viernes, 31 de diciembre de 2004

¡ FELIZ 2005 !

¡ FELIZ 2005 !

El Comité Independiente Antisida desea a todos nuestros suscriptores repartidos por todo el mundo, un feliz año 2005. No podemos claudicar ante el hecho de que cada día se contagien de sida en el mundo 15.000 personas. Deseamos un mundo mejor, un mundo con salud y con paz. Enviamos los siguientes deseos de un escritor, redactados para nuestro Boletín.

Entramos en el dos mil cinco. Hace cuatrocientos años, un viejo soldado concibió la historia de un hombre bueno que decidió edificarse un mundo a la medida de su corazón. Desde entonces, don Quijote ha servido para explicar muchas cosas acerca de nosotros mismos. ¿Qué podemos aportar, desde una tribuna dedicada a luchar contra el sida, al año del Quijote?

Se me ocurre que eso de romper con la realidad para fabricarse una nueva que coincida con nuestras aspiraciones es algo que está por encima de los tiempos. En eso, Cervantes nos retrató en alta definición, con trazo definitivo. El pobre Alonso Quijano quiso ser un paladín y pensó el mundo como un campo de honor. Hoy otros, con apetencias menos nobles, nos quieren hacer ver que la vida es como la retratan en esa publicidad institucional con que nos han regalado en el último 1 de diciembre: ese que en alguna ocasión llamé "el día de los tramposos", porque bajo capa de lucha contra el sida se ocultan espurios intereses que van de lo ideológico a lo monetario. Se desearía un mundo a lo Sade y por ello se bombardea al ciudadano con una propaganda para prostitutas, en lugar de atenerse a lo real y explicar cuáles son las causas y el proceso de expansión de la enfermedad, así como las conductas adecuadas para su prevención.

Es posible que don Quijote haya gobernado a España en la época de Cervantes. Felipe II fue un Quijote embarcado en empresas caballerescas. Hoy nos rigen otros alucinados a los que ni de lejos quiero comparar con el caballero manchego, con su autor ni con el "rey prudente", por un mínimo de decoro; pero que también se dedican a liberar galeotes y atropellar inocentes en su delirio, cuando llaman verdugos a quienes de verdad combaten la lacra del sida y se dedican a mostrar las auténticas soluciones. Que nuestro deseo de felicidad para este 2005 incluya la esperanza de que no haya que esperar diez años para que los visionarios recuperen la cordura, exclamando, como don Quijote en 1615: "¡bendito sea el poderoso Dios, que tanto bien me ha hecho!"

Jesús Sanz Rioja - escritor

Razones para preservarse del preservativo

Hemos encontrado este análisis matemático acerca de cómo podrían ir aumentando el número de personas contagiadas de sida. Creemos que tiene algún defecto el análisis, pero animamos a cualquier matemático a que hiciera un estudio más serio usando también cálculo diferencial. Estamos a su disposición.


Noticias.com

Hemos estado escuchando estos últimos meses, en especial a propósito de las jornadas internacionales contra el SIDA, lo mucho que se equivocaba la Iglesia al criticar el uso del profiláctico y lo "irresponsable" de un tal posicionamiento. La demagogia puede tener sus motivos para atacar a esa institución, pero la moral cristiana cuenta para su defensa con sólidas razones, proporcionadas por las cifras objetivas.

Examinemos los efectos de la planificación familiar promovida por el "progresismo" a través de dos casos, uno simple y otro complejo, a los que nos referiremos respectivamente como "Caso 1" y "Caso 2".

Caso 1.

Supongamos que la población sexualmente activa en un país X es de 100 millones de habitantes. El preservativo tiene una eficacia aproximada del 80%, aunque se vea notablemente reducida en países con una educación sexual deficiente. Un tercer dato, que podemos ignorar por ahora, es la frecuencia con la que un habitante de ese país mantiene relaciones sexuales. A mayor frecuencia, mayor posibilidad de infección.


Así que, en el mejor de los casos, la apuesta por el preservativo arroja 20 millones de infectados por el virus del SIDA en los próximos años.


Éste es el genocidio, en base hipotética, de los amigos del condón.

Caso 2.

Ahora digamos que en África, cuya población sexualmente activa asciende a 300 millones, un joven representativo logra un promedio de cuatro relaciones al año, que es más o menos el doble de las que mantendría un occidental en el mismo tiempo. Admitamos, sin embargo, que el ritmo de relaciones decrece al hallarse una pareja estable, cosa que puede suceder a los veintiséis años. Se reduce, pues, a una relación extraconyugal cada dos años, de modo que tenemos:

Fase A: De los 14 a los 26: 4 relaciones prematrimoniales al año.


Fase B: De los 26 a los 44: 1 relación extraconyugal cada dos años (asimilamos a cero el riesgo de la pareja estable).


Para la fase A (12 años) habría 48 infecciones potenciales (12 por 4). Disminuyamos la cifra a dos tercios, pues no todas las relaciones son de riesgo (hay un tercio de infectados en el África Subsahariana, y una relación la constituyen al menos dos personas). Es decir, 32 infecciones potenciales, que el factor de riesgo al 20% dejaría a 6.4 entre 12 años, esto es, a 0.53 por año.

Para la fase B (18 años) nos quedarían sólo 9 infecciones potenciales (18 entre 2). Reducidas a dos tercios, dan 6; de las cuales, substrayendo el factor de riesgo del 20%, nos quedan 1.2 entre 18 años, por lo que obtenemos un total de 0.06 infecciones potenciales por año.

Ahora imaginemos que de esos 300 millones de personas sexualmente activas, 220 están en la fase A y 80 en la fase B, lo cual es perfectamente verosímil. Así, tendríamos 116.6 millones (220 millones por 0.53) y 4.8 millones (80 millones por 0.06) de infecciones potenciales en los dos grupos. Ambos montos arrojan 121.4 millones de infecciones potenciales cada año.

Pero, podría contestarse, nadie puede quedar infectado más de una vez. Y es cierto. Concedamos que de los 121.4 millones de infecciones potenciales, sólo el 40% se realizan. Luego, se convertirían en 48.6 millones de infectados anuales, que es una cifra harto considerable. Ello sin contar con el incremento anual del factor de riesgo, de rápida tendencia ascendente a medida que aumenta el número global de seropositivos.



Conclusión.

El preservativo es, para entendernos, la vía libre o "bula" a las relaciones prematrimoniales y extraconyugales. Ha quedado claro que las relaciones seguras entre cónyuges o parejas de hecho consolidadas reducen el riesgo a cero, o, en caso de infidelidad, lo disminuyen grandemente. Usar preservativo en dichos supuestos puede ser útil a efectos de planificación familiar, pero no de evitar el contagio, si ambos miembros están sanos. Y ése es el tema que estamos tratando aquí.


El "progresista" asume en primer lugar que los hombres (no digamos ya los de los países subdesarrollados) son promiscuos por naturaleza. En segundo lugar, que la política de la Iglesia resulta "antinatural" por pretender circunscribir las relaciones sexuales al matrimonio. Pero él, el librepensador, está muy lejos de no intervenir en la libertad individual, y en tanto que interviene, incide a efectos demográficos, económicos y sociales. Ahora bien, mientras que el preservativo contribuye a fijar esa promiscuidad de la que hablamos, la Iglesia consigue lo contrario, diluirla. O al menos lo intenta. Y lo lograría con mayor facilidad si 1) la población africana fuera plenamente consciente de los peligros del SIDA, y 2) no adquiriera una falsa seguridad gracias al profiláctico. Se ha demostrado, además, que la promiscuidad es la causa principal del contagio, y que el preservativo ni es capaz de reducirla -más bien la fomenta- ni elimina el riesgo al cien por cien.

lunes, 27 de diciembre de 2004

El sida tiene un alto impacto en la población inmigrante


El último congreso de la Sociedad Gallega Interdisciplinaria de Sida, ha afirmado que en algunas zonas españolas, el 40 % de los nuevos casos de sida corresponden a población inmigrante. La edad media del paciente con infección por VIH es de 44 años, y sigue aumentando la transmisión heterosexual.

Diariomedico.com Éstas son algunas de las conclusiones más destacadas del último congreso de la Sociedad Gallega Interdisciplinaria de Sida y que ha resumido para DM José Domingo Pedreira Andrade, presidente de esta sociedad científica y jefe del Servicio de Medicina Interna B del Hospital Juan Canalejo de A Coruña.

