Un estudio realizado en el marco del proyecto Hivacat, el programa catalán para el desarrollo de vacunas contra el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), ha demostrado que un modelo basado en las células dendríticas del propio paciente logra reducir la carga viral.
Karla Islas Pieck. Barcelona
Un modelo de vacuna terapéutica contra el sida basada en células dendríticas ha conseguido reducir de manera significativa la carga viral de los pacientes infectados por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), según demuestran los resultados de un estudio encabezado por el Grupo de Enfermedades Infecciosas y Sida del Instituto de Investigaciones Biomédicas August Pi i Sunyer (Idibaps) que dirige Josep Maria Gatell en el Hospital Clínico de Barcelona.
El trabajo, que se publica en el último número de Journal of Infectious Diseases, ha estado coordinado por Teresa Gallard, del laboratorio de Inmunología de este hospital, y se ha realizado en el marco del programa catalán para el desarrollo de vacunas terapéuticas y preventivas contra el VIH (Hivacat). Además, la investigación ha contado con la colaboración internacional de equipos de la Universidad Pierre et Marie Curie, de París/Inserm (Francia), y del Instituto Nacional del Cáncer, de Maryland (Estados Unidos).
A las 24 semanas casi todos los pacientes con VIH que recibieron la vacuna habían mostrado un descenso significativo en la carga viral
El primer firmante del trabajo, Felipe García, del Servicio de Enfermedades Infecciosas del Idibaps-Hospital Clínico, ha explicado a Diario Médico que es la primera vez que una vacuna terapéutica contra el sida demuestra eficacia para reducir la carga viral en casi todos los pacientes; no obstante, el descenso que se ha logrado aún resulta insuficiente para poder prescindir del tratamiento antirretroviral. "Creo que es una gran noticia, ya que hasta ahora todo habían sido fracasos".
El ensayo ha analizado datos de 24 pacientes con un recuento superior de 500 células CD4 y con una carga viral por encima de las 10.000 copias, que no habían recibido tratamiento antirretroviral. Los participantes fueron separados en dos grupos con el método de doble ciego y a la mitad de ellos se les administraron tres dosis de una vacuna elaborada a partir de células dendríticas autólogas que fueron sensibilizadas en el laboratorio contra una forma activada de su propio virus. La otra mitad, asignada al grupo control, recibió placebo.
A las 24 semanas de seguimiento se pudo comprobar que en casi todos los enfermos del brazo que recibió la vacuna se había producido un descenso significativo en la carga viral, pero en ninguno de ellos se logró que el virus fuese indetectable. Los científicos consideran que, aun así, se trata de un paso muy importante en esta línea de trabajo, ya que hasta ahora todos los proyectos con vacunas similares sólo habían conseguido una respuesta moderada en un 30 por ciento de los pacientes.
Gatell ha recordado que en el año 2005 se superó la prueba de concepto de la vacuna con células dendríticas, cuando se demostró que era capaz de controlar parcialmente la replicación viral del VIH, además de ser viable, segura y bien tolerada por los pacientes. "Ahora la respuesta es sustancialmente mejor, ya que hemos mejorado el diseño". La primera vacuna se elaboraba con un virus por cada célula dendrítica y en la versión que se está usando actualmente se incluyen mil virus por cada célula, lo que se espera que aumente la respuesta del sistema inmune.
Próximos pasos
Actualmente está en marcha un nuevo ensayo clínico que pretende mejorar los resultados clínicos mediante la administración conjunta de la vacuna y el tratamiento antirretroviral. Se han seleccionado 36 pacientes que lleven más dos años en terapia y al menos seis meses con una carga viral indetectable. El principal objetivo de estas vacunas es lograr que los pacientes portadores del VIH puedan controlar la infección y no requieran antirretrovirales de por vida.
Éxito en tiempo récord
La vacuna terapéutica contra el sida con células dendríticas se podría considerar el primer éxito tangible del programa Hivacat, a sólo tres años de su creación. Aunque todavía falta esperar los resultados de la terapia combinada con antirretrovirales, que se espera que estén listos a finales del presente año, este grupo ya es un referente mundial en esta línea de trabajo y los resultados obtenidos no tienen precedentes. El Hivacat está formado por el Instituto de Investigación del Sida IrsiCaixa, en el Hospital Germans Trias i Pujol, y el Servicio de Enfermedades Infecciosas y Sida del Hospital Clínico de Barcelona, en colaboración con Esteve, la Fundación La Caixa, y el Departamento de Salud, así como el de Economía y Conocimiento de la Generalitat de Cataluña, además de la Fundación Clínico. Este consorcio supone la primera experiencia significativa de colaboración en este ámbito entre administración, investigadores y empresa, por lo que es un ejemplo de éxito del modelo de colaboración público-privado en el sector sanitario.
Comite Independiente AntiSida
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