miércoles, 28 de abril de 2010

Embarazo adolescente ¿problema o síntoma?

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Por Joan Robinson

“¿El embarazo adolescente es realmente el problema, o el síntoma de un problema mayor?” preguntó la Dra. Monique Chireau en una mesa de delegados de las Naciones Unidas. Por invitación de Population Research Institute y auspiciado por la Misión Mexicana de las Naciones Unidas, la Dra. Monique Chireau, especialista en Obstetricia y Ginecología de la Universidad de Duke, trajo una voz fresca y científica al debate de las Naciones Unidas para solucionar la mortalidad materna y el embarazo del adolescente.

En mi opinión, el embarazo del adolescente es un síntoma del declive de toda una sociedad”, puntualizó la Dra. Chireau, argumentando por una nueva metodología en el enfoque de las Naciones Unidas. “Los magros resultados de lo hecho hasta ahora nos exige dar un paso atrás para analizar los factores de riesgo en la sociedad por los cuales las jóvenes quedan embarazadas.”

Ciertamente la evidencia recogida en diversos estudios muestra que “las niñas en el rango de 11-14 años tienen los mas altos riesgos” de muerte durante o después del embarazo. También es claro que el embarazo en adolescentes es un tema que tiene fuertes implicaciones en el futuro económico de las adolescentes. Éstas tienden a abandonar la escuela, sus ingresos están al nivel de pobreza o por debajo y rara vez son capaces de lograr una paridad tanto educativa como económica con sus coetáneos.

Sin embargo, no hay suficientes estudios de comparación sobre riesgos durante el embarazo entre adolescentes solteras enfrentando ambientes desfavorables con adolescentes casadas en sociedades estables, explicó la Dra. Monique Chireau. Este tipo de comparación nos daría luces sobre lo que los gobiernos podrían hacer para ayudar a las adolescentes embarazadas.

La evidencia científica contradice las tesis a favor del aborto y la anticoncepción

Un argumento frecuente para la ampliación del aborto es que evita la mortalidad materna y el embarazo de la adolescente, explicó la Dra. Chireau. “Chile tiene leyes del aborto muy restringidas, y sin embargo, cuenta con las tasas mas bajas de mortalidad materna en el mundo.” A propósito, Chile tiene unos registros de datos excelentes y buenos servicios de asistencia materna primaria.

“Los embarazos en adolescentes son elevados en áreas con tasas de natalidad bajas, con excepción de Sudáfrica,” señaló la Dra. Chireau, analizando las cifras de los 5 continentes. “Tasas de embarazos en adolescentes, suicidios masculinos y femeninos, el homicidio y la depresión coinciden en parte.”

“Inglaterra tiene las tasas mas elevadas de embarazos de adolescentes en Europa. A pesar de 10 años de intensos esfuerzos del Partido Laborista, aplicando estrategias típicas de prevención, incluyendo la ampliación de la educación sexual, la creciente disponibilidad a la anticoncepción y el aumento al acceso del aborto (sin el consentimiento de los padres), la tasa de natalidad entre las adolescentes ha continuado aumentando de 5% a 10% por año y el 50% de embarazos de adolescentes en Inglaterra termina en aborto”.

“Dado que Gran Bretaña tiene acceso universal a la asistencia médica primaria como todo país desarrollado, la mortalidad materna permanece baja. Pero si los embarazos de adolescentes aumentan 5 a 10% en un país en vías de desarrollo (debido a este enfoque fallido de la educación sexual, el aborto y la anticoncepción), su mortalidad materna podría fácilmente dispararse.”

De hecho, artículos médicos publicados ponen en duda la educación sexual actual y las estrategias del aborto para reducir la maternidad adolescente. No obstante y aunque parezca mentira, estos estudios son prácticamente ignorados. En el 2002, el British Medical Journal publicó un meta-análisis sobre el punto. Un meta-análisis es una cuidadosa reseña sistemática, un método que detecta con precisión las pequeñas diferencias, analizando beneficios y daños. Este estudio abarcó 12 bases de datos electrónicos, 10 journals de prestigio, contacto con los autores y descubrió que las estrategias de prevención, educación sexual estándar y la planificación familiar, “no retrasan el inicio de las relaciones sexuales, ni mejoran el uso de métodos de control natal entre los jóvenes, ni tampoco reducen el número de embarazos en mujeres jóvenes”. También el mismo metanálisis “muestra que algunos de estos programas aumentan las tasas de embarazo y las enfermedades de transmisión sexual.”

