sábado, 24 de septiembre de 2005

Investigación con embriones

Lo tradujo Elena, de Venezuela y me lo envió.No resisto el ponerlo. Muchas gracias.

Cáritas Valencia formará voluntarios para atender a enfermos mentales y de SIDA



Se trata de un trabajo que se desarrolla en equipo y con posibilidad de horario flexible


VALENCIA, 23 Sep. 05 (ACI).- Cáritas Valencia iniciará en octubre cursos de formación para voluntarios que apoyarán programas de ayuda a enfermos mentales, de SIDA y transeúntes, según indicaron voceros de la entidad.

Según informa la agencia AVAN, los voluntarios que asistan a los cursos podrán "acompañar y dar apoyo a los acogidos en los proyectos de Cáritas", que son asignados según el perfil de la persona y su grado formativo.

Entre los programas que necesitan colaboradores figura la casa de acogida Mas al Vent, la vivienda Siquem para enfermos de SIDA, así como las viviendas Vilafarell y Vilablanca para enfermos mentales, respectivamente. Asimismo, “es necesario el acompañamiento para enfermos crónicos y terminales que están hospitalizados”, indicaron.

Los requisitos para poder ser voluntario en Cáritas son "ser mayor de edad, tener una mínima formación y sensibilidad hacia la problemática social, responsabilidad y disponibilidad", aunque "se trata de un trabajo que se desarrolla en equipo y con posibilidad de horario flexible", de acuerdo a lo indicado por los voceros valencianos.

Para el inicio de estos cursos, se ha programado una conferencia el día 18 de octubre, a cargo del Padre Jesús Sastre quien disertará sobre “Repensar el voluntariado hoy”.

Los cursos se desarrollarán a partir del 17 de octubre al 30 de noviembre; del 16 de enero al 22 de febrero, y del 8 de mayo al 14 de junio. Las clases se efectuarán en la sede de Cáritas, en la plaza Cisneros, 5, los lunes y miércoles de 7 a 9 de la noche.

martes, 20 de septiembre de 2005

China prohíbe casarse a los enfermos de sida


Fuente: Infobae, Argentina

El informe de la Federación Internacional de Ligas de Derechos Humanos (FIDH) indicó que sólo a partir de noviembre de 2004 los enfermos de sida son autorizados a pasar exámenes de la función pública y denunció una mala atención médica de los infectados por ese mal.

El informe, titulado "China-sida: un estado crítico", fue publicado con motivo de la jornada mundial de la salud.

El 70 por ciento de los que tienen el virus están concentrados en zonas rurales, donde las estructuras hospitalarias son escasas y donde, según reconocen las autoridades sanitarias del país, más de la mitad de la población no puede pagarse cuidados médicos.

"No solamente las medidas tomadas por las autoridades chinas para luchar contra el sida son insuficientes, sino que además las ONG independientes que trabajan en este asunto son sistemáticamente reprimidas", señaló el presidente de la FIDH, Sidiki Kaba.

Acusó a las autoridades de ocultar las cifras sobre la difusión de la enfermedad en el país y señaló que los periodistas no pueden investigar sobre el asunto, sobre todo en la provincia de Henan, particularmente afectada por el mal.

Según el informe, los habitantes de esa provincia y de otras donde el número de afectados es alto tienen problemas para encontrar trabajo, incluso en el ejército, y sus productos son rechazados.

El informe de la FIDH será presentado al Comité de derechos económicos, sociales y culturales de la ONU.

Moscú apuesta por la castidad frente al preservativo para frenar el sida


S. Martín


Madrid- Puede llegar a ser realmente paradójico. Un moscovita puede encontrarse estos días dos anuncios en el metro de este tipo: «Sexo Seguro, es mi elección», y, en frente, otro que reza «No existe el sexo seguro»... ¿Cómo?
Y es que los responsables de Sanidad de Moscú comenzó hace tiempo una campaña en favor de «la abstinencia total antes del matrimonio», tal y como explica Ludmila Stebenkova, presidenta de la Comisión de Sanidad de la Duma. «En Rusia, la gente empezó a pensar que se podían proteger de cualquier enfermedad con el “sexo seguro”». Pero los datos hablan por sí solos: las infecciones por virus del Papiloma Humano han crecido un cincuenta por ciento en el país de los zares, y también han aumentado los casos de herpes y de infecciones de hongos, así como de otras enfermedades de transmisión sexual.

No son los únicos. Stebenkova aporta el ejemplo de EE UU, que representa un claro cambio a favor de la castidad: «En EE UU se ha cuadruplicado el presupuesto para hacer propaganda de la abstinencia, y los centros médicos y educativos han excluido de sus programas cualquier mención al preservativo como anticonceptivo», explica. «Promoviendo un “sexo seguro” la gente no podía entender que el contacto sexual temprano y prematrimonial tiene consecuencias negativas físicas y psicológicas. ¿Para qué vamos a repetir los errores ajenos?», se pregunta la presidenta de la Comisión de Sanidad de la Duma.

Moscú piensa gastar cerca de novecientos mil dólares en educación sexual, pero sin enseñar a usar preservativos. Con este presupuesto lanzarán un juego educativo para el ordenador, harán publicidad en la televisión y pondrán carteles en calles, estaciones de metro y centros escolares. Sus eslóganes serán claros: «Familia sana, defensa contra el sida» y «No existe el sexo seguro».

Los defensores a ultranza del preservativo ya pusieron el grito en el cielo al conocer la decisión de la Duma. Pero para la responsable de la salud de los moscovitas «las organizaciones que aportan fondos para la causa representan una ideología caduca. Sus programas educativos se crean para robar a las arcas estatales, no para proteger a la juventud».

