Matthew Cullinan Hoffman
LIMA, 19 de noviembre 2010 (Notifam) – La Administración del Presidente Barack Obama de los Estados Unidos de América está inundando Perú con más de 18,000,000 preservativos a través del programa federal de la Agencia para el Desarrollo Internacional (United States Aid for International Development/USAID), según lo declaran dos de los obispos católicos más prominentes en Perú.
“Me apena enormemente que el Ministerio de Salud esté impulsando esta distribución masiva de preservativos con el apoyo de la USAID pues con ello alienta el ejercicio irresponsable de la sexualidad, sobre todo entre nuestros jóvenes,” dijo José Antonio Eguren, Arzobispo de la Arquidiócesis de Puira y Presidente de la Comisión para la Familia y la Defensa de la Vida de la Conferencia Episcopal Peruana, en unas declaraciones escritas que fueron publicadas en el sitio cibernético de dicha arquidiócesis.
“La sexualidad no puede reducirse a la mera genitalidad, a un acto sexual irresponsable, separado completamente de su intención procreadora y de su lugar natural y propio que es el matrimonio,” señaló por escrito el Arzobispo Erugen. Y añadió que “debemos rechazar este tipo de políticas que promueven una cultura que ‘banaliza’ la sexualidad humana.”
Del mismo modo, en días recientes, Juan Luis Cardenal Cipriani de la Arquidiócesis de Perú condenó la nueva campaña de preservativos durante un sermón, en que caracterizó la política pública gubernamental de la siguiente manera: “Voy a regalar preservativos, 18 millones, no voy a educar a la juventud, no voy a educar a los padres de familia, no voy a educar a esa opinión pública, voy a regalar para que haya más libertinaje, más abuso sexual.’”
“Esta es la traición de la que habla Jesús,” dijo el Cardenal.
Son muchos los estudios que muestran que la distribución de los preservativos promueve la promiscuidad sexual, la propagación de las enfermedades de transmisión sexual, y el aumento en los embarazos fuera de matrimonio. Por otro lado, la educación en la abstinencia tiende a reducir dichas tasas.
En el sitio cibernético del programa de la USAID se señala que se ha intentado convencer al gobierno peruano de clasificar los anticonceptivos como “medicina”, y se declara abiertamente que intentan disminuir la tasa de fertilidad de las mujeres peruanas, alegando que les beneficia económicamente. Anualmente se gastan cerca de $11.2 millones para proveer servicios de “salud” en dicho país.
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