domingo, 5 de febrero de 2006

Disminuyen por primera vez los casos de sida en Zimbabue

Actualizado viernes 03/02/2006 12:43 (CET)

ELMUNDO.ES DPA
En el sur de África, en Zimbabue, los científicos han registrado, por primera vez en muchos años, un retroceso significativo en el número de infectados por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), lo que supone una luz de esperanza en un continente especialmente castigado por el sida.

En el este de Zimbabue, la proporción de infectados por el VIH cayó entre 1998 y 2003 del 23% al 20,5%, según recogen el doctor Simon Gregson y su equipo, del Imperial Collage de Londres y del Instituto de Investigaciones Biomédicas de Zimbabue, en un artículo publicado en la revista 'Science'.

El estudio comprueba por primera vez la tendencia positiva que ya se esbozaba para Zimbabue en el último informe de ONUSIDA sobre la situación del sida en el mundo. A pesar de que la población sufre actualmente la peor crisis en la historia, el país se destaca del resto de sus vecinos por sus cifras alentadoras en relación con el sida.

Los científicos consideran que esta situación se debe, principalmente, a un cambio en la conducta sexual de los ciudadanos. Según indican en el trabajo, los hombres y mujeres jóvenes esperan ahora más tiempo para iniciarse en la vida sexual y cambian con menos frecuencia que antes de pareja.

"Aunque no lo podemos asegurar con toda certeza, pensamos que el creciente temor al VIH y al sida han influido en estos cambios de comportamiento, junto con el importante papel que también han jugado los servicios de información, comunicación e infraestructuras de Zimbabue", afirma el doctor Gregson.

Jóvenes más prudentes
Para el estudio, los expertos entrevistaron a 9.454 personas. Los cambios de comportamiento observados son especialmente evidentes entre los jóvenes zimbabuenses con buena formación. En el grupo de los hombres de entre 17 y 29 años, la disminución de las infecciones por VIH en el periodo estudiado fue del 23%, mientras que en las mujeres de entre 15 y 24 años, cayó un 49%.

El estudio revela que entre los chicos de 17 a 19 años, sólo el 27% ha tenido su primera experiencia sexual, un porcentaje que cae del 21% al 9% en el caso de las mujeres de entre 15 y 17 años. Al mismo tiempo, el número de adultos que reconoce tener una relación sexual esporádica ha pasado del 49% al 22%.

Sin embargo, la cifra de afectados por el sida aún es alta. En total, en 2003 (los datos disponibles más recientes) se consideraba que 1,8 millones de los 12 millones de habitantes de Zimbabue estaban infectados.

Evitar 30 millones de contagios
Los países más afectados por el VIH/sida son los del África subsahariana. Además de Zimbabue, los programas de educación y prevención también han reducido levemente la proporción de infectados con VIH en Kenia y Uganda, según el informe mundial sobre sida.

Con la creación de programas de prevención focalizados se podrán evitar en los próximos 10 años unas 30 millones de infecciones por VIH en todo el mundo, de las cuales un 20% serían en África, escriben expertos encabezados por Peter Ghys del programa de lucha contra el sida de la ONU (ONUSIDA) también en 'Science'.

Para los programas de educación, que se deberían concentrar en los riesgos de transmisión del sida a través del sexo y el uso compartido de jeringuillas con drogas, se necesitan unos 122.000 millones de dólares (100.000 millones de euros).

Con el costo de 3.900 dólares (algo más de 3.000 euros) por cada caso evitado de VIH se podrían ahorrar en promedio 4.700 dólares (casi 3.900 euros) de tratamiento y cuidados, calculan los científicos.

"Nuestro análisis sugiere que tanto los países afectados como los donantes deberían elaborar lo más rápido posible los programas de prevención", concluyen los expertos.

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Fuera complejos y prejuicios en la lucha contra el SIDA






por Pedro Pérez Cárdenas

En la lucha contra el sida abundan los prejuicios. Las personas, organismos o autoridades que se creen libres de complejos, resultan ser los que mas los padecen. Pero la verdad se acaba imponiendo y son ya muchos los países que reconocen que la fidelidad matrimonial y el retraso de la edad de relaciones sexuales son las autenticas pautas eficaces de lucha contra el sida.