Juan Pablo II, SIDA y condones

Por Michael Cook

Juan Pablo II
Sólo después de un mes de la muerte de su predecesor, el nuevo Papa, Benedicto XVI, anunció que había empezado el proceso que culmina en santidad católica. El Vaticano generalmente se mueve a paso glacial para estas cosas, así que esta velocidad sin precedentes confirma lo que la mayoría de la gente siente por Juan Pablo II: que era un tipo extraordinariamente bueno. Sin embargo, antes de que los creyentes se emocionen mucho, hay algo que necesita dilucidarse: la nimiedad sobre si Karol Wojtyla fue, en verdad, el asesino en masa más grande del siglo XX. Si lo fue, puede que la canonización no sea tan buena idea.
Eso es lo que los abogados del diablo han tenido a bien decir.
Nicholas Kristof, del New York Times, dice que la prohibición del Vaticano sobre los condones ha costado cientos de miles de vidas siendo uno de “sus más trágicos errores en los dos primeros milenios de su historia”. El influyente New Statesman en Londres publicó un artículo en portada poco después de la muerte de Papa afirmando que “él probablemente contribuyó más a la propagación continental de la enfermedad que la industria del transporte terrestre por camión y la prostitución juntos”.
Rosemary Nelly, de The Australian en Sydney, opina que el intransigente Vaticano “finalmente será acusado de crímenes contra la humanidad”. Polly Toynbee, del periódico del Reino Unido The Guardian, quien seguramente comió algo asqueroso en el desayuno aquella mañana, comparó a Juan Pablo II con Lenin: “Ambos antepusieron la ideología extrema a la vida humana y la felicidad, a un coste humano inimaginable”. Hasta los médicos se unieron al coro. La principal revista médica especializada del mundo, The Lancet, acusó al Papa de ignorante y rígido por poner “obstáculos insalvables para la prevención de la enfermedad”.
No sé si alguno de estos escritores ha visitado alguna vez hospicios de SIDA y ha abrazado a enfermos de SIDA como hizo Juan Pablo II o si alguno ha trabajado tanto como Juan Pablo II trabajó para conseguir aportaciones económicas internacionales para el tratamiento del SIDA. En su mayor parte, parecen ser los mismos que buscan ensuciar todo lo demás que hizo Juan Pablo II. Pero han hecho su acusación que merecen un examen. ¿Aguantará el escrutinio?
Estadísticas aterradoras
Enfermo de SIDA en UgandaNo hay duda que el SIDA en África es aterrador. La última investigación sobre la proporción del SIDA en Suazilandia, un pequeñísimo reino de 2 millones de personas rodeado por Sudáfrica ha alcanzado el 42.6%, el más alto del mundo. Y está subiendo. Hace 3 años, en 2002, era el 38.6%. “Suazilandia será exterminada”, dijo desesperadamente un activista contra el SIDA. Las cifras de otros países en el sur de África son casi tan sombrías.
De acuerdo al Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/SIDA (ONUSIDA), dos tercios de la gente con VIH/SIDA viven en el África subsahariana. Al final de 2004, 25.4 millones de personas estaban infectadas, con alrededor de 3 millones infectados durante el año. La expectativa de vida al nacer ha bajado a menos de 40 en 9 países: Botswana, la República Centroafricana, Lesoto, Malawi, Mozambique, Ruanda, Suazilandia, Zambia y Zimbabwe. En este último país, la expectativa de vida al nacer era de 52 años en 1990 y es de sólo 34 en 2003.
Horrendo. Increíble, desgarradoramente horrendo.
Pero hay algo absurdamente medieval en convertir al Papa en la cabeza de turco, como si las nubes fueran a desaparecer y el sol volviera a brillar si clavamos suficientes alfileres en el muñeco vudú de Juan Pablo II. Echándole la culpa de la tragedia del SIDA africano a un hombre es una de esas ideas que son, en palabras de George Orwell, “tan estúpidas que sólo los intelectuales podrían creérselas”.
El papel del catolicismo
Esas dos ideas existen como parte de todas esas críticas. La primera es básicamente esta: los católicos africanos son tan devotos que si tienen sexo fuera del matrimonio, coquetean con prostitutas o toman una tercera esposa, se abstendrán piadosamente de usar condones porque el Gran Padre Blanco les dijo que no lo hicieran. Toynbee invoca sombríamente “el poder profundo del Vaticano… su autoridad personal sobre 1.3 mil millones de fieles, que es de lo más poderosa sobre los más pobres y desamparados devotos”.
Pero es que no se puede estar en misa y repicando: esos ignorantes católicos de piel oscura no pueden ser tan santurrones para usar condones y demasiado aviesos para resistir la tentación. El periodista Brendan O’Neill –que se describe como ex católico que ha abandonado la enseñanza católica sobre sexualidad moral– resume este argumento paternalista en su periódico online Spiked: “La única razón que usted podría creer la idea increiblemente simplista de que el edicto del Vaticano = SIDA en África es que usted considera a los africanos como poco más que autómatas que hacen lo que les dicen”.
Superponer los mapas de proporción del SIDA y del catolicismo en el mundo es suficiente para ver cómo se hunde la relación entre la Iglesia Católica y el SIDA. En el hospicio que Suazilandia es hoy, sólo el 5% de la población es católica. En Botswana, donde el 37% de la población está infectada, sólo el 4% de la población es católica. En Sudáfrica, el 22% de la población está infectada y sólo el 6% es católico. Pero en Uganda, donde el 43% de la población es católica, el porcentaje de adultos infectados con el VIH es del 4%.
En realidad, sin la Iglesia Católica la situación sería mucho peor. El desastre del SIDA en África pesó mucho en el Papa. Hace 10 años pidió a “los científicos y líderes políticos del mundo, movidos por el amor y respeto debido a cada ser humano, que usaran todos los recursos a mano para poner fin a esa plaga”. Y los católicos respondieron.
Alrededor del 27% del cuidado sanitario de las víctimas del VIH/SIDA es cubierto por las organizaciones eclesiásticas y ONGs católicas, algo que hasta The Lancet ha reconocido. Forman una amplia red de clínicas que llegan a la gente más pobre, distante y olvidada de África.
Estas estadísticas sugieren que la verdadera historia puede ser bastante contraria al sonsonete que tocan los medios: que practicar el catolicismo puede, en realidad, ser el mejor preservativo.
¿Son tan efectivos los condones en realidad?
Un condónEl segundo supuesto es que los condones son esenciales para prevenir el SIDA en África. En palabras de los investigadores de la London School of Hygiene and Tropical Medicine: “El condón es un artilugio que salva vidas, altamente efectivo en la prevención de la transmisión del SIDA si es usado correcta y consistentemente, además de ser el mejor método actualmente para la prevención del VIH para los que son sexualmente activos y están en riesgo”.
Sin embargo, observe que este dogma está limitado por dos salvedades importantes: “si es usado correcta y consistentemente”. ¿Cuán a menudo podemos esperar esto en el sur de África? Si los expertos no han podido terminar con el SIDA en San Francisco y Sidney promocionando condones, ¿qué les hace pensar que lo lograrán en África?
Lo increíble es que a pesar de la insistencia dogmática de que distribuir condones es la única manera de detener el avance del SIDA, hay muy pocos estudios que lo demuestren. Un artículo en el Boletín de la OMS el año pasado admitía que hay muy poca investigación sobre el impacto de programas de promoción del condón en la incidencia real de la infección del VIH.
Además, aún si los condones fuesen “eficaces” –o sea que no se rompiesen o que no tuviesen fugas– la ley de Murphy dice que muy a menudo fallan. De acuerdo al grupo americano Family Health International que apoya iniciativas reproductivas sanitarias y que promueve condones con vigor, “los condones tienen que ser usados correcta y consistentemente para que funcionen”; “el uso correcto es más complicado de lo que parece porque hay muchas formas de hacerlo mal”; “algunas personas tienen problemas para hacerlo correctamente y experimentan más roturas de lo normal”.
En el caótico ambiente social de muchos países africanos –donde la pobreza es endémica, las mujeres son generalmente violadas y la poligamia es común– es muy poco probable que los hombres usen los condones con regularidad. Como observa el presidente Museveni de Uganda: “En países como los nuestros donde una madre tiene que caminar 32 kilómetros para conseguir una aspirina para su niño enfermo u ocho kilómetros para ver si consigue agua, el asunto de conseguir una fuente constante de condones quizá no se resuelva nunca”.
Un estudio reciente del uso del condón en países en desarrollo publicado en la revista “Estudios sobre la planificación familiar” resumió la situación con estas palabras irrefutables: “todavía no ha surgido ningún ejemplo claros de un país que haya hecho retroceder una epidemia generalizada mediante, principalmente, la promoción del uso del condón”. Esto se ve más claramente en el sur de África. Los altos niveles de transmisión de VIH han continuado aumentando a pesar de los altos niveles de uso del condón. En Botswana, dice el catedrático Norman Hearst de la Universidad de California en San Francisco, las ventas de condones aumentaron de 1 a 3 millones en 2001 mientras que el promedio del VIH entre mujeres urbanas embarazadas aumentó de 27% a 45%. En Camerún donde la venta de condones pasó de 6 a 15 millones, el promedio del VIH aumentó del 3% al 9%.
El ejemplo de Uganda
En realidad, la historia del SIDA en Uganda respalda la creencia de la Iglesia que la abstinencia y la fidelidad dentro del matrimonio son en verdad la mejor manera de luchar contra el SIDA. En 1991, el nivel de infección en Uganda era el 21%. Ahora, después de años de un programa simple y de bajo coste llamado ABC ha caído al 6%.
Yoweri Museveni, presidente de UgandaABC significa A por “Abstinencia, B por “Be faithful”, que quiere decir “Sea fiel”, y C por “use Condones si no practica A y B”. El presidente de Uganda Yoweri Museveni predica el ABC del SIDA con el fervor de un evangelista. “No estoy a favor del uso de condones para las escuelas primeras y ni siquiera para las secundarias... Dejemos que los condones sean el último recurso”, dijo recientemente en una conferencia internacional sobre el SIDA que se celebró en la capital, Kampala. “Tengo hijos ya mayores y mi política era asustarlos contra la práctica del sexo indisciplinado. Comencé a hablar con ellos a la edad de 13 años diciéndoles que se concentraran en sus estudios que para el sexo habría tiempo”.
Toynbee sostuvo en su diatriba en The Guardian que “la abstinencia y el celibato no están en la condición humana”. Pero Museveni –nada inocente sobre la condición humana– piensa que si lo están. “Hicimos nuestra más alta prioridad convencer a nuestra gente a que regresaran a los valores tradicionales de la castidad y la fidelidad y que si eso fallaba, que usaran condones” le dijo a ejecutivos de la industria farmacéutica americana hace un par de años. “La alternativa era ser diezmados”.
Detrás de la campaña
La campaña para ensuciar el nombre de Juan Pablo II con las muertes africanas es tan incendiaria y desconcertantemente descerebrada que equivale a la prueba concluyente de la máxima de Orwell. ¿Qué podría estar detrás de esto?
Hay una respuesta política. Una astuta campaña –hecha por católicos descontentos para desacreditar al Papa y las enseñanzas tradicionales de su Iglesia– ha estado en marcha desde hace varios años. Un grupo pro-aborto llamados Católicos por la libre elección (del aborto), o CFC en sus siglas en inglés, lanzó una campaña internacional de relaciones públicas en diciembre de 2001 para promover la idea que “los buenos católicos usan condón”. Campañas publicitarias en EEUU, México, Filipinas, Sudáfrica, Kenia, Chile y Zimbabwe marcaron “la primera fase de un esfuerzo para cambiar la política del Vaticano y desafiar su lobby agresivo contra la disponibilidad y el acceso a los condones en áreas del mundo con mayor riesgo”. La posterior cobertura mediática, por lo menos en el Reino Unido, reflejaba los temas centrales de la ideología de la CFC.
Pero a nivel más profundo, las creencias católicas sobre la sexualidad chocan con lo que Juan Pablo II llamó la “patología del espíritu”. Como un ejemplo de ello, tomemos la afirmación de Polly Toynbee que dice “el anticonceptivo es el verdadero salvador de la mujer”. El Papa miraba a un salvador distinto. Él sabía que la tecnología no podía curar la herida condición humana. La tecnología no puede inyectar autocontrol, no puede infundir respeto por los demás, no puede fabricar un sentido de la responsabilidad. La única salvación final no viene de una píldora o de un tubo de látex sino de una conversión en el corazón. Un parche técnico dejará los graves problemas de África –como desigualdad de los sexos, pobreza, baja educación y ruptura social– sin resolver. Y sin arreglarlos, el problema del SIDA seguro que empeorará.
Pero está claro que disponer de un cabeza de turco al que culpar del SIDA en África llena la necesidad fundamental de tener una solución simple frente a la calamidad. Por eso, tengo una idea que lo solucionará todo.
Tony Blair, posible nuevo cabeza de turcoMientras que los periodistas británicos están ocupados denunciando la pésima sanidad en África, el gobierno británico está tramando para empeorarla más aún. De acuerdo a un número reciente de The Lancet el personal sanitario subsahariano está acudiendo en gran número al Reino Unido, dejando la sanidad de sus propios países en un estado catastrófico. Se estima que el 60% de los médicos formados en Ghana en los años 80, por ejemplo, se han ido del país. La iniciativas para luchar contra el SIDA, como la meta de la OMS para proveer de tratamiento antiretroviral de por vida, están siendo frustradas por la falta de médicos. A menos que los médicos y las enfermeras se queden en sus países en vez de buscar mejores sueldos en el Reino Unido, muchos, muchos más infectados de VIH morirán.
Una persona puede poner fin a este escándalo: el Primer Ministro británico. Quizá si Polly Toynbee le clavara alfileres al muñeco vudú de Tony Blair, todo el problema desaparecería... ¿Ridículo? Vale. Pero es mucho más lógico que clavárselos al Papa anterior.
Michael Cook es editor de MercatorNet.
© 2005. Traducción por Miryam Lindberg.

