miércoles, 4 de mayo de 2005

¿Dónde se esconderá Gallardón cuando se haya acelerado el contagio del VIH (SIDA) en Madrid?



Distribuirá, sin informar a los padres, la píldora poscoital a niñas de 10 años en adelante.

Fomentará hábitos sexuales irresponsables y promiscuos. Destruirá vidas humanas de madrileños en sus primeros días, y elevará grandemente la probabilidad de contraer enfermedades como el sida.

La píldora poscoital es un fármaco que no sirve para curar ninguna enfermedad, sino para acabar con la vida incipiente de un ser humano. Su empleo es un método abortivo. El embarazo comienza con la fecundación, no con la anidación. El óvulo fecundado ya es un ser humano, distinto de la madre, que empieza a vivir su propia vida en las fases previas a su anidación en el útero materno. La píldora del día siguiente es un fármaco a base de hormonas, que no es inocuo para la mujer. Su concentración hormonal es muy superior a la de los anticonceptivos. No trata de preparar a la mujer para evitar la concepción, sino de impedir el desarrollo de una posible concepción ya realizada.

Gallardón trata de resolver relaciones sexuales irresponsables con una mayor irresponsabilidad, cuando lo que se debería hacer es ayudar a los adolescentes y a los jóvenes a comprender y vivir con verdad su propia sexualidad y las relaciones entre los sexos.

No evita el contagio del sida, lo promueve.

El uso de esta píldora entre los jóvenes crea hábitos sexuales irresponsables y conduce a la promiscuidad, matemático. Se termina usándola como método anticonceptivo, lo que eleva además la probabilidad de contraer enfermedades de transmisión sexual, como el sida.

Si acaso Gallardón busca más el voto o simpatías temporales, entre los jóvenes, debe hacerse responsable de las consecuencias en un futuro de sus medidas. Los seres humanos eliminados no podrán estar aquí para gritar frente a Gallardón, y pedir justicia, pero los contagiados de sida, sí.

Las personas que fueron engañadas sí que podrán reclamar al alcalde de Madrid por qué fueron usados sus cuerpos como los de cualquier animal. Por qué las autoridades no les proporcionaron educación, por qué fueron engañados para que consintieran en destruir esas miles de células primeras e su propio hijo. Por qué nadie les advirtió que el sexo no era un juego, sino fuente de felicidad o desgracia según el amor o manipulación que se aplique respecivamente.


Si aplica Gallardon su medida, será cuestión de esperar. ¿se esconderá cuando se le pidan responsabilidades?

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