En el congreso se han presentado informes y estadísticas que confirman el aumento de la transmisión de la enfermedad por vía heterosexual. En Galicia, el 50 por ciento de los nuevos casos en mujeres y el 33 por ciento en hombres obedecen a esta causa. Las cifras pueden extrapolarse a nivel nacional, según Pedreira, quien ha dado a conocer otro dato que viene a ratificar la tendencia: sólo el 8 por ciento de los nuevos seropositivos son adictos a las drogas. "Va a convertirse en una enfermedad heterosexual. Lo venimos diciendo desde hace años pero ahora es una evidencia aplastante".

La incidencia de la enfermedad entre los inmigrantes preocupa también a los expertos.

Los datos relativos a Galicia indican que más del 10 por ciento de los nuevos pacientes con sida son inmigrantes, de los que el 80 por ciento se han infectado en su país de procedencia. "Hay lugares de España donde la población inmigrante es tan numerosa que el 40 por ciento de los nuevos casos corresponden a inmigrantes".

Medidas preventivas

En opinión de Pedreira, deben adoptarse medidas que hagan llegar a estos grupos poblacionales la información necesaria para hacer una prevención efectiva: "Muchas veces estos grupos están aislados, tienen dificultades con el idioma o miedo a que una identificación les pueda acarrear problemas. La infraestructura sanitaria tiene que adaptarse a esta realidad, aunque me consta que las autoridades están preocupadas por la situación".

Con el paso de los años se ha producido otro cambio significativo relacionado con la edad media del paciente con sida, que se ha elevado de los 20 a los 44 años. Hay dos motivos principales: la medicina actual propicia un retraso en la aparición de la enfermedad, y la transmisión heterosexual. "Ahora mismo tenemos un caso de sida en Santiago de 87 años y otro en La Coruña de más de 80. Es lógico que ocurra porque es una enfermedad de transmisión sexual".

Además, algunos estudios están poniendo de relieve que las personas mayores toman menos "medidas preventivas" que las jóvenes: "Uno de los trabajos que se expusieron en la reunión indicaba que un 70 por ciento de los jóvenes utiliza preservativo para mantener relaciones sexuales, mientras que sólo el 50 por ciento de los mayores lo hacen".

Una de las cifras que se mantiene desde que la patología apareció en España es que el 30 por ciento de los nuevos pacientes de sida no saben que estaban infectados por el virus.

Sin embargo, la mortalidad ha disminuido de forma sustancial. "Antes, en el Hospital Juan Canalejo teníamos 50 muertos al año y ahora ese triste número ha bajado a cuatro o seis".

Revisión histórica del VIH

José Domingo Pedreira Andrade acaba de publicar un libro que recoge la historia del sida en los últimos 20 años en la ciudad de La Coruña. El sida en La Coruña. Notas de sentir y de ver es el sugestivo título de esta obra que, sin dejar de hacer un minucioso repaso a los datos científicos, recoge las sensaciones y pensamientos del autor respecto a la enfermedad, así como las importantes manifestaciones que ha tenido tanto en el arte como en la literatura.

El libro describe lo que ocurrió con el primer caso de sida identificado en Galicia, el 4 de diciembre de 1984: "Era un drogodependiente por vía parenteral que llegó al hospital con una forma de tuberculosis rara. En aquel momento no tuve conciencia de la trascendencia que iba a tener el sida".

Preguntado por el principal resabio que le queda de estos 20 años, Andrade muestra su preocupación por una posible relajación: "El sida continúa siendo algo importante y ahora quizás la sociedad se está relajando; percibo que nos estamos despistando. Las campañas no están llegando a la población".

domingo, 26 de diciembre de 2004

A nuestros suscriptores de Argentina, en especial, les gustará saber estás declaraciones del arzobispo de La Plata

Los peligros de tratar el sexo como un juego


Misiones Online

Reflexión del arzobispo de La Plata, monseñor Héctor Aguer, en el programa
"Claves para un mundo mejor", en su emisión del sábado 18 de noviembre de 2004.

El arzobispo de La Plata, monseñor Héctor Aguer consideró que los preservativos deberían tener una inscripción que aclare que la protección que ofrecen "no es total, hay riesgos ciertamente significativos". Por ejemplo, hay estudios que demuestran que el virus del SIDA es 25 veces menor que la cabeza del espermatozoide. Dijo que "los educadores en materia sexual que recorren los colegios y les enseñan a los chicos de 13 ó 14 años que deben tratar las cosas del sexo como si fueran un juego, por lo menos debieran explicarles que se trata de un juego peligroso. Algo así como una versión de la ruleta rusa".


"En estas últimas semanas se ha tenido una fuerte campaña de reparto de preservativos por parte de los instructores de esos programas de salud sexual y procreación responsables o de los promotores de la lucha contra el SIDA.


Me parece que los autores de tales campañas tendrían que explicar algunas cosas a la población. Así como en los cigarrillos se manda por ley que cuando se hace propaganda de ellos se inscriba: "El fumar es perjudicial para la salud", también, quienes han determinado estas campañas tendrían que obligar a las empresas que fabrican estos adminículos a que en cada paquete tengan también una inscripción.


La misma podría decir, más o menos, algo así: "La protección que el preservativo ofrece no es total, hay riesgos ciertamente significativos". Y lo digo porque este es un problema sanitario y no moral sobre lo cual se ha estudiado mucho y hay decisiones que yo creo no se pueden pasar por alto.


Por ejemplo la Dra. Helen Singer Kaplan, de la Universidad de Cornell de Estados Unidos, ha escrito recientemente que "confiar en los preservativos equivale "a coquetear con la muerte" y luego se refería a los estudios que se han hecho, con microscopios, según los cuales se demuestra que el virus del SIDA es: 25 veces menor que la cabeza del espermatozoide, 450 veces más pequeños que la longitud total del espermatozoide y 60 veces más chico que la bacteria de la sífilis.


Por otra parte se sabe que hay fallas del adminículo de latex y que no se debe al mal uso del mismo. Ese mal uso, el uso incorrecto, debe ser más o menos frecuente sobre todo porque en el contexto en que se lo emplea no suele haber tanta tranquilidad y reposo, pero me refiero a fallas en la estructura misma de la materia empleada. Es así como se calcula que entre el 10% y el 15% de los usos fallan precisamente debido a eso y las cifras son más o menos parejas si se refiere al fracaso en cuanto a la transmisión de enfermedades, o al fracaso en cuanto a la prevención del embarazo.


Esa advertencia, creo que es una razón de sinceridad y de justicia para con los usuarios. Además también hay consideraciones morales para hacer pues esta impresión del sexo seguro que es lo que se quiere vender, esta promoviendo conductas y estilos de vida que están marcados por la promiscuidad, la irresponsabilidad en la actuación sexual, el acceso prematuro a la mismo sobre todo de los adolescentes a los cuales se los impulsa explícita o implícitamente a la fornicación.


Pues bien los resultados, a pesar de una propaganda que intenta acallar estas cifras, en aquellos países donde las enfermedades de transmisión sexual se han difundido de un modo pandémico, están mostrando que es necesario aquí cambiar de actitud.


Lo que ocurre es que estos educadores en materia sexual que recorren los colegios, les enseñan a los chicos de 13 o 14 años que deben tratar las cosas del sexo como si fuera un juego por lo menos debieran explicarle que se trata de un juego peligroso. Algo así como una versión de la ruleta rusa". (La Plata, DIC 20 (AICA)


viernes, 24 de diciembre de 2004

¡ Feliz Navidad !





Ya estamos en Navidad, y es buena época para hacer o pedir buenos deseos. Ojalá nos merezcamos una sociedad mejor, donde la educación y el amor nos conduzca a tiempos de paz y salud.

Que tengas unos días de paz en compañía de tus seres queridos.

Seguimos adelante con las tarea cada vez mas abundantes de nuestro Comité. Dios bendice nuestros esfuerzos, estamos seguros. ¿tú podrías hacer algo para ayudar en esta tarea?

