viernes, 30 de julio de 2010

La droga llega al cerebro y provoca el suicidio


por Clemente Ferrer

De las drogas nadie está libre. Cada día llega un mayor número de menores, un 63,5%, en busca de un plan de deshabituación.

“Las drogas siempre pasan factura.” Dice la comunicación publicitaria del Ministerio de Sanidad y Consumo, dentro del Plan Nacional sobre Drogas. Tiene como finalidad esquivar el derroche de las alcaloides entre los adolescentes.

Esther y Jorge han aprendido una de las enseñanzas más punzantes de su existencia. Ella con 17 años se aficionó al “speed” y a las anfetaminas. Pronto el capricho de la cocaína la devoró. Ahora a los 23 abriles está culminando una terapia de deshabituación en Proyecto Hombre. Él, con 21 años, arrancó ligando con los porros y acabó embaucado por la cocaína. Son las experiencias de dos de los 1.079 adolescentes que arribaron el pasado año a esta institución para estrenar un plan con el fin de resurgir de las tinieblas de los estupefacientes, según el portavoz de las Jornadas de Proyecto Hombre “Menores, drogas y sociedad.”

La droga llega directamente al cerebro. El estudio de la Oficina Nacional de Control de la Drogadicción de Washington, refrenda que los narcóticos pueden producir daños, como zozobra, melancolía, brotes psicóticos o tendencias al suicidio.

¿Será esto lo que algunos buscan, en clara línea con la cultura de la muerte?, apremia embestir a fondo contra las drogas, contrarias a la salud.
La droga es una de las plagas de la sociedad de nuestros días. La elevación de los índices de consumo de estupefacientes ha crecido de una forma alarmante y las autoridades se encuentran desbordadas con este grave problema. La drogadicción ha tomado carta de naturaleza en una parte de la población juvenil de todo el mundo. Se están poniendo los medios para terminar con esta lacra social que sólo lleva a la a la autodestrucción y a la muerte.

“He visto a los más grandes espíritus de mi generación, arrastrarse de madrugada por las calles de los negros, en busca de la droga urgente imperiosa”, afirma Allen Ginsberg.




Comite Independiente AntiSida

miércoles, 28 de julio de 2010

Los jóvenes lideran la lucha contra el sida


Un informe de ONUSIDA hecho público justo antes de iniciarse el Encuentro Internacional sobre Sida que se celebra esta semana en Viena, constata que la disminución del VIH entre los jóvenes coincide con el cambio en sus pautas de comportamiento sexual: retrasan la iniciación sexual y disminuyen el número de parejas.

Según las estimaciones de ONUSIDA, en 2008 había 33,4 millones (5 millones de jóvenes) de personas con el VIH en todo el mundo. Ese mismo año hubo cerca de 2,7 millones nuevos infectados (900.000 entre la población joven) y 2 millones de fallecidos. Cerca del 80% de los jóvenes infectados viven en el África subsahariana. Entre los jóvenes de todo el mundo el mayor porcentaje de infectados corresponde a las mujeres que alcanzan el 66%. Más de la mitad de las enfermedades de transmisión sexual las sufren los jóvenes de 15 a 25 años.

Pero en 15 de los 25 países más afectados por el sida, la prevalencia de la infección ha disminuido un 25% entre los jóvenes. En ocho países (Costa de Marfil, Etiopía, Kenia, Malaui, Namibia, Tanzania, Zambia y Zimbaue) esta reducción ha ido de la mano de cambios en la conducta sexual de los más jóvenes. En Kenia, por ejemplo, la disminución entre 2000 y 2005 ha sido del 60%. La prevalencia del VIH disminuyó de un 14,2% a un 5,4% en áreas urbanas y del 9,2% al 3,6% en zonas rurales. De igual modo, en Etiopía hubo una reducción del 47% entre las mujeres jóvenes embarazadas de áreas urbanas y del 29% entre las de zonas rurales.

Los jóvenes de 13 de los 15 países estudiados esperan más tiempo a ser sexualmente activos. En ocho de estos países los cambios fueron significativos entre las mujeres y en siete entre los hombres de 15 a 19 años. En Camerún, Etiopía, Malaui y Zambia tanto a los chicos como a las chicas se les aconsejó retrasar el inicio de su actividad sexual.

El estudio también ha concluido que los chicos de 13 países y las chicas de 10 países han tenido menos parejas en los últimos 12 meses que en años anteriores. En 7 de estos países (Camerún, Costa de Marfil, Etiopía, Kenia, Tanzania, Zambia y Zimbabue) la reducción del número de parejas es significativa tanto por parte de los chicos como de las chicas.

