Se ha celebrado en El Salvador el III Foro Latinoamericano y del Caribe en VIH/Sida y el IV Foro del Congreso Centroamericano de VIH/Sida (CONCASIDA). Ójala haya sido útil y no perjudicial.
Cada hora se infectan 33 personas con el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) en América Latina y el Caribe, de las que 17 son jóvenes de entre 15 y 25 años. En ese mismo lapso de tiempo cuatro niños quedan huérfanos por causa del sida. Estos datos, procedentes de ONUSIDA revelan que a estos países deben hacer mucho para combatir la epidemia.
Durante tres días, más de 3.500 participantes, entre los que se encontraban por primera vez políticos de los distintos países, han discutido sobre el tratamiento y la prevención del VIH, la importancia de educar a los jóvenes y la urgente necesidad de acabar con el estigma y la discriminación que rodea al sida.
En la reunión, aunque se ha alabado el esfuerzo realizado por algunos países para controlar el VIH, ha predominado un punto de vista crítico sobre lo tarde que Latinoamérica respondió a la epidemia y, como consecuencia, el tiempo que han perdido. "La región despertó un poco tarde al problema del sida", ha reconocido Peter Piot, director ejecutivo de ONUSIDA.
La reunión ha sido utilizada por ONUSIDA, con Peter Piot, para regañar a los países latinoamericanos. No se ha escuchado por parte de ONUSIDA ninguna autocritica de cómo Occidente está convirtiendo a muchos países latinoamericanos en sus reservas de carne humana, importando cientos de miles de jovencitas a sus mercados de prostitución, y distribuyendo y propagando el sida en el mercadeo del turismo sexual. Por dólares frescos muchas jóvenes se dejan infectar. Peter sólo argumenta el que usen latex., y se presenta como hermanita de la caridad diciendo que "los presidentes de Centroamérica hablen sobre el VIH a sus pueblos y que abracen en público a personas que lo sufren para romper con la discriminación, una actitud que además no cuesta dinero".
Siempre con el compromiso económico
Otro de los problemas de Latinoamérica para prevenir nuevos contagios por VIH es el dinero que destinan a tal fin. Según Peter Piot estos países no deberían depender tanto de los donantes internacionales para su lucha contra el sida sino invertir mayores recursos de sus propios presupuestos.
Según datos de la revista 'Science', Latinoamérica deberá gastar 550 millones de dólares (unos 470 en euros) para atender a las personas infectadas por el virus de la inmunodeficiencia humana.
Además, en el Foro se ha puesto de relieve que existe en Latinoamérica una deficiencia en el registro de casos de sida, debido principalmente al rechazo y la discriminación que aún hoy sufren las personas que padecen la enfermedad y que, por tanto, prefieren ocultarlo.