viernes, 21 de noviembre de 2008

La terapia precoz evita muertes en niños VIH+

La terapia antirretroviral se tiene que instaurar lo antes posible en niños, ya que se ha demostrado que reduce la mortalidad y retrasa la progresión de la infección en menores de siete semanas.

DM Nueva York 20/11/2008

El diagnóstico precoz y la terapia antirretroviral en las primeras fases de la infección reduce la mortalidad infantil en un 76 por ciento y la progresión de la enfermedad en un 75 por ciento, según un estudio coordinado por Avy Violari, de la Unidad de Investigación del VIH de la Universidad de Witwatersrand, en Johanesburgo, que se publicó ayer en The New England Journal of Medicine.

En los países con una alta seroprevalencia del VIH tipo 1, la infección eleva la mortalidad infantil. El citado equipo ha investigado las estrategias de terapia antirretroviral precoz en niños con VIH.

Los niños infectados de entre 6 y 12 semanas de edad con un porcentaje de CD4 del 25 por ciento o mayor se seleccionaron de forma randomizada para recibir terapia antirretroviral (lopinavir-ritonavir, zidovudina y lamivudina) cuando los CD4 descendían hasta el 20 por ciento, cuando lo indicaban los criterios clínicos o en grupos de niños en los que la terapia antirretroviral estaba limitada hasta el año o los dos años de edad. Se compararon los resultados de la terapia programada frente a la precoz.

Con una edad media de 7,4 semanas y un porcentaje de CD4 del 35,2 por ciento, 125 niños siguieron una terapia programada y 252 iniciaron el tratamiento de forma precoz.

Tiempo de tratamiento
Después de una media de seguimiento de 40 semanas, la terapia programada se instauró en el 66 por ciento de los niños. En este grupo murieron 20 niños frente a los 10 que lo hicieron en el grupo de terapia precoz.

La enfermedad progresó en 32 pacientes de terapia programada y en 16 de los que comenzaron a tratarse de forma precoz.

La estavudina se sustituyó por zidovudina en cuatro pacientes del grupo de terapia precoz debido a la aparición de neutropenia en tres y de anemia en otro. No se tuvo que prescindir del resto de los fármacos. Después de una revisión de los datos y de la seguridad, el grupo de terapia programada se modificó y los niños del grupo se reasignaron para iniciar la terapia antirretroviral.

Los datos del estudio muestran que la terapia antirretroviral en niños con una edad media de siete semanas reduce la mortalidad desde el 16 al 4 por ciento si se compara con la terapia que se inicia teniendo en cuenta los signos clínicos o las cifras de CD4.

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