Últimas novedades en prevención

En la inauguración del encuentro bienal sobre sida, que esta vez tiene lugar en Viena, se hicieron públicos los resultados de un ensayo con un microbicida vaginal que contiene antirretrovirales y que reduce en un 54% las probabilidades de contraer el virus si se usa sistemáticamente (un 39% si no se usa en todos los casos). Los investigadores estiman que el coste del producto será mínimo, 25 centavos de dólar por aplicación, y la mujer podrá emplearlo sin necesidad de obtener el acuerdo del hombre.

Mejores resultados aún ha dado otro experimento, presentado en estos días, que ha conseguido reducir las ocasiones de posible infección entre chicas adolescentes. El problema de los métodos como el preservativo o el microbicida recién citado es que su eficacia puede bajar mucho si no se emplean bien y siempre, o si incitan a tener más relaciones de riesgo. Pues reducen la probabilidad de infección cada vez que se usan; pero si la probabilidad sube por otro lado, porque se multiplican las parejas, a fin de cuentas el efecto preventivo puede llegar a anularse.

El segundo estudio recién dado a conocer, patrocinado por el Banco Mundial, muestra la importancia que tiene el cambio en los comportamientos para la lucha contra el VIH. En una zona de Malaui donde es habitual que niñas y jóvenes de 13 a 22 años se prostituyan esporádicamente, con el beneplácito de sus familias, a cambio de regalos y pequeñas cantidades de dinero, los investigadores hicieron un seguimiento de dos grupos de chicas. A las de uno de ellos les dieron una ayuda de 4 a 10 dólares mensuales. Al cabo de 18 meses, la prevalencia del sida entre ellas era del 1,2%, mientras que en las del grupo de control era del 3%.

“Tratamiento 2.0”

Además de los resultados sobre el cambio de las pautas del comportamiento sexual de los jóvenes en algunos países de África, ONUSIDA ha aprovechado la reunión de Viena para proponer una nueva estrategia en la lucha contra el virus denominada “Tratamiento 2.0”. Con ella se pretende simplificar la actual manera de tratar el VIH y ampliar el acceso a las medicinas esenciales para prolongar la vida de los afectados. Se trata de una combinación de esfuerzos que faciliten la reducción de los costes, hagan los tratamientos más sencillos y amables, reduzcan la carga en los sistemas de sanidad y mejoren la calidad de la vida de los afectados por el VIH y sus familias. Los cálculos indican que el “Tratamiento 2.0” podría llegar a evitar 10 millones de muertes en 2025.

Este nuevo modelo se sustenta en cinco pilares:

1. Crear mejores medicamentos y formas de diagnóstico. Hacer pastillas más agradables y menos tóxicas y trabajar para que los métodos de diagnóstico sean más fáciles de utilizar. El seguimiento del tratamiento requiere un equipo complejo y técnicos de laboratorio especializados. Una herramienta de diagnóstico más asequible podría ayudar a reducir la gran carga de los sistemas de sanidad, de igual modo que un tratamiento simplificado podría reducir los costes e incrementar el número de personas con acceso al tratamiento.

2. El tratamiento como prevención. La terapia mediante antiretrovirales reduce la presencia del virus en el cuerpo. Si la gente que vive con el VIH reduce su carga viral, es menos propensa a transmitir el virus. Por ejemplo, si se facilita el tratamiento a las embarazadas, se evita la transmisión del virus a sus hijos.

3. La reducción de los costes. A pesar de la importante reducción de los precios de los medicamentos en los últimos diez años, el coste de los programas de terapia con antirretrovirales sigue aumentando. Los medicamentos pueden ser más asequibles, pero han subido los costes de hospitalización, seguimiento del tratamiento y otros. En la actualidad estos gastos doblan el coste de los propios medicamentos.

4. Mejorar la respuesta a las pruebas voluntarias de VIH, al asesoramiento y a los mecanismos de atención. Es importante saber pronto si una persona tiene el virus para comenzar el tratamiento lo antes posible. En la medida en que se detectan antes los casos, aumenta la eficacia de los tratamientos y de las expectativas de vida.

5. Reforzar la movilización de la comunidad. La implicación de la comunidad en la gestión de los programas de tratamiento mejora el acceso y el seguimiento, además de ayudar a reducir los costes y la carga asumida por los sistemas sanitarios.


Comite Independiente AntiSida

martes, 20 de julio de 2010

El embarazo no es lo peor

Cuenta Pam Stenzel en sus charlas que las jovencitas se acercan aterradas a su consulta para hacerse el test de embarazo, y que cuando reciben la noticia de que la prueba es negativa la expresión de su cara refleja el ENORME ALIVIO que sienten, se consideran salvadas:

- “¡Uf! -dicen- ya me puedo ir tranquila.

- Un momento señorita. ¿Ya te has hecho la prueba de HTB, verrugas geniales, sífilis, gonorrea, clamidia, tricomona, vulvadena, uretritis, hepatitis B, SIDA, herpes, etc.?