Por ejemplo, podrías regalar una suscripción a nuestros Boletines de noticias. Basta que le añadas en nuestra web. Entra en www.sinsida.com , en suscribirse y dar de alta, y pon los datos de ese o esos amigos. Anúnciales también a ellos, que recibirán noticias interesantes, de las poco divulgadas, en tornos a estas temáticas del sida y de las drogas. Nuestra web va sobre ruedas, a una media de 100 visitas al día. Muchas personas se informan, hacen consultas personas, reenvían nuestra informaciones o Boletines semanales, etc.

También, si la distancia te lo impide, podrías ayudar con tareas informáticas que se pueden hacer muchas.

Y por ultimo, si tienes oportunidad de concertar alguna charla de las que damos en algún colegio, instituto o facultad, nuestra información y mensajes llegarán a muchas más personas.

Estamos durante estos días diseñando un nuevo cartel contra el sida. ¿se te ocurre alguna idea brillante?, ¿qué imagen o mensaje has echado de menos en las campañas que habitualmente nos meten por los ojos los que controlan la "información"?

También estamos ya programando nuestro viaje por países de latinoamerica en Julio y Agosto para dar charlas y conferencias, y para coordinar las tareas de nuestro Comité, que en breve tendremos que darle el carácter internacional.

Un saludo a todos de los redactores, y Feliz Navidad. En el año nuevo, 2005, volvemos.

jueves, 23 de diciembre de 2004

Nuevos enfoques para las campañas contra el sida.

18-12-04

Nuevos enfoques para las campañas contra el sida.

Recogemos, traducido, el artículo de la prestigiosa revista médica The Lancet publicado el 27-11-04, en el que alrededor de 150 científicos y políticos, recomiendan no olvidar palabras como abstinencia y fidelidad en las campañas.

Ha Llegado el Momento de Ponernos de Acuerdo

Sobre la Prevención de la Transmisión Sexual del VIH

La pandemia de VIH/SIDA es una crisis urgente de salud y una crisis humanitaria creciente, especialmente en las regiones de alta prevalencia de África al sur del Sahara, donde continúa ocurriendo la mayoría de las nuevas infecciones. En el Día Mundial del SIDA de este año, dos décadas después del descubrimiento del virus que causa el SIDA y tras muchos millones de muertes, creemos que es de crítica importancia alcanzar un consenso sobre un enfoque racional de salud pública relativo a la prevención del VIH transmitido sexualmente. A pesar de que la transmisión por el uso de drogas inyectables es un problema serio y creciente en algunas regiones, nosotros aquí nos enfocamos en la transmisión sexual, la cual continúa produciendo la mayoría de las infecciones en el mundo. El comportamiento sexual es influido por muchos factores que no siempre están bajo el control de la persona, incluso las normas de género y las condiciones socio-económicas. No obstante, la comunidad de salud pública tiene la obligación de ofrecer a la población la información más correcta disponible sobre cómo evitar el VIH, y promover cambios en las normas sociales que reduzcan la propagación del virus.

Aunque la prevención debe incluir múltiples elementos integrados, entre ellos los vínculos al mayor acceso al tratamiento, los cambios o el mantenimiento de comportamientos orientados a evitar y reducir el riesgo, deben seguir siendo la piedra angular de la prevención del VIH. Hacemos un llamamiento para que se terminen los debates polarizantes y urgimos a la comunidad internacional a unirse alrededor de un enfoque integrador y basado en evidencias para contener la difusión del VIH transmitido sexualmente, partiendo de los siguientes principios claves.

Primero, los enfoques programáticos deben contar con el aval del nivel local, ser relevantes al contexto social y cultural nativo,1 y respetuosos de los derechos humanos.2 Las intervenciones también deben estar justificadas desde el punto de vista epidemiológico, interpelando las principales fuentes de las nuevas infecciones3 – ya sean concentradas en ambientes de alto riesgo, tales como el sexo comercial,1, 3-5 o dispersas ampliamente a través de la multiplicidad de parejas concurrentes en la población general.5-7

Segundo, el enfoque del "ABC" (por sus siglas en inglés: Abstinence--Abstinencia; Be faithful/reduce partners--Fidelidad/reducción de parejas; y use Condoms—usar Condones) puede desempeñar un papel importante en la reducción de la prevalencia del VIH en una epidemia generalizada, como ha ocurrido en Uganda.8-13 Los tres elementos de este enfoque son esenciales para reducir la incidencia del VIH, aunque el énfasis puesto en cada elemento debe variar de acuerdo con la población meta. Mientras la combinación programática general debe incluir un balance apropiado de intervenciones tipo "A", "B" y "C", no es esencial que cada organización promueva los tres elementos: cada cual puede enfocar la/s parte/s con la/s cual/es se sienta más cómoda en apoyar. Sin embargo, todas las personas deben tener información verídica y completa sobre las diferentes opciones de prevención, incluyendo los tres elementos del enfoque ABC.

Por tanto, cuando se vaya a intervenir con jóvenes, para aquellos/as que no hayan iniciado su vida sexual, la primera prioridad debe ser alentar la abstinencia o la postergación del inicio sexual, haciendo énfasis por tanto en evitar el riesgo como la mejor forma de prevenir el VIH y otras infecciones de transmisión sexual (ITS), al igual que el embarazo no deseado.14 Tras el debut sexual, volver a la abstinencia o mantenerse mutuamente fieles con un/a compañero/a no infectado/a, son las formas más eficaces de evitar la infección. Para aquellos/as jóvenes que están sexualmente activos/as, el uso correcto y consistente del condón debe ser apoyado. Los/as jóvenes y otras personas deben ser informados/as de que el uso correcto y sistemático del condón disminuye el riesgo del VIH (en aproximadamente 80%-90% de quienes lo "usan siempre"13,15) y de diversas ITS y embarazo, y ellos/as deben ser alertados/as sobre las consecuencias del uso incorrecto. Los programas preventivos para jóvenes en las escuelas y fuera de ellas deben ser expandidos, y los padres deben ser apoyados en la comunicación de sus valores y expectativas relativos al comportamiento sexual.

Cuando se vaya a intervenir con adultos sexualmente activos, la primera prioridad debe ser promover la fidelidad mutua con una pareja no infectada como la mejor forma de asegurar la evitación de la infección por el VIH. La experiencia de países donde el VIH ha disminuido sugiere que la reducción del número de parejas es de importancia epidemiológica vital para alcanzar la reducción de la incidencia del VIH a gran escala, tanto en epidemias generalizadas como más concentradas.9,11-13,16 Las personas que tienen una pareja que desconozca su situación serológica al VIH también deben ser alentadas para que practiquen el uso correcto y sistemático del condón y busquen servicios de consejería y prueba del VIH con su pareja.

Cuando se vaya a intervenir con personas en alto riesgo de exposición a la infección por el VIH (es decir, personas que practican el sexo comercial, que tienen múltiples parejas, sexo anal con parejas de alto riesgo, o sexo con personas conocidas como infectadas o probablemente infectadas con el VIH u otra ITS), la primera prioridad debe ser promover el uso correcto y sistemático del condón, junto a otros enfoques tales como evitar comportamientos o parejas de alto riesgo. La identificación y la vinculación directa de las personas de mayor riesgo y poblaciones marginalizadas es crucial,2 en particular (aunque no de manera exclusiva) en epidemias más concentradas, donde tales poblaciones aportan una gran proporción de las personas infectadas. También es crucial expandir los programas preventivos diseñados específicamente para personas que viven con VIH/SIDA.

Tercero, los enfoques comunitarios que involucran a organizaciones religiosas, asociaciones de mujeres y de hombres, grupos de apoyo, organizaciones de jóvenes, trabajadores de la salud, medios de comunicación locales, y liderazgos, tanto el tradicional como el gubernamental, deben promover nuevas normas de comportamiento sexual, como ocurrió, por ejemplo, con la exitosa estrategia ‘zero-grazing’ (fidelidad y reducción de parejas) en Uganda.1,8,12,16,17 Los programas de prevención necesitan estrategias que interpelen asuntos tales como el estigma, la inequidad de género, la coerción sexual, las relaciones transgeneracionales y el sexo transaccional,2,17-20 y que involucren directamente a las personas que viven con VIH/SIDA, para alcanzar de manera óptima los objetivos conductuales necesarios para reducir la incidencia del VIH a nivel de la población.

