viernes, 21 de julio de 2006

Cruzarse de piernas



Hace algo más de un año que el estado de Nueva Jersey aprobó una ley para que los programas de educación sexual para adolescentes en colegios públicos promovieran la abstinencia de relaciones sexuales. La ley insiste en que han de replantearse los materiales pedagógicos a fin de que siempre quede claramente expresado y de forma contundente el mensaje de que la abstinencia de relaciones sexuales en adolescentes es la medida más razonable y eficaz contra embarazos imprevistos y enfermedades sexuales.

Hay cifras que resultan preocupantes. Se estima que actualmente hay detectados 40 millones de portadores de HIV en el mundo, de los cuales 28 se encuentran en el África subsahariana. La catástrofe del SIDA en África es un desastre humanitario de proporciones abrumadoras, pero las consecuencias políticas y económicas de tan colosal crisis apenas han trascendido fuera del continente africano que ocupa una posición marginal respecto a los países poderosos. Sin embargo, la alarma es creciente para el demógrafo Nicholas Eberstadt, cuando anuncia, en un artículo que publica Foreign Affairs , que la cifra de víctimas del SIDA en Rusia, China y la India alcanzará tal magnitud que amenaza las perspectivas económicas de miles de millones de seres y el equilibrio de fuerzas en el globo

La esperanza de vida en algunos países del continente africano es de unos 45 años por causa del SIDA, y se empieza a considerar que en Rusia la próxima generación disminuirá sus expectativas de vida en unos diez años. Si se considera el asunto desde el punto de vista de chicas embarazadas, España tiene una tasa de nueve embarazos por cada mil adolescentes, según datos de UNICEF y todavía no está entre las tasas más altas de los países desarrollados. La conclusión, se tomen los datos que se quieran, es obvia: Nadie puede creer que el disfrute sexual es gratis total. La naturaleza no perdona y conviene respetar sus leyes.

Se han publicado estudios (Brithis Medical Journal) sobre la incidencia de las campañas y programas escolares impartidos en los últimos treinta años con vistas a lograr el retraso en la actividad sexual, el aumento del uso de anticonceptivos y la reducción de embarazos de adolescentes. Pues bien, los profesores del Departamento de Epidemología Clínica y Bioestadística de la Universidad McMaster (Ontario) concluyen que la educación sexual que se ha impartido desde 1970 no ha conseguido ninguno de los tres fines. Tal y como se percibe en el ambiente de compulsión sexual que nos hemos fabricado.

Las autoridades sanitarias nos lanzan mensajes del estilo: "póntelo, pónselo", "contra el sida, presérvate" o anuncios donde una mamá "amiga" de su hija le pone un preservativo en el bolso antes de salir con el de turno. En ningún caso se mencionan las conclusiones de la Fundación Cochrane, considerada la máxima instancia en la medicina basada en evidencias, que indica que el preservativo disminuye la probabilidad de infección por el virus del SIDA en un 80%, pero no garantiza el 100% como sugieren las campañas habituales. Por comparación, resulta curioso que en las campañas de presión contra el tabaquismo no se dice que el filtro "evite" los males, sino que se arremete contra la causa que los provoca.

El argumento que se ha venido utilizando para justificar la exclusividad del mensaje del preservativo es que "no es posible ni realista pedir a los jóvenes que se abstengan". Es lo mismo que darle una chocolatina a un niño impertinente. Es una de las ideas de la revolución sexual que trajeron aquellos progresistas de los años 70, que se aceptaron como dogmas, y que tan lamentables consecuencias han traído a quienes se creyeron que todo el campo es orégano y que son libres para hacer lo que les apetezca en cada momento.

No es fácil decir algo que no coincide con la corriente de permisividad generalizada. Cualquiera que llegue a afirmar que la sexualidad exige responsabilidad, y por tanto determinadas condiciones de madurez y compromiso, será tomado como algo exótico y que no tiene espacio en el bienestar total que disfrutamos.

Se entiende fácilmente que a Erika Harold, 22 años, coronada Miss América 2002, aceptada en la Universidad de Harward para estudiar derecho, le ordenaran que se limitara a hablar de la violencia juvenil, y tuvo que denunciar que fuera censurada por los organizadores del certamen para impedir que hablara públicamente a favor de la abstinencia sexual como venía haciendo en el Project Reality, organización juvenil dedicada a promover la abstinencia sexual entre los escolares

Unos pocos dicen: "Escolares, respétate a ti mismo, protégete a ti mismo. Otros muchos dicen: "Vale que no se empeñara (Miss América) en desnudarse en Play Boy, pero ¿cruzarse de piernas a estas alturas?. La cuestión, según un estudio del British Medical Journal, es que el 70% de las menores de 16 años que habían mantenido relaciones sexuales opinaban que habría sido mejor esperar algún tiempo.

Visite: Comite Independiente AntiSida

La terapia antirretroviral reduce la aparición de infecciones oportunistas en niños


ALARGA LA ESPERANZA DE VIDA

ISABEL F. LANTIGUA El Mundo

MADRID.- Una reciente investigación ha descubierto que el tratamiento de gran actividad (TARGA), además de controlar la enfermedad en los pacientes seropositivos, reduce la aparición de infecciones oportunistas tanto en adultos como en niños, lo que disminuye la mortalidad y ofrece a los pequeños una posibilidad de alcanzar la edad adulta.

