lunes, 30 de septiembre de 2013

El cannabis, presente en un 55% de pacientes psicóticos

La droga es un determinante claro en la aparición de nuevos casos. El tratamiento integral mejora el pronóstico y favorece la integración.

Carmen Cáceres. Sevilla

El estudio PEP (Primeros Episodios Psicóticos) es un proyecto multicéntrico, prospectivo y longitudinal, que se puso en marcha en 2009, para evaluar las variables clínicas, neuropsicológicas, de neuroimagen, bioquímicas, ambientales y genéticas en pacientes psicóticos.

La enfermedad psicótica en sí misma es tóxica, por lo que cuanto más tiempo se tarde en controlar, más aumentará la neurodegeneración
Entre los primeros resultados de este estudio, que se han presentado en el XVII Congreso Nacional de Psiquiatría, en Sevilla, destaca que el 55,82 por ciento de los pacientes analizados consume cannabis con regularidad (más de una vez por semana). Éste es un determinante claro en la presentación de nuevos casos, en su evolución y en la adherencia al tratamiento. Además, hay datos que demuestran la existencia de un nivel alto de inflamación en estos pacientes y también, que el sistema endocannabinoide que regula la inflamación está alterado.

El trabajo se ha llevado a cabo en una muestra de 335 pacientes con un primer episodio psicótico, de entre 7 y 35 años, cuya duración sintomática no superara el año, y en 253 controles sanos, con el mismo perfil socio-demográfico. El objetivo es desarrollar estrategias más efectivas de tratamiento y prevención de recaídas.

Dieciséis centros
El estudio ha contado con la financiación del Fondo de Investigaciones Sanitarias (FIS) y en él han participado 16 centros de investigación, coordinándose desde la Unidad de Esquizofrenia del Hospital Clínico de Barcelona. Según Miguel Bernardo Arroyo, director de la Unidad de dicho hospital y presidente de la Sociedad Española de Psiquiatría Biológica, "estudiar los primeros episodios psicóticos se considera que es el punto clave, porque se manifiesta de una forma más clara la enfermedad y no hay variables de confusión, pudiéndose estudiar al paciente libre de la toxicidad de la propia enfermedad". Desde un primer momento, se ha buscado reducir la heterogeneidad clínica y disminuir la variabilidad de los diseños de investigación.

Los primeros datos disponibles del estudio, aún en marcha, demuestran que el tratamiento sostenido es rentable, eficaz y previene las recaídas
El estudio se ha articulado en torno a un módulo básico en el que han participado todos los grupos integrantes y donde se ha realizado la caracterización genética y clínica. "Hemos hecho una exploración exhaustiva con más de quince escalas evaluando las variables que influían: entre otras, el consumo de tóxicos, el ambiente familiar, el rendimiento escolar, los traumas infantiles, las complicaciones en el parto y en la primera infancia, el desarrollo motor y emocional", explica Bernardo. Asimismo, "hemos dividido el estudio en tres módulos específicos: neuroimagen, neurocognición y terapéutica-farmacogenética".
El objetivo era formular un modelo predictivo de evolución y asociación de los genes que ayude a la identificación. Por un lado, detectar cuáles son los genes que predisponen y, por otro lado, cuáles son los factores que inciden sobre la vulnerabilidad genética como percutores. "Observamos genes de neurotransmisión, neurodesarrollo, inflamación, efectos adversos y farmacocinética, al trabajar con una base de datos llamada Gripsam, una red de salud mental creada específicamente para recoger todos los datos".

Terapias variables 
Los primeros resultados revelan que hay una alta variabilidad en los tratamientos, pero la mayor parte están concentrados en tres opciones terapéuticas. "Se prefieren los antipsicóticos de segunda generación", matiza Bernardo. Estas conclusiones están permitiendo, junto con otros estudios de primeros episodios psicóticos, contribuir a definir cuáles son los predictores de recuperación en esta enfermedad.

En opinión de Bernardo, "sabemos que la esquizofrenia es una enfermedad del neurodesarrollo -en etapas precoces se produce una alteración de la maduración del sistema nervioso central-, pero luego hay neurodegeneración. En este sentido, la enfermedad en sí es tóxica, cuanto más tiempo se tarde en controlarla más neurodegenerativa será". En resumidas cuentas, los fármacos antipsicóticos pueden actuar haciendo que se detenga ese proceso neurodegenerativo.

"El tratamiento intensivo de los pacientes con antipsicóticos y con apoyo psicológico y de rehabilitación favorece su reinserción social y mejora el pronóstico". Por tanto, tratar a estos enfermos adecuadamente hace que la duración hasta las recaídas sea más larga o que no haya recaídas.

