El cannabis es en España, al igual que en muchos otros países europeos y en Estados Unidos, la droga más consumida entre los adolescentes. Una de las teorías que se esgrime en contra de su legalización es que puede constituir una puerta de entrada hacia otras sustancias tóxicas, como la heroína o las drogas de diseño; además, diversos estudios han relacionado la exposición al cannabis durante la adolescencia con un aumento del riesgo de enfermedades neuropsiquiátricas o relacionadas con las toxicomanías.
Un trabajo que se publica hoy en la revista Neuropsychopharmacology abunda en esta teoría. Según ha desvelado una investigación realizada por Yasmin Hurd, del Hospital Mount Sinai, de Nueva York, en modelos animales el cannabis puede en concreto, afectar la sensibilidad futura a la heroína.
El equipo de Hurd ha analizado los eventos neurobiológicos que se producen tras la exposición al cannabis y han observado que la marihuana afecta a los opioides endógenos que se encuentran de forma natural en el cerebro humano; estas sustancias químicas parecen tener un papel importante en la exacerbación de las emociones positivas y en la aparición del sentimiento de recompensa, precisamente las mismas regiones que estimulan muchas drogas.
Los resultados de este trabajo disipan la creencia comúnmente extendida de que el coqueteo con las drogas (es decir, un consumo experimental) no tiene por qué afectar al cerebro. Los autores han demostrado que, de hecho, el cerebro puede recordar consumos previos y hacer a los usuarios más vulnerables ante futuros consumos de tóxicos.
El trabajo podría tener impacto en las regulaciones gubernamentales dirigidas a la legalización del consumo del cannabis, indican los investigadores. Además, recuerdan que cualquier incremento en el número de personas adictas a estas sustancias tendría un impacto en el sistema de salud.
(Neuropsychopharma- cology 2006; Doi: 10.1038 /sj.npp.1301127).
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