lunes, 2 de mayo de 2005

Sida y preservativo


José Luis García Labrado/Las Arenas, Getxo-Vizcaya

No acabo de entender el supuesto desencuentro entre Gobierno e Iglesia en el tema del sida. Los que no hacen caso a la segunda, no van a cambiar porque ella diga que el mejor modo de prevenir esta enfermedad es la castidad y la fidelidad dentro del matrimonio. Y los que la escuchan en todas sus enseñanzas no tienen problema, porque procuran vivir la sexualidad conforme al designio de Dios y son el menor colectivo de riesgo. La prestigiosa revista 'The Lancet' aconsejaba hace dos meses retrasar el inicio de las relaciones sexuales y señalaba la importancia primordial de la fidelidad para prevenir el sida. ¿Por qué este mensaje apenas llega a la gente? ¿Por qué no se airea más el resultado claramente positivo de la campaña de castidad en Uganda? Y no se olvide, además, que la Iglesia es la primera ONG en cuanto al número de personas afectadas que atiende. En el fondo no hay un debate sobre el preservativo, sino un conflicto entre dos formas de entender la conducta humana. Esto es lo verdaderamente importante.