lunes, 5 de septiembre de 2005

Fumar marihuana trae consecuencias irremediables

Los estudiantes que fuman marihuana obtienen notas más bajas y tienen menos posibilidad de graduarse en comparación con sus compañeros que no fuman. Los hallazgos de las investigaciones sobre el uso crónico de la marihuana indican que hay algunos cambios en el cerebro similares a aquellos que se ven después del uso a largo plazo de otras drogas de abuso. La marihuana es la droga ilícita considerada con el uso más difundido. Es una mezcla café verdosa de flores, tallos, semillas y hojas secas y picadas de la planta del cáñamo canabis sativa, que generalmente se fuma en forma de cigarrillo (porros, canutos, churros o en inglés "joints"), o en pipa ("bong").


También se la fuma en "blunts", que son puros o cigarros a los que se les saca el tabaco y se los rellena con marihuana, a menudo mezclada con otra droga. También se puede usar mezclada con la comida o como una infusión. Su forma más concentrada y resinosa se llama hachís y como líquido negro pegajoso se conoce como aceite de hachís.

El humo de la marihuana tiene un olor pungente característico, que es usualmente agridulce. Hay innumerables términos callejeros para la marihuana incluyendo hierba, pasto y maría.


El término cannabis se refiere a la marihuana y otras drogas derivadas de la misma planta. Las formas potentes incluyen la sin semilla, el hachís y el aceite de hachís.


En todas sus formas, el cannabis es una droga que altera la función mental (psicoactiva) porque contiene THC (delta-9- tetrahidrocanabinol) que es el químico activo en la planta de la marihuana. También contiene más de 400 químicos adicionales.


El efecto de la marihuana depende de la potencia del THC que contiene. La potencia del THC ha aumentado desde la década de los setenta pero ha permanecido igual desde mediados de la década de los ochenta. La potencia de la droga depende del promedio de THC que se encuentra en las muestras de marihuana que confiscan las agencias policíacas.


Efectos en el cerebro Los científicos han aprendido mucho sobre cómo el THC actúa en el cerebro para producir sus muchos efectos. Cuando una persona fuma marihuana, el THC pasa rápidamente de los pulmones a la corriente sanguínea, que transporta el químico a los órganos en todo el cuerpo, incluyendo el cerebro.
En el cerebro, el THC se conecta a sitios específicos en las células nerviosas llamados receptores de canabinoides, e influye en la actividad de dichas células. Algunas áreas del cerebro tienen muchos receptores de canabinoides; otras tienen pocos o ninguno. Muchos receptores de canabinoides se encuentran en las partes del cerebro que influyen en el placer, la memoria, el pensamiento, la concentración, las percepciones sensoriales y del tiempo, y en el movimiento coordinado. Los efectos a corto plazo del uso de la marihuana pueden incluir problemas de la memoria y el aprendizaje; percepción distorsionada; dificultades para pensar y solucionar problemas; pérdida de la coordinación; y un aumento del ritmo cardíaco.


Los hallazgos de las investigaciones sobre el uso crónico de la marihuana indican que hay algunos cambios en el cerebro similares a aquellos que se ven después del uso a largo plazo de otras drogas de abuso. Por ejemplo, la interrupción de la administración de canabinoides (el THC o formas sintéticas del THC) a animales que han sido expuestos crónicamente al químico, produce un aumento en la activación del sistema de repuesta al estrés y cambios en la actividad de las células nerviosas que contienen dopamina.


Las neuronas que contienen dopamina están involucradas en la regulación de la motivación y la compensación, y están directa o indirectamente afectadas por todas las drogas de abuso.


Efectos en el corazónUn estudio ha indicado que el riesgo de que un usuario sufra un ataque al corazón se cuadruplica en la primera hora después de haber fumado marihuana. Los científicos sugieren que tal efecto puede ocurrir debido a los efectos de la marihuana sobre la presión arterial y el ritmo cardíaco y la reducción en la capacidad de la sangre para transportar oxígeno.