Para lograr aún mejor los objetivos de prevención, de atención y de tratamiento (incluidas las metas para reducir el VIH en mujeres y infantes) especificados por las declaraciones de la Sesión Especial de la Asamblea General de las Naciones Unidas (UNGASS), del Plan de Emergencia para el SIDA del Presidente de los Estados Unidos, de las Metas de Desarrollo del Milenio, y de otras iniciativas internacionales, la comunidad global necesitará expandir de manera significativa el acceso a los servicios de pruebas diagnósticas, el consejo o apoyo efectivo y tratamiento del VIH/SIDA y otras ITS, prevención de la transmisión de madre a hijo, y planificación familiar.21 Debido a la importancia crítica de evitar nuevas infecciones por el VIH, la evidencia que surge de intervenciones potenciales tales como los microbicidas y otros métodos controlados por las mujeres, tratamiento del herpes genital y otras ITS, circuncisión masculina, y vacunas, debe ser revisada continuamente para que éstas sean incluidas en los programas de prevención del VIH. Esto debe hacerse, al mismo tiempo, como una forma de promover la reducción general del riesgo e interferir de manera mínima en la adopción de los comportamientos preventivos esenciales. Ha llegado el momento de dejar atrás la polarización divisoria y de movernos juntos en el diseño e implementación de programas preventivos basados en evidencias, para ayudar a reducir los millones de nuevas infecciones que ocurren cada año.

Pie de foto:

Fotografía de Louis Ochero (fallecido en 1990), antiguo encargado de la División de Educación para la Salud del Programa Nacional de Control del SIDA de Uganda, tomada en 1988. El exitoso programa ugandés de prevención se basó en el fomento de un amplio movimiento social, utilizando enfoques culturales localmente desarrollados, tales como "zero grazing", para promover nuevas normas de conducta sexual.

Daniel T Halperin, Markus J Steiner, Michael M Cassell, Edward C Green, Norman Hearst, Douglas Kirby, Helene D Gayle, Willard Cates

University of California, San Francisco, 94143 (DTH, NH); Family Health International, North Carolina (MJS, WC); Washington DC (MMC); Harvard University (ECG); ETR Associates, California (DK); and International AIDS Society (HDG)

Traducido por Antonio de Moya.

Los signatarios siguientes han endosado esta declaración, aunque el listado de sus afiliaciones institucionales no implica que esas organizaciones también la hayan endosado:

Quarraisha Abdool Karim and Salim Abdool Karim, University of KwaZulu-Natal,

South Africa; Mohamed S Abdullah, Aga Khan University, Kenya; Yigeremu Abebe,

Alert Hospital, Addis Adaba; Michael Adler, University College of London;

Saifuddin Ahmed, Johns Hopkins University; Milton Amayun, World Vision

International; Judy Auerbach, American Foundation for AIDS Research;

Antoine Augustin, MARCH, Haiti; Bertran Auvert, University of Paris;

Olusegun Babaniyi, WHO, Ethiopia; Robert C Bailey, University of Illinois at Chicago

and UNIM Project, Kenya; Bishop Joshua Banda, Assembly of God Church, Zambia;

Edward Baralemwa, Pan African Christian AIDS Network, Botswana;

Alvaro Bermejo, International HIV/AIDS Alliance; Jane Bertrand and Robert Blum,

Johns Hopkins University; Godfrey Biemba, Churches Health Association of

Zambia; Daraus Bukenya, African Medical and Research Foundation (AMREF);

Gideon Byamugisha, World Vision, Uganda; Jack Caldwell, Australian National

University; Sharon Camp, Alan Guttmacher Institute; Martha M Campbell,

University of California, Berkeley; Michel Carael, Free University of Brussels;

Ken Casey, World Vision International; James Chin, University of California,

Berkeley; Vuyelwa Chitimbire, Zimbabwe Association Church Related Hospitals;

Brian Chituwo, Minister of Health, Zambia; Peter Clancy, Population Services

International; Amy Coen, Population Action International; Myron Cohen,

University of North Carolina; Nicholas Danforth, Brandeis University;

Charles DeBose, AFRICARE; Nafissatou Diop, Population Council, Senegal;

Christopher J Elias, PATH; Wafaa El-Sadr, Columbia University and Harlem Hospital;

Paul Farmer, Harvard University; Tori Fernandez Whitney, Church World Service;

J Peter Figueroa, Ministry of Health, Jamaica; Janet Fleischman, Center for Strategic

and International Studies (CSIS), and the Global Coalition on Women and AIDS;

Virginia D Floyd and Erick V AGbodossou, Promotion des Medecin Traditionnelle

(PROMETRA); Knut Fylkesnes, University of Bergen; Sue Goldstein, Soul City,

South Africa; C Y Gopinath, PATH, Kenya; Ronald Gray, Johns Hopkins University;

Heiner Grosskurth, Medical Research Council and Uganda Virus Research Institute;

Geeta Rao Gupta, International Center for Research on Women; Catherine Hankins,

UNAIDS; Richard Hayes, London School Hygiene Tropical Medicine; King K Holmes,

University of Washington; John Howson, International HIV-AIDS Alliance and

Health Communication Partnership; Douglas H Huber, Council of Anglican

Provinces of Africa; Jokin de Irala, Universidad de Navarra, Spain; Jesse Kagimba,

Office of the Presidency, Uganda; Jean Kagubare, National University of Rwanda;

Noerine Kaleeba, TASO, Uganda and UNAIDS; Sam Kalibala, International AIDS

Vaccine Initiative; Anatoli Kamali, Medical Research Council Programme, Uganda;

Shivananda Khan, Naz Foundation International; Jim Y Kim, WHO; Leon Kintaudi,

Church of Christ, Congo; Steve Kraus, UNFPA; Marie Laga, Institute of Tropical

Medicine, Antwerp; Peter Lamptey, Family Health. International; Jay Levy,

University of California, San Francisco; Stephen Lewis, UN Special Envoy for

HIV/AIDS in Africa; W Meredith Long, World Relief; Daniel Low-Beer, Global Fund

to Fight AIDS, Tuberculosis and Malaria, and Cambridge University; Joe L P Lugalla,

Centre for Social Policy and Health Promotion, Tanzania; David Mabey, London

School Hygiene Tropical Medicine; Matilde Maddaleno, PAHO/WHO;

Elizabeth Madraa, Ministry of Health, Uganda; Bunmi Makinwa, UNAIDS, Ethiopia;

Ray Martin, Christian Connections in International Health; Rafael Mazin,

PAHO/WHO; Sheena McCormack, Medical Research Council, UK; Negatu Mereke,

HIV/AIDS Prevention and Control Office, Ethiopia; Ruth Messinger, American

Jewish World Service; Serara Mogwe, University of Botswana; Stephen Moses,

University of Manitoba; Antonio de Moya, Presidential Council on AIDS,

Dominican Republic; Roland Msiska, UNDP, South Africa; Joia Mukherjee, Partners

in Health; Elaine M Murphy, George Washington University;

President Yoweri Museveni, Uganda; Samuel Mwenda, Christian Health

Association of Kenya; Vinand M Nantulya, Global Fund to Fight AIDS, Tuberculosis

and Malaria; Jekoniah Ndinya-Achola and Ruth Nduati, University of Nairobi;

Angela Obasi, Liverpool School of Tropical Medicine; Sam Okware, Ministry of

Health, Uganda; Ana Oliveira, Gay Men's Health Crisis; Kevin O’Reilly, WHO,

Emmanuel Otolorin, JHPIEGO, Zambia; Nancy Padian, University of California,

San Francisco; Bill Pape, GHESKIO, Haiti; Warren Parker, CADRE, South Africa;

Ken Pearson, Christian HIV/AIDS Alliance, UK; Eddy Perez-Then, National Research

Centre of Maternal and Child Health, Dominican Republic; Elizabeth Pisani, Family

Health International, Indonesia; Nana Poku, Commission on HIV/AIDS and

Governance in Africa; Malcolm Potts, University of California, Berkeley;

Thomas Quinn, Johns Hopkins University; S Y Quraishi, National AIDS

Coordinating Office, India; William W Rankin, Global AIDS Interfaith Alliance;

Celso Ramos, Universidade Federal do Rio de Janeiro; Helen Rees, University of

Witwatersrand, South Africa; Eugene Rivers, Azusa Christian Community, Boston;

Allan Rosenfield, Columbia University; David A Ross, London School of Hygiene

and Tropical Medicine; Sam Ruteikara, CHUSA and Anglican Church of Uganda;