- ¿Yo?, ¿necesito pruebas de eso?”

Las jóvenes tienen cuatro veces más posibilidades de contraer alguna enfermedad de trasmisión sexual que de quedarse embarazadas ¿Porqué razón el embarazo es lo único que les preocupa? El embarazo no es una enfermedad –se lo dice una madre que vive cada día la ilusión de saber cómo crece y se desarrolla su hija de 27 semanas-. No es lo peor que puede ocurrir cuando se tienen relaciones sexuales. Muchas jóvenes se levantaron esta mañana pensando: “no me va a pasar a mí, eso solo sucede en las grandes ciudades, pero no donde yo vivo”, y hoy habrán contraído una enfermedad de transmisión sexual.

En los años sesenta se conocían y trataban 5 enfermedades de transmisión sexual; en la actualidad hay más de 50 enfermedades, de las cuales más de 25 son muy frecuentes entre los jóvenes y el 30% de ella son completamente incurables.

Llegará el momento en que estén listos para casarse, habrán encontrado al chico/a que aman y con quien desean pasar el resto de sus vidas. Se dispondrán a entregar el anillo de compromiso, mirarán a los ojos a su novia/o y le dirán:

- “Cásate conmigo. Por cierto, tengo verrugas genitales. Se te contagiarán y nos darán tratamiento a los dos por el resto de nuestras vidas, probablemente acabarás con histerectomía radical, cáncer cervical y tal vez te mueras, pero cásate conmigo

- ¡Que bien!, gracias por compartirlo siquiera antes de la boda”

Todas las enfermedades de transmisión sexual son enfermedades con consecuencias muy serias. La clamidia, por ejemplo, es la enfermedad de transmisión sexual más común entre los adolescentes hoy día. Unos 4.000 adolescentes la contraen cada 24 horas. Es una bacteria, no un virus, por lo tanto se puede tratar con antibióticos. El problema es éste: más del 80% de los jóvenes que tienen la enfermedad no presentan síntomas. ¡No se puede tratar una enfermedad que no se sabe que se tiene! Hay miles de adolescentes manteniendo relaciones sexuales y diciendo “estoy bien, no padezco ninguna enfermedad, ni conozco a nadie que tenga una”. ¡Ni se imaginan que ya la han contraído y la están contagiando!

Chicas, escuchad esto: contraed clamidia una sola vez, y tendréis entre un 20% y un 25% de posibilidades de ser estériles el resto de vuestras vidas. Contraedla dos veces, y las probabilidades aumentan hasta un 50%. Si la contraéis por tercera vez, es probable que jamás podáis tener hijos. Hay mujeres con 20 ó 30 años que dicen: “quiero tener un hijo, lo he intentado, pero no logro quedar embarazada”, y van a un especialista, las revisa y dice:

- “Hay tejidos con cicatrices en la trompa de Falopio, los ovarios y el útero; tiene inflamación pélvica, alguna vez se hizo un aborto o tuvo clamidia.

- ¿Que tuve qué? ¿Tuve una enfermedad de transmisión sexual sin enterarme?”

Es demasiado tarde. ¡Demasiado tarde!

Relata Pam Stenzel que conoció a una pareja que no podía tener hijos y quiso adoptar uno. Después de esperar mucho tiempo les avisaron diciendo que había un bebé para ellos: una madre adolescente acababa de dar a luz y deseaba entregar su hijo en adopción para procurarle una vida mejor. Fueron al hospital, recogieron al niño y se lo llevaron a casa. Al día siguiente la niña no comía y estaba letárgica. La madre adoptiva pensó que como era primeriza no sabía atender bien a su hijita. Así que llamó al pediatra, que le pidió que la llevara a su consulta al día siguiente. Una vez allí, mientras rellenaban el parte, la niña comenzó a echar espuma por la boquita y dejó de respirar. La ingresaron de urgencias y murió dos horas más tarde. Tenía herpes. Su madre biológica se lo había contagiado. Era una chica de 14 años que quiso asistir al funeral. Se sentó junto a la madre adoptiva y le dijo llorando: “salí un viernes para acudir a un partido de fútbol. Un chico me llevó a un lugar apartado y mi vida ya nunca será igual”. Cuando la madre adoptiva relataba esto, le decía a Pam: “no dejes que la muerte de mi hija haya sido en vano”.

¿Cuántas relaciones sexuales hacen falta para infectarse? Una. Os dirán que utilicéis preservativo, que esto hace seguro el sexo, que ni siquiera tenéis que haceros las pruebas porque estáis protegidos. ¡Hemos perdido la cabeza! Muchachos: ¡no es seguro! Nunca lo ha sido y nunca lo será. Usar preservativo no equivale a sexo seguro.