Efectos en los pulmonesEn un estudio de 450 personas se encontró que quienes fumaban marihuana frecuentemente -pero no fumaban tabaco- tenían más problemas de salud y perdían más días de trabajo que los que no fumaban . Muchos de los días adicionales de enfermedad entre los fumadores de marihuana que participaron en el estudio fueron por enfermedades respiratorias. Aún el uso infrecuente puede causar irritación y ardor en la boca y en la garganta, a menudo acompañados de una tos fuerte. Alguien que fuma marihuana regularmente puede tener muchos de los mismos problemas respiratorios que los fumadores de tabaco, como tos y producción de flema a diario, mayor frecuencia de enfermedades agudas del pecho, riesgo mayor de infecciones pulmonares y mayor tendencia a la obstrucción de las vías respiratorias.


Fumar marihuana también aumenta la probabilidad de desarrollar cáncer de la cabeza o del cuello, y mientras más marihuana se fuma, mayor es la probabilidad. Un estudio que comparó 173 pacientes con cáncer y 176 personas saludables produjo fuerte evidencia de que el fumar marihuana duplica o triplica el riesgo de estos tipos de cáncer. El uso de la marihuana también tiene el potencial para promover el cáncer de los pulmones y otras partes de las vías respiratorias debido a los irritantes y carcinógenos que contiene. De hecho, el humo de la marihuana contiene entre 50 y 70 por ciento más hidrocarburos carcinógenos que el humo del tabaco.
También produce altos niveles de una enzima que convierte ciertos hidrocarburos a su forma carcinógena, niveles que pueden acelerar los cambios que finalmente producen las células malignas.


Los usuarios de marihuana generalmente inhalan más profundamente y sostienen su respiración más tiempo que los fumadores de tabaco, lo que aumenta la exposición de los pulmones al humo carcinógeno. Estos hechos sugieren que, fumada por fumada, la marihuana puede aumentar el riesgo de cáncer aún más que el tabaco.


Otros efectos en la saludAlgunos de los efectos adversos de la marihuana en la salud pueden ocurrir porque el THC deteriora la habilidad del sistema inmunológico para combatir enfermedades infecciosas y el cáncer.
En experimentos de laboratorio exponiendo células animales y humanas al THC, o a otros ingredientes de la marihuana, se encontró que las reacciones normales de prevención de enfermedades estaban inhibidas en muchos tipos clave de células inmunológicas.


En otros estudios, los ratones expuestos al THC o a sustancias relacionadas tenían más probabilidad de desarrollar infecciones bacterianas y tumores que los ratones no expuestos.


Efectos en el aprendizaje y la conducta social La depresión, la ansiedad, y las alteraciones en la personalidad han sido asociadas con el uso de marihuana. Las investigaciones demuestran claramente que la marihuana tiene el potencial de causar problemas en la vida cotidiana o empeorar los problemas actuales del usuario.


Ya que la marihuana afecta la habilidad para aprender y recordar información, mientras más marihuana use una persona, mayor es la probabilidad de que se retrase en la adquisición de habilidades intelectuales, laborales o sociales. Es más, las investigaciones han demostrado que el impacto adverso de la marihuana sobre la memoria y el aprendizaje puede durar días o semanas después de que los efectos agudos de la droga han desaparecido. Los estudiantes que fuman marihuana obtienen notas más bajas y tienen menos posibilidad de graduarse de la escuela secundaria, en comparación con sus compañeros que no fuman. Un estudio de 129 estudiantes universitarios encontró que en los usuarios establecidos de marihuana (aquellos que fumaron la droga por lo menos 27 de los 30 días anteriores), las habilidades críticas relacionadas a la atención, memoria y aprendizaje sufrieron un deterioro significante aún después de no haber usado la droga por lo menos 24 horas.