Jorge Sanchez, IMPACTA, Peru; Mauro Schechter, Universidade Federal do Rio de

Janeiro; Anton Schneider, Academy for Education Development;

Nelson Sewankambo, Makerere University; Olive Shisana, Human Sciences

Research Council, South Africa; Roger Short, University of Melbourne;

Arvind Singhal, University of Ohio; Vicente Soriano, Carlos III Hospital, Madrid;

Femi Soyinka, Obafemi Awolowo Univerity, Nigeria, and Chairperson, International

Conference on AIDS and STDs in Africa (ICAASA), 2005; Martin Ssempa, Makerere

Community Church of Uganda; Rand Stoneburner, Cambridge University;

John Stover, Futures Group; Jean Paul Tchupo, IRESCO, Cameroon;

Archbishop Desmond Tutu, Anglican Church of Southern Africa;

C Johannes van Dam, Population Council; Valdilea G Veloso, Oswaldo Cruz

Foundation, Rio de Janeiro; Mechai Viravaidya, Population and Development

Association, Thailand; Derek von Wissell, National Emergency Response Council on

HIV/AIDS, Swaziland; Catharine Watson, Straight Talk Foundation, Uganda;

Debby Watson-Jones, AMREF Tanzania and London School Hygiene Tropical

Medicine; Alan W Whiteside, University of KwaZulu-Natal, South Africa;

David Wilson, World Bank; Teferra Wonde, WHO, Ethiopia; Godfrey Woelk,

University of Zimbabwe; Debrework Zewdie, World Bank; Paul Zeitz, Global AIDS

Alliance; R Timothy Ziemer, World Relief; Isabelle de Zoysa, WHO.

Damos las gracias especialmente a Tom Fitch, Joe McIlhaney y otros del Instituto de Medicina por desencadenar el proceso de aglutinar personas de diferentes trasfondos y cosmovisiones para buscar un terreno común para la prevención del VIH, y por proveer ideas y comentarios importantes a los borradores iniciales. Además, David Stanton, Anne Peterson, Constance Carrino, Helen Epstein, Susan Cohen, Jeff Spieler, Glenn Post, Kate Crawford, John Douglas, Moira Killoran, y Cynthia Kay proveyeron comentarios y apoyo invaluables.

D Halperin, dhalp@worldwidedialup.net

Referencias:

1 Wilson D. Partner reduction and the prevention of HIV/AIDS: the most effective strategies come from communities. BMJ 2004; 328: 848-49.

2 Internat. Federation of Red Cross and Red Crescent Societies, et al. Renewing our voice: code of good practice for NGOs responding to HIV/AIDS. http://www.ifrc.org/what/health/hivaids/code (accesado Nov 16, 2004).

3 Pisani E, Garnett GP, Grassly NC, et al. Back to basics in HIV prevention: focus on exposure. BMJ 2003; 326: 1384-87.

4 Cote AM, Sobela F, Dzokoto A, et al. Transactional sex is the driving force in the dynamics of HIV in Accra, Ghana. AIDS 2004; 18: 917–25.

5 Cohen, J. Asia and Africa: on different trajectories? Science 2004; 304: 1932-38.

6 Morris M, Kretzschmar M. Concurrent partnerships and the spread of HIV. AIDS 1997; 11: 681-83.

7 Halperin D, Epstein H. Concurrent sexual partnerships help to explain Africa’s high HIV prevalence: implications for prevention. Lancet 2004; 363: 4-6.

8 Green E. Rethinking AIDS Prevention. Westport, CT: Praeger, 2003.

9 Measure Evaluation. Sexual behavior, HIV and fertility trends: a comparative analysis of six countries. USAID: 2003 http://www.cpc.unc.edu/measure/publications/pdf/sr-03-21b.pdf (accesado Nov 16, 2004).

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11 Cohen S. Promoting the 'B' in ABC: its value and limitations in fostering reproductive health. The Guttmacher Report on Public Policy 2004; 7: October 2004 http://www.guttmacher.org/pubs/tgr/07/4/index.html (accesado Nov 18, 2004).

12 Shelton J, Halperin D, Nantulya V, Potts M, Gayle H, Holmes K. Partner reduction is crucial for balanced "ABC" approach to HIV prevention. BMJ 2004; 328: 891-93.

13 Hearst N, Chen S. Condom promotion for AIDS prevention in the developing world: is it working? Stud Fam Plann 2004; 35: 39-47.

14 Pettifor AE, van der Straten A, Dunbar MS, Shiboski SC, Padian NS. Early age of first sex: a risk factor for HIV infection among women in Zimbabwe. AIDS 2004; 18: 1435–42.

15 Weller S, Davis K. Condom effectiveness in reducing heterosexual HIV transmission. Oxford: The Cochrane Library, Issue 2, 2002,

16 Stoneburner R, Low-Beer D. Population-level HIV declines and behavioral risk avoidance in Uganda. Science 2004; 304: 714-18.

17 Epstein H. The fidelity fix. New York Times Magazine, June 13, 2004.

18 Kelly RJ, Gray RH, Sewankambo NK, et al. Age differences in sexual partners and risk of HIV-1 infection in rural Uganda. J Acq Immune Def Synd 2003; 32: 446–51.

19 Longfield K, Glick A, Waithaka M, Berman J. Relationships between older men and younger women: implications for STIs/HIV in Kenya. Stud Fam Plann 2004; 35: 125-34.

20 Leclerc-Madlala S. Transactional sex and the pursuit of modernity. Social Dynamics 2003; 29: 1-21.

21 U.S. Agency for International Development, Bureau for Global Health. Adding family planning to PMTCT sites increases the benefits of PMTCT. October, 2003: http://www.usaid.gov/our_work/global_health/pop/techareas/familyplanning/fppmtct.pdf (accesado Nov 18, 2004).

martes, 21 de diciembre de 2004

Sin abstinencia y fidelidad de poco sirve el condón


El sida causó en 2004 más de 3 millones de muertes mundiales. En España, desde que comenzó el sida, más de 42.000 personas muy jóvenes también han fallecido. Muchas de estas muertes podrían haberse evitado si se hubiese actuado preventivamente con un enfoque conjunto de medicina basada en evidencias. El día mundial del sida debe hacernos aprender de los errores. La transmisión heterosexual aumenta cada año, como lo hace el número de infectados (que no recogen con precisión las estadísticas españolas).
Sin negar las buenas intenciones de nadie, resulta paradójico volver a ver una campaña basada exclusivamente en el condón (que no es 100% seguro). Supone repetir un error trágico, que costará muchas vidas humanas. Esto es así porque en la comunidad científica actualmente hay acuerdo en que sin poner en primer lugar la promoción de la abstinencia y la fidelidad, de poco sirve el reparto de condones.

Esta es la base de la estrategia ABC, que significa, por este orden, Abstinencia, fidelidad (de Be faithful) y sólo en tercer lugar el Condón. Así concluye el consenso que publicó hace pocos días la revista médica número 1 de Europa, Lancet (27-11-2004). Lo firman más de 140 personas de todo el mundo de reconocido prestigio. ¿Se ha enterado de esto el Ministerio de Sanidad al lanzar su campaña? Entre los firmantes se incluyen distinguidos investigadores sobre sida de universidades de renombre (California-S. Francisco, Cambridge, Berkeley, Harvard, Hopkins, London School of Hygiene & Tropical Medicine, Paris, Bruselas, etc.), directivos de ONU-SIDA y muchos, muchísimos, responsables de salud pública africanos. Y dos españoles, uno miembro del Departamento que dirijo. Lo firman también el Presidente de Uganda, un país que de verdad puede dar buenas noticias: la proporción de infectados bajó allí del 15% al 5% en la década de los 90, mientras que en todo su entorno aumentaba. En Uganda no se repitió el error de basar la prevención sólo en repartir preservativos, sino en educar voluntades, insistir a los jóvenes en el retraso de relaciones, reducir el número medio de parejas y fomentar la fidelidad a una pareja mutuamente fiel y no infectada. Uganda no invirtió más en preservativos, sino en educar en abstinencia a jóvenes y en fidelidad monógama a mayores. Esto es realista. No me digan que no lo es, porque sería como decirme que no es realista pedir a nadie que deje de fumar. Los resortes son los mismos: fuerza de voluntad y crear un medio favorable. Decir que los obispos no conocen la realidad de los jóvenes, es olvidar que la prevención debe adelantarse y abarcar a toda la población, no sólo a unos cuantos con conductas permanentes de alto riesgo y que no quieren salir de ellas.