Otro estudio publicado recientemente, financiado por el gobierno federal y dirigido por el Dr. John Jemmott y un equipo de investigadores de la Universidad de Pensilvania, encontró que los programas de educación en la abstinencia obtienen resultados notoriamente superiores en el retraso de la actividad sexual de los adolescentes. Se realizó sobre una población de 662 estudiantes afroamericanos en edad escolar, mayormente de 12 años. Estos fueron divididos en 3 programas:
  • un programa de sólo abstinencia dirigido a reducir las relaciones sexuales, 
  • un programa de sólo “sexo seguro” dirigido al uso del preservativo y
  • un programa de estudio más largo combinando abstinencia y “sexo seguro”.
En los dos años siguientes, el 52% de los niños en el programa de “sexo seguro” se había convertido en sexualmente activo, seguido por el 42% de aquellos en el programa combinado, y solamente el 33% de los de educación en sólo abstinencia habían tenido actividad sexual.

El Instituto Guttmacher, entusiasmado con la nueva Oficina de Salud del Adolescente de Obama y la iniciativa de los US$ 114.5 millones de dólares para incrementar la educación sexual y el uso del preservativo, tomó muy a la ligera la evidencia hallada en el estudio de Jemmont y se limitó a decir que “los resultados de esta prueba no deberían tomarse en el sentido que todas las intervenciones de sólo abstinencia son eficaces”.

“El 90% de los padres quieren que sus hijos aprendan a abstenerse de la sexualidad,” dijo la Dra. Miriam Grossman, autora de “Unprotected” (“Sin Protección”) en su presentación durante la Comisión sobre el Status de la Mujer-CSW. Miriam Grossman, psiquiatra del Centro de Salud Estudiantil de la Universidad de California, explica en este libro que la noción de “sexo seguro” provee a los estudiantes de una falsa seguridad que promueve las relaciones sexuales casuales. Y esto es lo que pone en peligro su salud emocional y física.

Esta noción no es una idea aislada sino que es corroborada en otros ámbitos. Por ejemplo, el periódico “Investor’s Business Daily” informa que “los adolescentes que practican la abstinencia rinden mejores resultados académicos y tienen casi el doble de probabilidad de graduarse de la universidad.”

El embarazo en adolescentes aumentó en casi todos los años desde que los programas de educación sexual fueron implementados en las escuelas públicas y privadas. Sólo disminuyeron durante el inicio de los 90’s cuando se aplicaron programas de educación en la abstinencia en un significativo sector de la población. Las tasas de embarazo en adolescentes tuvieron una significativa y constante disminución a partir del 41% en que alcanzaron un pico en el año 1990 hasta alcanzar los mínimos históricos entre el 2000 y el 2005. ¿Más claro? Imposible.

Sin embargo, algunas afirmaciones del Instituto Guttmacher van en un sentido contrario, sin ningún sustento en la realidad. Ellos sostienen que “el descenso significativo en las tasas de embarazo en adolescentes en la década de los 90’s fueron el resultado abrumador de un mayor y mejor uso de los anticonceptivos entre los adolescentes sexualmente activos”. Pero no citó ninguna prueba de esta afirmación. Seguramente porque no tenían ningún resultado de reducción de embarazos en adolescentes que mostrar en ninguno de los 35 estados que declinaron participar en los programas de educación en la abstinencia de la presidencia anterior.

Llamado a ser coherentes con los hallazgos científicos

La Dra. Chireau pidió a las Naciones Unidas que adopten un nuevo paradigma en la prevención del embarazo adolescente. Particularmente expresó su deseo de que el gobierno de los Estados Unidos se ocupe efectivamente del embarazo del adolescente tratando las causas principales de la decadencia de la sociedad, la pobreza, la inseguridad en la adolescencia, la depresión, las violaciones y los hogares rotos. Alentó el fortalecimiento de programas sociales que reintegren a la sociedad a los adolescentes con problemas. Pidió un mayor apoyo a toda instancia social a favor de la responsabilidad en la crianza de los hijos, la promoción de las familias estables y la educación en la abstinencia. En relación a la cooperación internacional hacia los países en vías de desarrollo, opinó que deben tener un fuerte énfasis en el mejoramiento de la asistencia sanitaria básica.

