La combinación de varias moléculas en un solo comprimido para tratar el sida y la farmacogenética aplicada a la población seropositiva son dos avances con gran futuro en el manejo del sida, según David Dalmau, presidente del IX Congreso Nacional sobre el Sida, en Barcelona.
La simplificación del tratamiento antirretroviral de gran actividad (Targa) a través de combinaciones de fármacos presentadas en solo comprimido y la farmacogenética aplicada a la población seropositiva son dos realidades cada vez más palpables, a juicio de David Dalmau, que preside el IX Congreso Nacional sobre el Sida, que arrancó ayer en Barcelona bajo el lema Sida: una epidemia, dos mundos, con una alta participación y coincidiendo con el vigesimoquinto aniversario de la historia de la infección en el mundo.
Todo apunta a que la Targa podrá administrarse con una sola pastilla, ha admitido David Dalmau, del Hospital Mutua de Tarrasa y presidente del comité científico del IX Congreso Nacional sobre el Sida, organizado por la Sociedad Española Interdisciplinaria del Sida (Seisida) en Barcelona.
Opciones actuales
En la actualidad ya hay opciones que combinan varias moléculas en un comprimido y que, por lo tanto, facilitan al paciente el seguimiento del tratamiento. Así, Trizivir combina tres análogos nucleósidos (AZT, 3TC y abacavir); Caletra es una co-formulación de lopinavir y ritonavir que debe administrarse cada 12 horas; y también se ha elaborado una nueva combinación (atazanavir y ritonavir) que, a diferencia de la anterior, se administra una sola vez al día. Otra formulación relativamente nueva es fosamprenavir y ritonavir; y han surgido nuevos comprimidos que incorporan dos análogos nucleósidos, como Truvada (tenofovir y FTC), y Kivexa (3TV y abacavir).
Además de estas asociaciones, en ensayo clínico se halla un comprimido que conjuga análogos de nucleósidos (tenofovir y FTC) y no análogos de nucleósidos (efavirenz).
De prosperar los ensayos de este comprimido, se convertiría en la "primera pastilla que incluye tres compuestos diferentes. Seguramente tendrá otros compañeros de viaje. Creo que sí llegaremos a dar la Targa en un solo comprimido", ha manifestado Dalmau.
Esta posibilidad podría favorecer una mejor adherencia a los tratamientos antirretrovirales. La cuestión también va a ser objetivo de debate en el congreso desde diferentes perspectivas, ya que el grado de adherencia es muy variable en diferentes ámbitos, como el entorno clínico o el penitenciario, y entre los distintos colectivos afectados por el VIH. En el entorno clínico, por ejemplo, la adherencia es mayor entre los homosexuales que entre los pacientes que se infectaron por ser usuarios de drogas por vía parenteral. Y, en conjunto, el cumplimiento terapéutico supera al que se logra entre los seropositivos reclusos.
Sin excusas
Algo sorprendente es que la adherencia en el Tercer Mundo es mucho más alta de lo que se suele sospechar y, por lo tanto, "la falta de adherencia que tradicionalmente se ha esgrimido como un argumento para no facilitar el acceso a los tratamientos en los países en vías de desarrollo ya no sirve como excusa", ha afirmado Dalmau.
El congreso ha querido dar protagonismo a profesionales que trabajan en el Tercer Mundo y en todas las sesiones se ha procurado combinar distintos perfiles: clínicos, políticos, ONG, psicólogos, enfermeras y pacientes.
Los mundos del sida
El IX Congreso Nacional del Sida se celebra bajo el lema Sida: una epidemia, dos mundos, con el fin de reconocer el gran abismo que existe en el impacto y manejo de la epidemia entre los países desarrollados y los países en vías de desarrollo. El desigual acceso al tratamiento antirretroviral sigue siendo la principal diferencia entre ambos mundos, ha afirmado Dalmau. Por esta razón, el congreso ha invitado a distintos perfiles profesionales que trabajan combatiendo la epidemia del sida en el Tercer Mundo. Pero, además, acoge una sesión titulada El tratamiento antirretroviral en distintos escenarios: Primer mundo, Segundo mundo y Cuarto mundo. Según ha explicado Dalmau, este cuarto mundo se refiere a colectivos marginales, bastante numéricos, que viven en sociedades desarrolladas, como los indigentes o los inmigrantes indocumentados, que tampoco tienen acceso a los tratamientos, bien por desconocer cómo se accede al sistema sanitario o bien por temor.
En esta edición, el encuentro se ha organizado con un marcado enfoque multidisciplinar. La previsión inicial de asistencia (500 participantes) se ha doblado prácticamente, puesto que al final hay 900 inscritos, sobrepasando con creces la participación de la pasada edición. La miscelánea de temas y de perfiles profesionales es la nota destacada del congreso.
Farmacogenética
"La farmacogenética tiene posibilidades reales de aplicarse en la práctica clínica a la población VIH", ha admitido David Dalmau. La opción de conocer el perfil genético de las personas seropositivas y, en función de éste, el riesgo de toxicidad y de reacción alérgica que pueden tener frente a un fármaco es cada vez más verosímil. "No es algo de hoy para mañana", pero sí que está ahí, ha añadido.
De hecho, el estudio Bicombo, que se lleva a cabo a nivel europeo y en el que están involucrados hospitales españoles, pretende estudiar el riesgo que tienen los pacientes debido a sus rasgos genéticos a padecer hipersensibilidad frente al análogo nucleósido abacavir. Se calcula que entre el 3 y el 4 por ciento de los pacientes tratados con este fármaco tienen riesgo de hipersensibilidad y, en algunos casos, esta reacción puede acabar incluso en fallecimiento. Una sencilla maniobra de cribado que permitiera con un análisis genético identificar al subrupo de pacientes en riesgo sería de gran utilidad. Para ello se analizará una terminación del HLA (un marcador específico).
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