domingo, 18 de septiembre de 2005

El psicoanálisis va a desaparecer


"El psicoanálisis va a desaparecer", dice Mikkel Borch-Jacobsen

Entrevista al filósofo e historiador en la que considera a Freud "alguien poco fiable" pues descubre las falacias, ocultamientos y manipulaciones de los representantes de la escuela freudiana

La Nación 14-9-05

PARIS.– Los intelectuales norteamericanos llaman the Freud war a la guerra sin cuartel que libran, desde 1993, defensores y detractores de Sigmund Freud y de la teoría que modeló al hombre del siglo XX, el psicoanálisis.


En ese contexto, el filósofo e historiador Mikkel Borch-Jacobsen puede ser considerado uno de los generales que lideran las huestes antifreudianas. Es uno de los principales autores de un libro colectivo que acaba de ser publicado en París y que ha desencadenado la fase más despiadada de esta guerra: “El libro negro del psicoanálisis”.


Dinamarqués de nacimiento, francés por su educación, Borch-Jacobsen se instaló en los Estados Unidos en 1986. Es profesor en la Universidad de Washington. Identificado con la corriente constructivista del pensamiento, Borch-Jacobsen ha pasado los últimos 30 años de su vida denunciando “las falacias, ocultamientos y manipulaciones” de los representantes de la escuela freudiana, comenzando por su propio fundador. Su estilo pasional y directo aumenta el impacto de sus controvertidas posiciones.


Participaron unos 40 especialistas europeos y norteamericanos. La primera de las 830 páginas de “El libro negro del psicoanálisis” comienza así: “Francia es, con la Argentina, el país más freudiano del mundo. En nuestros dos países es comúnmente aceptado que todos los lapsus son reveladores, que los sueños develan deseos inconfesables y que un terapeuta es forzosamente un psicoanalista. (...) En el resto del planeta, desde hace 30 años, la autoridad del psicoanálisis se ha reducido en forma dramática. (...) ¿Francia y la Argentina serán las únicas en tener razón, contra el resto del mundo?"


De paso por París, Mikkel Borch-Jacobsen recibió a LA NACION.


-Usted dice que Freud era un mentiroso y un charlatán.


-No digo que era un charlatán. Digo que Freud se tomó libertades con la verdad, deliberadamente.


-Eso se parece mucho a la definición técnica de la mentira...


-Sí, así es.


-¿Y por qué?


-Se pueden dar muchos ejemplos. El más flagrante es el caso que dio origen al psicoanálisis: el de la llamada Anna O. Freud afirmó hasta el fin de su carrera que su amigo Joseph Breuer había conseguido curarla de sus síntomas histéricos, cuando sabía perfectamente que no era verdad. La verdad es que Anna O. tuvo que ser internada en una clínica psiquiátrica inmediatamente después de haber terminado con su terapia y que pasaron años antes de curarse. Podría dar otros ejemplos, pero ése es el más evidente de una afirmación falsa y deliberada. Freud afirmó con frecuencia haber curado pacientes, sin que fuera cierto. Con frecuencia, lanzó rumores falsos sobre algunos de sus colegas o discípulos renegados... En otras palabras, era alguien muy poco fiable. Es imposible tener una confianza ciega en lo que Freud decía.


-¿Eso quiere decir que, debido a sus mentiras, la teoría psicoanalítica queda totalmente invalidada?


-El psicoanálisis es, en principio, una teoría basada en la observación clínica. Así la describió el mismo Freud. Las construcciones metapsicoanalíticas son especulaciones que deben ser producto del material clínico, de la observación clínica. Sobre esa cuestión, Freud tenía una posición absolutamente positivista, de fines del siglo XIX. Es evidente que la cuestión de la fiabilidad de sus observaciones clínicas tiene una importancia crucial. Si manipuló esos datos para hacer que se aceptara su teoría, es muy grave. Y hoy es perfectamente posible demostrar cómo Freud manipuló esos datos clínicos.


-¿Cómo?

-El mejor ejemplo es el de las notas clínicas sobre el llamado Hombre de las Ratas. Su verdadero nombre era Ernst Lanzer y fue a ver a Freud en 1907, quejándose de padecer miedos obsesivos y reacciones compulsivas. Habitualmente, Freud destruía las notas que tomaba durante sus análisis. Sin embargo, por una razón misteriosa, los apuntes del análisis del Hombre de las Ratas sobrevivieron. Así fue posible compararlas con la historia del caso publicada por Freud. Esto fue hecho por el psicoanalista e historiador canadiense Patrick Mahony y yo acabo de repetirlo con un colega en un libro que saldrá en enero: las contradicciones son flagrantes. La verdad es que Freud inventaba personajes. Y esto es muy grave. A partir de allí, es imposible creer en lo que él escribía. No inventó todo. En el caso del Hombre de las Ratas, es evidente que se apoyó en lo que vio y escuchó, pero también que cada vez que algo no le convenía, lo cambiaba. Cambiaba las fechas, pretendía que el paciente había aceptado su interpretación cuando no era cierto, etcétera. Sí, creo que la cuestión de la fiabilidad de Freud es muy importante para la validez de la teoría.


-Permítame insistir, desde un punto de vista científico, que Freud haya sido un mentiroso no invalida su teoría...


-La razón por la cual es tan importante la veracidad de Freud es que en todas las disciplinas científicas los resultados y las experiencias son públicas. Un científico que quiere verificar los resultados de otro científico puede hacerlo; puede volver sobre el terreno del experimento o rehacer el mismo camino. En el psicoanálisis eso es imposible. Porque Freud, por razones totalmente sorprendentes, decidió que las sesiones de psicoanálisis fueran confidenciales y que nadie, ni siquiera otro psicoanalista, pudiera asistir a una sesión conducida por otro colega.


-¿Por qué "sorprendentes"?


-Porque hasta ese momento la práctica psiquiátrica era abierta, pública. Así se formaban los especialistas: asistiendo a esas sesiones. Para Freud, el único modo de formarse era poniéndose a sí mismo en el diván. En esas condiciones, es imposible verificar desde un punto de vista científico su teoría. ¿Freud deformaba, mentía, decía la verdad? Imposible saber si se equivocaba o si, influido por una u otra teoría, insistía demasiado sobre algunas cosas. El único relato de sus psicoanálisis era él mismo.


-¿O el relato de sus pacientes?


-No, porque en el psicoanálisis el paciente jamás es nombrado. No se conoce su identidad. Por otro lado, en la época de Freud los pacientes no iban a gritar en la plaza pública: "Yo soy la víctima de una neurosis que Freud ha tratado de tal fecha a tal fecha". Debemos, pues, depender de la buena fe de Freud, lo que es una situación absolutamente inédita en el terreno científico.


-Pero si es imposible verificar, lo que usted considera mentiras, bien podrían ser verdades...


-Por eso es tan importante el trabajo del historiador. Porque si bien esos pacientes no fueron identificados por Freud, los historiadores consiguieron descubrir sus identidades. Con frecuencia hicieron un verdadero trabajo de detective. El más espectacular fue el caso de Anna O. por parte del historiador Henri Ellenberger, que consiguió descubrir los documentos depositados en la clínica donde ella había sido internada. Gracias a ello se supo hasta qué punto había divergencias entre lo dicho por Freud y lo que constaba en esos documentos. Después de Ellenberger hubo un gran número de historiadores que consiguieron identificar a otros pacientes. De ese modo, fue posible reconstituir los hechos. Comprobamos entonces que las pretensiones terapéuticas de Freud eran completamente exageradas, que muchos de sus pacientes no estaban para nada de acuerdo con sus interpretaciones.


