lunes, 14 de marzo de 2005

Un 20% de los reclusos españoles está coinfectado

Uno de cada cinco reclusos españoles está coinfectado por los virus de la hepatitis C (VHC) y de la inmunodeficiencia humana (VIH) según los datos de un estudio. Esta cifra es superior a la de otros países occidentales.

Elmundo.es

La infección por el VHC es relativamente frecuente en los países desarrollados, y mucho más entre los individuos que han consumido drogas. Por otro lado, en España hay unas 130.000 personas infectadas por el VIH. Dado que ambos virus se transmiten de forma muy eficaz por vía parenteral la coinfección es muy frecuente en los pacientes que usan drogas por vía parenteral.

El VHC es más contagioso que el VIH por vía intravenosa, de modo que la mayoría de los adictos a drogas se infectan antes de la hepatitis C que del sida.

La prisiones españolas acogen a una importante población que consume o ha consumido drogas por vía parenteral, lo que hace que sea un lugar donde es muy probable encontrar a individuos coinfectados.

El estudio

En la revista 'Microbiología Clínica y Enfermedades Infecciosas' se publica un estudio realizado entre 800 internos de un Centro Penitenciario de Alicante. A todos ellos se les realizó una serología para detectar VHC y VIH, y se valoró los factores que se asociaban con más frecuencia a la presencia de ambos virus.

Los individuos estudiados tenían una edad media de 34 años, un 74% era español y un 33% consumía o había consumido drogas por vía parenteral. En los análisis se detectó el virus de la hepatitis C en un 38,2% de los internos, el del sida en un 19,1% y los dos a la vez en un 18,8%.

El antecedente de consumo de drogas fue el factor que mejor predijo la posibilidad de tener ambas infecciones. Ni el sexo, ni la edad, ni la raza o la nacionalidad se asociaron a más riesgo.

En comparación con estuduios previos, que habían detectado porcentajes de coinfección de entre el 22% y el 38%, los resultados de este trabajo muestran una disminución de la prevalencia.

Los autores consideran que pueden existir diversas explicaciones de esta para esta reducción, entre las que destacan el aumento de números de extrajeros que hay en las prisiones, ya que estos consumen con menos frecuencia drogas y hay menos individuos infectados.

Sin embargo las cifras siguen siendo preocupantes. Hay que tener en cuenta que es de esperar un incremento de la enfermedad hepática en estos pacientes en los próximos años. Se reproducirá así en las prisiones lo que ya se ha observado en los hospitales, que el principal problema de los reclusos seropositivos será el manejo de su enfermedad hepática.

Cómo manejar a estos pacientes

En un editorial publicado en ese mismo número los doctores Vicente Soriano y Juan González-Lahoz, del Hospital Carlos III de Madrid, se plantean cómo debe abordarse este problema.

Estos especialistas piensan que la decisión de iniciar el tratamiento frente al virus C no debe depender sólo del médico de prisiones, sino que tendría que ser tomada de forma multidisciplinaria, con la participación de al menos un especialista en enfermedades infecciosas con experiencia en tratamiento de pacientes coinfectados.

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