miércoles, 7 de febrero de 2007

Contra el VIH debemos ser más listos que la naturaleza"


José Esparza
Este año se conocerán los resultados de dos vacunas contra el sida con las que se están haciendo pruebas de eficacia. Aun así, la obtención de un prototipo válido todavía es un objetivo a largo plazo, según José Esparza, de la Fundación Bill y Melinda Gates, de Estados Unidos.

Elena Escala Sáenz07/02/2007
Cuando en 1984 se identificó el virus del sida, Margaret Heckler, entonces secretaria de salud de Estados Unidos, aseguró que en un plazo de dos años habría una vacuna lista para ser probada en humanos. Veinticinco años después, tanto la comunidad científica como los responsables políticos han admitido que la vacuna contra el sida es un objetivo a largo plazo. "En aquellos años los investigadores eran muy optimistas y pensaban que el proceso para la obtención de la vacuna contra el VIH iba a ser como el de las que se habían desarrollado hasta entonces. Pero este virus es muy complejo y presenta una elevada variabilidad. Por ello, hemos aprendido que en la lucha contra el VIH debemos ser más listos que la naturaleza.

Ésta ha sido incapaz de generar una respuesta inmune que permita controlar la enfermedad y somos nosotros los que debemos inventarla.

Aunque nos encontramos ante un importante reto científico, no creo que sea arrogante decir que podemos ser mejores que la naturaleza porque en otras ocasiones ya lo hemos sido", ha explicado José Esparza, de la Fundación Bill y Melinda Gates, en Seattle (Estados Unidos), durante su participación en el máster internacional sobre enfermedades infecciosas impartido por el Hospital Carlos III, de Madrid, en colaboración con los hospitales Gregorio Marañón y Clínico de Barcelona, y la Universidad Complutense de Madrid.

Conocimiento
Esparza ha señalado que la mayor parte de las vacunas se han desarrollado de manera empírica. "No podemos esperar hasta tener todo el conocimiento científico necesario para hacer estudios clínicos con vacunas contra el sida, sobre todo porque no sabemos cuánto tiempo nos puede llevar acumular ese conocimiento. La única manera de conseguir una vacuna es mediante la realización de pruebas de eficacia en humanos y este año va a ser clave en este sentido, ya que conoceremos los datos de dos de estas pruebas.

La primera se está llevando a cabo en Tailandia con una vacuna desarrollada por Sanofi Pasteur y VaxGen, que se ha administrado a 16.000 personas, mientras que la segunda, elaborada por Merck, se está probando en Latinoamérica. Ambas vacunas han sido diseñadas para inducir inmunidad celular. Si estas vacunas muestran cierta eficacia habrá que preguntarse si es suficiente como para introducirla en los programas de salud pública. En caso contrario, tendremos que ver qué podemos aprender para perfeccionar las próximas vacunas".

Entre las líneas de investigación en las que se está trabajando, Esparza ha destacado la búsqueda de nuevos vectores para la administración de la vacuna, para lo que "se están realizando investigaciones de auténtica ciencia ficción, como la creación de adenovirus quiméricos".

La vacuna que se está probando en Latinoamérica, por ejemplo, utiliza como vector el adenovirus 5, que produce infecciones respiratorias comunes. "La desventaja de este vector es que la mayor parte de la población de los países desarrollados tiene anticuerpos contra el adenovirus 5, por lo que se está trabajando para reemplazarlo por otros adenovirus o para sustituir los segmentos de adenovirus 5 que son reconocidos por los anticuerpos por los componentes de otros adenovirus, lo que daría lugar a adenovirus quiméricos que tienen la misma capacidad de expresión pero que se escapa de la respuesta inmune del adenovirus5".



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