Una combinación de anticuerpos de este animal podría neutralizar al virus. Además, se observó que los anticuerpos eran más potentes juntos que por separado
Una llama en el pasaje de Salta (Argentina) Una llama en el pasaje de Salta (Argentina) |
EL MUNDO AINHOA IRIBERRI
Ni primates no humanos ni otros de los animales utilizados clásicamente en la investigación. Un equipo de científicos liderados por la University of Regensburg (Alemania) acaba de "producir" una buena noticia en la lucha contra el VIH de un animal poco habitual en las revistas científicas, la llama.
Según un estudio publicado en PLOS Pathogens una combinación de anticuerpos de este clásico animal andino podría neutralizar al virus de la inmunodeficiencia humana (VIH).
La tesis en la que se lleva tiempo trabajando es el desarrollo de una inmunización que genere anticuerpos ampliamente neutralizantes, en concreto los llamados de cadenas pesadas (HCAb de sus siglas en inglés). En las llamas, estos anticuerpos ya habían sido observados, pero faltaba un paso esencial: secuenciarlos para descubrir los anticuerpos concretos que podrían dar una nueva esperanza a la lucha contra el VIH.
Es lo que han conseguido los científicos alemanes, que inmunizaron a dos llamas con un anticuerpo neutralizante encontrados en los propios animales. En ese experimento identificaron tres nuevos anticuerpos, lo que supone un total de cuatro compuestos que se dirigen a distintas partes de la superficie de las células CD4, donde el virus se adhiere a las mismas.
Pero ahí no se detuvo la investigación. Los autores del estudio probaron una nueva hipótesis, el uso combinado de los cuatro anticuerpos, siempre en los propios animales. Lo que se observó es que juntos eran aún más potentes que por separado y eran capaces de neutralizar hasta 60 del VIH distintas.
Las llamas protagonistas del estudio recibieron dos series de cuatro inyecciones y, a continuación, los investigadores extrajeron muestras de su sangre para analizar la respuesta. Dichas muestras fueron comparadas con las de siete llamas no vacunadas, para distinguir el efecto de la inmunidad natural y la generada por la vacuna experimental.
El trabajo, financiado con distintas iniciativas de fomento de la investigación de la Comisión Europea, como el programa Marco y entidades filantrópicas como la Fundación Bill y Melinda Gates no peca de exceso de triunfalismo, pero deja abierta la puerta a la investigación con estos nuevos compuestos y "provee de un marco para el análisis de la efectividad de estos protocolos de inmunización".
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