-¿Y por qué Freud habría hecho esto?


-Freud había inventado una teoría. Era un gran teórico, alguien que tenía un don excepcional para la especulación teórica. También tenía una confianza desmesurada en sus propias teorías. Para él, todo lo que pensaba era la verdad absoluta. A veces cambiaba de teoría; desde ese momento, la nueva teoría era la buena. Conociendo al personaje, estoy convencido de que estaba tan seguro de que tenía razón que cada vez que hallaba un obstáculo, pues... lo evitaba. Creo que ni siquiera era consciente de ello. Y hay algo más. Creo que una vez que Freud se transformó en esa especie de genio reconocido por todos, los pacientes se sentían tan impresionados que aceptaban todo lo que les decía. Si Freud decía: "Usted tiene una homosexualidad reprimida", ellos contestaban: "Claro, naturalmente". No se puede reducir toda esta cuestión a las mentiras de Freud; están sus mentiras, más profundamente, su autoconfianza absoluta, y también la respuesta de los pacientes.


-Se podría decir entonces que hubo manipulación, además de mentiras.


-Manipulación es una palabra fuerte, pero se produjo en algún caso. Por ejemplo, en el caso de Horace Frink, uno de los fundadores de la Sociedad Psicoanalítica de Nueva York. La mayor parte del tiempo se trató de lo que, por entonces, se llamaba sugestión. Una sugestión medio intencional, medio inconsciente, que provocaba cierto tipo de respuesta en sus pacientes. Este es un proceso que se produce en todo encuentro psicoterapéutico. No es sólo el psicoanálisis el que se ve afectado por tal actitud. La sugestión, la colaboración entre el paciente y el terapeuta existe en toda terapia.



-¿Aun en las nuevas terapias de moda, por ejemplo las comportamentales?


-Estoy persuadido. La diferencia está en que en la mayor parte de las nuevas psicoterapias los terapeutas son conscientes de ello. Manipulan conscientemente; practican la sugestión conscientemente. Lo utilizan como un instrumento. Por el contrario, Freud no cesaba de decir: "No manipulo, no sugiero, sólo observo, todo esto es la verdad que yo, Freud, consigo extirpar de la mente de mis pacientes". Es muy diferente. Creo que ése es el problema del psicoanálisis: afirma cosas como si se tratara de verdades objetivas cuando sólo se trata de construcciones elaboradas mediante una interacción entre paciente y terapeuta.



-¿Para usted, entonces, la pulsión sexual no es el motor que determina el funcionamiento psíquico del hombre?


-Desde luego que no. Si usted me dice que la pulsión sexual es importante en el comportamiento humano, le contestaré que no hacía falta que llegara Freud para saberlo. Por el contrario, si usted me pregunta si la pulsión sexual tiene la importancia que Freud le dio, le responderé que no. Yo creo que todas sus teorías -el complejo de Edipo, el complejo de castración, el deseo fálico de las mujeres, el instinto de muerte, etcétera-, todo eso son puras construcciones hipotéticas, especulativas, muy interesantes, fascinantes quizá, pero que no tienen absolutamente ninguna base empírica o científica.


-Lo que usted dice es que el hombre moderno que todos conocemos -víctima del complejo de Edipo, de los recuerdos reprimidos, de las transferencias- nunca existió. Ese hombre que explican las universidades, los medios de comunicación y los consejeros matrimoniales, es otro.


-Así es. El hombre cambia en función de su época. No se puede decir que el hombre de la Edad Media era igual al hombre del siglo XVIII.


-¿O sea que la sociedad hace al hombre? ¿Por eso antes se hablaba de histeria y hoy se habla de estrés?


-Exactamente. Yo me defino como un constructivista. Esto quiere decir que, hasta que se pruebe lo contrario, toda teoría sobre las neurosis es una construcción social. Pienso que el psicoanálisis es otra de esas construcciones sociales. Por construcción social me refiero sobre todo a la interacción entre terapeuta y paciente. De esta manera, me parece normal que las teorías evolucionen con la sociedad y con la historia. Tampoco se encuentran las mismas teorías en los mismos países y en las mismas culturas. La gente tiene diferentes modos de tratar las "enfermedades del alma" y diferentes formas de caer enfermo. El psicoanálisis definió por cierto tiempo la forma en que la gente se enfermaba, manifestaba sus síntomas y buscaba la cura. Pero esto se ha terminado.


-¿Pero por qué razón el psicoanálisis se propagó como un reguero de pólvora por el mundo occidental?



-Si su pregunta quiere decir que la humanidad entera no puede haberse equivocado hasta ese punto, mi respuesta es sí, la humanidad se ha equivocado muchas veces en su historia. En cuanto a la razón de esa propagación, podríamos decir que, en sus comienzos, el psicoanálisis fascinó a la gente, que quería más libertad sexual. Eso fue señalado por grandes pensadores, como Marcuse, Fromm o Reichmann. También se puede decir que el psicoanálisis sirvió de reemplazo a las ideas religiosas de salvación eterna, que comenzaron a desaparecer a comienzos del siglo XX. Sin embargo, yo veo dos razones principales. La primera es que Freud era un genio de la propaganda. Consiguió convencer a la gente de que su terapia era la única capaz de curar en profundidad y que las demás eran totalmente superficiales. Digo pura propaganda pues no tenía ninguna prueba; tampoco obtenía mejores resultados que los demás. Freud consiguió, además, desprestigiar a sus pares, tratándolos de paranoicos, reprimidos sexuales, etcétera. Lo hizo a partir de 1913 con sus propios colegas y después con sus discípulos: Adler, Ferenczi, Jung y Rank. A cada crítica que se le hacía, la respuesta era: "Si usted no cree, es porque nunca se autoanalizó en un diván. Se trata de pura resistencia". Este método era absolutamente eficaz y sigue siendo válido en nuestros días; sus discípulos han conseguido mantener esas leyendas freudianas -como las llaman los historiadores críticos- secuestrando los documentos que contradecían la leyenda. Los mismos mecanismos se ponen en marcha cada vez que se critica el psicoanálisis.


-¿Cuál es la segunda razón?


-El otro mecanismo es aún más sorprendente. Al mismo tiempo que se mantienen intocables esas leyendas freudianas sobre su teoría y sus descubrimientos, los psicoanalistas son de una maleabilidad total. La teoría psicoanalítica no tiene, en el fondo, ninguna consistencia. Los psicoanalistas pueden leer en el inconsciente de sus pacientes cualquier cosa: todo y lo contrario. De este modo, se adaptan al medio social y cultural en el que viven.


-Por ejemplo?


-Cuando los psicoanalistas austríacos y alemanes se exiliaron en los Estados Unidos durante la Segunda Guerra Mundial, encontraron un país orientado hacia el empirismo, el positivismo, la psicología experimental. Entonces desarrollaron una suerte de adaptación del psicoanálisis freudiano (en la cual Freud jamás se hubiera reconocido). Por el contrario, en Europa, después de la guerra, alguien como el francés Jacques Lacan -que vivía en un país latino, donde el positivismo era mal visto y sólo se hablaba de existencialismo, de fenomenología y de dialéctica hegeliana- desarrolló otro tipo de psicoanálisis basado en Heidegger, Hegel, entre otros. De este modo, el psicoanálisis consigue instalarse en todas partes. Porque sólo es un recipiente vacío, una especie de parásito que se adapta a cualquier contexto. En la actualidad, han inventado el neuropsicoanálisis, es decir la alianza entre el psicoanálisis y las neurociencias. Ahora, los representantes freudianos dicen: "Freud fue uno de los fundadores de las neurociencias y nosotros podemos confirmarlo". Un absurdo, pero funciona.


-¿Cuáles son los países donde el psicoanálisis está en plena regresión?


-En los Estados Unidos el psicoanálisis está completamente tachado del mapa en los departamentos de psiquiatría y de psicología de todas las universidades. Curiosamente, sólo resiste en los departamentos de literatura, probablemente gracias a Lacan y a la admiración de los medios literarios estadounidenses por lo que llaman la french theory.


-Usted estudió a Lacan. ¿Se podría decir que era igual a Freud?


-No. Lacan no era un positivista ni un cientificista. Era un teórico que afirmaba cosas asegurando que las encontraba en Freud. Creo que era alguien que tenía una audacia a toda prueba, que decía cosas sorprendentes. Era también extraordinariamente cínico y manipulador.


-¿Cuáles son las nuevas terapias que están reemplazando en los Estados Unidos al psicoanálisis?


-Las terapias comportamentales y cognitivas. Sin demasiadas pretensiones, éstas se basan en los principios modestos, parciales, pero verificables, de la psicología científica.