“La educación sexual y la salud reproductiva”, concluyó la Dra. Chireau, “ha demostrado que como metodología no resuelve el problema del embarazo adolescente. No se debería seguir insistiendo en lo mismo. Especialmente en países donde un dólar gastado en “salud reproductiva” significa un dólar no invertido en asistencia médica primaria”.

¡Qué lástima que Obama le haya quitado más de US$ 170 millones al presupuesto anual para la educación en la abstinencia!

Joan Claire Robinson es Asistenta del Editor de Population Research Institute.


Steve Mosher es el Presidente del Instituto de Investigación en Población (Population Research Institute), una organización sin fines de lucro dedicada a desmontar la falacia de la sobrepoblación en el mundo

www.lapop.org



Comite Independiente AntiSida

miércoles, 14 de abril de 2010

Investigadores afirma que no debemos esperar una vacuna contra el VIH/SIDA

Cuando uno de los principales investigadores del mundo anuncia que es poco probable encontrar una vacuna contra el VIH / SIDA, el sentido común obliga por lo menos a tomar nota. La castidad sigue siendo, como siempre lo ha sido, la única respuesta. 
Steven W. Mosher

Las fotos de las víctimas infantiles del VIH/SIDA conmueven al más duro de los corazones. Los esqueléticos miembros y estómagos que bordean las costillas de esos pequeños niños golpean y mueven hacia la solidaridad. Algunos lo saben muy bien y traducen esta corriente sentimental en fondos para encontrar una vacuna contra el VIH/SIDA. Prometen salvar a muchos niños de la muerte.

Este no es el caso de la Dra. Bonnie Dunbar, fundadora del Centro Biomédico de África en Kenia. La Dra. Dunbar promete poco y trabaja mucho con las víctimas del VIH y otras enfermedades infecciosas. Al hablar en la IV Conferencia Pública Internacional sobre Vacunación, la afamada investigadora sostuvo que miles de millones de dólares son desperdiciados en la investigación de una vacuna contra el VIH/SIDA, cuando existen muchas más necesidades urgentes de salud de los africanos. Y algunas acciones que deberían ser prioritarias no reciben tanta atención ni fondos. 

Durante años, la Dra. Dunbar ha recibido muchos premios por sus esfuerzos para desarrollar una vacuna anticonceptiva. Recientemente, abandonó esta investigación debido a que todas sus vacunas de prueba no eran anticonceptivas sino esterilizantes: destruían los ovarios de los animales de laboratorio a los que se les inyectaron. 

Sus décadas de experiencia en África, le enseñaron lo que nosotros en el occidente hemos olvidado: No hay que ver aisladamente al VIH/SIDA. Su propagación ocurre simultáneamente a la propagación de otras muchas enfermedades de transmisión sexual y enfermedades infecciosas. Aspecto que la Dra. Dunbar ha comprobado fehacientemente para el caso africano. Ese es un elemento clave para entender su propagación y las formas de prevenirlo. A ese punto de partida hay que agregarle la consideración de otros factores: la  resistencia a los medicamentos, la desnutrición, la deshidratación y otras condiciones sanitarias deficiente. Estos hechos son un problema subyacente en toda África subsahariana. Todos estos factores se combinan para hacer a los africanos particularmente susceptibles al VIH/SIDA.

De hecho, tan comprometidos están los sistemas inmunes de muchos niños y adultos africanos que la Dra. Dunbar pregunta si estarán aptos a la respuesta inmunológica requerida para que una vacuna sea eficaz. Cree que el aumento a la atención de las necesidades básicas de salud a través de una mejor dieta y agua potable podría hacer mucho más para reducir las enfermedades que una vacuna. 

¿Por qué entonces tanto entusiasmo (y fondos) para encontrar una vacuna contra el SIDA y tan poco por medidas en extremo razonables y quizás más eficaces?

Además, en la actualidad de hecho no existe vacuna eficaz contra el VIH/SIDA disponible en la actualidad. Y lo más interesante es que Dunbar cree que será imposible desarrollar una.

¿Por qué sería muy poco probable encontrar una vacuna contra el SIDA que funcione en Africa?

La muy reconocida investigación en inmunología reproductiva del Dr. Chuck Wira, junto con los resultados de la Dra. Dunbar, han convencido a ésta última que cualquier vacuna contra el VIH/SIDA no hará nada para evitar la transmisión heterosexual, que es el principal problema en África.

