BARCELONA.- En la aceptación del Nobel de Medicina en 2008, el virólogo Luc Montagnier dijo que se podría conseguir una vacuna contra el sida en unos cinco años. En 2010 cree que aún es posible, sobre todo en el caso de la vacuna terapéutica, que persigue erradicar la infección en personas seropositivas, algo que no consiguen los tratamientos actuales. El investigador francés ha pasado fugazmente por Barcelona para participar en el Congreso de la Federación Española de Sociedades de Nutrición, Alimentación y Dietética (FESNAD).
Tras el fracaso de ciertos ensayos con vacunas para prevenir la infección, Montagnier ha explicado a ELMUNDO.es que habría que aunar esfuerzos para el desarrollo de una vacuna terapéutica, pero para ello "necesitamos disponer de todos los recursos económicos necesarios. Es importante que las grandes organizaciones filantrópicas, como, por ejemplo, la Fundación Bill y Melinda Gates, comprendan que sería mucho más fácil conseguir un tratamiento que cure a los enfermos que no uno que prevenga la infección", ha asegurado el investigador francés, al tiempo que ha precisado que este cambio de concepto es especialmente importante en el caso de África.
En el África Subsahariana las organizaciones humanitarias tienen dificultades para llegar a todos los afectados, ya no sólo por problemas políticos o logísticos sino por los estigmas asociados a la enfermedad. "La gran mayoría de los pacientes no quiere hacerse la prueba, porque teme el rechazo de su familia o perder su puesto de trabajo", afirma Montagnier, que dirige la Fundación Mundial para la Investigación y Prevención del Sida, una iniciativa de la UNESCO que actúa en varios países de la zona. "Si pudiéramos ofrecerles un tratamiento que curara la enfermedad", añade, "estoy seguro de que podríamos llegar a toda la población afectada y bloquear la epidemia".
Tratamiento combinado
Se sabe que alrededor de un 3% de los infectados por el VIH no llega a desarrollar la enfermedad. Se trata de individuos cuyo sistema inmunitario es capaz de mantener el virus a raya y que, por tanto, no necesitan seguir un tratamiento con antirretrovirales. En este sentido, el especialista galo ha apostado por reforzar el sistema inmunitario de los enfermos mediante tratamientos complementarios, puesto que "los antirretrovirales no curan, sólo reducen mucho la replicación del VIH". Por eso, considera que el tratamiento debería complementarse con productos capaces de potenciar la inmunidad y de ahí la importancia de la vacuna terapéutica. A falta de ella, apuesta por complementar el tratamiento con suplementos antioxidantes.
De hecho, el Nobel francés ha acudido a Barcelona para dar una charla sobre los efectos patológicos del estrés oxidativo y los beneficios de tomar antioxidantes. Según él, los radicales libres —moléculas de oxígeno muy reactivas que dañan las estructuras celulares— están detrás de muchas enfermedades, como el cáncer y las enfermedades neurodegenerativas, y además debilitan al sistema inmunitario. Preguntado sobre su relación con las empresas que producen algunos de los suplementos que ha citado en su ponencia, Montagnier ha asegurado no tener ningún interés comercial en ellas, si bien en algunos casos ha participado en su desarrollo como asesor científico.
Controvertido o no, lo cierto es que este giro hacia la complementación de tratamientos médicos mediante suplementos y extractos de plantas no es nuevo en la carrera de este laureado investigador, quién ha asegurado estar interesado por algunos de estos productos desde los años 90. Montagnier ha defendido la medicina preventiva tanto desde el punto de vista médico como del paciente, que "debe adoptar también una actitud de prevención" y controlar aspectos como la alimentación y ciertos hábitos que pueden influir en la calidad de vida
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