viernes, 26 de junio de 2009

SIDA: ¿Sexo Seguro?


Los líderes del «sexo-seguro» y los promotores de los condones que nos metieron en este lío continúan determinando las políticas en relación a la sexualidad del adolescente. Sus ideas han fracasado y es tiempo de volver a formularlas

Dr. Raúl Cantella

En el mundo se han gastado miles de millones de dólares desde 1970 para promover los anticonceptivos y el «sexo seguro» entre los adolescentes. Es tiempo de preguntarnos ¿Qué se ha conseguido con tanto dinero?
Increíblemente, los líderes del «sexo-seguro» y los promotores de los condones que nos metieron en este lío, aún continúan determinando las políticas en relación a la sexualidad del adolescente. Sus ideas han fracasado y es tiempo de volver a formularlas. ¿Cuánto tiempo ha pasado desde que usted ha escuchado a alguien decir a los adolescentes que es ventajoso no tener relaciones sexuales hasta el matrimonio?

Las ventajas se han ocultado, con trágicas consecuencias. A menos que lleguemos a comprender la enfermedad que acecha al mundo entero, la promiscuidad adolescente continuará y millones de jóvenes -pensando que están protegidos con los condones- sufrirán por el resto de sus vidas. Sólo existe una manera segura de mantenerse libres del SIDA en medio de una revolución de liberalismo sexual. Esa manera es abstenerse de tener relaciones sexuales hasta el matrimonio y después de casarse, ser fiel a una pareja no infectada.

Es un concepto que fue ampliamente respaldado en la sociedad hasta los años 60. Desde entonces, surgió una «mejor idea» (promoviendo el libertinaje sexual). Esta «mejor idea» está actualmente amenazando la familia humana en su totalidad. Se plantean preguntas inevitables cuando se propone la abstinencia. Es tiempo de dar algunas respuestas claras:

¿Por qué aparte de las consideraciones morales, piensa usted que se debería enseñar a los adolescentes a abstenerse del sexo hasta el matrimonio?

Actualmente, no funciona ningún programa para controlar la pandemia de enfermedades sexualmente transmitidas. La denominada solución del «sexo seguro» en la práctica, es un desastre. Los condones pueden fallar al menos en un 15.7% en lo que a prevención del embarazo se refiere. Fallan 36.3% al prevenir el embarazo entre las jóvenes pertenecientes a minorías y solteras.

Un anticonceptivo irregular

En un estudio hecho entre hombres homosexuales, el British Medical Journal informó que el índice de deficiencia debido a deslizamiento o ruptura del condón es del 26%. Con estos datos científicos, es obvio que a las personas que confían en los condones, para el control de la natalidad, se les debe llamar futuros...«padres». Considerando que una mujer puede concebir sólo unos cuantos días por mes, sabemos que el índice de deficiencia de los condones debe ser más alto cuando se trata de prevenir una enfermedad que puede ser transmitida los ¡365 días del año!

Aquellos que dependen de un método tan inseguro deben usarlo adecuadamente en cada ocasión y aún así, existe un alto índice de deficiencia por factores que están más allá de su control. La joven víctima, a quien le dicen que este pequeño dispositivo látex es «seguro», no puede saber que está arriesgando el dolor por toda la vida e incluso la muerte por algo tan breve como un momento de placer. ¡Es enorme la carga que se coloca en las mentes y los cupertos inmaduros de los adolescentes!

Entre heterosexuales, la Sección Médica de la Universidad de Texas descubrió recientemente que los condones son sólo 69% efectivos en la prevención de la transmisión del virus de inmunodeficiencia humana (HIV). La Dra. Susan Weller, concluye que «cuando nos referimos a la transmisión sexual del SIDA, la única prevención real es no tener sexo con alguien que tiene o puede tener el SIDA».