Los motivos de esto son muy técnicos, pero déjenme resumir lo mejor que pueda. En primer lugar, de acuerdo a la Dra. Dunbar, el útero de la mujer tiene receptores de VIH muy sensibles. Las respuestas inmunes que se desarrollen en el aparato reproductivo no detendrían al VIH.

¿Por qué? Porque durante dos tercios del mes, el aparato reproductor está muy activo en un sentido inmunológico. El cuello del útero segrega anticuerpos que reaccionan contra cualquier cuerpo extraño como bacterias por ejemplo. El útero tiene una inmunidad celular activa. Los oviductos segregan microbicidas endógenos para atacar a las bacterias (y a veces contra los espermatozoides).

Pero entonces, justo en el medio del ciclo de una mujer, todo el sistema inmunológico del aparato reproductivo deja de funcionar por diez días. No funciona con el fin de evitar el ataque a los espermatozoides que ingresan (cuerpos totalmente extraños al aparato femenino). También para  proteger eventualmente cualquier cigoto fertilizado, diminutos seres humanos ya concebidos. Las hormonas de la mitad del  ciclo menstrual hacen que ambos sistemas inmunológicos humoral y celular se desactiven para facilitar así la fertilización y la implantación. 

Como explica la Dra. Dunbar, “Es el cuerpo diciendo, ‘Tenemos que detenernos. Necesitamos ese embrión y necesitamos que el embrión se implante y no podemos atacarlo.’ Así que esta vez es la belleza de la Madre Naturaleza ayudando a perpetuar las especies a través de la eficaz biología reproductiva.”

Entonces ¿qué significa todo esto para el desarrollo de una vacuna contra el VIH/SIDA? Según la Dra. Dunbar, “que por diez días no importa lo que tengas en tu sistema sanguíneo… tu aparato reproductivo va a dejar de funcionar, independientemente de los anticuerpos generados de manera previa… Y así una vacuna que induce a la inmunidad humoral o celular probablemente no sería efectiva para evitar infecciones de transmisión sexual o el VIH en el medio del ciclo menstrual de la mujer. Las repercusiones de una vacuna así para efectos de prevenir la transmisión heterosexual del VIH/SIDA y algunas de estas otras enfermedades es bastante limitada”

 “Nadie que yo sepa, realmente ha visto esto en el desarrollo de la vacuna”, concluyó la Dra. Dunbar. “Creo que esta es una de las razones por la cual no ha sido satisfactoria en muchos casos.”

Los miles de millones de dólares que se han gastado en el desarrollo de la vacuna contra el VIH y enfermedades de transmisión sexual, mejor se hubieran invertido en alimentos básicos y agua. La Dra. Dunbar agregó: “Me gustaría decir que la desnutrición y las fuentes de agua son, básicamente, nuestra preocupación en África. Nuestra vacuna más eficaz es un vaso de agua potable.”

¿Las afirmaciones de la Dra. Dunbar son un testimonio confiable?

Por lo anterior, cualquiera podría pensar que la Dra. Dunbar es una enemiga declarada de la estrategia de los condones para prevenir el SIDA. Es sumamente interesante saber que la Dra. Dunbar más bien es una activa promotora del “control de la población” en África. No es entonces alguien que discrepe de la anticoncepción o de los condones. Todo lo contrario.

La Dra. Dunbar ha trabajado como personal científico sobre temas de población con el Population Council, la Rockefeller University, y como asesora de USAID y de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en las naciones en vías de desarrollo en América del Sur, África, China e India. Sigue creyendo que “si el crecimiento de la población y otros temas de salud básica no se aplican de inmediato a escala mundial, los problemas de enfermedades emergentes, así como el daño al medioambiente, el calentamiento global causarán problemas insuperables.” 

Así que en la cuestión de la vacuna contra el VIH/SIDA, pienso que ella es una testigo perfectamente confiable.

Si los africanos pueden tener acceso al agua potable y cultivan los alimentos nutritivos que sus países son capaces de producir, todas las diferentes enfermedades incluyendo el VIH/SIDA van a disminuir.

En esos asuntos deberíamos concentrar nuestra ayuda. 
  
Joan Claire Robinson es la Asistenta del Editor de Population Research Institute.  





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