jueves, 4 de diciembre de 2008

Sida: ¿No hay forma de entendernos?


La prevención del sida es una asignatura que sigue pendiente. La tozuda realidad, con un sida en crecimiento, desaprueba los intentos de hacer disminuir esta epidemia.

De nuevo el 1 de Diciembre, día mundial de la lucha contra el sida, aunque el sida se sigue transmitiendo cualquier día del año.

Veintisiete años han pasado desde que conocemos la epidemia, y han bastado para que mueran veintisiete millones de personas, además de las 34 millones que viven infectadas del VIH.

En España ha causado escándalo un libro para jóvenes sobre la prevención del sida, escrito por médicos del famoso hospital Carlos III, donde se aconseja abstinencia y fidelidad. En Chile, menos escándalo ha causado el que un homosexual con sida relate que en pocos años ha tenido miles de parejas.

Si juzgáramos las cosas desapasionadamente, sin ideologías que quizá desvíen nuestras conclusiones, deberíamos estar de acuerdo en que unos modos de vivir son más cercanos al sida, y otros menos. No toda actividad tiene el mismo riesgo. Por ejemplo, un seguro de vida sería más caro para el que trabaja en un circo con los leones, que para el administrativo que esta sentado todo el día en su oficina.

Un gobierno laico, neutro, que solo apueste por cuidar la salud de los ciudadanos, debe promocionar modos de vida saludables. Pero claro, si este gobierno se deja llevar por doctrinas hedonistas, por el dios placer, que manda antes morir que subir la bragueta...

El gran punto de divergencia en los modos de encarar la prevención del sida, son los principios de partida, humanistas, hedonistas, consumistas, etc.

Si el razonamiento citado anteriormente, - de que deben promocionarse modos de vida sano, y desanimar las conductas peligrosas -, no fuera aceptado, por el gran poder de los prejuicios, ofrezco un plan B.

La libertad de cada individuo conlleva responsabilidad con las consecuencias de los actos, ¿todos de acuerdo? Si alguien vive de una forma 50 veces mas proclive a enfermarse de sida que yo, debería pagar un seguro médico 50 veces más caro que yo. Si esto no ha ocurrido, y la persona resulta finalmente infectada, entonces debería pagar todos los costes de tratamiento. Eso sería lo justo, ¿no es cierto?

Este plan B tiene dos puntos débiles en mi contra, pero estaría dispuesto a asumirlos.
Uno de ellos es que tus modos de vida podrían alcanzar a enfermarme a mi, si tu sangre, por ejemplo, se pone en circulación para transfundirse. Por otro lado, está tu creciente proselitismo que puede alterar a los míos. Tanto poder tienes que muchos otros libros están casi promocionando la masturbación, la homosexualidad, etc. y nadie abre una investigación.

Aquí va, entonces, este guante para quien lo tome.

Larga será la lucha contra el sida, si no hay un fármaco o vacuna milagro, que no se ven en el horizonte. Lo que se precisaría es un cambio cultural, pero mucho cerebro anda con el freno de mano puesto, y ni siquiera se fija en los pocos países como Uganda que triunfan contra el sida.

Yo no pierdo la esperanza, estoy convencido que al final la necesidad se hará virtud.

Pedro Pérez
Presidente del Comité Independiente Antisida



Comite Independiente AntiSida

La cocaína es la responsable del 50 por ciento de todas las urgencias relacionadas con el consumo de drogas

Así se desprende de dos estudios publicados en el último número de la revista Emergencias editada por la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias

Madrid (4-12-08).- La cocaína es la responsable del 50 por ciento de todas las urgencias relacionadas con el consumo de drogas. Asimismo, hasta un 19,7 por ciento de los pacientes que consultan los servicios de urgencia por un dolor torácico cardiaco o traumatismo ha consumido cocaína pero no lo manifiesta. La mayoría de estos pacientes tienen en torno a los 30 años y son mayoritariamente varones. Así lo revelan los datos de dos estudios publicados en el último número de la revista Emergencias, que edita la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (SEMES).

