martes, 24 de noviembre de 2009

La estigmatización social repercute en el autoestima de las mujeres con VIH

El miedo a la discriminación social, familiar, laboral y sexual es el principal estigma del VIH, según han manifestado las cerca de cien mujeres reunidas en el II Foro Nacional para Mujeres con VIH celebrado en Benidorm.





A través de sus vivencias personales las mujeres han ratificado que su día a día no es fácil y que el sentimiento de culpa aflora constantemente y es producto de la reacción negativa de la sociedad. Muchas de ellas han afirmado que se han visto obligadas a ocultar su realidad para evitar ser rechazadas. Según María José Fuster, miembro de la Asociación Amigos y responsable del área de investigación de Seisida, "estas emociones son producto de la interiorización de la visión negativa que tiene la sociedad y son expresados en términos de culpa o vergüenza". El deterioro físico se percibe como el principal factor estigmatizante de la infección y provoca en la mujer un descenso de la autoestima unido a un sentimiento de inferioridad.

En este sentido, la lipodistrofia es el principal efecto adverso secundario de la medicación y de la propia infección. Según los datos de una encuesta presentada en el I Congreso Nacional de Geisida, esta consecuencia afecta a la imagen corporal del 65,6 por ciento de las mujeres. Según Piedad Arazo, de la Unidad de Enfermedades Infecciosas del Hospital Miguel Servet, y Rosa Polo, jefe del área asistencial del Plan Nacional sobre el Sida, "la lipodistrofia, un efecto secundario de la medicación, es una de las mayores preocupaciones de las mujeres, que en ocasiones han preferido dejar de tomar su medicación, con las consecuencias que ello implica".

Para evitar esta situación los expertos recomiendan buscar el tratamiento más adecuado para cada caso y apoyar a las pacientes.





Comite Independiente AntiSida