Insisto en que no dudo de la buena intención del Ministerio, que es loable, pero parece que las buenas intenciones no bastan para dar prioridad ni a la lógica, ni al sentido común, ni a la evidencia epidemiológica. La comunidad científica mundial se atreve a hablar de fidelidad y abstinencia y rechaza la polarización del enfoque. Pero en España, el Ministerio parece empeñado en diseñar campañas al margen del consenso mundial ¿Es que interesa más halagar el oído de simpatizantes ideológicos que prevenir con efectividad? El sida y otras enfermedades de transmisión sexual (ETS) no se contendrán, si no se tiene en cuenta toda la estrategia ABC. No sólo es el sida, son también otras ETS mortales como el cáncer cervical por papilomavirus, donde el condón no sirve. O el creciente número de abortos, porque el preservativo está fallando también en eso. Son motivos más que suficientes para que los responsables políticos se replanteen el diseño que han hecho. Su propuesta no es segura, ni eficaz y está obsoleta. Pienso que verles rectificar será cuestión de tiempo. Afortunadamente, al final, la verdad sale adelante.

Miguel A. Martínez-González
Director del Departamento de Salud Pública de la Universidad de Navarra


El Secretario General de la CEE invita la Ministra de Sanidad a avanzar hacia posturas comunes ante el problema del Sida

Nota de prensa de la Conferencia Episcopal Española - 20/12/2004

El Secretario General y Portavoz de la Conferencia Episcopal Española (CEE), P. Juan Antonio Martínez Camino, ha remitido una carta a la Ministra de Sanidad, Elena Salgado Méndez, en la que le manifiesta su disposición a avanzar hacia posturas comunes en la lucha contra el SIDA.

El P. Juan Antonio Martínez Camino explica en su escrito que algunas informaciones periodísticas han distorsionado determinadas declaraciones suyas respecto a la campaña lanzada por el Gobierno para la prevención del SIDA. En este sentido puntualiza que es posible que esas informaciones “hayan dado lugar a que usted misma se haya hecho eco repetidamente de supuestas posturas que, en realidad, no son tales”.

Ante esta situación, y “tratándose de un asunto tan serio -como usted conoce mejor que yo-”, el Secretario General de la CEE entiende que “habría que superar polémicas contraproducentes, basadas muchas veces en malentendidos” y avanzar hacia posturas comunes que puedan ayudar a salir mejor al paso de los problemas planteados.

Junto a la carta, se adjunta el manifiesto “Ha llegado el momento para una base común en la prevención de la transmisión sexual del SIDA”, firmado por más de 150 expertos de 36 países, que sostiene que para frenar el contagio de esta pandemia hay que insistir en la importancia de la abstinencia y la fidelidad. Los promotores de este documento, publicado el 26 de noviembre en la revista “The Lancet”, una de las publicaciones científicas más prestigiosas del ámbito médico, proponen la posibilidad de llevar a cabo lo que han denominado “Estrategia ABC”, siglas inglesas de abstinencia, fidelidad y preservativos; una estrategia que ha desempeñado ya un papel importante en la reducción de la presencia mundial del SIDA y con la que la postura de la Iglesia “coincide básicamente”.

El P. Juan Antonio Martínez Camino concluye manifestando su disposición a conversar con la Sra. Ministra sobre el problema del SIDA, con la esperanza de poder colaborar fructíferamente en la lucha contra esta enfermedad.

domingo, 19 de diciembre de 2004

sábado, 18 de diciembre de 2004

La Fundación “El Buen Samaritano”, un arma más de la Iglesia en la lucha contra el SIDA

Redacción - 18/12/2004 Ayer se presentó en el Vaticano la nueva iniciativa católica para combatir el contagio y la extensión de la plaga del sida, principal causa de muerte en personas entre los 15 y los 49 años. El presidente del Consejo para la Pastoral de la Salud, el cardenal Javier Lozano Barragán, aseguró ayer que el Sida es la "patología del espíritu" del siglo XXI, por lo que hay que combatirlo de manera responsable potenciando “la educación en el respeto del valor sagrado de la vida, la formación de una práctica correcta de la sexualidad y la observancia de la castidad.

En su lucha contra la propagación y padecimiento del sida, el Vaticano ha creado la Fundación “El Buen Samaritano”. La Fundación está gestionada por el Pontificio Consejo para la Pastoral de la Salud, que preside el cardenal mexicano Javier Lozano Barragán, encargado de presentarla ayer ante los medios de comunicación. El prelado aseguró que su objetivo es ayudar económicamente a los enfermos más necesitados, en especial a los de sida, cumpliendo el mandato de Cristo "curad a los enfermos y realizar un gesto de amor solidario en favor de los más abandonados".

El cardenal Lozano subrayó que el sida es una de las más devastadoras epidemias de este tiempo, un drama humano que por su gravedad y extensión es uno de los mayores desafíos de la sanidad mundial. Aportó los datos más recientes sobre la propagación de la enfermedad en los que se vislumbraba que, desde su aparición, en la década de los años 80, más de 22 millones de personas han muerto en el mundo debido al sida y actualmente 37,8 millones de personas están infectadas con el virus. En 2002 murieron casi tres millones de personas y se infectaron cinco millones más. El prelado resaltó que entre 2001 y 2003 15 millones de niños quedaron huérfanos debido a esa enfermedad y que para el 2010 se prevé que sólo en África subsahariana 18,4 millones de niños queden huérfanos debido a lo que se está convirtiendo en una epidemia.

Monseñor Lozano Barragán resaltó los llamamientos del papa Juan Pablo II para afrontar la enfermedad y subrayó que la Iglesia Católica siempre ha contribuido a luchar contra el sida, prueba de ello es que el 26,7 por ciento de los hospitales de todo el mundo donde se combate el sida son católicos. A pesar de los esfuerzos, añadió el cardenal, esos centros católicos no tienen los recursos suficientes para las medicinas que se necesitan, que, además, no bastan para cubrir las urgentes necesidades que se presentan. “De ahí que hayamos visto la necesidad de crear la Fundación”, aseguró. Juan Pablo II ha dado los primeros cien mil euros a modo de donativo, tras lo que el purpurado pidió a todos los católicos, gentes de buena voluntad, a las diócesis del mundo y a las instituciones de la Iglesia que contribuyan a la Fundación. "Es el regalo más apreciado que podemos ofrecer al Niño Jesús", dijo monseñor Lozano Barragán.

jueves, 16 de diciembre de 2004

Alto riesgo de complicaciones en los pacientes con sida y hepatitis C

Foto de Comite Independiente Anti-Sida El estudio, realizado en una cohorte de veteranos americanos, compara el riesgo de enfermedad hepática terminal en pacientes con VIH que tenían además una infección por el VHC y los que no la tenían. Se valoraron más de 16.000 pacientes seropositivos

RAQUEL BARBA Elmundo.es

Los pacientes que tienen el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) y además el virus de la hepatitis C (VHC) tienen cinco veces más riesgo de padecer un hepatocarcinoma y 20 veces más de desarrollar una cirrosis que los pacientes que no tienen el VHC, según un estudio publicado en la revista 'Archives of Internal Medicine'. El estudio fue realizado con 16.000 personas

Casi uno de cada cuatro pacientes con hepatitis C tiene cirrosis. Una vez desarrollada esta enfermedad, que tiene una supervivencia media de 8 años, el riesgo de tener un cáncer de hígado es de entre el 1% y el 4% cada año.

Hasta un 30% de los pacientes que tienen VIH en los países occidentales tienen además una infección por el VHC. El VIH acelera la progresión de la enfermedad hepática relacionada por este virus. La presencia de ambas infecciones supone por lo tanto un gran riesgo de padecer complicaciones graves en el hígado.

El estudio, realizado en una cohorte de veteranos americanos, compara el riesgo de enfermedad hepática terminal en pacientes con VIH que tenían además una infección por el VHC y los que no la tenían. Se valoraron más de 16.000 pacientes seropositivos.

Los datos demuestran que el 29% de los estudiados tenía ambas infecciones. Mientras un 16% de de los pacientes coinfectados tenían cirrosis, sólo el 1,4% de los pacientes con infección VIH recibieron este diagnóstico de problema hepático.