De todos es conocido, a pesar del velo de silencio que la ONU ha tratado de poner, que Uganda es el país que claramente está venciendo al sida. Allí, en doce años, ha descendido en 25 puntos ( del 30% al 5 % ) el porcentaje de mujeres embarazadas a las que, después de un análisis, se le informa que son portadoras del sida. Este dato es claramente revelador para saber cómo va la epidemia en un país. En muchos otros países, los gobiernos se conforman con proporcionar datos parciales; sólo informan del numero de enfermos de sida, y su incidencia año por año. Pero, lo que realmente interesa para ver el curso de una epidemia, no son los datos de los que se están muriendo, sino el número de afectados por el virus.

Las razones que han producido este éxito son las campañas diferentes que el presidente de Uganda ha hecho llegar a sus ciudadanos. Los ugandeses no han querido ser tratados como monos promiscuos, ( así parece que Occidente les juzga ) sino que han demandado dignidad, siendo los valores familiares los ampliamente promovidos.

El último informe de la ONU sobre la situación del sida en el mundo, reconoce que son pocos los lugares donde la incidencia de la infección ha disminuido, pero en los lugares donde lo ha hecho ha sido por que se ha conseguido aumentar el promedio de la edad en la que una persona se inicia en el sexo, y se ha conseguido unos índices de fidelidad, o sea de pareja estable, más altos.

Vamos a hablar de otro continente, para que no sea siempre África. Los datos de la enfermedad en América Latina y el Caribe pertenecen al reciente informe "Situación de la Epidemia de Sida 2005", elaborado por la Organización Mundial de la Salud y el Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre VIH/Sida (ONUSIDA). El informe indica que la cantidad de personas portadoras de VIH/SIDA en la región pasó de 1.6 millones a 1.8 millones entre el 2003 y el 2005. También se señala que 66,000 personas murieron el último año por este mal y que hay 200,000 infectados nuevos este año.

Los mayores contribuyentes a la epidemia en América Latina son tres países grandes: Brasil, Argentina y Colombia. Sólo Brasil, con 184 millones de habitantes, tiene un tercio de los infectados de la región. El contagio se da principalmente por relaciones sexuales.

No obstante, es en los pequeños países de América Central y del Caribe donde se registran los mayores porcentajes de afectados. En Belice, Guatemala y Honduras, entre 1% y 2% de los adultos están infectados.
Los únicos datos positivos son que la tasa de la pandemia haya bajado en países como Barbados, Bahamas, Bermuda, Cuba, Haití y República Dominicana.

A pesar de la pobreza y la marcada inestabilidad política en Haití, entre 1993 y 2004 la prevalencia de VIH cayó de 9% a 3.7% en mujeres de zonas urbanas de Haití. Esa tendencia también se observó en zonas rurales, aunque en menor proporción. Hay un cambio en el comportamiento sexual de los haitianos.

Según el estudio —presentado el 1 de diciembre, Día Mundial del Sida— una mayor proporción de adultos haitianos se abstiene hoy de tener relaciones sexuales (pasó de 7% a 11% en 10 años), y hay además un mayor porcentaje de personas con una sola pareja (el índice pasó de 37% a 45% entre los hombres y de 20% a 32% entre las mujeres).

Ójala estos datos sigan mejorando, si no lo impiden las habituales costumbres licenciosas de las que suelen hacer gala las tropas de pacificación que la ONU.

Otro signo de cambio se ha producido en Unicef . Esta entidad que tanto bien hacía por la humanidad y la infancia en particular, se ha visto durante años arrastrada por directrices internacionales superpoderosas como en Fondo Mundial de la Población, pero decididamente ya reconoce que el único método eficaz contra el sida es la abstinencia. En realidad no es novedad, es hacerse eco de lo que otros silencian, pues ha sido siempre la primera de las recomendaciones tradicionales de la OMS en la prevención del SIDA.

Unicef publica en su web, "El único método que ofrece la seguridad al 100% de no contraer el VIH durante un contacto sexual es la abstinencia. Para la mayor parte de los jóvenes, esto significa en la práctica retrasar la edad en que se tienen las primeras relaciones sexuales".

En un documento de su página web, se refiere también a la fidelidad como factor de protección para la pareja, siempre que ninguno de los dos haya sido infectado previamente por el virus. Por último, UNICEF coloca los preservativos, pero advierte que "como a veces se rompen o se salen, no son un método 100% seguro".

