sábado, 8 de octubre de 2005

El sida, una enfermedad más frecuente entre los ricos

Encuesta sobre sida realizada en Tanzania confirma datos sorprendentes obtenidos en otros países africanos como Kenia: el número de infectados por el VIH aumenta en función de la riqueza de los individuos.

Estos resultados desmienten el concepto universal de que pobreza y sida son circunstancias inseparables en África.

Elmundosalud.com

La encuesta se refiere a los años 2003 y 2004 y entre otras variables analiza el estatus económico de la población entrevistada, una muestra representativa de todo el país.

El nivel de riqueza se determina en estos países estudiando las características de la vivienda y las posesiones existentes en ella.

Pues bien, al dividir a la población en cinco niveles de riqueza según este criterio, se observó que el número de mujeres infectadas por el VIH era cuatro veces menor en el grupo más pobre que en el más rico. Aunque puede parecer paradójico, una encuesta similar realizada el año previo en Kenia arrojó resultados en el mismo sentido.

Un editorial, publicado en ’The Lancet’ por miembros de la Oficina para la Salud Global (organismo de la Agencia Estadounidense para el Desarrollo Internacional), intenta dar sentido a estos datos y comienza por indicar que "la frecuencia de VIH es mayor en los países africanos más avanzados (Sudáfrica y Botsuana)".

En opinión de los autores hay algunos factores que pueden contribuir a explicar parcialmente esta paradoja. El tipo de domicilio es distinto si se encuentra en una zona urbana o rural (el sida es más frecuente en las grandes poblaciones) y además esta enfermedad va unida a la supervivencia, por lo que podría pensarse que los ricos viven más y por eso en ellos se registra un mayor número de infectados.

Otra explicación podría ser que aquellos con más posibilidades económicas, especialmente los varones, tienen más parejas sexuales. Sin embargo, la encuesta no confirma esta posibilidad ya que, al menos en Tanzania, ni el número de parejas ni el de contactos con prostitutas en los 12 meses previos tienen relación con los casos de VIH.

Una red de contactos sexuales

Para los autores, la clave podría estar en la frecuencia de relaciones sexuales simultáneas que mantiene parte de esta población. Este tipo de contactos no se refiere a los eventuales con prostitutas o a las violaciones sino a relaciones estables con más de un sujeto, ya sea cónyuge o amante, a la vez.

De este forma, aunque el numero de parejas simultáneas no sea demasiado elevado para cada persona, se constituirían "redes" de relaciones sexuales en las que de infectarse un único sujeto, sería capaz de trasmitir la enfermedad al resto. Sobre todo teniendo en cuenta que "los recién infectados tienen una carga viral muy elevada y son altamente contagiosos" comentan los editorialistas.

En la base de estas redes de contacto sexual estaría la riqueza de estos individuos, con mayor movilidad entre poblaciones y más capacidad para establecer relaciones simultáneas.

No deja de ser curioso que la relación entre riqueza y sida sea más evidente en las mujeres, algo que según el editorial podría deberse al intento que hacen las mujeres por mejorar su situación económica manteniendo más de una pareja sexual simultáneamente.

"Paradójicamente tanto la riqueza como la pobreza, o por lo menos el deseo de mejorar económicamente, juegan papeles fundamentales en la transmisión del VIH", concluyen los autores.

Parte de la lucha contra el sida en estos países debe dirigirse a la promoción de normas sociales a favor de la "fidelidad" o por lo menos debe hacerse un esfuerzo por trasmitir a la población el riesgo de mantener relaciones sexuales simultáneas, aunque sean estables.

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