Los usuarios establecidos de marihuana que participaron en el estudio tuvieron más problemas para mantener o cambiar la atención, así como para registrar, organizar y usar la información, que los participantes del estudio que habían usado marihuana durante no más de 3 de los 30 días anteriores. Por lo tanto, alguien que fuma marihuana todos los días puede estar funcionando continuamente a un nivel intelectual reducido. Más recientemente, tomando un grupo de usuarios de marihuana establecidos por largo tiempo, los mismos investigadores demostraron que su habilidad para recordar palabras de una lista continuó deteriorada una semana después de haber dejado de usar la marihuana, pero se normalizó a las cuatro semanas. Por lo tanto, es posible que algunas habilidades cognitivas se puedan restaurar en las personas que dejen de fumar marihuana, aún después de un uso arraigado por largo tiempo. Es más probable que los trabajadores que fuman marihuana tengan problemas en el trabajo que sus colegas que no la fuman. Varios estudios asocian el hábito de fumar marihuana de un trabajador con un aumento en las ausencias, retrasos, accidentes, reclamos al seguro ocupacional, y cambios de trabajo.


Un estudio de trabajadores municipales encontró que los empleados que usaban marihuana dentro o fuera del trabajo reportaron más "comportamientos de aislamiento" (como dejar el trabajo sin permiso, soñar despierto, usar el tiempo de trabajo para asuntos personales, y evadir sus responsabilidades laborales), que afectan adversamente la productividad y la moral.


En otro estudio, los usuarios de marihuana reportaron que el uso de la droga perjudicaba varias medidas importantes del rendimiento en la vida incluyendo las habilidades cognitivas, el estatus profesional, la vida social, y la salud física y mental.


Efectos en el embarazoLas investigaciones han demostrado que los bebés nacidos de mujeres que usaron marihuana durante sus embarazos muestran respuestas alteradas a estímulos visuales, trémulo acrecentado, y llanto agudo, lo que puede indicar problemas con el desarrollo neurológico.


Durante la infancia y los años pre-escolares, se ha observado que los niños expuestos a la marihuana tienen más problemas de conducta y más dificultad para realizar tareas de percepción visual, comprensión de lenguaje, atención sostenida, y de memoria. En el colegio, estos niños tienden a exhibir un déficit en sus habilidades para tomar decisiones, su memoria y su capacidad para permanecer atentos.


Potencial de adicciónEl uso a largo plazo de la marihuana puede llevar a algunas personas a la adicción; es decir, a usar la droga compulsivamente, aún cuando interfiere con las actividades familiares, en la escuela, el trabajo y las recreativas.


El deseo por la droga y los síntomas del síndrome de abstinencia pueden hacer que los fumadores de marihuana a largo plazo tengan problemas para dejar de usar la droga. Las personas que tratan de dejarla reportan irritabilidad, dificultad para dormir y ansiedad. En las pruebas psicológicas, también muestran un aumento en la agresividad que llega a su punto máximo aproximadamente una semana después de haber usado la droga por última vez.


Vulnerabilidad genéticaLos científicos han encontrado que la genética puede influir en que una persona tenga sensaciones positivas o negativas después de haber fumado marihuana. Un estudio de 1997 mostró que gemelos varones idénticos tenían más probabilidad de reportar respuestas similares al uso de la marihuana que gemelos varones fraternales (no idénticos), lo que indica que hay una base genética para sus respuestas a la droga . (Los gemelos idénticos comparten todos sus genes.) También se descubrió que el ambiente familiar o aquel que los gemelos compartían antes de cumplir los 18 años no tenía influencia alguna discernible en sus respuestas a la marihuana. Sin embargo, se encontró que ciertos factores ambientales como la disponibilidad de la marihuana, las expectativas sobre cómo la droga les afectaría, la influencia de los amigos y los contactos sociales, y otros factores que diferencian las experiencias de los gemelos idénticos tienen un efecto importante