Durante el tiempo de seguimiento (desde 1991-2000) el riesgo de desarrollar cirrosis se multiplicó por más de 10 en los pacientes coinfectados.

En cuanto al hepatocarcinoma, dos de cada 10.000 pacientes con sida desarrollan esta complicación si no tienen la hepatitis C, mientras que cuando se dan la proporción aumenta a 13 de cada 10.000. Esto significa que el VHC multiplica por más de cinco el riesgo de presentar un cáncer.

El problema, lejos de mejorar, ha aumentado en el periodo del tratamiento antirretroviral de alta actividad, posiblemente porque los pacientes sobreviven más al sida y tienen tiempo de desarrollar las complicaciones de la hepatitis.

Hasta hace poco los pacientes coinfectados no eran candidatos al tratamiento frente a la hepatitis C, aunque los últimos datos apoyan la terapia prácticamente universal de estos pacientes para evitar las complicaciones a largo plazo.

Una vez demostrado que tener simultaneamente ambas enfermedades supone tanto riesgo es evidente que se debe considerar el tratamiento frente a la hepatitis con el fin de reducir al máximo el número de pacientes que puedan presentar estas complicaciones.



Más países africanos se suman a las políticas de Uganda contra el sida.

Foto de Comite Independiente Anti-Sida
Mientras que en los países “desarrollados” el adoctrinamiento hacía el látex es dogma, varios países africanos comienzan a dar la espalda a la moral de la ONU. Costa de Marfil es el último caso.

En Costa de Marfil, el 12% de las personas de 15 a 39 años están infectadas; en algunas regiones, la proporción alcanza el 20%. Las campañas para extender el uso del preservativo también se frecuentan en estos lugares, pero la estrategia es bastante más amplia, y más reeducativa.

Ya se han divulgado los buenos resultados en Uganda que ha reducido en diez años, la tasa de infectados del 15% al 5%. Según los estudios, la disminución de casos de sida en Uganda se relaciona más con los cambios de estilos de vida de la población que con el uso del preservativo.

Costa de Marfil se ha propuesto seguir los pasos de Uganda. Christine Nebout-Adjobi, ministra de la Lucha contra el Sida, dice que "está muy claro que el preservativo, o solo el preservativo, no es la solución. Hay que actuar sobre las costumbres, sobre los valores profundos de las personas, sobre sus valores morales. En Uganda trabajan así y parece que les va bien", declaró a "Mundo Negro" (diciembre 2004).

Esa convicción se refleja en las campañas del país: "Si usted ha visto los anuncios contra el sida en televisión, que paga nuestro Ministerio, el orden en que se presentan estas cosas es abstinencia, fidelidad y, al final, preservativo". El Ministerio tiene en marcha un proyecto de "sensibilización de los jóvenes en los valores morales", entre los que se incluye un tríptico dirigido a jóvenes de 15 a 18 años, titulado "La trivialización del sexo pudre nuestra sociedad". Quizá los Ministerio de Sanidad de otros países podrían comprar los derechos de este tríptico para editarlo.

En Costa de Marfil consideran que la estrategia de la lucha contra el sida debe adecuarse a los diferentes públicos, insistiendo en distintos aspectos según los casos y los riesgos. Es lo que los expertos en la lucha contra el sida denominan la estrategia ABC (Abstain, Be faithful, use Condoms): continencia en los jóvenes, fidelidad de los adultos, preservativo si lo anterior no se respeta, pero advirtiendo que reduce el riesgo de infección en un 80-90%.

En Costa de Marfil han aprendido a diferenciar las campañas. Según la ministra, en 1992 empezó un proyecto de información para prostitutas, cuando dos de cada tres eran seropositivas. El fin era informarles de los riesgos de la enfermedad y, en consecuencia, invitarles a usar el preservativo. La campaña ha logrado que en diez años la tasa de prostitutas seropositivas haya bajado a un tercio. Las que han dejado de entrar en esos índices, no es que se hayan curado, es que han muerto.


Identificado un gen para combatir el Sida

Identificado un gen para combatir el Sida
Foto de Comite Independiente Anti-Sida La investigación ha permitido comprender porque algunos individuos son asintomáticos y sobreviven durante años, mientras otros son rápidamente consumidos por el SIDA. Científicos que realizan investigaciones en Sudáfrica han identificado un gen que controla la respuesta del cuerpo humano al virus del VIH.

Campo de batalla genético

"Este es un momento emocionante para la investigación de enfermedades infecciosas porque estamos viendo la evolución de una lucha entre el sistema inmune humano y el virus del VIH que avanza en este momento en lugar de hacerlo a lo largo de miles de años", señaló el jefe del equipo de investigadores, el Dr. Philip Goulder.

Futura vacuna

"Este estudio identificó el campo de batalla genético donde se desarrolla la lucha entre el VIH y el sistema inmune humano", agregó.

Los investigadores anticipan que el hallazgo facilitará el desarrollo de una vacuna para prevenir infecciones del virus del VIH dentro de algunos años.

Los resultados del estudio llevado a cabo por las universidades de Oxford, KwaZulu-Natal y Harvard, fueron publicados en la revista Nature.

Moléculas HLA

Los investigadores enfocaron su trabajo en moléculas conocidas como HLA (Antígenos Leucocitarios Humanos, o Human Leukocyte Antigen en inglés). Estas forman parte del mecanismo de defensa del organismo e identifican qué células han sido identificadas con el VIH y deben ser destruidas. Existen tres variantes del gen, pero ya hay consenso de que los genes tipo B se han desarrollado de forma más rápida que el A o el C.

Los expertos sospechan que esto es evidencia de una suerte de carrera armamentista entre el VIH y el sistema inmune del cuerpo.

"Desde hace cierto tiempo hemos sabido que las moléculas HLA-B evolucionan de forma más rápida que las otras variantes, pero no ha quedado claro porque ocurre esto", según Goulder.

"Los datos parecen apuntar hacia una explicación de la evolución más rápida de la HLA-B en respuesta a enfermedades infecciosas, no solamente del HIV", agregó.

Rápida mutación

El virus es capaz de mutarse rápidamente y vulnerar las defensas del sistema inmune.

Esto a su vez impulsa la rápida evolución de defensas. Las variantes genéticas que son menos eficaces en el combate a la infección tienden a desaparecer mientras las moléculas que suelen tener mayor éxito tienen mayores posibilidades de perpetuarse.

Cortesía de BBC Mundo


Huérfanos abandonados del sida luchan contra estigma en Africa

Huérfanos abandonados del sida luchan contra estigma en Africa
Foto de Comite Independiente Anti-Sida 1,9 millones de niños menores de 15 años viven con el virus del sida o con el sida en el Africa subsahariana, según el último informe del Estado de la Infancia en el Mundo de Naciones Unidas.

NAIROBI (Reuters) - Mónica tiene 12 años, le gusta el helado, cree que los chicos son brutos y sucios, y de mayor le gustaría ser azafata "porque trabajan mucho pero también disfrutan mucho".

Robert tiene 13 años, es bueno en ciencias, le gustan las patatas fritas, sueña con ser piloto y cree que la corrupción está malogrando Africa.

Los dos niños kenianos, de ojos claros y brillantes sonrisas comparten sueños y gustos de cualquier niño alegre del mundo.

Pero ellos también comparten un secreto que ningún niño debería guardar.

Ambos son seropositivos del sida, y el estigma profundo que esta condición supone en Africa significa que nunca deben revelar su estatus a extraños si quieren conseguir sus ambiciones.

Ellos son sólo dos entre 1,9 millones de niños menores de 15 años que viven con el virus del sida o el sida en el Africa subsahariana, según el último informe del Estado de la Infancia en el Mundo de Naciones Unidas.

Robert y Mónica - no son sus nombres reales - también pertenecen a una población aún mayor de 12,3 millones de niños huérfanos a causa del sida en todo el Africa subsahariana, la región que tiene con mucha diferencia el mayor porcentaje de infectados del sida, 15 millones.

La agencia estima que para 2010 más de 18 millones de niños africanos perderán uno o más parientes por el sida si no se toman medidas. Pero el prejuicio que señala al sida como una maldición ralentizará la respuesta a la crisis, dicen los expertos.

