar todo el aparato genital, masculino y femenino".

No obstante, para Sáinz de la Cuesta lo más preocupante es que los subtipos 16 y 18 del papilomavirus son potencialmente oncogénicos. El VPH 16 se asocia en un 50 por ciento a cánceres de cérvix, en un 30 por ciento a adenocarcinomas y en un 80 por ciento a lesiones preinvasoras. El VPH se relaciona con un 25 por ciento de cánceres de cérvix y, sobre todo,
adenocarcinomas agresivos y no tiene relación con el desarrollo de lesiones preinvasoras.


"La asociación entre este virus y el cáncer de cérvix es mayor que la que existe entre tabaquismo y cáncer de pulmón. Sin embargo, es necesaria la persistencia de la enfermedad para el desarrollo de un cáncer invasor. Se desconoce por qué progresa en unas mujeres y en otras no, pero sí se sabe que existen otros factores que fomentan la persistencia y progresión, como el tabaquismo y la inmunodepresión por infección por VIH y terapias inmunosupresoras en receptores de trasplantes".

Terapia preventiva

No obstante, Sáinz de la Cuesta ha insistido en que el objetivo es detectar la infección lo más pronto posible para evitar evoluciones malignas. "El diagnóstico, gracias a las revisiones a las que anual o bianualmente se someten las mujeres, puede realizarse precozmente. Por ello, las lesiones precancerosas y cancerosas se están abordando en fases más iniciales".

La terapia preventiva, basada en el desarrollo de una vacuna, está aún en fase III de investigación. Algunas de ellas parecen haber funcionado como prevención. La mayoría se dirige hacia los subtipos 6,11, 16 y 18, ya que "el 80 por ciento de los contagios aparece algunos o varios de estos subtipos".

El decálogo del papilomavirus que implica a todos


1- Definición: Los VPH son virus de transmisión sexual con gran afinidad y capacidad para infectar al epitelio escamoso. Los subtipos más frecuentes son el 6 y el 11, que producen condilomas benignos, y el 16 y el 18, que se asocian a carcinomas genitales.

2- Epidemiología en España: Se estima que la prevalencia del ADN viral en la población española está en torno al 3-6 por ciento, lo que corresponde a entre 700.000 y 1,4 millones de mujeres portadoras.

3- Por qué es importante este virus: La cronificación de la infección con ciertos subtipos de VPH se asocia al carcinoma de cuello de útero, y otros afectan al tracto anogenital masculino y femenino.

4- Qué personas tienen riesgo: Un grupo de alto riesgo son las mujeres jóvenes con mayor actividad sexual, sobre todo si han tenido varias parejas sexuales. Las de mayor riesgo son las mujeres que ejercen la prostitución y las inmunodeprimidas.

5- Cómo se detecta: El diagnóstico es fácil si aparecen condilomas vulvares, vaginales o perianales. La citología cérvico-vaginal rutinaria que muestra coilocitos es la forma más común. La detección del ADN viral identifica los subtipos más frecuentes.

6- Quién debe estudiarse: Toda mujer sexualmente activa o mayor de 21 años debe hacerse una citología de cribado. Si aparecen células con cierto significado incierto (Ascus), entonces se puede mandar una determinación del VPH. El cribado también puede extenderse a mujeres mayores de 30 años.

7- Cómo se previene: Con revisiones periódicas, medidas profilácticas y evitando la promiscuidad sexual.

8- Cómo se trata: El virus no se puede tratar, ya que pueden estar infectadas todas las células del aparato genital externo y no existe terapia médica que las elimine. Se tratan las lesiones precancerosas o cancerosas que aparecen a consecuencia de la infección. Este tratamiento es quirúrgico: crioterapia, fulguración con láser, electrocoagulación, extirpación.

9- Futuro: Una vacuna que se ofrezca a todas las mujeres y hombres, antes de iniciar las relaciones sexuales, para prevenir la aparición y transmisión.

10- Quién debe ser el responsable de cuidarse: Principalmente uno mismo. Pero la responsabilidad de trasmitir información también recae en padres, profesores, médicos de primaria, ginecólogos, Ministerio de Sanidad y medios de comunicación.

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