-¿Por qué en Francia y en la Argentina el psicoanálisis mantiene su vigencia?


-Es curioso, Francia otorga el mismo crédito al psicoanálisis en este momento que los Estados Unidos en los años 50 y 60. Creo que esta fascinación se debe a Lacan, que, como le dije, es un buen ejemplo de ese camaleonismo. Su táctica fue increíblemente eficaz. La clase intelectual fue subyugada por Lacan. Prácticamente toda la generación del 68 pasó por el diván. Allí se formaron los jóvenes psiquiatras y analistas que hoy son figuras de la teoría y que monopolizan el poder intelectual en ese terreno. Esto explica la resistencia absoluta de Francia ante el resto del mundo.


-¿Y en la Argentina usted ve las mismas razones?


-Ustedes, tanto como Brasil, son países que, en el terreno de la ideología y las ciencias sociales, estuvieron muy cerca de Europa y de Francia durante gran parte del siglo XX. Hubiera sido sorprendente que, con vuestra cultura e historia, el psicoanálisis hubiese pasado inadvertido. Pero yo creo que la desaparición del psicoanálisis es inevitable. Las jóvenes generaciones de especialistas tienen otras exigencias desde el punto de vista científico. El avance extraordinario de las neurociencias demuestra cada día que, en el terreno de la psiquis, es posible lograr resultados sorprendentes y a muy corto plazo con otras terapias. En estas condiciones, Freud y sus teorías inverosímiles tienen los días contados.


Por Luisa Corradini

Para LA NACION

ABORTO: Un mill?n de muertos

viernes, 16 de septiembre de 2005

Programas de abstinencia sexual son un éxito en Cleveland

CLEVELAND, 15 Sep. 05 (ACI).- Un estudio publicado por el American Journal of Health Behaviour, mostró que los programas de "abstinencia hasta el matrimonio" han dado resultado y son un éxito entre los estudiantes de secundaria de Cleveland.

Según informa LifeSiteNews.com, el estudio se realizó entrevistando a más de dos mil estudiantes de secundaria, participantes del programa llamado "For Keeps", dirigido por Operation Keepsake in Mayfield, Ohio.

El programa consiste en cinco sesiones de 40 minutos, en las que se enfatiza la abstinencia sexual hasta el matrimonio. También se presenta la virginidad como un don que debe ser compartido en el matrimonio, así como los peligros del embarazo adolescente y las enfermedades de transmisión sexual, incluyendo al SIDA.

La directora del estudio, Elaine Borawski, indicó al diario local Plains Dealer que los resultados son sorprendentes. La investigadora de la Case Western Reserve University opina que el programa realizado con fondos del gobiernos federal, ha influido positivamente en la vida sexual de los adolescentes.

"Todos decían que los muchachos que ya habían tenido relaciones sexuales no iban a encontrar relevante el programa. Parece que ha tenido más éxito del que pensábamos", señaló .

Autoridades alarmadas por el incremento de los casos de sida

EN PERMANENTE RIESGO. La juventud japonesa es uno de los grupos más expuestos al contagio del virus del sida.

Prostitución de colegialas y turismo sexual son factores del crecimiento

TOKIO. Luego de décadas negando su existencia, soslayándola a cualquier precio o incluso afirmando que no existen cifras oficiales, simplemente quizás por sostener el mito de la seguridad no solo en el ámbito social sino también sanitario, Japón ha debido aceptar, que existe desde hace ya varios años el Síndrome de Inmuno Deficiencia Adquirida (sida) entre su población. No solo eso, también ha lanzado campañas públicas para combatirlo, porque es una de las enfermedades con mayor tasa de crecimiento según revelan, ahora sí, las cifras oficiales.

Durante la última década la propagación del mal ha llegado a niveles que lo igualan a las tasas de países en vías de desarrollo y, como siempre sucede en este tipo de estadísticas, se teme que la cifra registrada no sea ni por asomo la real. Según las autoridades sanitarias, debe ser tres o cuatro veces mayor. Por ese motivo ya se empieza a utilizar la palabra epidemia en los reportes o informes.

De acuerdo con las cifras proporcionadas por el Ministerio de Salud, el total de personas infectadas con el virus del sida (entre nipones y extranjeros) supera los 11.000 (de esta cifra, aproximadamente el 25% ha desarrollado el sida), cantidad que comparada a los 127 millones de personas que habitan estas islas es prácticamente insignificante si se habla de cantidades porcentuales.

Sin embargo, el crecimiento anual de la enfermedad en el 2004 fue del 14% en comparación con el año anterior, cifra que se calculó en base a los casos de personas (1.165 en total) que acudieron a un centro médico por razones diversas, y descubrieron que se encontraban infectadas.

Es decir, que no tenían ni idea de que podían ser portadores del virus. He ahí lo grave del problema según manifiestan las autoridades.

Por otro lado, el aumento del 14% anual, equipara la tasa de crecimiento del VIH en Japón, a las de países africanos, según organizaciones internacionales. Y hasta la fecha, en todas las naciones en donde se ha desatado la plaga, las cifras de contagio siempre tienden a subir o a mantenerse, en el mejor de los casos, que no son muchos.

Por ello no son pocas las voces que han comenzado a predecir que de continuar como van las cosas, para el 2010 Japón estará inscrito dentro de la lista de países con mayor cantidad de casos de VIH.

Así lo afirma el catedrático Masahiro Kihara, funcionario de la Oficina de Investigación de Enfermedades Infecciosas de la Universidad de Kioto, que además explica que para el 2010, entre Japón, China, Rusia y la India habrá 48 millones de infectados, y este archipiélago puede encabezar la lista.

GRUPOS DE RIESGO

Lejos de ser solo el colectivo homosexual, el único grupo de riesgo a la hora de la propagación del virus VIH, las autoridades también han señalado a las escolares adolescentes y a los empresarios y ejecutivos que frecuentemente (mínimo una vez al año en las actuales situaciones de recesión económica) realizan viajes de turismo sexual a otros países asiáticos.

A esto habría que agregarle dos factores importantes: el rechazo cada vez mayor de la población, básicamente de los jóvenes, a utilizar algún tipo de protección, lo cual incluso ha puesto en serios aprietos a los fabricantes de condones; y la moda o costumbre, en boga desde hace un buen tiempo impuesta por las prostitutas adolescentes (generalmente colegialas que ejercen esta actividad no por necesidad sino para comprarse cosas de marca y sostener un tren de vida lujoso) de tener relaciones sexuales sin protección con sus clientes si estos aumentan o doblan el pago de sus servicios.

Portadores son extranjeros en 30%
4 Según cifras del propio Ministerio de Salud en los últimos meses, el 30% del total de portadores del VIH son extranjeros.
4 Los extranjeros registrados en Japón representan el 1,45% de la población local, mientras que los latinos, principalmente peruanos y brasileños, son apenas el 0,28% de los habitantes (unos 360.000).
4 Sin embargo, los extranjeros son el 30% de portadores del VIH y el 20% de los casos de sida en las estadísticas.
4 Una cifra altísima, explicó una representante de Criativos, la única entidad sin fines de lucro que investiga el problema en las colonias latinas radicadas en estas islas, entre las cuales, la peruana es la más grande de habla hispana, con más de 60.000 miembros, según cifras extraoficiales.

jueves, 15 de septiembre de 2005

Promueven abstinencia sexual

Más de mil jóvenes participaron en la Primer Exposida de Nicaragua, cuyos organizadores, Caritas Diocesanas, promueven valores morales como medida preventiva.

Extraído del diario: "La Prensa" de Nicaragua

Claudia Margarita Pineda

COLABORADORA / JINOTEGA

departamentos@laprensa.com.ni
Los jóvenes participantes son alumnos de secundaria del Instituto Benjamín Zeledón y colegio diocesano La Salle de esta ciudad, así como organizaciones e instancias que trabajan con adolescentes.

En la Exposida, los estudiantes practicaron deportes, asistieron a actos culturales o escucharon conferencias, actividades donde se transmitieron temas relacionados a los mecanismos de protección ante Infecciones de Transmisión Sexual (ITS), autoestima personal y la formación de una actitud positiva ante los enfermos de sida.


Según Alberto Valerio, organizador del evento, los adolescentes conocerán las ventajas de practicar el método de prevención, denominado ABC (siglas en inglés) que significa abstinencia, fidelidad y cambios de conducta.


"Nosotros no nos preocupamos por el condón, porque eso lo bombardean los medios, todos los organismos de aquí lo trabajan, nosotros trabajamos con edades bien tempranas, más bien trabajamos el protagonismo adolescente y el proyecto de vida, tratando de que la vida sexual reproductiva en promedio se retrase dos años", resaltó el doctor Valerio.


Patricia Ortiz, del Programa de Enfermedades de Transmisión Sexual (ETS)-Sida del Sistema Local de Atención Integral de Salud (Silais), considera que los valores que se promovieron en el Exposida son una excelente medida de protección, pero la tarea de "sensibilización" implica luchar con el "arraigado machismo" en nuestra sociedad.