Comite Independiente AntiSida

La estructura molecular revela cómo el VIH infecta a las células



El hallazgo de la estructura tridimensional del receptor CCR5 de superficie celular permitirá desarrollar fármacos más precisos contra la enfermedad.

Redacción Diario Médico  


Un equipo de científicos chinos y estadounidenses ha determinado la estructura atómica de alta resolución del receptor CCR5 que la mayoría de las cepas de VIH utilizan para entrar en las células inmunitarias humanas.  "Estos detalles estructurales deberían ayudarnos a entender de forma más precisa cómo el VIH infecta los linfocitos, y cómo podemos bloquear ese proceso con una nueva generación de fármacos", señala Beili Wu, profesor en el Insituto de Materia Médica de Shanghai (China), e investigador principal del estudio, que se ha publicado en la revista Science Express.

Los científicos se han centrado en el receptor CCR5, que es uno de los objetivos más buscados para el desarrollo de medicamentos anti VIH. La importancia de este correceptor para la infección del VIH reside en el hecho de que ciertas variantes genéticas del mismo pueden incrementar o reducir el riesgo de infección, así como la rapidez del proceso de la enfermedad. "Ahora que tenemos ambas estructuras tridimensionales de los correceptores humanos CXCR4 y CCR5, es probable que veamos la siguiente generación de fármacos para el VIH", apunta Raymond C. Stevens, profesor en el Instituto de Investigación The Scripps, en California (Estados Unidos).

Por lo tanto, los científicos han tratado de desarrollar fármacos que bloqueen el virus de su vinculación al receptor CCR5 o si no, dejar el receptor inactivo. Sin emargo, tan sólo se han desarrollado hasta ahora compuestos que inhiben el CCR5 y nadie sabe exactamente cómo funcionan. "Algo que echábamos en falta era una imagen molecular de alta resolución de la estructura del receptor CCR5 que pudiéramos utilizar para diseñar un fármaco preciso", matiza Wu.

Los investigadores continuarán con los estudios estructurales de los receptores CCR5 y CXCR4 con la proteína gp120 de envoltura del VIH y el CD4 para obtener más imágenes informativas del proceso de infección viral.


Comite Independiente AntiSida

domingo, 29 de septiembre de 2013

La terapia triple duplica la eficacia en VIH/HC


La combinación de interferón pegilado, ribavirina y boceprevir mejora los resultados en coinfectados por el VIH.


La terapia triple con interferón pegilado, ribavirina y boceprevir mejora de manera significativa los resultados en los pacientes con hepatitis C (HC) que también presentan infección por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), según un trabajo en el que ha participado Josep Mallolas, del Grupo de Sida y Enfermedades Infecciosas del Instituto de investigaciones Biomédicas August Pi i Sunyer (Idibaps), y consultor senior del Servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital Clínico de Barcelona. Los resultados de este estudio prospectivo en fase II, randomizado y controlado con placebo, publicado en The Lancet Infectious Diseases, supone el primer trabajo que demuestra que añadir boceprevir a la terapia doble estándar para la hepatitis C mejora los resultados en coinfectados por el VIH. En concreto, aumenta más del doble la tasa de respuesta respecto a la terapia dual estándar.

Segunda generación
Según ha explicado Mallolas a DM, a raíz de estos hallazgos se han puesto en marcha otros trabajos, aún inéditos, con telaprevir y con otros inhibidores de la proteasa de segunda generación cuyos resultados preliminares son alentadores, por lo que esta línea de investigación se postula como una prometedora vía para mejorar el tratamiento de estos pacientes.

Se estima que entre el 30 y el 50 por ciento de los enfermos con VIH presentan también el VHC, lo que no sólo acelera la progresión de la patología hepática aumentando el riesgo de desarrollar cirrosis y carcinoma hepatocelular, sino que también reduce la tolerancia al tratamiento antirretroviral, lo que tiene un impacto negativo en la supervivencia de estos individuos.

"Los pacientes coinfectados por el VIH y la hepatitis C son complejos y difíciles de tratar, por lo que desactivar esa bomba de relojería resulta prioritario para mejorar su pronóstico", ha comentado Mallolas.

Demostración clara 
En esta investigación, coordinada desde la Universidad Johns Hopkins, en Baltimore (Estados Unidos) y financiada por MSD, han participado también científicos de 30 centros de Estados Unidos, Francia, Argentina y Canadá. Se ha realizado el seguimiento por un espacio de 44 semanas de 99 pacientes adultos diagnosticados con hepatitis C genotipo 1, sin tratamiento previo y con infección por VIH controlada. Los resultados demuestran la superioridad de la terapia triple frente a la dual.