Hace justo una década las personas con VIH morían a menudo por las enfermedades oportunistas, que se aprovechaban del estado inmunodeprimido del paciente para actuar. Esta situación cambió en 1996 gracias a la llegada del TARGA. Ahora un trabajo, publicado en 'JAMA', compara por primera vez a gran escala cómo esta combinación de fármacos disminuye en los niños la aparición de las infecciones oportunistas.

Investigadores de la Facultad de Medicina de Harvard y de la Universidad de Boston(EE UU) siguieron a 2.767 chicos infectados por el virus de la inmunodeficiencia humana entre enero de 2001 y diciembre de 2004 y compararon su situación con la de 3.331 menores que habían participado en otro estudio entre octubre de 1988 y agosto de 1998 (antes de la era TARGA). El objetivo era evaluar la incidencia de 29 infecciones oportunistas.

El equipo registró un total de 553 primeros episodios de infecciones entre 395 participantes (el 14%) del grupo que ya utilizaba la terapia antirretroviral. Las cuatro infecciones más comunes fueron la neumonía bacteriana, el herpes zóster, las infecciones dermatofíticas (de la piel) y la candidiasis oral.

Al comparar la presencia de estos trastornos entre la era anterior al TARGA y la posterior, los autores vieron que por cada 100 personas al año, la incidencia de la neumonía había descendido desde la introducción de los antirretrovirales nueve puntos, de 11,1 a 2,15 y el herpes zóster pasó de 2,9 a 1,11. Lo mismo ocurrió con las otras infecciones.

Los fármacos contra el sida y la profilaxis efectiva para cada una de estas enfermedades han reducido sustancialmente su incidencia en los últimos 10 años. No obstante, los autores reconocen que "a pesar de los avances y los beneficios derivados del TARGA las infecciones oportunistas no han desaparecido por completo y algunos niños seropositivos continúan desarrollándolas, bien porque no responden a la terapia, por falta de adherencia o por intolerancia a los fármacos".

Acceso limitado
Un editorial que acompaña al estudio, explica que en los países en vías de desarrollo, donde es especialmente grave la epidemia de sida, los niños tienen muchas dificultades para seguir y beneficiarse del tratamiento antirretroviral.

"En los últimos cinco años el debate científico y político ha dejado de centrarse en si estos fármacos pueden proporcionarse en esas zonas para fijarse en cómo se pueden administrar. Sin embargo, para los 2,3 millones de niños que viven en el mundo con VIH la cuestión no es ni dónde ni cómo, sino cuándo van a recibir la terapia que les permitirá vivir más años", escribe el doctor Joseph I. Harwell, de la división de enfermedades infecciosas del hospital de Rhode Island.

Este experto indica que los países desarrollados tienen una proporción muy pequeña de niños infectados con VIH por dos razones: primero, las mujeres embarazadas se someten a la prueba del sida y si están infectadas reciben tratamiento antirretroviral, lo que reduce las posibilidades de transmitir la infección a sus hijos y, en segundo lugar, los niños infectados también toman los fármacos, por lo que crecen con una enfermedad crónica.

"Claramente, la medicación funciona, mejora la calidad de vida de los seropositivos y reduce las complicaciones asociadas a la enfermedad", concluye el doctor Harwell. Por eso, es necesario que llegue a los países más afectados.

Visite: Comite Independiente AntiSida

El 30% de la embarazadas de sudáfrica tienen el virus del SIDA



Agencias/Madrid
El 30, 2% de las mujeres embarazadas de Sudáfrica tienen el virus del sida, un poco más que en 2004 cuando la cifra era del 29, 5%, según un informe del Gobierno publicado hoy, que estima en 5, 5 millones de personas los afectados por VIH.

El estudio, llevado a cabo en octubre de 2005 por el Departamento de Salud, muestra un pequeño descenso del número global de infectados comparado con elaño 2004 (5, 7 millones). "Hay que destacar este dato, aunque aún queda mucho trabajo por hacer para asegurarse de que las nuevas infecciones no se expandan más por el sur de frica", señaló el ministro de Sanidad, Manto Tshabalala-Msimang.

El Gobierno, en numerosas ocasiones, ha sido acusado de no hacer lo suficiente para prevenir y tratar la enfermedad. En particular, porque el presidente, Thabo Mbeki, siempre ha dudado de la relación entre el VIH y el sida, y el ministro de Sanidad ha causado la ira de activistas por la salud por apoyar los beneficios del ajo y la remolacha como fármacos contra la enfermedad en vez de las medicinas antirretrovirales.

Los resultados del estudio señalan también que el 15, 9% de los adolescentes está afectado por el VIH, por debajo del 16, 1% registrado en 2004. "Esto implica un cambio sustancial en el comportamiento de los jóvenes, que conllevan prácticas sexuales más seguras y tienen relaciones más fieles", indica el informe.

Por otra parte, el 18, 8% de la población entre 15 y 49 años está infectada por el virus, así como 235. 000 niños menores de 14 años "como resultado de haber sido contagiados por sus madres", puntualiza el informe.

Visite: Comite Independiente AntiSida