El Silais de Jinotega reportó que en el primer semestre del año hay 92 casos de Infecciones de Transmisión Sexual registradas y 2,109 de Manejo Sindrómico MSD (vaginosis, candidiasis, leucorrea, etc.).


Según el reporte, en el primer semestre del 2005 se registró 20 casos de enfermedades de transmisión sexual en varones y 2,181 en mujeres.


Para este año, el Silais de Jinotega sólo reportó un caso de sida en Wiwilí, pero en 10 años se reportaron 38 casos.
A nivel nacional, Jinotega ocupa un 8.7 por ciento de casos de sida en una tasa de 100,000 personas. Estas estadísticas son del Silais y datan del período 1987-junio 2005.

miércoles, 14 de septiembre de 2005

Sida: El preocupante éxito de Uganda



Firmante: Ignacio Aréchaga
14-09-2005
101/05

Uganda es un caso raro de éxito en la lucha contra el sida en África. La tasa de infección por el VIH de las personas de 15 a 49 años ha pasado del 30% a principios de los años noventa al 5% el pasado año. En comparación, en Sudáfrica, un país más avanzado, están infectadas el 21,5%. Hay motivos, pues, para mirar a Uganda –un país de 27 millones de habitantes, el 43% católicos– y tratar de copiar esa estrategia que tanto éxito ha tenido. Pues no. A juzgar por la prensa internacional, la situación de Uganda "preocupa". Hasta ha merecido un editorial del "New York Times" (5-09-2005). No, no es que haya aumentado la tasa de infección. Lo que preocupa es que se utilizan menos condones y se acusa al gobierno ugandés de no promoverlos.


Es sabido que el avance en Uganda en la lucha contra el sida se debió a cambios en la conducta sexual. Desde 1986 las campañas del gobierno lanzaban un mensaje claro conforme a la estrategia que se ha dado en llamar ABC: Abstinencia, fidelidad (Be faithful), usar Condones si falla lo anterior. La llamada a dejar de tener varias parejas, ser fiel a la propia y retrasar las relaciones sexuales en el caso de los adolescentes, dio fruto. El mayor descenso de la tasa de infección por VIH y el cambio más acusado en la conducta sexual se produjeron entre los jóvenes de 15 a 19 años. La promiscuidad sexual de los mayores también bajó. Ningún otro gobierno africano sostuvo tan constantemente la estrategia ABC. Y ninguno ha tenido tanto éxito.

Pero es un éxito preocupante para algunos, por el modo en que se ha conseguido. Sthepen Lewis, antiguo embajador de Canadá en la ONU, y ahora enviado especial de la ONU para la lucha contra el sida en África, está muy alarmado. A finales de agosto declaraba en una teleconferencia que Uganda estaba poniendo más énfasis en la abstinencia y la fidelidad que en los condones. "En los últimos diez meses ha habido una significativa reducción en la utilización de preservativos, orquestada por las políticas del gobierno", dijo. Lewis aseguró que había una campaña para desacreditar el uso de preservativos, dirigida por la mujer del presidente Museveni, y que eso solo podía conducir al aumento de las infecciones.

A la vez, algunas ONG de origen occidental, como el Centro para la Salud y la Igualdad de Género, denunciaban que los condones han subido de precio, que hay escasez de preservativos gratuitos, que el gobieno los retiene, y que desde octubre del año anterior solo se han distribuido 32 millones cuando Uganda necesita entre 120 y 150 millones de condones al año. Por su parte, el "New York Times" asegura que se necesitan 80 millones. Ya se ve que no es una cifra muy "científica".

El ministro de Salud ugandés ha respondido que el gobierno sigue manteniendo la estrategia ABC que tan buenos resultados ha dado. Niega que exista una escasez de preservativos. El gobierno, dice, "es consciente de que hay gente que tendrá que utilizar condones, como prostitutas, parejas descontentas y jóvenes sexualmente activos". Y contraataca diciendo que "existe una campaña de desprestigio coordinada por los que no quieren que se usen otras alternativas simultáneamente con los condones en la lucha contra el sida".

Pero los ataques contra el gobierno de Uganda miran sobre todo a desautorizar la política de EE.UU., que es el mayor donante mundial de fondos en la lucha contra el sida. Así, el citado Stephen Lewis ha acusado a EE.UU. de "poner en peligro" los avances que ha hecho Uganda en la lucha contra el sida. La administración Bush está apoyando programas que no se centran solo en los condones, sino en el cambio de conducta sexual por la abstinencia y la fidelidad. Esto basta para que algunos grupos denuncien que está "moralizando" un asunto que es solo de salud pública. Lo cual no les impide a su vez denunciar como "inmoral" que un gobierno limite las opciones de la gente haciendo mayor énfasis en A y B. En realidad, cuando la moral ayuda al descenso de la tasa de infección de un virus, se convierte en un buen recurso sanitario.

Quizá lo que preocupa a algunos es que el éxito de Uganda demuestre por contraste la insuficiencia y hasta el fracaso de las políticas centradas solo en los preservativos. Pero aquellos que no creen "realista" plantear un cambio en las conductas sexuales deberían al menos atender a la realidad de las cifras. Lo curioso es que gente como Stephen Lewis está más preocupada por la falta de preservativos en un país que ha tenido éxito en la lucha contra el sida que por el fracaso de la estrategia en otros países donde los preservativos abundan.

“La familia es la solución al sida en África”

Entrevista con la pediatra keniana Margaret Ogola
“La familia es la solución al sida en África”

Firmante: Carolyn Moynihan
14-09-2005
101/05

Occidente parece obsesionado por salvar a África. Hasta la fecha se ha intentado de todo, o al menos eso parece: desde manifestaciones callejeras a cumbres políticas, desde preservativos a conciertos de rock. Pero da la impresión de que siempre se pasa por alto un dato: la compleja situación que atraviesa la familia africana. Desde África, en cambio, las cosas se ven de modo diferente: hay una tendencia creciente a situar a la familia en el centro de todos los esfuerzos para promover el desarrollo y erradicar el flagelo de la pobreza, las enfermedades.

A mediados de agosto se reunieron en Nairobi (Kenia) personas de diez países africanos, junto con varios americanos y europeos, para celebrar un congreso centrado en fortalecer la vida familiar en el continente. Al final, los participantes anunciaron la creación de un nuevo grupo, "Voice of the Family", para coordinar futuras iniciativas.

Una de las participantes más destacadas en el congreso fue la keniana Margaret Ogola, pediatra y madre de cinco hijos, uno de ellos adoptado. La doctora Ogola es la fundadora y directora médica de Cottolengo Hospice (Nairobi), centro dedicado a atender a niños huérfanos infectados por el virus del sida. Asimismo, está al frente de la Commission for Health and Family Life de la Iglesia católica en Kenia. Y en su tiempo libre, desarrolla su afición a la literatura: con su primera novela, "The River and the Source" (ver Aceprensa 141/00), obtuvo el Jomo Kenyatta Prize of Literature y el Commowealth Writers' Prize al mejor libro del año. En 2003 publicó su segundo libro, "I Swear by Apollo".


Con motivo del congreso celebrado en Nairobi, hemos entrevistado a la doctora Ogola acerca de la situación actual de la familia africana y de sus necesidades.

Una "epidemia" llegada de Occidente

— ¿Qué influencia tiene el consumismo occidental en la familia africana?

— El problema tiene raíces profundas y se remonta probablemente a la llegada de las potencias coloniales a África. Los valores familiares tradicionales sufrieron una fuerte sacudida, que los debilitó o aun los hizo desaparecer. A pesar de que los valores cristianos han enriquecido a la familia africana, se los confundió en gran medida con la mentalidad occidental. El resultado es que, en vez de conservar los sólidos valores cristianos, que son tan parecidos a los de la familia africana tradicional, nos encontramos con valores occidentales muy consumistas que chocan de lleno con los de África, donde la familia es la unidad básica de la sociedad y la persona no se entiende al margen de la familia.

Los africanos no tenemos ese enfoque individualista según el cual cada uno va por su cuenta, y la satisfacción personal es el valor supremo. Para nosotros, el valor supremo es la contribución de cada individuo al bien común, esto es, la familia y el clan. Y esto lo hemos perdido, porque para ayudar a la familia y al clan hay que ser menos egoísta, mientras que para obtener todos los artículos de consumo que ofrece Occidente, la gente tiende a sacrificar los valores familiares. A esto se lo denomina "nivel de vida", pero en lo relativo al desarrollo interior de la persona, con frecuencia el nivel de vida es muy bajo. Aunque parezca que la gente está muy bien desde el punto de vista material, sufre la pérdida de los valores, la fuerza y el capital social que sólo un sólido sistema de familia extensa puede proporcionar a una persona en África.

Un millón de huérfanos

— ¿Cuál es la situación actual de la epidemia del sida en Kenia?