Los prejuicios proceden, otras veces, de asociar a la moral católica las medidas eficaces contra el sida. Y con un engañosos silogismo que tiene de premisas:

La moral católica aconseja abstinencia y fidelidad
Yo no soy católico, o no quiero serlo comprometido,

Concluye con un falso:

Yo no debo abstenerme ni ser fiel

A las personas que se engañen con ese falso silogismo habría que hacerles recapacitar, al menos, sobre aquello que tanto recomendaba Luis Herrero, “La verdad es verdad la diga Agamenón o su porquero”

En la India, que es un país básicamente no cristiano, demuestra por estas fechas, que se puede vivir sin prejuicios cuando se afronta la lucha contra el Sida. Allí, la Iglesia católica ha adoptado un ambicioso programa de lucha contra el sida, y las autoridades civiles apoyan a las religiosas en la promoción de la abstinencia antes del matrimonio. La India tiene ya 5.1 millones de infectados VIH.

El nuevo programa se presentó el pasado julio, con asistencia del ministro de Sanidad y Bienestar Familiar, Anbumani Ramadoss. La Iglesia se compromete a incluir el tema del sida en los planes de estudios de todos los seminarios y casas de formación, e implicar a las 20.000 instituciones educativas católicas –en las que estudian 10 millones de jóvenes– en la prevención del sida, fomentando además que en todas las parroquias de la India los jóvenes firmen "compromisos de abstinencia hasta el matrimonio". Además, las 3.000 instituciones sanitarias de la Iglesia fomentarán el respeto de la dignidad de las personas afectadas por el virus, y crearán un ambiente adecuado para su tratamiento.

El ministro aseguró que es fácil crear hospitales, escuelas y otras instituciones en las ciudades, pero hacerlo "en los lugares más remotos y gestionarlos eficazmente ayudando a toda la comunidad, es una tarea tremenda, así que quiero felicitar a toda la comunidad cristiana de nuestro país por este gesto noble". El 85% de las instituciones médicas católicas se encuentran en ámbitos rurales adonde no llega "el actual "boom" económico de India", según precisó el arzobispo Bernard Moras, presidente de la Comisión Episcopal de Sanidad. 65 hospicios y centros de apoyo están dedicados exclusivamente a la atención de afectados por el sida.

La agencia del gobierno responsable de la lucha contra el sida (NACO), ha reconocido públicamente que "los programas sobre el sida en la India no pueden triunfar sin el apoyo de la Iglesia católica", que gestiona el 22% de las instituciones sanitarias del país, donde trabaja el 27% de los profesionales del ramo. El primer ministro de la India, Manmohan Singh, habló en este sentido al afirmar, en noviembre de 2004 ante un "parlamento de jóvenes" reunido en Nueva Delhi, que es preciso un cambio en las costumbres, evitando la promiscuidad sexual y el sexo antes del matrimonio, a modo de "vacuna social de educación e información".

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Paralelismos en la difusión del kuru y el Sida


Durante los siglos pasados, los nativos de Nueva Guinea sufrían una rara enfermedad, el kuru, con síntomas similares a los de las "vacas locas". Los médicos del primer mundo descubrieron que su causa era el canibalismo, es decir, que los pobres indígenas se comían las entrañas de sus enemigos, crudas, o mal cocinadas. Existían dos posibles soluciones: la primera -lógica- abandonar aquella práctica macabra cambiando de hábitos y la segunda -inmoral- seguir con el canibalismo pero cocinando la carne humana en una "olla exprés". Todo el mundo adoptó la primera y el kuru desapareció de la isla.

Hoy sufrimos otra enfermedad vinculada a una conducta anómala: que el sida que se transmite debido a la promiscuidad homo y heterosexual. Las soluciones son parecidas a las del kuru: la primera, abstinencia fuera del matrimonio y fidelidad dentro de él, y la segunda, aislar técnicamente, mediante el preservativo, a los individuos que van a practicar el sexo promiscuo. Muchos prefieren la primera solución, es decir, cumplir la ley natural que prescribe que las relaciones sexuales, siempre dentro del matrimonio, deben estar abiertas a la transmisión de la vida. Otros adoptar la segunda.

Lo que resulta incomprensible es que los del segundo grupo critiquen y censuren a los del primero, amenazándoles incluso con recurrir a los jueces, con la acusación de que, al descartar el preservativo, lo que pretenden es facilitar la difusión de esa penosa enfermedad. ¿Qué pensaríamos de los caníbales de Nueva Guinea si persiguiesen judicialmente a los que han elegido no serlo? ¿Acaso no merecen todo el respeto a las personas que adoptan una postura tan noble, elegante y sobria frente a la propagación del sida?

José María Macarulla

Catedrático de Bioquímica y Biología Molecular

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