sábado, 18 de diciembre de 2004

La Fundación “El Buen Samaritano”, un arma más de la Iglesia en la lucha contra el SIDA

Redacción - 18/12/2004 Ayer se presentó en el Vaticano la nueva iniciativa católica para combatir el contagio y la extensión de la plaga del sida, principal causa de muerte en personas entre los 15 y los 49 años. El presidente del Consejo para la Pastoral de la Salud, el cardenal Javier Lozano Barragán, aseguró ayer que el Sida es la "patología del espíritu" del siglo XXI, por lo que hay que combatirlo de manera responsable potenciando “la educación en el respeto del valor sagrado de la vida, la formación de una práctica correcta de la sexualidad y la observancia de la castidad.

En su lucha contra la propagación y padecimiento del sida, el Vaticano ha creado la Fundación “El Buen Samaritano”. La Fundación está gestionada por el Pontificio Consejo para la Pastoral de la Salud, que preside el cardenal mexicano Javier Lozano Barragán, encargado de presentarla ayer ante los medios de comunicación. El prelado aseguró que su objetivo es ayudar económicamente a los enfermos más necesitados, en especial a los de sida, cumpliendo el mandato de Cristo "curad a los enfermos y realizar un gesto de amor solidario en favor de los más abandonados".

El cardenal Lozano subrayó que el sida es una de las más devastadoras epidemias de este tiempo, un drama humano que por su gravedad y extensión es uno de los mayores desafíos de la sanidad mundial. Aportó los datos más recientes sobre la propagación de la enfermedad en los que se vislumbraba que, desde su aparición, en la década de los años 80, más de 22 millones de personas han muerto en el mundo debido al sida y actualmente 37,8 millones de personas están infectadas con el virus. En 2002 murieron casi tres millones de personas y se infectaron cinco millones más. El prelado resaltó que entre 2001 y 2003 15 millones de niños quedaron huérfanos debido a esa enfermedad y que para el 2010 se prevé que sólo en África subsahariana 18,4 millones de niños queden huérfanos debido a lo que se está convirtiendo en una epidemia.

Monseñor Lozano Barragán resaltó los llamamientos del papa Juan Pablo II para afrontar la enfermedad y subrayó que la Iglesia Católica siempre ha contribuido a luchar contra el sida, prueba de ello es que el 26,7 por ciento de los hospitales de todo el mundo donde se combate el sida son católicos. A pesar de los esfuerzos, añadió el cardenal, esos centros católicos no tienen los recursos suficientes para las medicinas que se necesitan, que, además, no bastan para cubrir las urgentes necesidades que se presentan. “De ahí que hayamos visto la necesidad de crear la Fundación”, aseguró. Juan Pablo II ha dado los primeros cien mil euros a modo de donativo, tras lo que el purpurado pidió a todos los católicos, gentes de buena voluntad, a las diócesis del mundo y a las instituciones de la Iglesia que contribuyan a la Fundación. "Es el regalo más apreciado que podemos ofrecer al Niño Jesús", dijo monseñor Lozano Barragán.