Aún si gastáramos otros 50 mil millones de dólares para promover el uso del condón, la mayoría de adolescentes todavía no lo utilizarían consistente y adecuadamente. La naturaleza de los seres humanos y la pasión del acto sexual simplemente no les proporciona una respuesta disciplinada a los jóvenes. ¿Pero si usted sabía que un adolescente iba a tener relaciones sexuales, no le habría enseñado la utilización adecuada del condón? No, porque tal enfoque tiene una consecuencia no intencional. El proceso de recomendar el uso del condón a los adolescentes los conduce inevitablemente a 5 caminos peligrosos:

que el «sexo seguro» es factible;
que todos lo están haciendo;
que los adultos responsables esperan que lo hagan;
que es algo bueno; y
que sus semejantes saben y que ellos también saben que estas cosas engendran la promiscuidad. Estos son mensajes muy destructivos que se dan a nuestros hijos.

Además, los datos propios de la Planificación Familiar muestran que la razón número uno que lleva a los adolescentes a mantener relaciones sexuales es la presión social Por consiguiente, nada de lo que hagamos para contener el «todo el mundo lo está haciendo» resulta que más, no menos personas, lo intenten.
Los programas de distribución de condones no reducen el número de jóvenes expuestos a la enfermedad... por lo contrario, los incrementan radicalmente.¿Pero si usted fuese padre y supiera que su hijo o hija ha tenido sexo, no preferiría que el o ella utilizaran un condón? ¿Qué cantidad de riesgo es aceptable cuando está hablando acerca de la vida de sus hijos?

Un estudio de parejas casadas en las que uno de ellos está infectado con HIV determinó que, 17% de los compañeros que utilizaban condones para protegerse se contagiaron del virus en un año y medio. Decir a nuestros hijos que «reduzcan su riesgo» a una en seis (17%) no es mejor que jugar a la ruleta rusa. Eventualmente, ambos son fatales.

La diferencia es que con una pistola, la muerte es más rápida. Finalmente, imagínese que alguien le obsequia un boleto para viajar a Miami y le dice que esta aerolínea sólo tiene una seguridad de 80%, es decir, que de 10 vuelos sólo llegarán a su destino 8 aviones ¿Usted volaría con esta aerolínea? Los adolescentes no escucharán el mensaje de abstinencia. Sólo estarás perdiendo tu tiempo y aliento al tratar de venderles una noción como esa.

La supuesta incomprensión de la abstinencia

Es un mito -muy popular- creer, que los adolescentes son incapaces de entender y aceptar la abstinencia sexual antes del matrimonio. Casi el 65% de los jóvenes de secundaria menores de 18 años no han tenido relaciones sexuales. Hace algunos años, en Lexington, Kentucky, USA, se llevó a cabo un evento para jóvenes que presentaba a un ex convicto llamado Harold Morris.

Él hablaba acerca de la abstinencia, entre otras cosas. ¡El coliseo tenía asientos para 18,000 personas pero había 26,000 adolescentes! Eventualmente más de 2,000 estaban de pie fuera del auditorio y escuchaban a través de un sistema preparado apresuradamente.

¿Quién dice que los adolescentes no escucharían este mensaje? Incluso los adolescentes que han sido sexualmente activos podrían escoger detenerse. Esto se denomina «VIRGINIDAD SECUNDARIA», un buen concepto que conlleva la idea de que los adolescentes pueden volver a comenzar.

Una jovencita recientemente escribió a Ann Landers para decirle que deseaba haber mantenido su virginidad. Finalizaba su carta diciendo: «Lo siento, no lo hice pero deseo haberlo hecho». Como adultos, responsables necesitamos decirle que, a pesar de todo, ella puede retroceder y avanzar. Ella puede recuperar su autovaloración y proteger su salud, porque nunca es tarde para comenzar a decir «no» al sexo premarital. A pesar de ello, los defensores del sexo seguro predominan en los círculos educativos, ¿existen ejemplos positivos para los jóvenes de programas basados en la abstinencia?