El VIH probablemente entró en el sistema de Robert antes de que pudiera siquiera respirar, contraído en el vientre de su madre en el oeste de Kenia. Pero su condición, si se da a conocer, le podría convertir en un marginado.

Así que Robert oculta su condición a todo el mundo - incluido a Paul, su "mejor amigo" del colegio - que no vive con él en el orfanato Nyumbani de Nairobi.

"Si mis compañeros de colegio supieran, dirían 'harás que todos muramos pronto'. Eso me haría sentir mal", dice Robert.

ESTIGMA

Robert coge el ferry para ir y volver del colegio en un coche sin marca para que los desconocidos no puedan relacionarlo con el orfanato para 94 niños seropositivos donde viven él y Mónica.

Sus temores están bien fundados. Incluso las actitudes más positivas hacia el sida reflejan el estigma: una línea que viene a decir 'el sida está allí y entrar significa que tendrás una muerte de perro'

"Una persona positiva de VIH es el equivalente de Lucifer (dice un anuncio de concienciación de la enfermedad)", dice el comentarista Mwangi Muiruri.

"Cualquier persona con el virus es causa de chismorreo y casi todo el mundo siente curiosidad por echar un vistazo a la víctima cuando la enfermedad ha llegado a su fase terminal", dijo.

Nyumbani, casi enteramente financiada con donaciones de extranjeros, ofrece un lugar cálido y amoroso donde los niños reciben el cuidado de madres sustitutas en cabañas "familiares" individuales y si es necesario se les da medicación anti-retroviral.

El niño más pequeño tiene nueve meses, y el mayor 22 años.

No hay otro lugar como este en Kenia y probablemente en toda Africa. Los expertos dicen que es un ejemplo de que lo que el influyente mundo exterior puede hacer con determinación y filantropía.

Sin embargo, sólo presta atención a una ínfima parte de lo que se necesita. Algunos niños se quedan con sus familias. Otros llegan a Nyumbani demasiado tarde. Alrededor de 57 niños han muerto aquí en los 12 años que lleva abierto.

Bajo un árbol de eucalipto en una esquina del jardín yacen las tumbas de 15 niños cuyos familiares nunca hicieron el viaje para recoger sus cuerpos. El más joven de los niños olvidados era un bebé de seis meses llamada Carmela.

Los niños a veces rezan allí, entre las flores.

Por William Maclean



martes, 14 de diciembre de 2004

Críticas al programa de la OMS contra el VIH

Críticas al programa de la OMS contra el VIH
(El Mundo, España, 2004-12-01)

En 2002, la Organización Mundial de la Salud lanzó un ambicioso programa para luchar contra la pandemia del sida en los países en vías de desarrollo: el 'Tres para cinco', es decir, que para el final 2005 los tratamientos hayan llegado a tres millones de seropositivos de países en desarrollo. Sin embargo, dos artículos publicados en sendas revistas científicas señalan que aunque las intenciones del programa son buenas, el planteamiento es erróneo.

"Revisando la epidemia a lo largo de los últimos 20 años, uno tendría que concluir que el enfoque actual ha fallado y que hace falta un cambio urgente", dice Arthur Ammann, presidente de la organización Estrategias Mundiales para la Prevención del VIH, en un artículo de la revista 'PLoS Medicine'.

"La iniciativa 'Tres para cinco' se enfrenta a importantes retos para responder a la desesperada necesidad de antirretrovirales en muchos países en desarrollo", coincide otro artículo publicado en el último 'British Medical Journal' ('BMJ'). Aunque menos crítico que Ammann, también apunta una serie de desafíos a los que se enfrenta el proyecto.

Con fármacos no basta

"Es hora de reconocer que la gravedad de la epidemia exige un acceso universal a las pruebas del VIH y asesoramiento, un seguimiento de las personas que hayan tenido contacto [sexual] con seropositivos y la integración de planes sólidos de prevención y tratamiento dentro de los sistemas sanitarios", advierte Ammann.

El propio director del departamento de VIH/sida de la OMS, Jim Yong Kim, defiende el programa en ese mismo artículo de 'PLoS Medicine'. Insiste en que el acceso a los tratamientos no es su única estrategia contra el sida, sino "un punto de partida". De hecho, cree que de este modo también se aceleraría la prevención de la enfermedad, pues eliminaría el estigma de sida=muerte y, por tanto, animaría a realizarse la prueba del VIH.
"Según nuestro punto de vista, es poco probable que la transformación del sida en una enfermedad tratable cambie la percepción del sida, tal y como sugiere la OMS", discrepan los autores del trabajo en el 'BMJ'.

El programa "es muy limitado y las estrategias reducidas para afrontar el VIH fallan a menudo", resume Ammann. Luchar contra una epidemia de tales dimensiones necesita pruebas diagnósticas, que se integren las estrategias de prevención y tratamiento, evitar el contagio de madre a hijo, o el acceso a las terapias de todos los que las necesiten. "La iniciativa 'Tres para cinco' únicamente responde por completo a uno de estos aspectos", advierte este experto, para quien "estas son oportunidades perdidas e irreversibles".

El presupuesto

Asimismo, Ammann considera que existe confusión acerca de "los costes reales, las fuentes de financiación y la relación con otras iniciativas de la OMS". "No está claro si los costes de este programa son distintos de otras iniciativas, si se incorporan dentro del Fondo Global, si aumentarán y continuarán más allá de 2006 o los asumirán los presupuestos de cada país".

Inicialmente, la OMS calculó que necesitaría unos 5.000 millones de dólares al año (3.750, en euros), aunque luego ha subido el presupuesto a 6.000 (4.500 €), dice Ammann. Es decir, que facilitar acceso a todos los seropositivos que lo necesiten supondría 40.000 millones (más de 30.000 €). Kim señala que estas estimaciones son para dos años, no anuales.

Asimismo, "sólo recientemente la OMS ha reconocido lo que todo el mundo parecía saber desde un principio: hacen falta grandes inversiones en infraestructuras para una administración prolongada de antirretrovirales", precisa.

Cómo hacer llegar los tratamientos

A juicio de Ammann, la estrategia de la OMS está demasiado burocratizada, dependiendo en exceso de la ayuda internacional. "Los países que han tomado posesión de sus programas de VIH han sido los más exitosos en lidiar con la epidemia", dice este especialista, que pone por ejemplo Brasil. Allí, el 84% de los programas están financiados por recursos 'domésticos'.

En estos casos, miles de ONG, clínicas y hospitales juegan un papel fundamental y "la última cosa que necesitan es más barreras impuestas internacionalmente", advierte. "El éxito de los tratamientos antirretrovirales en los países desarrollados fue consecuencia de que se estas terapias se hiciesen disponibles a los que tratan a los pacientes, no a los gobiernos", precisa.

Kim reconoce que, "efectivamente, el contacto primordial de la OMS es con los ministros de sanidad (…), pero yo no creo que esta relación menoscabe el papel de las organizaciones gubernamentales y organizaciones locales en el 'Tres para cinco'". "Ampliar el acceso a los tratamientos no sólo es una posibilidad, sino que ya es una realidad. El número de pacientes en tratamiento antirretroviral casi se ha duplicado en los últimos dos años, la mayoría en países donde la terapia se había limitado a unos pocos privilegiados", añade.

"Aunque la iniciativa ya ha supuesto algunos avances técnicos importantes, como el desarrollo de regímenes simplificados, aún quedan algunas cuestiones sobre la administración de fármacos antisida", señalan los autores del artículo del 'BMJ'.

Para empezar, "requerirá un gran aumento del personal especializado. Para finales de 2005 harán falta unos 100.000 profesionales sanitarios", algo que hace peligrar los escasos recursos de otros programas sanitarios que, ya de por sí, están sobrecargados.

Asimismo, consideran que el mejor modo de administrar las terapias antirretrovirales de gran actividad (las denominadas TARGA) sería de un modo similar a los tratamientos para la tuberculosis (DOT, siglas en inglés de terapia observada directamente). La técnica consiste en controlar que el afectado se toma su tratamiento gracias a la presencia de personal destinado al seguimiento.

"¿Por qué esperar otra década para aprender lo que ya sabemos de epidemias como la tuberculosis?", coincide Ammann. "Los procedimientos para combatir el VIH ya han sido simplificados por trabajores sanitarios en zonas con escasos recursos. Consigámosles las pruebas y los fármacos y ellos harán el tratamiento", concluye.



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