Tratamientos para el abuso de la marihuanaLos datos más recientes sobre tratamientos indican que en el 2000, la marihuana era la droga de abuso más común, en alrededor del 15 por ciento (236,638) de todas las admisiones a establecimientos para el tratamiento de la drogadicción. Las admisiones por marihuana eran principalmente varones (76 por ciento), de raza blanca (57 por ciento), y jóvenes (el 46 por ciento eran menores de 20 años). Aquellos en tratamiento por uso primordialmente de la marihuana, comenzaron a usarla a una edad temprana; el 56 por ciento la habían usado antes de los 14 años y el 92 por ciento antes de los 18. Un estudio de los usuarios adultos de marihuana encontró que había beneficios similares entre un tratamiento de 14 sesiones de terapia cognitiva-conductual realizada en grupo y un tratamiento de 2 sesiones individuales que incluía entrevistas de motivación y consejos sobre cómo reducir el uso de la marihuana.


La mayoría de participantes eran hombres de alrededor de 30 años, que habían fumado marihuana a diario por más de 10 años. Al aumentar el conocimiento de los pacientes sobre los factores que fomentan el uso de la marihuana, ambos tratamientos buscaban ayudar a los pacientes a crear estrategias para evitar este comportamiento.


El uso, los síntomas de dependencia y los problemas psicosociales disminuyeron por lo menos por un año después de ambos tratamientos. Alrededor del 30 por ciento de los usuarios mantuvieron la abstinencia durante el último período de 3 meses de seguimiento. Otro estudio sugiere que darles incentivos a los pacientes en forma de vales o comprobantes que pueden canjear por bienes como boletos para el cine, equipos de deportes o entrenamiento vocacional, puede mejorar los resultados del tratamiento. Aunque actualmente no existen medicamentos para tratar el abuso de la marihuana, los descubrimientos recientes sobre cómo trabajan los receptores del THC han aumentado la posibilidad de eventualmente desarrollar un medicamento que bloquee los efectos intoxicantes del THC. Tal medicamento podría utilizarse para prevenir una recaída en el abuso de la marihuana al reducir o eliminar su atractivo. El estudio de observación del futuro financiado por NIDA evalúa anualmente el uso de drogas por estudiantes de 8%, 10% y 12% grados de secundaria y adultos jóvenes en todo el país. Después de disminuir por más de una década, el uso de marihuana entre los estudiantes comenzó a aumentar a principios del decenio de los 90.


Entre 1996 y 1997, el uso de marihuana al menos una vez (uso durante la vida) por los estudiantes de 10° y 12° grados aumentó, continuando la tendencia observada en años recientes.


La tasa de uso de marihuana durante la vida es la mayor que se ha registrado desde 1987, pero todas las tasas de uso permanecen bien por debajo de las observadas a fines de los años 70 y principios de los 80. El uso de marihuana durante el último año y durante el último mes no cambió significativamente entre 1996 y 1997 en ninguno de los tres grados, lo que sugiere que podrían estarse moderando los marcados aumentos de los años recientes.


El número de estudiantes que usaron marihuana a diario en el último mes aumentó entre los estudiantes de 9º grado, pero disminuyó entre los de 8° grado; este modelo de aumento en el uso por los estudiantes mayores y de estabilidad o disminución en el uso por los estudiantes más jóvenes se observó en varios indicadores en el estudio realizado en años anteriores

3 comentarios:

Unknown dijo...

Mi pareja fuma marihuana, y tenenos un bebe de 15 mese, me podrian decir, si eso afecta al desarrollo y crecimiento de mi bebe, como yo mi bebe aspira involuntariante e indirectamente el humo del porro. Estoy muy preocupada!!!

Galsuinda dijo...

Es evidente que perjudica su salud a una edad tan tierna. Si en tu país hay alguien que ayude a desintoxicar, mira ver si pueden ayudar a tu pareja. Se ha infravalorado demasiado el consumo de marihuana y hay que poner coto a esto.

Te deseo lo mejor para ti, tu pareja y tu bebé

Unknown dijo...

un chico k conosco se mete marihuana y sinseramente me preocupa