— Probablemente no es tan mala como hace un par de años, pero todavía tenemos un elevado número de enfermos graves. Hay 2 millones de infectados y unos 200.000 necesitan medicación, pero sólo unos 40.000 tienen acceso a los medicamentos que prolongan la vida, los anti-retrovirales. Y esta importante mejora se ha logrado en los tres últimos años, gracias a programas como el Fondo Presidencial de Emergencia, de EE.UU., o el Fondo Mundial contra el Sida y la Malaria.

Al principio la epidemia fue devastadora. Perdimos 2 millones de kenianos, que dejaron 1,2 millones de huérfanos: una segunda crisis para la que tampoco estábamos preparados. Así, ahora nos encontramos con que uno de cada cinco niños no tiene quien le cuide.

No hay que olvidar que en África la seguridad social es la familia extensa. El sida ha diezmado una generación, dejando hogares asolados, donde sólo quedan abuelos y niños pequeños. Tenemos huérfanos en sentido estricto: niños que no tienen absolutamente a nadie. Esto no ocurría antes, porque si el padre fallecía, los tíos y las tías se hacían cargo del niño. Así pues, la familia extensa funcionaba como un verdadero sistema de seguridad social: por eso la epidemia del sida nos ha hecho tanto daño. En toda el África subsahariana hay 13 millones de huérfanos.

— ¿Qué ofrece Cottolengo Hospice a estos niños?

— Tenemos 50 niños, todos infectados de sida y huérfanos o abandonados sin nadie que cuide de ellos. Estas son las condiciones para que los admitamos. Al principio, les acogíamos para que tuviesen un lugar digno y seguro donde morir. Luego, con el descubrimiento de los anti-retrovirales, algunos empezaron a salir adelante; ahora el mayor tiene 18 años y estudia en el instituto. Estos medicamentos han cambiado la situación de forma drástica. Pero, por supuesto, los chicos de Cottolengo son los afortunados; hay 200.000 niños con sida a los que no se les proporciona cuidados de ningún tipo. Por el hecho de ser niños, tienen menos probabilidad de recibir ayuda, ya que muchos responsables consideran que mantener con vida a un niño no vale tanto la pena como en el caso de un adulto.

La asistencia católica

— Según tengo entendido, Cottolengo está patrocinado por la Iglesia católica. ¿Qué otras cosas hace la Iglesia por afrontar la crisis del sida en África?

— Cottolengo es una de las muchas instituciones asistenciales creadas por la Iglesia católica, que en Kenia proporciona alrededor del 40% de la atención sanitaria. En los 410 centros de salud católicos vemos unos diez millones de casos al año –la mitad de ellos por complicaciones del sida–, un número elevado, teniendo en cuenta que la población del país es de 30 millones de habitantes. La Iglesia lleva a cabo todo eso con muy poca ayuda económica, debido a la hostilidad que hay hacia ella por ciertos principios que mantiene. No recibimos nada del gobierno de Kenia y muy poco de donantes privados, que al parecer consideran injustificada y falta de realismo, por ejemplo, nuestra postura sobre los preservativos.

Distribuimos anti-retrovirales gratis en 15 de nuestros hospitales. Llevamos a cabo programas para prevenir la transmisión del virus de la madre al hijo. También tenemos programas formativos para jóvenes, con los que les enseñamos a resistir a la presión para tener relaciones sexuales precoces. Estamos preparando programas de educación en la abstinencia para impartir en nuestras escuelas, pues la Iglesia católica es uno de los mayores proveedores de enseñanza en África, con más de 5.000 escuelas. A ello hay que añadir la labor de formación que hacemos tanto con profesionales de la salud como con profesores. Por último, hemos puesto en marcha programas destinados a jóvenes que quieren aprender a transmitir valores positivos a sus compañeros.

Hay otra área en la que todavía podemos hacer más; me refiero a la situación de la mujer africana. El sida empezó como una epidemia masculina, pero ahora el 53% de los infectados son mujeres y chicas adolescentes de 15 a 25 años, y su riesgo de infección es tres veces más alto que el de sus parejas masculinas. Un problema añadido es que estas jóvenes están en edad fértil, con lo cual es probable que sus hijos nazcan infectados por el virus.

Las razones principales de las malas condiciones en las que vive la mujer africana son la pobreza y su situación de desventaja. Por eso, los programas de prevención del sida deberían situar a las mujeres en el centro, no sólo para ayudarles a decir "no", sino también para ofrecerles alternativas. Esto supone prestar más atención a la pobreza que sufre nuestro país, donde más del 57% de la población vive con menos de un dólar al día. La mayoría de los pobres son mujeres, y en concreto mujeres jóvenes, porque socialmente no se las considera iguales a los hombres; por tanto, tienen un menor acceso a la educación y a cualquier otro recurso. Su situación debe ser afrontada de una manera integral, de forma que no sólo se fomentan los valores familiares sino que también se les brinde oportunidades para salir adelante sin recurrir al comercio sexual, en el que caen tantas chicas jóvenes por pura pobreza.

Preservativos no, gracias

— ¿La familia es la solución para el sida en África?

— ¡En África, la familia es la solución para todo! Todos nuestros esfuerzos y estrategias para controlar la epidemia del sida pasan por recuperar los valores familiares y la capacidad de cada familia para salir adelante, viviendo todos juntos de manera civilizada y sin que ninguno se vea tentado a traer el virus al seno de la familia.

Es un reto muy fuerte, porque nadie se imaginaba que en un periodo tan corto de tiempo –apenas 20 años– perderíamos a 2 millones de chicos y chicas jóvenes, con los que contábamos para trabajar. Nunca derrotaremos al virus del sida hasta que no hagamos ver a nuestros jóvenes que lo más hermoso que tienen es su familia. Antes, el deber principal del joven africano que salía de la familia era formar la suya y defenderla. Debemos recuperar este valor de nuevo.

Además, la idea de la separación y el divorcio era extraña para nosotros, porque una vez celebrado el matrimonio era impensable que se pudiera deshacer. A pesar de que existía la poligamia, ni la ruptura familiar ni la frivolidad con que se trata ahora el vínculo matrimonial eran tradiciones africanas. El matrimonio era el bien más alto para la familia y el clan. Las familias presentaban a los jóvenes al matrimonio y tenían interés en ayudarles a permanecer juntos. Este es otro valor que tenemos que recuperar.

— ¿Qué necesita hoy del resto del mundo la familia africana?

— ¡No queremos más preservativos! Lo que necesitamos ha quedado claramente fijado en los Objetivos del Milenio adoptados por la ONU; y lo primero que figura en esa lista es erradicar la pobreza. Si reducimos la pobreza, el sida disminuye de manera exponencial, porque el sida es una enfermedad favorecida por la pobreza. La pobreza no causa el sida, pero lo empeora y crea las condiciones para que se extienda. Los pobres están más expuestos al virus que el resto de la gente: por eso debemos atajar la pobreza –especialmente entre las mujeres– y elaborar leyes que hagan posible llevar una vida honrada y razonable. Tengo muy claro que la lucha contra la pobreza es el objetivo prioritario.

Sin duda, se trata de un asunto económico complejo porque hay muchos factores que contribuyen a empobrecer a los agricultores africanos. No pueden competir en igualdad de condiciones con los agricultores occidentales, que cuentan con fuertes subsidios. La sabiduría popular lo ha reflejado en un dicho lleno de realismo: "Es mejor ser una vaca en Europa que un agricultor en África".

Creo que Occidente tiene que tomarse en serio los Objetivos del Milenio y ayudar a África a conseguirlos. Además de la pobreza, hay objetivos que se refieren a la salud, como reducir la mortalidad materna, las enfermedades como la malaria y la mortalidad infantil.

Esperanza para África

— Su vida debe de ser muy intensa, con un trabajo de tanta responsabilidad al que hay que sumar el Cottolengo Hospice, las conferencias, y la dedicación a su marido y a sus cuatro hijos. ¿De dónde saca tiempo para escribir?

— Bueno, en realidad, tenemos cinco hijos. Mi marido y yo adoptamos una niña, y ahora estamos a punto de adoptar a otros dos huérfanos de mi familia extensa. Con la muerte de tres primos míos y de sus mujeres, nos hemos tenido que repartir diez huérfanos entre los demás parientes. Así que pronto tendremos seis niños en casa (no cuento a una hija que estudia en Sudáfrica). ¡Como ve, sigo criando niños a mi edad! Y esta es la historia de tantos en Kenia: cuidar a huérfanos porque no tienen a nadie a quien acudir.

Trabajo parte de la jornada en el Cottolengo Hospice para que no se oxiden mis conocimientos clínicos. Lo que más tiempo me lleva es dirigir los servicios sanitarios promovidos por la Iglesia católica en Kenia.

Respecto a los libros, para mí escribir es una forma de descansar. Y como duermo poco, acostumbro a escribir por la noche mientras los demás están en la cama. De todos modos, cuando escribí "The River and the Source" mis hijos eran más jóvenes y yo tenía más tiempo.