Felizmente algunos excelentes programas se han desarrollado en USA. Spokane Ayuda al Adolescente (Teen Aid) y el Comité de Padres del Sureste (Southwest Parentes Committee) de Chicago son buenos ejemplos. También tenemos a Próxima Generación (Next Generation) en Maryland, Opciones (Choices) en California y Respeto por el Sexo (Sex Respect); Yo, Mi Mundo, Mi Futuro (Me, My World, My Future); Razones Razonables para Esperar (Reasonable Reasons to Wait); Sexo, Amor y Opciones (Sex, Love & Choices); F.A.C.T.S., etc. son programas basados en la abstinencia que ayudan a los adolescentes a tomar buenas decisiones a nivel sexual.

Sin embargo, establecer y mantener las ideas de abstinencia entre los jóvenes puede ser como escupir contra el viento. No porque no escuchen, porque la mayoría lo hace. Sino porque los mensajes pro abstinencia se sumergen en un mar de la tóxica propaganda para el adolescente «el sexo es inevitable, utiliza un condón», de los profesionales del «sexo seguro».

Un virus en las ondas hertzianas

Ustedes responsabilizan a aquellos que han dicho a los adolescentes que la expresión sexual es su derecho, en tanto lo hagan «adecuadamente». ¿Quién más ha contribuido con esta epidemia? La industria del entretenimiento debe verdaderamente compartir la culpa, incluyendo a los productores de televisión. Es interesante en este contexto, señalar que la mayoría de canales de televisión y por cable están retorciéndose las manos en relación a esta terrible epidemia del SIDA. Cínicamente algunos profesan que están muy preocupados por aquellos que están infectados con enfermedades transmitidas sexualmente, y... quizá sean sinceros.

Sin embargo, los ejecutivos de la televisión y los magnates del cine han contribuido poderosamente a la existencia y propagación de esta plaga. Durante décadas, representaron a los adolescentes y jóvenes adultos trepando de arriba abajo en las camas de otros como robots sexuales. Sólo a los tontos se les mostraba castos y estos eran tan estúpidos y feos como para no poder encontrar pareja.

Por supuesto, los «feos y estúpidos» nunca enfrentaron ninguna consecuencia por su buena conducta sexual. Sin embargo, los «pitucos y lindos» practicando el sexo seguro contrajeron herpes, sífilis, clamidia, inflamación pélvica, infertilidad, SIDA, tumores genitales o cáncer cervical. A ninguno de estos pacientes se les ha dicho que no existe cura para su enfermedad o que tiene que enfrentar su dolor por el resto de su vida. Nadie ha escuchado que los diversos tipos de cáncer genital asociados con el virus papiloma humano (HPV) mata a más mujeres que el SIDA, o que las características de la gonorrea son ahora resistentes a la penicilina.

No hay nada sucio. Todo parece muy divertido. Pero, ¿qué precio estamos pagando ahora por las mentiras divulgadas? El gobierno de Estados Unidos también ha contribuido con la crisis y continúa agravando el problema. Por ejemplo, un folleto de los Centros Federales para el «Control de las Enfermedades y la Ciudad de Nueva York» se titula «Los Adolescentes Tienen el Derecho» y aparentemente intenta liberar a los adolescentes de la autoridad adulta. Dentro de él hay seis declaraciones que conforman la «Declaración de Derechos de los Adolescentes», y son las siguientes:

• Tengo el derecho de pensar por mí mismo.
• Tengo el derecho de decidir cuando y con quien tener sexo.
• Tengo el derecho de utilizar condones cuando practico sexo.
• Tengo el derecho de comprar y utilizar condones.
• Tengo el derecho de expresarme.
• Tengo el derecho de solicitar ayuda si la necesito.

La filosofía que rige muchas de las organizaciones incluye el presentar la homosexualidad, el transvestismo, el bisexualismo como estilos de vida aceptables y «normales» y la promoción enérgica del derecho a la expresión sexual de los adolescentes. Seguramente existen muchísimas personas que reconocen el peligro que ahora está amenazando a las generaciones del futuro.

Es tiempo de hablar de un valor pasado de moda denominado castidad.
Ahora más que nunca la VIRTUD es una necesidad.

http://www.religionenlibertad.com/opiniones/sida-sexo-seguro

Comite Independiente AntiSida

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