martes, 8 de marzo de 2005

Sexo seguro: "Se nos rompió el condón"

Arrasa la píldora poscoital entre santiaguesas tras el sexo de riesgo... y si es sida ¿qué hacen?

"Se nos rompió el condón", es la socorrida frase utilizada, sobre todo los lunes, por parejas de adolescentes que acuden al Centro de Orientación Familiar (COF) en busca de un remedio a un posible embarazo. La salvación para ellos está en la píldora postcoital.

Sólo en el COF de Fontiñas, que cubre el área sanitaria de Compostela, una media de cuatro jóvenes cada día solicitan la píldora del día después. Las últimas estadísticas, del año 2003, cifran en 902 las solicitantes de este método, aunque también apuntan el aumento de peticiones durante el pasado año.

La rotura del condón, el mal uso de éste o, simplemente, el no haber usado ni éste ni ningún otro método anticonceptivo, lleva a cientos de jóvenes, muchas de ellas adolescentes, entre 14 y 16 años, a acudir al COF buscando una solución.

Varios especialistas, como el ginecólogo gallego José Luis Doval, presidente de la Asociación Española de Contracepción, aseguran que "muchos de los jóvenes saben que existen métodos anticonceptivos, pero no hay educación sexual". Así, indican que muchos adolescentes usan métodos de barrera, "pero si conocen a alguien a las cuatro de la madrugada y no tienen un preservativo, no saben decir no".

Por este motivo, subrayan la necesidad de ofrecer una mayor información sexual a los jóvenes "porque la opción de tomar la píldora postcoital debe ser la última y nunca como método anticonceptivo. La primera opción deben ser los preservativos, que además impiden el contagio de enfermedades de transmisión sexual, como el sida", indican.

La concejala de Asuntos Sociales del Ayuntamiento de Santiago, Adelaida Negreira, aseguró que en Raxoi se da gratuitamente la citada píldora a mayores de 25 años "tal y como aprobaron en su día los gobiernos socialistas". Sobre la necesidad de facilitarla a menores de esa edad, recordó que el Centro Xoven, donde podría darse, no funciona en Santiago desde hace dos años. "Estamos estudiando este tema para poder ofrecer una solución", apuntó.
MAR MERA. SANTIAGO