No tengo formación de escritora. Sólo cursé literatura hasta cuarto grado, pero en mi familia siempre ha existido la tradición de contar historias. Creo que la heredé de mi madre. The River and the Source es un mosaico de algunas historias que le ocurrieron a mi madre cuando era niña, y que no son muy distintas de la historia de cualquier mujer africana. Quizá por eso hubo tanta gente que se identificó con el libro, convirtiéndolo en un éxito literario. Ni el editor ni yo nos hemos repuesto todavía del susto. Después he escrito un par de libros más, pero no han funcionado tan bien.

— ¿Tiene esperanzas en que África y sus familias logren superar sus grandes problemas?

— Sí, tengo esperanza. En los últimos años ha habido muchos cambios. El mundo se ha hecho consciente de las necesidades de África. Hay buena voluntad, y empieza a llegar dinero no solo para repartir condones, sino para lo que verdaderamente hace falta: atención médica, alimentos y ropa para niños... Con la aportación de todos, sin duda el ingenio humano puede vencer el virus.

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Carolyn Moynihan es directora adjunta de MercatorNet, donde apareció esta entrevista con fecha 26-08-2005.

Ver también Sida: El preocupante éxito de Uganda.


martes, 13 de septiembre de 2005

«El turismo sexual ya está en las ofertas de “todo incluido”»

«El turismo sexual ya está en las ofertas de “todo incluido”»

El obispo italiano Piero Monni denuncia el silencio de los gobiernos ante la explotación de menores

A. Laggia/M. Velasco



Una joven, ayer, en la ciudad de Pattaya (Tailandia), «paraíso» del turismo sexual

Milán/Madrid- Organizaciones criminales, touroperadores y clientes, policías conniventes y gobiernos de los países en los que se practica forman el entramado de un fenómeno en alarmante crecimiento: la explotación sexual de menores. Monseñor Piero Monni, teólogo y jurista, observador permanente de la Santa Sede en la Organización Mundial del Turismo, (organismo de la ONU con sede en Madrid), ha querido denunciar con fuerza esta desgraciada realidad, encubierta hasta hace pocos años por el silencio tácito de la sociedad y los gobiernos.
«Si la pedofilia es, por desgracia, una torpe realidad tan vieja como el mundo, el turismo sexual se ha convertido en una verdadera plaga social en aumento en estos últimos lustros, debido, sobre todo, al crecimiento del turismo masivo», afirmaba ya monseñor Monni en su libro «El archipiélago de la vergüenza», que presentaba una radiografía del fenómeno. «Las principales metas de este turismo ya se conocen: en Asia, Filipinas, Taiwan, Tailandia, Birmania, India y Ceilán; en América, Brasil, México, Santo Domingo y Costa Rica; en África, Kenia y Sudán. Pero en la lista no faltan los civilizados países europeos: basta recordar el tráfico pedófilo de países como Rumanía, que explota a miles de niños en las calles de Bucarest», explicaba a la revista italiana «Jesus».

«Paraísos» sexuales. El mercado de la prostitución infantil mueve más de cinco millones de dólares anuales. No solo se tolera la prostitución, sino que se le hace propaganda para atraer el turismo y hacer caja. «El fenómeno no involucra sólo a los ricos turistas occidentales», afirma Monni. «En Brasil, Venezuela y Colombia existen bandas especializadas en el secuestro de niñas para abastecer los burdeles de los centros mineros de la Amazonia. Y a 30 kilómetros de Manila existe una aldea de 6.000 habitantes, de los cuales 3.000 son menores que se dedican a la prostitución para el turismo organizado con el tácito consenso del Gobierno filipino», continúa el prelado. «Se calcula que sólo en La Habana existen cerca de 35.000 mujeres que se dedican a la prostitución. En Bogotá, el 70 por ciento de las menores que se venden en la calle se inician con 11 años. Los paraísos del turismo sexual ya entran en las ofertas del “todo incluido” y en los folletos publicitarios de muchos touroperadores; los paquetes turísticos incluyen cada vez más a menudo los “servicios especiales” de menores en el hotel, y en los catálogos aparecen las fotos de los niños, los servicios que ofrecen e incluso diversos trucos para evitar a la Policía o corromperla», revela Monni. «Pattaya, en Tailandia, es uno de estos tristes “paraísos”. Se anuncia de este modo en un folleto inglés: “Un oasis que no duerme nunca; solo para quien sabe disfrutarla, exprimirla, usarla y abusarla... Localidad no apta para puritanos”».

Vender a un hijo. Las redes de explotación se sitúan donde la permisividad de los Gobiernos es mayor. «En Tailandia, meta tradicional del turismo sexual, donde los propios europeos son propietarios de burdeles de menores, están cambiando las cosas gracias a la eficacia de la acción de las ONG’s, de los institutos religiosos y de la intervención del primer ministro que denunció en 1993 que en su país más de 200.000 niños vivían en estado de esclavitud. Entonces el movimiento pedófilo se trasladó a la vecina Camboya, un país donde impera la corrupción», explica el prelado. «Allí un niño cuesta solo cinco dólares. En Vietnam, miles de niñas son raptadas o compradas a sus familias para ser deportadas a Camboya y llenar los hoteles y prostíbulos. A veces las leyes nacionales son más severas contra un camello que contra un pedófilo. Luego está la lucha feroz por la supervivencia de las clases más pobres. No es raro que un campesino venda a su hijo menor a cambio de dinero para lograr la supervivencia de la familia. Pero también he visto en Bangkok el coraje de las monjas católicas, que salen a la calle a rescatar a estos menores a pesar de las amenazas locales», revela.

Carga viral indetectable y CD4 bajos pueden sugerir VIH-1 del grupo O




La existencia en España de pacientes infectados por el VIH-1 grupo O debe alertar a los clínicos ante situaciones patológicas discordantes. Un estudio internacional describe por primera vez cuál es la respuesta al tratamiento antirretroviral en este tipo de pacientes, así como las mutaciones de resistencia terapéutica que presentan.

"El VIH tipo 1 (VIH-1) grupo O se caracteriza por presentar una resistencia a los agentes antirretrovirales no nucleósidos, como ocurre en el VIH tipo 2 (VIH-2). Los pacientes de este grupo son sensibles al T-20, mientras que los VIH-2 no, y son sensibles a los inhibidores de la proteasa", ha explicado a DM Vicente Soriano, jefe de Sección de Enfermedades Infecciosas del Hospital Carlos III, de Madrid, que en colaboración con investigadores del Hospital Universitario Mayday, de Londres, ha realizado el primer análisis en el que se evalúa la respuesta y las resistencias al tratamiento antirretroviral en pacientes infectados con VIH-1 grupo O. El trabajo se publica en el último número de Aids Research and Human Retroviruses.

Los datos en este grupo concreto de infectados eran hasta el momento escasos. El grupo de Soriano, del que también forma parte Berta Rodes, ha comprobado asimismo que las mutaciones de resistencia aparecen en las mismas posiciones que en el grupo M del VIH-1. "Este hallazgo es relevante porque sugiere que no hay grandes cambios y que probablemente todo lo que se conoce sobre el grupo M sea aplicable al O". La importancia también se extiende al ámbito clínico, ya que, según Soriano, los exámenes de carga viral que se llevan a cabo en los hospitales no detectan al grupo O: ofrecen valores indeterminados o negativos.

El VIH-1 se divide en tres grupos bien definidos: el M, mayoritario; el O, considerado como raro, y el N que es extremadamente escaso. En España se han identificado cinco pacientes del grupo O, dos de ellos españoles y el resto de África occidental, concretamente de Gabón, Camerún y Guinea Ecuatorial. Francia, Alemania y Gran Bretaña son los países europeos que registran otros casos de este grupo de VIH-1.

Conclusiones sugerentes
La mayor parte de los infectados por el grupo O del VIH-1 son inmigrantes de África occidental o europeos que han viajado a esta zona o han mantenido relaciones sexuales con autóctonos infectados. Clínicamente, la infección progresa igual que el VIH-1 grupo M, más rápidamente que el VIH-2.

Para Soriano, uno de los principales mensaje es advertir que "en España existe grupo O, lo que debe alertar al clínico ante pacientes con CD4 bajos y carga viral indetectable para descartar infección por grupo O. Además, hay que recordar que estos pacientes no responden de manera natural a los agentes no nucleósidos y que la administración de inhibidores de la proteasa fracasa, al igual que ocurre con el grupo M del VIH-1. Otro aspecto se relaciona con el hecho de que las técnicas de detección de resistencias no son útiles para este grupo de pacientes, por lo que es necesario emplear otras especiales".

La investigación pone el énfasis ante situaciones en las que existan fenómenos discordantes y que pueden asociarse a VIH-1 grupo O: carga viral indetectable y caída de CD4 o sujetos no respondedores a los no nucleósidos. "De la misma forma, estos pacientes pueden seleccionar resistencia, como el VIH-1, por lo que hay que emplear métodos especiales para concretar las mutaciones de resistencia. Sin duda, los hallazgos van a conseguir tratamientos más individuales y eficaces".

AIDS Research Human Retroviruses 2005; 21; 7: 602-607