Este elevado consumo de cocaína supone una crisis política, social y de salud pública de grandes dimensiones y que además ha consumido en los últimos seis años una apreciable cantidad de recursos médicos. Además, los médicos de Urgencias son constantemente puestos a prueba por las complejas necesidades médicas de los pacientes consumidores de cocaína.

En los trabajos publicados en la revista se concluye que esta atención genera un importante número de consultas y que los síntomas predominantes manifestados por estos pacientes son tanto de naturaleza neuropsiquiátrica como cardiovascular. Desde esta publicación se transmite el mensaje de que los médicos pueden contribuir al mejor entendimiento del impacto social, político y económico que supone este problema, entender los riesgos que suponen para nuestros pacientes y ser conscientes de sus efectos clínicos y las implicaciones terapéuticas.

Asistencia sanitaria a inmigrantes

Por otra parte, también se ha publicado en la revista un artículo sobre la atención sanitaria de inmigrantes subsaharianos en Canarias que da a conocer que la mayoría de los inmigrantes que llega a las Islas lo hace en buenas condiciones de salud, ya que sólo el 18 por ciento de ellos precisa asistencia sanitaria en Atención Primaria.

Se trata de los primeros trabajos sobre esta situación de emergencia sanitaria y social publicada en una revista biomédica. En ellos, Emergencias pone énfasis en desmentir, con estos datos, bulos sobre supuestas enfermedades infeccionas que traerían estos inmigrantes, al tiempo que alerta sobre dos aspectos de contenido social: la complicada situación, por el riesgo de marginalidad, de los menores de edad no acompañados que no pueden ser repatriados y el drama que supone este fenómeno porque quizá un tercio de las pateras o cayucos con inmigrantes con rumbo a Canarias desaparecen en el mar.


Comite Independiente AntiSida

Estados Unidos alcanzó su meta de tratar a dos millones de personas con sida

Bush y el Congreso iniciaron el programa de emergencia para la ayuda de personas con sida (PEPFAR) en 2003, para el que comprometieron 15.000 millones de dólares en el tratamiento de 2 millones de personas durante el plazo de cinco años

Madrid (4/12/08).- Según informó el presidente norteamericano, George W. Bush, quien destacó así uno de los puntos fuertes de su gestión antes de dejar la presidencia el próximo mes, Estados Unidos ha alcanzado la meta de tratar a 2 millones de personas infectadas con el virus del sida. Cuando comenzó el programa sólo unas 50.000 personas de Africa recibían ayuda estadounidense.

El "PEPFAR está llevando esperanza y tratamiento a personas alrededor del mundo", la meta fue alcanzada en septiembre, y se trata de la mayor iniciativa internacional en salud dedicada a una sola enfermedad", indicó el mandatario, el cual añadió que Estados Unidos también ha ayudado a cerca de 10 millones de personas afectadas por el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) y que más de 237.000 niños lograron nacer libres del virus a pesar de que sus madres estaban infectadas.

Más tarde, en un foro de salud mundial, Bush dijo que PEPFAR también está dentro del interés de la seguridad nacional estadounidense, debido a que los milicianos tratan de aprovecharse de la falta de esperanza que provoca la enfermedad, en un esfuerzo porque sus causas sean apoyadas. "No hay nada más falto de esperanzas que ser un huérfano, por ejemplo, cuyos padres han muerto de sida, y que se esté preguntando si acaso habrá o no un futuro para él", explicó.

"Por ello es parte de nuestro interés de seguridad nacional ocuparnos de la falta de esperanza donde podamos encontrarla", añadió el mandatario. En julio, Bush firmó una nueva ley para expandir el PEPFAR, comprometiendo hasta 48.000 millones de dólares (38,000 millones de euros) durante los próximos cinco años para tratar y prevenir el sida, la tuberculosis y la malaria en Africa y otros lugares
Comite Independiente AntiSida